065. BTS

Pedido Anónimo

Pocas personas conocían verdaderamente a BangTan. Cierta leyenda japonesa dice que los seres humanos contamos con tres rostros: uno que mostramos diariamente frente a todo el mundo, otro que reluce cuando estamos con conocidos cercanos y el último que solo conocemos nosotros mismos, uno que casi nadie a excepción de uno mismo ha visto. Y el grupo no era la excepción a esta regla.

Estaba su faceta de artistas, aquella que relucía frente a sus fans y rodeados del medio público, en sus conciertos, sus ruedas de prensa y sus eventos, luego de eso eran amigos, compañeros y familia, salían con sus amigos fuera del grupo, se reunían con sus familiares y trataban de llevar una vida como personas normales, y luego eran tan solo seres humanos, con gustos y disgustos, con sus preferencias y distinciones, con sus propias dinámicas internas que solo conocían entre los ocho.

Seokjin deslizaba con suavidad una de sus manos por la cabellera de Jiyoon, hacía un rato largo que se encontraban en esa posición, él sentado contra el espaldar de la cama teniendo a la chica recostada sobre su pecho, casi hecha bolita encima de sus piernas. Conocía bien sus puntos débiles y sabía que si se mantenía un rato más acariciando su cuero cabelludo terminaría por quedarse dormida, solo que algo impidió su cometido.

— ¡Ya llegamos! —el grito de Taehyung no habría causado tanta conmoción si se tratara de un día común y corriente, pero ese día no lo era.

Con un brinco Jiyoon salto de la cama yéndose a la carrera fuera de la habitación, dejando a Jin con una pequeña sonrisa en el rostro, suspirando mientras se ponía de pie para seguirla.

Bajó de dos en dos escalones, ganándose un fuerte regaño de Jimin asegurando que podría caerse, sin embargo hizo oídos sordos a su sermoneo ya que siguió con la misma velocidad de antes para lanzarse, literalmente, a los brazos de Hoseok, a quien llegó primero.

—Te extrañé, te extrañé. Los extrañé mucho —repetía una y otra vez con el rostro enterrado en su cuello y sus piernas fuertemente enrolladas en su torso.

El bailarín había dejado caer al suelo su mochila para atraparla y abrazarla a la vez mientras reía por aquel tierno recibimiento. Solo que el abrazo no duró mucho ya que con rapidez lo soltó para ahora enganchar sus brazos al cuello de un desprevenido Yoongi el cual se tambaleó por el repentino abrazo, acción que repitió con el menor de los tres.

Los chicos habían gozado de unas bien merecidas vacaciones, las cuales algunos decidieron pasarlas en sus hogares visitando a sus familias, ellos tres habían optado por esta opción, recién llegando dos de Daegu y el bailarín de Gwangju. Hacía mucho tiempo que se habían separado por tanto tiempo y Jiyoon no se imaginó que podría llegar a extrañarlos tanto.

—A nosotros no nos abrazó así cuando llegó —masculló el mayor de los chicos Busan, obteniendo una ofendida mirada de la fémina.

—Estaba muy cansada cuando llegué, tuve un vuelo de once horas —se excusa acercándose por un momento a él para dejar un beso sobre su mejilla—. Lo siento.

— ¡Ah! Jiyoonie, noona te envió algo de sus nuevas prendas —dice entonces Hoseok haciendo correr de nuevo a la chica hacia el sofá donde se había sentado, dejando a un muy sonrojado Jimin.

— ¿Y a nosotros no nos trajiste nada? —se quejó Jungkook quien estaba sentado en el suelo frente a él, teniendo en un instante a Jiyoon sobre sus piernas mientras esperaba ansiosa su regalo.

Este abrió el cierre de su maleta buscando la bolsa que su hermana le había entregado—. Claro que sí. ¿Qué clase de compañero sería?

—Yo voy a decirle a mi hermano que me envíe lo que compré —anuncia el pálido rapero teniendo todas las miradas sobre él—. Es que lo pedí por internet y olvidé poner esta dirección y en su lugar puse mi casa en Daegu.

Los menores soltaron unas risitas de burla hacia su mayor por lo despistado que llegaba a ser cuando se lo proponía, ganándose una gélida mirada mientras aseguraba que estaban a punto de quedarse sin ningún regalo.

Soltó un chillido cuando tuvo en su poder la bolsa medio arrugada, sumamente emocionada aún sin siquiera ver lo que había dentro, pero era ropa de su Dawonie unnie, fuera lo que fuera le iba a encantar.

Pero ella no fue la única, de igual forma en un segundo tuvo a Taehyung casi sobre él al entregarle la caja de zapatos del modelo que hacía unas semanas lo había vista adorando en su celular y también pudo sacarle una gran sonrisa a Namjoon al mostrar dos de los libros que había visto en su lista de "Comprar pronto".

—Tan solo falta el árbol y esto será navidad —bromeó Jin mientras se estiraba en el sofá, dejando sus piernas sobre Hoseok y Yoongi—. Y hablando de navidad, ¿saben cómo se llama el miedo a Santa Claus?

—Por favor, no lo digas —suplica Yoongi bajando el rostro.

—Claustrofobia.

Los siete se quedaron en silencio tan solo mirándolo reírse, el líder negando con la cabeza, queriendo reírse más bien al escuchar su peculiar risa.

—Ah~, ese fue realmente malo —Jungkook dijo entre dientes, escondiéndose entre el cabello de la chica aún sentada en sus piernas.

—Los chistes de daddy Jin siempre han sido realmente malos —asegura Jiyoon con un tono inocente mientras admiraba la hermosa falda que estaba entre la ropa que la hermana de Hoseok le había regalado.

Estaba tan concentrada con las prendas que ni había notado como las siete miradas se encontraban sobre ella.

El apodo había salido de una manera tan fluida, con ese marcado acento británico consecuencia de sus años estudiando en Londres. Cada uno adoraba escucharla decirlo, más aún cuando iba dirigido hacia ellos.

Ese era su secreto, su estilo de vida. La gente llegaría a horrorizarse si supieran la íntima relación que tenía Jiyoon con sus compañeros de grupo, que de igual forma para ellos ya se había vuelto lo más cotidiano del mundo. No era como si un día se hubiesen reunido para tratar el tema de "Todos nos sentimos atraídos hacia Jiyoon", pero las cosas con el tiempo fueron evolucionando. Desde el inicio de BangTan hasta pasados unos buenos 4 o 5 años de carrera juntos las cosas habían cambiado y mejorado constantemente, la dinámica de siete chicos y una chica no fue fácil para ninguno de ellos, pero habían aprendido a amoldarse a su nueva vida, empezando a ser más cercanos no solo físicamente hablando sino que comenzó a forjarse entre ellos una amistad realmente fuerte y resistente.

Pero esta evolución no se terminó allí.

Quienes los veían y conocían sabían que entre ellos existía una conexión envidiable, el contacto físico para el grupo era algo muy común, sobre todo para la única chica que, no solo con ellos, siempre había disfrutado de mostrar su cariño con afecto físico. Abrazarlos era su pan de cada día, sujetaba sus manos y entrelazaba sus dedos con cada uno de ellos, cosas pequeñas que siempre fueron tiernas viniendo de ella, hasta que comenzó a subir de nivel sin siquiera darse cuenta.

Un día, un día común y corriente el grupo se encontraba descansando en casa, algunos yacían en el estudio y los demás se habían puesto de acuerdo para hacer un torneo de videojuegos, entre ellos se encontraban Jimin y Jiyoon. Ambos yacían en uno de los sofás en la espera de su turno para jugar, hablaban de cualquier tontería mientras esperaban y entre sus juegos habían terminado casi enredados en el suelo. Algo muy común entre ellos, pero de repente algo llamó la atención de la chica; esta había alzado la mirada para verlo mientras hablaba más su concentración se posó sobre sus esponjosos labios, recordó su comentario del nuevo bálsamo labial que había comprado con sabor a frutillas. Tan solo quiso probar a qué sabía.

Más se había tardado ella en impulsarse para posar sus labios sobre los ajenos, que en escuchar el grito de horror de Taehyung en cuanto los vio, llamando con desespero al líder para acusarlos por el beso.

Se hizo un gran caos ese día, los chicos creían que los habían descubierto besándose porque en realidad estaban saliendo a escondidas, se sintieron traicionados pensando en aquello, y fue una odisea el hacer que todos le creyeran cuando decía que tan solo lo hizo porque en ese momento le había apetecido. Sin embargo al cabo de unos días las aguas habían parecido haberse calmado, nadie había tocado más el tema y Jiyoon hasta pensaba que lo habían olvidado, tanto que no tenía que preocuparse porque los vieran cuando se encontraban en un pasillo solitario o cuando Jimin se escabullía en la habitación de la chica. No, nunca habían pasado siquiera de un roce cariñoso, sus encuentros se basaban en mimos y cortos besos por aquí y por allá, hasta que Jungkook los descubrió.

Ninguno se dio cuenta y el chico no pensaba decirle ni a ellos ni a sus hyungs, sin embargo no podía ni quería quedarse de brazos cruzados. Tan solo dos noches después se apareció en el estudio donde sabía que Jiyoon se encontraba trabajando en su mixtape, sin siquiera pedir permiso había entrado para tomar asiento en una silla vacía y rodar hacia ella, logrando que lo mirara con una sonrisa al saludarlo con dulzura.

— ¿Puedes besarme? —pregunta de la nada, sin hola ni nada.

—Claro, sabes que no necesitas... —hablaba mientras acercaba sus labios a la frente descubierta del chico, pero junto antes de que pudiera dejar un corto beso ahí fue detenida por sus palabras.

—No así, como besas a Jimin hyung. —Aquella petición la tomó completamente desprevenida haciéndola sentarse de nuevo.

Soltó un suspiro de frustración imaginando una nueva sesión de burlas viniendo hacia ella—. Eso pasó hace casi un mes, ¿podrías olvidarlo?

—Vi cómo se besaban hace unos días, no me mientas —aseguró cruzando los brazos para lucir ofendido.

Con eso logró dejarla boquiabierta, realmente pensaba que habían sido bastante, o lo suficientemente discretos como para que nadie los viera. Pero él, ¿acaso Kookie iba a acusarlos?

— ¿Estás chantajeándome? —pregunta estupefacta luego de ordenar sus pensamiento.

—No~, claro que no lo haría —se apresura en hablar casi quejumbroso—. Pero yo también quiero un beso, al menos uno pequeñito.

Su corazón dio un pequeño brinco sin poder evitarlo viéndolo actuar de esa forma. Era difícil para ella el negarse a cualquiera de sus pedidos si ponía esa expresión en su rostro, y claro que él sabía eso.

—Tan solo uno —pidió alzando uno de sus dedos mientras cerraba con fuerza con los ojos.

—Estás extorsionándome, detente —se quejó girando en su silla para tratar de evadir su mirada y a la vez ocultar un mínimo sonrojo que sentía venir.

Podía escuchar el lloriqueo del chico mientras se lamentaba de que ella no lo quería ni un poco. Ya estaba más que acostumbrada a sus berrinches solo que esta vez se sentía diferente; no le estaba pidiendo una caja de leche de banana sino un pequeño beso.

«Los labios de Jimin sabían a frutilla, ¿a qué sabrán los de Kookie?»

—Pon los labios, será uno y será rápido. —En cuanto lo dijo ya tenía al chico frente a ella con los labios fruncidos y los ojos levemente cerrados. Una pequeña sonrisa surgió al verlo de esa forma.

Con delicadeza sujetó sus mejillas, ampliando su sonrisa el sentir lo cálidas que estas se encontraban. En un rápido pero suave movimiento juntó sus labios en un corto beso, separándose para encontrarlo con los ojos apretados y sus orejas enrojeciéndose varios tonos. Le fue imposible no soltar una risita.

—Woooow —soltó asombrado aún sin abrir los ojos.

Jiyoon sonrió más ampliamente un poco avergonzada por su reacción, relamiendo sus labios sintiendo el leve sabor de rosas proveniente de aquel tratamiento para labios que siempre usaba.

A partir de ese momento dicha muestra de afecto se hizo más común para ella, algo casi cotidiano en especial con los dos chicos, claro que con el paso del tiempo los demás comprendieron que, al menos para Jiyoon, un pequeño pico no era nada diferente a un abrazo o un beso en la mejilla. Pero esto no quita lo divertidas de sus reacciones a la primera de tener un beso sobre sus labios.

El chillido de sorpresa de Hoseok, los ojos desmesuradamente abiertos de Taehyung y la ceja alzada de Namjoon, justo antes de una extensa plática acerca del espacio personal, concepto que implicaba a cualquier fuera del grupo.

De esa forma las cosas cambiaron, cualquiera pensaría que habían cruzado una línea en su relación la cual no podrían revertir nunca.

—Casi llegué a olvidar lo bien que eso se escuchaba —confesó el mayor del grupo, dejando caer su cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos con una expresión totalmente complacida.

—Vergüenza sobre usted si es capaz de olvidar la preciosa voz de nuestra bebé —asegura Kook cruzándose de brazos.

—Eso no es a lo que me refería y lo sabes —se defiende poniéndose recto en el sofá a la vez que lo señalaba con el dedo—. No pongas palabras en mi boca.

Los chicos rieron vieron la formación de una nueva discusión entre los dos, pero en vez de detenerlos los alentaban como Namjoon al mascullar: —Fue exactamente lo que dijo.

¿Y qué si habían cruzado una línea? Toda su amistad se basaba en cruzar líneas, empezando de ni siquiera dirigirse la palabra unos con otros llegando a tener actitudes que cualquiera consideraría propias de una pareja, horrorizándose de que una chica tenga ese trato, esa relación con todos los chicos a la vez siendo tan solo "simples amigos", pero ¿y eso qué? Era solo su problema si Jiyoon disfrutaba de tratarlos de esa forma, de besarlos cuando le viniera en gana, dormir acurrucados y que de la nada el apodo de daddy saliera de sus labios. Ellos eran contentos siendo de esa manera y preferían mantener algo tan preciado oculto solo para ellos, las personas malas podrían envenenar la bella relación que habían forjado con el paso de los años.

Era su pequeño tesoro misterioso y planeaban mantenerlo así por mucho tiempo más.





He vuelto, estoy aprovechando que mágicamente mis profesores aún no han enviado más tarea y trato de actualizar todo lo que pueda. Este en específico fue un pedido que pidieron fuera anónimo, y aunque no fue precisamente lo que pediste, espero que te haya gustado, babe.

Con esto les recuerdo que, aunque no suba tan a menudo, sigo recibiendo pedidos por privado o aquí en la historia. Siempre encuentro tiempo para realizarlos.

Sin más me despido. Cuídense mucho, preciosuras, y cuiden a sus seres queridos.

Hasta la próxima, mis bellezas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top