063. BTS

Se inclinó por última vez ante la gran multitud antes de girarse para salir del escenario, bajando los escalones podía escuchar los gritos de las fans como si se encontrara muy lejos ya que sus oídos solo pitaban fuertemente aún luego de quitar los auriculares de esto.

Como un bebé pidiendo su biberón de leche, ella extendió sus manos hacia la botella de agua que un mánager tenía, esto para quitarle la tapa casi con desespero para empinarse la botella.

—Con calma, no te desesperes —aconsejó el hombre tratando de bajar la botella para disminuir la forma desenfrenada en la bebía de esta.

Solo luego de beberse de un solo trago la mitad del contenido, alejó la botella de sus labios soltando un pesado suspiro seguido de varias respiraciones erráticas antes de llevarla de nuevo a su boca para beber lo que restaba.

— ¿Cansada? —pregunta una de las integrantes del staff a lo que Jiyoon tan solo tuvo que girar hacia ella para que notara el visible cansancio en su mirada.

—No pensé que sería tan agotador —hizo un esfuerzo para dejar salir esas simples palabras luego de vaciar por completo la botella de agua.

Lo recién terminaba era nada más que el primer concierto en solitario de la cantante, pues si bien ya habían varias canciones las cuales presentaba sola en los conciertos del grupo, luego de su debut en solitario, era la primera vez que interpretaba todas las canciones de la noche por su cuenta.

Luego de tanta experiencia con los chicos, no pensaba que presentar canción tras canción por su cuenta fuera a pasarle factura más pronto de lo que pensaba.

—Park Jiyoon, estás muy pálida —se hizo notar entre el gentío la mánager de la chica.

—Estoy bien. Por si no lo sabía, soy coreana y pálida por naturaleza —trató de convencerla pero en la mitad de la frase pudo ver cómo los pares de pies frente a ella comenzaban a duplicarse, y no por que más personas estuviesen llegando.

El aire comenzó a faltar de repente y su visión doble comenzó a ponerse borrosa, sentía lejanas todas las voces a su alrededor y solo entonces el miedo comenzó a reinar en ella. No quería que sucediera otra vez, no sin los chicos.

—Por favor, respira. No cierres los ojos. —A ciencia cierta no podría decir a quién pertenecía aquella voz, pues entre tantas personas que estaban ahí no estaba ninguno de los siete chicos a los que necesitaba.

—Namjoon-ah —dijo con un hilo de voz, pero internamente llamaba desesperadamente al líder.

Una mano sujetó la suya al ver cómo la movía en la búsqueda de algo, pero esa mano no tenía la misma calidez que la de Jin o Jimin.

Sentía que en cualquier momento se pondría a llorar de la impotencia, ¡nada le estuviera pasando si estuviera con los chicos! Quería removerse, ponerse de pie, gritar, patalear o lo que sea, cualquiera sería mejor que la sensación de no poder controlar su cuerpo, no poder ordenarle a sus pies levantarse o decirle a sus pulmones que respiraran.

Pero una imagen surgió en su mente, pensó entonces en lo desesperados que se pondrían Jungkook y Tae si la vieran en ese estado, el regaño que vendría luego de parte de Jin y cómo incluso semanas después Yoongi no dejaría de recordarlo y recriminarla por ellos. Con esta momentánea paz mental pudo por fin, y para desespero de quienes la rodeaban, pudo dejarse ir libremente.

[...]

Cuando sus sentidos comenzaron a despertar el dolor y la pesadez también se hicieron presentes, un gran peso le impedía abrir sus ojos y sentía como si alguien estuviese empujando su cuerpo hacia abajo haciéndole imposible impulsarse en donde sea que se encontrara recostada. Lo único que pudo hacer fue soltar un gruñido lastimero al tratar fallidamente de mover siquiera un dedo.

— ¿Está despertando? Ella se movió, juro que se movió —pudo escuchar con claridad la voz de Jimin a su costado, seguida de una presión en una de sus manos. Reconoció los pequeños dedos del vocalista apretando los suyos.

—Claro que se movió. Está dormida, no en coma —quiso soltar una risita ante el comentario ahora de Suga. Podía imaginárselo parado en una esquina con los brazos cruzados sobre su pecho, soltando comentarios sarcásticos ante la excesiva preocupación de algunos.

—Todos ustedes cálmense, denle su tiempo.

Al escuchar por fin la voz del líder fue como si las fuerzas volvieran a ella casi como una obligación, como un lobo siguiendo órdenes del alfa de la manada.

Con todo el esfuerzo que podía poner en ello, intentó abrir sus ojos uno a la vez teniendo aún la visión borrosa, pero pudiendo al menos distinguir unas cuantas siluetas a su alrededor. Sin necesidad de ver a cada uno con claridad sabía exactamente cuál era cada quien.

—Vamos, vamos. Démosle su espacio —distinguió entre los murmullos la voz del mayor de la agrupación.

—Oppa —gimoteó aferrándose a la mano que aún la sujetaba, sonriendo cuando los seis a la vez respondieron a su llamado—. Duele.

— ¿Qué duele? ¿La espalda? ¿Las piernas? —el mayor de la agrupación comenzó a soltar la sarta de preguntas una tras otra sin parar, hasta que Hoseok se acercó a él y, luego de poner una mano sobre su boca, llevó su dedo índice a sus labios para soltar un pequeño "shh"

La chica había negado a cada una de sus preguntas, pero aún era difícil para ella hablar con aquella molestia en la garganta. Aunque para eso estaba el líder, quien, con tan solo un vistazo a la joven, supo de inmediato lo que tenía.

— ¿Tu cabeza duele? —Pregunta viendo como tenía los ojos fuertemente apretados mientras trataba de sentarse con la ayuda de los nacidos en el 95, aún así ella asintió con la cabeza— ¿Quieres seguir durmiendo?

—No, tengo hambre~ —dijo con un lloriqueo.

—En seguida pido pizza y pollo —se apresuró a decir el maknae siendo de inmediato detenido por el mayor.

Estos dos comenzaron a tener una pequeña discusión sobre cómo pensaba enfermar a la chica dándole comida rápida en ese estado, a lo que el otro defendía su argumento de que debía consentir a su noona con su comida favorita.

—Creo que Jungkook tiene razón —interrumpe Namjoon a lo que Jin lo observa perplejo mientras el aludido se burló con rapidez antes de sacar su celular y llamar a los locales de comida—. Piénsalo de esta forma; ella está así porque no comió casi nada antes del concierto, lo mejor es que llene su estómago.

—Yo voy a traerle un jugo —comentó ahora Jimin alejándose de la cama luego de soltar su mano, siendo interrumpido por Jiyoon quien pidió en una voz, bastante tierna a su parecer, una "leche achocolatada".

Cuando el bailarín dejó la habitación lo único que se escuchaba era la suave voz del menor terminando el pedido por teléfono. Taehyung se había sentado a la cama junto a la chica, acomodando las almohadas en su espalda para su comodidad, viéndola a cada segundo para ver si necesitaba algo más.

Ahí, sentada en el medio de su cama, se sentía como en medio de una interrogación viendo a los cuatro mayores alrededor de ella, más específico cuando su mirada se posaba ya sea en Yoongi o Namjoon quienes tenían desde hacía un rato los brazos cruzados.

Y el primero en romper el silencio fue el mayor de los dos.

—He comprobado mi teoría, realmente eres tonta —asegura haciendo un énfasis en las últimas palabras.

—Min Yoongi —lo regaña Jin girando hacia él con una expresión que gritaba "¡cállate!"

— ¿Qué? Subirse al escenario con el estómago vacío no es muy inteligente, ¿cierto? —reclamó observándolo fijamente.

Viendo como una discusión parecía aproximarse, Namjoon se preparó para calmar los ánimos, no obstante cuando apenas abrió la boca, alguien ya se le había adelantado.

—Yoongi oppa tiene razón, soy una tonta —confiesa llamando la atención de todos—. En serio lamento lo que hice, no era mi intención preocupar a nadie.

El silenció reinó de nuevo en la habitación, incluso el menor había guardado su celular para aproximarse con cuidado al resto de sus compañeros.

La repentina confesión, el tono en que lo decía era lo que había afectado a los chicos. No era algo muy usual poder verla de esa forma, tan... débil y frágil, tampoco es que fuera la primera vez viéndola en ese estado, ni de cerca. Pero cada vez que sucedía era como un gran golpe para todo el grupo; ver a Park Jiyoon, su chica fuerte y decidida, con el espíritu destrozado no era algo que deseaban ver esporádicamente.

— ¿Por qué lo hiciste? —Hoseok había sido el único en romper el tenso silencio, usando su voz suave y comprensiva mientras se sentaba en la esquina de la cama.

—No fue mi intención. Es solo qué no me sentía bien, mi estómago estaba mal y creía que si comía cualquier cosa yo...

—Debías haber dicho algo, ¡nos hubieras dicho algo! —exclama Jin, fallando inmensamente en guardar la calma.

—Los habría preocupado —explica haciendo un esfuerzo en subir su mirada, solo para observar al cantante abriendo la boca dispuesto a soltar un nuevo regaño—. Ustedes habrían hecho un escándalo y el mánager no me hubiese dejado subir al escenario. ¡Trabajé mucho para ese concierto!

— ¿De qué vale eso si es perjudicial para ti? ¿Crees que a las fans les habría gustado verte así? —preguntó el bailarín dejando atrás su voz suave, al igual que Jin se le hacía complicado mantenerse calmado en dicha situación.

—Pero no lo hicieron, ellas solo vieron lo mejor de mí tal y como debería ser.

Lo que parecía ser el inicio de una calurosa discusión entre los tres mayores y la chica fue detenida cuando el integrante faltante llegó a la habitación—. Aquí está tú leche achocolatada.

Algo confundido por el ambiente tenso, pasó entre sus mayores para entregarle el envase a Jiyoon quien tan solo murmuró un corto agradecimiento. Todo el mundo se quedó en un completo silencio cuando llevó el borde hacia sus labios.

Quien más cercano se encontraba a ella era Taehyung, este era uno de los primero que odiaba las discusiones dentro del grupo, aunque muchas veces por su temperamento era uno de los que las iniciaban. Sin embargo esa vez era diferente, no quería ponerse del lado de nadie, como si se hubiesen hecho lados, sabía que cada uno tenía su punto a favor pero ninguno tenía más razón que nadie.

Antes de que todo se pusiese peor, debía terminarlo.

—Jiyoonie está bien, ¿acaso eso no es lo que importa? —dijo llamando la atención del resto de sus compañeros— En vez de estarla regañando, deberíamos estar feliz de que esté bien y ya.

—Claro, sin regañarla para que vuelva a hacerlo —reprochó Seokjin con un tono sarcástico.

—Hyung, Jiyoon ya no es una niña. No creo que luego de lo que pasó vuelva a hacer esa tontería.

—Discusión finalizada, cerrada, concluida —anuncia Namjoon dejando con la boca a los dos vocalistas—. Ahora les voy a pedir algo: déjenme cinco minutos con Jiyoon, saldré cuando llegue la comida.

El primero en irse de la habitación fue Jin seguido bien de cerca por Yoongi y Hoseok, incluso ellos mismos sabían que su enojo no era propiamente por encontrarse molestos con ella, conocían bien la razón aunque en ese momento trataban de encubrirlo con enfado: ellos estaban sumamente preocupados por ella.

Ahora fue turno de Taehyung quien se levantó de la cama luego de dejar un beso sobre la sien de la chica, dirigiéndose a la salida junto a los otros menores. Dejando solos al líder y a la chica.

—Bien, dispara, ya estoy lista para otro regaño —dice con un toque de burla.

—Sabes que lo que pasó fue serio, ¿verdad? —Ella tan solo asintió con la cabeza a su pregunta—. Y también debes saber lo preocupados que todos se pusieron cuando te vimos entre toda esa gente, o cuando nadie quiso decirnos lo que sucedía, o cuando te traían aquí aún inconsciente.

De alguna forma escuchar todas esas cosas viniendo de el lograban afectarla más, entendía que era uno de los únicos que la entenderían o que al menos no le reprocharía una y otra vez lo que había sucedido. Pero este no se podía quedar de brazos cruzados, aplaudiendo la gran estupidez que había hecho.

No tenía la necesidad de regañarla, con tan solo decirle lo que había logrado bastaba para que ella misma se reprendiera mucho más que los demás

—Lo lamento —susurra con la mirada de nuevo pegada en su colcha.

—No tienes que lamentarlo, tienes que comprender lo que hiciste, lo que ocasionó y prometer que no lo harás de nuevo. Pero no prometerlo a los demás, sino a ti misma, ¿entendido?

Con esas simples palabras había logrado poner un gran nudo en la garganta de Jiyoon, sintiendo el típico ardor en su nariz como señal de que el llanto se avecinaba. Pero, siendo la chica fuerte que siempre había aparentado, asintió decidida con la cabeza.

Lo siguiente que vio fue a Namjoon con una pequeña sonrisa mientras extendía un brazo hacia ella, con su mano abierta en la espera de que ella cerrara un trato entre ellos cosa que ella no dudó en hacer, siendo recibida con un jalón del líder haciéndola arrodillarse en la cama para recibir un abrazo de su parte.

Y así sin más había logrado desamarrar aquel nudo, haciendo desvanecer todas sus preocupaciones y molestias. Aquel poder especial que tan solo Kim Namjoon tenía.

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