Lo primero que Jiyoon le había pedido antes de irse fue “No te quedes despierto esperándome”, pero ahí estaba, bostezando mientras restregaba su ojo para prestarle atención a la serie que veía en aquella plataforma debido a que estaba en español y cada tanto sus ojos se entrecerraban tanto que no distinguía bien los caracteres de los subtítulos.

No le molestaba en lo más mínimo que la chica hubiese salido con unas de sus amigas, al contrario, le encantaba que de
vez en cuando pudiera tener una noche de chicas. No sabría lo que haría él si tuviera que vivir tantos años con siete chicas. Sin embargo le preocupaba que su pequeña estuviera en la calle luego de medianoche y esa hora ya había pasado hace un gran rato, le era imposible simplemente dejarse vencer por el sueño si ella aún no había llegado, algo en su cabeza no lo dejaba.

—No me esperaba esto cuando leí el título de La Casa de Papel —dijo para sí mismo tratando de mantenerse despierto, pero de igual forma se le escapó un bostezo—. Ahh, donde estarás, Yoon.

Le puso pausa tanteando a su lado su celular para encenderlo, encandilándose, para ver que la hora mostraba las 2:50 am. Lo bloqueó de nuevo soltando un suspiro, comenzaba a preocuparle, pero no quería sonar como un novio
controlador preguntando por su paradero a todas horas.

Resignado dio play de nuevo a la serie tratando de mantener su mente ocupada en algo, o en su defecto quedarse dormido; cosa casi imposible, la serie era increíble.

Pero todos sus esfuerzos fueron en vano puesto que cinco minutos después se encontraba profundamente dormido, con
su celular en una mano y el control remoto en la otra. Misma posición en la que lo encontró Jiyoon meda hora después
cuando llegó a casa, luego de dejar sus zapatos, abrigo y todo en la entrada, había caminado con sigilo hasta la habitación de Namjoon encontrándolo dormido como un bebé.

Sentía tanta ternura que no podía explicarlo, aunque se contuvo de abrazarlo como quería pues debía acomodar toda la habitación; detuvo la serie que veía para que no se perdiera por donde iba, subió de nuevo a la cama unos de los pies
del chico que reposaba en el suelo y por último se quitó el vestido dejándolo en el suelo para buscar una de las anchas
camisas de su novio al no sentir ganas de irse hasta su habitación para buscar alguna pijama. Una vez que se hubo quitado el sostén pudo por fin meterse en la cama sintiendo una gran comodidad al siquiera tocar el colchón. También apagó el televisor con cuidado luego de quitarle el control y de paso tomó su celular dejándolo a un lado de la cama.

Entonces disfrutó de la tranquilidad abrazándose a uno de los brazos de Namjoon, lamentablemente haciendo que se removiera de pronto.

— ¿Yoonie? —la llamó algo somnoliento mientras trataba de observarla en el medio de la oscuridad.

—Lamento despertarte, vuelve a dormir —susurra restregando su nariz contra su suave brazo antes de dejar un beso en
esta zona—. Ya estoy aquí.

—Estás bien —dijo en lugar de preguntar, como convenciéndose a sí mismo que no solo soñaba con verla.

Luego de asegurarse que no fuera su imaginación giró su cuerpo hacia su costado para pasar su otro brazo sobre el
pequeño cuerpo de la chica, acercándola a su cuerpo aunque esto sonara imposible. Necesitaba tenerla cerca, saber que estaba a su lado, sana y salva.

—Te amo —murmuró cerca de ella antes de caer rendido de nuevo, pero ahora calmado al tener entre sus brazos al amor de su vida.

[Algo cortito pero a mi parecer, sumamente tierno. Así que espero que les haya gustado]