No quería estar ahí y se notaba, Jiyoon normalmente es una de las personas más animadas del mundo por lo que resaltaba cuando la chica se encontraba con una expresión de tristeza o algo similar, cualquiera se daba
cuenta.

Varios idols notaron algo extraño al verla sentada casi encogida en el asiento mientras miraba únicamente al suelo y solo alzaba la cabeza para saludar cuando escuchaba a alguien hablarle. Sin embargo ningún amigo o amiga realmente cercano la había visto, sabrían que la pobre solo estaba celosa y es que sería fácil poner en orden las piezas viéndola a ella y luego girando un poco para ver a ciertos bailarines preparando una actuación especial, entre ellos su novio Jimin quien de repente parecía llevarse bien con una de las bailarinas principales de Twice.

Ella se sentía realmente tonta de estar sintiendo celosa de su novio y una de sus amigas, pero usualmente el amor y nuestro ánimo diario nos hace sentir cosas que en realidad no queremos experimentar.

Deseaba que la tierra se la tragara y la escupiera en su cama para dormir lo que restaba del día.

— ¿A quién golpeamos, Yoonie? —la repentina voz masculina a su lado la hizo girar al reconocer a uno de sus amigos y sonrió al ver a los maknaes del grupo amigo cercano al suyo. Les sonrió en saludo a ambos chicos.

—A nadie, no sucede nada solo, solo estoy un poco cansada —aseguró con una muy creíble sonrisa que no convenció a ninguno de los dos chicos.

—Claro, y Namjoon hyung es el mayor fan de Jackson —la broma de Yugyeom no dejó que se mantuviera seria y tuvo que soltar una carcajada que cubrió con su mano—. Vamos, sabes que puedes contar con nosotros.

Dudó un poco en contarles, no por no confiar en ellos pues eran de sus mejores amigos, pero en realidad no quería preocuparlos por un problema tan tonto a su parecer, no lo veía necesario. Aunque también sabía que esos dos no dejarían de insistir hasta que se los contara.

Dio otra mirada al escenario fijándose en Jimin quien al igual que el resto de los bailarines se movía con gracia al lento ritmo de la música haciendo un pequeño intro.

Esa pequeña mirada para los chicos se volvió en la más clara respuesta haciendo que el menor soltara una minúscula risa.

— ¿De verdad estás celosa? —Preguntó el tailandés riendo más que todo por la incredulidad pero al ver que ella no dejaba de mirarlo pasó su mano por sus hombros para consolarla— Tranquila, no entiendo cómo
estás celosa de Mina, se nota que Jimin está demasiado enamorado de ti.

Ella lo sabía, también estaba enamorada del chico en demasía por lo que se sentía mal sintiendo esa clase de cosas viéndolo. Era injusto pues él jamás en la vida le había reclamado por alguno de sus muy numerosos amigos hombres, ¿por qué razón no podía siquiera hablar con una chica? Él no la engañaría, no sería capaz.

Asintió con lentitud sin apartar su mirada viendo como cuando la música terminaba y les pedían quedarse en el escenario un momento, la chica se acercó haciendo una pequeña reverencia y juntos empezaron a hablar al parecer de un paso pues seguían repitiéndolo.

—Él solo la ayuda con el baile —murmuró alejando su vista de ellos no queriendo que fuera muy visible lo que le pasaba.

— ¿Nos lo dices a nosotros o tratas de convencerte a ti misma? —volvió a preguntar BamBam recibiendo un pequeño golpe de su compañero.

Vieron como los idols uno a uno se iban retirando del escenario y decidieron irse sabiendo que en cualquier momento Jimin querría acercarse a su novia y no querían estorbar. Algo efusivos se despidieron excusándose y diciendo una última vez que alegrara su espíritu pues no había realmente nada de preocuparse.

Cuando Jiyoon volvió a estar sola pensó muy en serio en irse, pensaba en buscar al resto de sus compañeros para olvidar lo que sentía, necesitaba sentirse normal de nuevo. Pero no lo hizo, había prometido quedarse
ahí para apoyarlo y no lo dejaría solo únicamente por un capricho.

Solo sacó su celular y fingió hacer algo en serio importante.

Pero varios metros lejos de ella se encontraba Jimin quien le prestaba muy poca atención a lo que Kai le contaba, asentía cuando preguntaba algo y de resto se disponía a beber agua para no tener que hablar. No podía dejar de pensar en su Jiyoon riendo tan alegre junto a Yugyeom y BamBam, le sabía amargo verla reír tan dulce al lado de algún chico que no fuera él o en su defecto alguno de los demás.

Se sentía un tonto estando celoso por lo que se reclamaba internamente y sentía ganas de golpearse hasta sacarse el sentimiento de su cuerpo.

—Entonces pienso mudarme a Rusia, ¿qué opinas?

—Estupendo —dijo sin mirarlo pero tuvo que hacerlo cuando lo escuchó soltar su típica risa.

—Ya, ¿no crees que sería un poco difícil salir con el resto de los chicos si vivo en Rusia?

Se disculpó con rapidez diciendo que su mente se encontraba en todo sitio, Kai sonrió mirando a la chica sentada sola entre los asientos sabiendo de inmediato en qué sitio estaba la mente de Jimin. Dando una pequeña palmada en la espalda de su amigo lo envió y casi lo obligó a ir con ella, esto antes de irse en dirección al resto de sus compañeros.

Con esto Jimin tapó la botella de agua debatiéndose en cómo acercarse y sin más optó por ir directo con ella, seguramente ella ni sabía lo que él estaba sintiendo. Así que con una pequeña sonrisa bajó del escenario, agradeciendo no caer aún cuando no usó las escaleras, y caminó hasta ella agradeciendo que aún no lo veía y se sentó a su lado haciendo que apartara su vista del celular y girara para verlo dejando sus narices por
completo juntas.

—Hola, Jiyoonie —saludó tratando de sonar tranquilo con una sonrisa teniendo como respuesta la misma acción.

—Hola, Jiminie. —Dio un pequeño beso en sus labios al decirlo agrandando la sonrisa del chico quien tomó su mano para salir del lugar y buscar al resto de los chicos.

Ninguno dijo nada, ninguno confesó sus sentimientos, al menos no en ese momento ya que no era el lugar. Sentimientos absurdos y sin fundamente alguno, momentáneos. Ambos sabían a la perfección lo que el otro sentía, confiaban de su amor más que en cualquier otra cosa.

Los celos, los celos eran únicamente una sensación momentánea que no arruinaría la confianza que durante años habían forjado, era más fuerte que una pequeña risa con unos amigos o un momento ayudando a otra chica.

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