029. Seokjin
Estaba exhausta, incluso esa palabra se quedaba corta luego de salir del estudio pues había estado ahí desde incluso antes del amanecer y no había hecho más que practicar nuestra nueva canción pues apenas me habían quitado el yeso y solo quedaban dos semanas antes de hacer el comeback. Si no lo hacía a la perfección no me dejarían ir a los programas según por “mi seguridad”
Tonterías, he trabajado en situaciones mucho peores.
Llegué junto a Jimin y Hoseok a casa e hice lo mismo que todos, caminar directamente a mi habitación para dormir, ni siquiera tenía ganas de darme una ducha aunque me obligué a tomarla para tirarme en la cama ahora vestida con unas bragas y una camiseta gigante de Hobi. Me sentía como en las nubes y no pasaron dos minutos antes de quedarme profundamente dormida.
—Jiyoon. Jiyoon, despierta —escuchaba muy a lo lejos por lo que giré y me encogí tratando de no escuchar la voz—. Jiyoon, debemos ir al hospital, hyung está mal.
Como si me hubiese lanzado un balde de agua fría abrí los ojos cerrándolos de nuevo para restregarlos mientras con torpeza intentaba levantarme pero sentí unas manos sobre mis hombros.
—Tranquila, vístete, Namjoon hyung viene en camino para buscarnos —por fin pude ver que era Taehyung quien estaba hablando. Con los ojos aún cerrados me puse de pie intentando abrirlos viendo como él rebuscaba en mi armario para sacar un pantalón y una chaqueta—. Ponte esto, igual nadie nos verá.
— ¿De qué hyung hablas? —pregunté con la voz ronca tratando de meterme en el jean.
Hice un repaso rápido y no podían ser Jimin ni Hoseok pues ellos dos llegaron conmigo, tampoco era Nam pues él mismo acababa de decir que venía a buscarnos. ¿Sería Yoongi o Jin?
—Seokjin hyung se desmayó en la agencia —habló en voz baja pero extrañamente calma mientras él me ayudaba a meter los brazos por la chaqueta.
¿Desmayó? ¿Jin? No, debía ser un error, sin embargo no me permitió preguntar nada pues tomó mi mano para ir fuera y escuchar el claxon del vehículo afuera. En la sala también estaba, además de unos somnolientos Jimin y Hoseok, el maknae que tenía la cabeza gacha hasta que escuchó el sonido del auto afuera pues salió bastante rápido por la puerta seguido de Hoseok quien guiaba a Jimin, este lucía much más dormido que despierto y dudo que pueda ver algo realmente.
Afuera se encontraba un auto negro de la agencia de donde se bajó Namjoon para correr dentro de la casa y cuando Taehyung le preguntó la razón en gritos nos mandó a todos a entrar al auto.
Hoseok mandó a Jungkook a ir adelante mientras hacia que Jimin entrara primero empujándolo hasta la ventana para luego subir él.
—Ven, siéntate sobre mis piernas —dijo Tae subiendo al auto pero yo solo miré atrás en el momento justo que el líder salía igual corriendo pero con unos frasquitos en las manos y subí antes de que siquiera pudiera abrir la boca para gritarme.
Lucía algo alterado. Cuando todos estuvimos dentro del auto, que incluso había quedado encendido, no pasaron ni dos segundos antes de que este arrancara a una velocidad creo que excedida del límite. Y cosa algo rara pero todo estaba en completo silencio, nadie decía ni preguntaba nada y empezaba a alterarme.
— ¿Qué le sucedió a oppa? —pregunté sujetando su asiento pero por el retrovisor vi como ni siquiera apartó la mirada de la carretera completamente vacía—. Nam oppa.
— ¡No lo sé, yo no sé lo que le pasó! —exclamó haciendo sobresaltarnos, incluso Jimin despegó del tiro su cabeza de la ventana despertando.
Sentí una mano palmear mi muslo con suavidad haciéndome girar para ver a Hobi quien solamente puso un dedo sobre sus labios para que yo hiciera silencio. Pero yo quería saber de oppa. Opté por quedarme callada el resto del camino sintiendo de nuevo como el cansancio se apoderaba de mi cuerpo y me sumía en el sueño profundo. No, yo no podía dormir.
[…]
Los seis chicos llegaron bastante rápido al hospital debido a la forma no muy prudente que condujo el líder pero al fin y al cabo había cumplido con su objetivo de regresar rápido y llegar con todos sanos y salvos. Y dormidos.
Estacionó el auto y tuvo que obligarse a esperar a los demás y a no salir corriendo dentro sintiendo su celular vibrando a cada rato en su bolsillo, ya había visto los quince primeros mensajes de Suga preguntando cuanto tiempo le faltaba para llegar.
— ¿Te ayudo? —preguntó Jungkook viendo como Taehyung salía con dificultad del auto cargando a la muy dormida Jiyoon.
—Yo la llevo, estoy bien —aseguraba pasando un brazo por sus piernas poniéndose de pie ahora con bastante facilidad teniéndola cargada y caminando mientras el menor cerraba por él la puerta.
Así se apresuraron a entrar aprovechando el bajo perfil que tenían en esa solitaria noche para que nadie los viera o empezarían las noticias a partir de ese momento.
Los chicos se limitaban a seguir a Namjoon, varios metros atrás pues caminaba bastante rápido, debido a que él era el único que sabía dónde se encontraba el mayor. Hoseok aprovechó la distancia para preguntarles a los dos menores explicar la situación pues, al igual que Jiyoon y Jimin, se encontraba dormido cuando llegaron por lo que no tenía la menor idea de lo que sucedía.
—Nosotros tampoco sabemos nada, no mucho en realidad —explicó algo más tranquilo Jungkook luego de un pequeño llanto silencioso en el auto—. Salimos no mucho después que ustedes de la agencia y justo cuando llegamos a casa Namjoon hyung no llamó diciendo que Jin hyung se había desmayado y que los despertáramos a ustedes para venir al hospital.
—De resto no nos dijo nada más —añadió Tae viendo como su voz era cada vez más baja.
De repente vieron como llegaban a una sala de espera donde solamente había una persona con la cabeza apoyada en sus manos y ante el llamado del líder vieron como el rapero alzaba la cabeza sacudiéndola y restregando sus ojos. Todos notaron que se veía exhausto.
— ¿Cómo está? —fue lo primero que preguntó Namjoon cuando todos estuvieron dentro.
—No ha despertado pero los doctores dicen que es normal luego de los calmantes —explicaba mirando con curiosidad como el menor dejaba a Jiyoon recostada en una hilera de sillas y se apresuró en quitarse la chaqueta para acercarse a ella y cubrirla—. Dicen que será mejor dejarlo descansar y esperar hasta mañana.
Ante esto último volvió a sentarse al igual que los demás, en especial Jimin se recostó de la misma manera que ella para volver a dormir, no parecía muy alertado con toda la situación o tal vez el sueño no lo dejaba entenderla a la perfección.
Sin embargo Namjoon ignoró el comentario y salió de ahí pidiéndole a los chicos quedarse tranquilos y quietos. Ahora los chicos se pudieron dar cuenta que los frascos que había sacado de la casa eran de pastillas.
El líder caminaba algo desesperado buscando a uno de los médicos que había visto unos momentos antes. La rabia interna crecía cada vez más, ¿cómo había podido hacer semejante estupidez?
El tiempo pasó bastante rápido, o al menos así lo habían visto los chicos a quienes no se les había hecho para nada difícil conciliar el sueño, todos regados en la sala de espera privada. Estaban completamente cansados y, al ver que Yoongi aseguraba que todo estaba bien con Jin, no se preocuparon demasiado y se tiraron a dormir.
Antes de poder darse cuenta ya había amanecido y no se habrían despertado de no ser porque Namjoon entró para llamarlos estando algo más despierto luego de pasar la noche en la habitación donde se encontraba el mayor. Uno a uno los chicos se fueron despertando espabilando el sueño y gozando de tener las energías renovadas, hacía varios días que no dormían tantas horas seguidas.
— ¿Hay noticias de hyung? —preguntó un adormilado Jimin tratando de abrir bien sus ojos con algo de dificultad.
—Él acaba de despertar y está bien, pero primero quiero ser yo quien les diga lo que sucedió. Él me dijo que se los contara —dijo algo sereno, más de lo que se esperaría en esa situación cosa que alertaba un poco a Jiyoon—. Seokjin hyung tuvo un paro respiratorio anoche en la agencia, estaba practicando el baile y de repente dejó de respirar, como cayó al suelo ambos pensamos que se había desmayado por lo que llamamos al mánager y él llamó a la ambulancia.
»Anoche mismo el doctor me preguntó si Jin tomaba algún medicamento, o varios al mismo tiempo y entonces Yoongi dijo que había visto varios frascos extraños en su baño —explicaba haciendo que todos miraran al nombrado buscando alguna explicación, tal vez por no haber tenido esa información tiempo antes, le habrían preguntado qué tenía.
—Él en ese momento me dijo que eran tonterías, vitaminas y pastillas para dormir cuando viajábamos —se explicó en una voz tranquila pero lucía algo decaído, todos sabían que se culpaba de todo por no haberle dado importancia antes.
—Eso fue precisamente lo que busqué anoche cuando fui a casa, tomé todos los frascos que vi y se los entregué anoche mismo —hizo una pausa para tomar un respiro hondo—. El hombre dijo que eran pastillas algo variadas, si bien si eran vitaminas y algunas pastillas para dormir, más que todo eran pastillas de cafeína y, bueno, las demás eran para perder peso. Muchas pastillas diferentes para perder peso y todas al mismo tiempo.
La pequeña sala quedó en un completo silencio mientras todos miraban al líder luego de decir esa última frase. Las palabras “perder peso” quedaron flotando en el aire creando reacciones completamente diferentes en todos los chicos.
Pero todos sentían lo mismo: culpabilidad. Cada uno sentía la culpa carcomiéndolos pues era un gran choque de repente ver a quien siempre cuidaba a todo el mundo, a quien todos buscaban cuando necesitaban a alguien, completamente débil y vulnerable. Cuando él los necesitó, ninguno de ellos lo supo.
— ¿Podemos…
—Seokjin quiere ver a Jiyoon —dijo interrumpiendo a Hoseok sabiendo que pediría ir a verlo.
La aludida tenía los ojos brillosos, se sentía terrible pero estaba enfadada por lo que con rapidez se levantó del asiento abotonándose la chaqueta por el frío, y también debido a que no tenía brasier.
Escuchó las rápidas indicaciones del líder sobre donde estaba su habitación y se fue sin mirar atrás, completamente enfurecida pero le molestaba el hecho de no poder estar tan molesta como le gustaría. Se sentía aliviada de que estuviera bien. Ni siquiera se detuvo para respirar hondo antes de abrir la puerta.
Fue un pequeño choque para ella verlo recostado en esa cama blanca delante de las paredes blancas con esa horrible bata color celeste deprimente. Vio con rapidez la intravenosa en su brazo conectada a una bolsa a un lado suyo.
Pero estaba sonriente como siempre, incluso se veía mejor de lo que ella esperaba. Aunque la sonrisa desapareció cuando ella soltó el primer reclamo.
— ¿Cómo te atreves a hacerlo? —preguntó poniendo ambas manos sobre sus caderas. De no ser porque vio lo enfadada que estaba, Jin se habría reído del gesto—. Tú mismo me reclamabas cuando saltaba las comidas y ahora haces esto, no tiene sentido. ¿Acaso te volviste loco?
—Es bueno verte de nuevo, Yoonie —susurraba con una pequeña sonrisa haciendo ahora que cruzara los brazos en su pecho.
—Tú nos preocupaste a todos, pensamos que algo malo te había sucedido —seguía ahora caminando de un lado a otro y estuvo a punto de soltar una broma hasta que vio como secaba sus ojos con brusquedad de repente—. Realmente estábamos preocupados por ti, Seokjin.
No se lo esperaba, ni siquiera se dio cuenta que ella lo había llamado por su nombre completo sin más, sin honoríficos ni nada. Estaba más preocupado por sus salientes lágrimas.
Quería levantarse de ahí y acercarse a ella para abrazarla, le dolía más el verla llorando sin poder consolarla, era más doloroso que cualquier herida que pudieran hacerle. Pero se encontraba mudo, completamente paralizado ahí en la cama sin saber que decir o que hacer.
— ¿Por qué demonios tantas pastillas? ¿Y para que se supone que quieres bajar de peso? —Se quedó mirándolo fijamente en la espera de las preguntas luciendo completamente iracunda pero con las lágrimas corriendo—. Yo ya cometí ese error, Jimin lo hizo y tú fuiste quien estuvo ahí para nosotros, tú nos hiciste ver la realidad. ¿Por qué ahora haces lo mismo?
Por primera vez Jin no tuvo nada que decir, no había frase o palabra alguna que lograra salvarlo de la situación pues ella tenía toda la razón del mundo: había sido un estúpido y no tenía escusas. Lo único que le quedaba era hacer una cosa.
—Lo siento.
— ¡Un lo siento no va arreglar esto, Jin! —exclamó tirando hacia abajo los brazos con furia.
Se animó a él mismo viéndola soltar una sarta de regaños. Paso uno; hacer que fluya su enojo.
Paso dos; momento emocional.
— ¿Qué hubiéramos hecho si algo te hubiese sucedido? —su pregunta en realidad le tomó por sorpresa pues no lo decía en el hecho de ser necesitado para algo, sonaba como si ellos en serio no pudiesen seguir sin él.
—Por favor no llores, me siento terrible haciéndote llorar —susurró extendiendo su brazo que no estaba conectado a nada—. Ven aquí.
Ultimo paso; consolarla. Es bueno tener pasos a seguir con cada uno de los chicos en cualquier situación que llegara a suceder.
Vio como ella lo miraba recelosa sorbiendo su nariz con los brazos cruzados como una niña a la que hicieron llorar pero luego la llaman para darle un dulce. Se veía sumamente tierna ante sus ojos y no podía esconder su sonrisita. Unos momentos después con el rostro de quien está a punto de llorar de nuevo, se acercó casi desesperada a él por el lado contrario del tubo conectado a él y, luego de recostarse con cuidado sobre él, empezó a soltar los sollozos con más fuerza.
—Mi corazón se rompe escuchándote llorar, no lo hagas. ¿Acaso quieres verme triste? —preguntaba ahogando sus sollozos en su pecho mientras acariciaba varias veces su cabello. Antes de hablar tomó valor para hablar sin romper él también en llanto—. Sé. Sé que fue un estúpido, no deben repetírmelo, estaba cegado por muchas idioteces. Pero ya no lo haré más, lo prometo, toqué fondo y no pienso arriesgarme más. No quiero preocuparlos más.
Como si los hubiera invocado, en el momento en que su voz se rompió y calló la puerta fue abierta asomándose por esta la cabeza del líder que, viendo la situación, la terminó de abrir dejando pasar al resto de los chicos quienes, viéndose tal vez como unos niños, corrieron hacia él para unirse al abrazo, menos Yoongi quien se quedó junto a Namjoon, quien les decía que actuaran con cuidado. Pero sabían que no tenía remedio, incluso él de no estar tan cansado se habría lanzado a correr al igual con ellos.
Por fin se sentía aliviado presintiendo que no duraría una hora más sin caer completamente dormido luego de la terrible noche que todos habían pasado, pero todo y todos ahora estaban bien y eso le alegraba.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top