025. Seokjin & Taehyung

No era muy temprano cuando el somnoliento Tae salió de su habitación habiendo apenas despertado, sin embargo no fue a la cocina como siempre para buscar comida, como muchas veces primero se dirigió a la habitación de Jiyoon que se encontraba al final del pasillo. Siempre entraba buscándola para recostarse con ella hasta que se le quitara todo el sueño. Pero ella no estaba ahí, cosa rara pues no muchas veces despertaba primero que él.

Sin pensar mucho dio una vuelta para ir a desayunar, seguramente estría allí.

—Buenos días —saludó a los chicos que estaba allí los cuales respondieron de la misma manera sin dejar de comer. Ahí tampoco había rastro de ella—. ¿Dónde está Jiyoon?

—No ha salido de su habitación —dijo Hoseok mirando hacia el pasillo pero antes de que Taehyung  pudiera decir algo el líder habló.

—Ella no está ahí, Jin me dijo que ambos irían a desayunar fuera —informó debido a que él fue el primero en despertar y los había visto irse—. También creo que iban a comprar algunas cosas.

Él no es celoso, no hay que malinterpretarlo, pero hacía unos cuantos días que ellos parecían más cercanos que nunca, prácticamente pasaban el día pegados uno al lado del otro, hasta la noche anterior ellos habían salido a un restaurante juntos. No le gustaba sentir que le prestaba más atención a él.

Casi se va de nuevo a su habitación hasta que el mismo Joon le dijo que se sentara a comer, definitivamente no estaba empezando bien el día.

Mientras comían todos los chicos hablaban como de costumbre, bromeaban y hacían planes para disfrutar el día libre que les quedaba, pero uno en especial se mantenía callado y todos se dieron cuenta más no sabían bien que decir. Aún cuando mejor que cualquier otra persona entendían la relación de estos tres, a veces era complicado ayudarlos, sobre todo al menor, cuando tenía alguna inseguridad o molestia. Era mejor dejar que se le pasara solo.

— ¿Por qué no me llamaron para ir con ellos? —preguntó en voz baja moviendo su ramen haciendo que los chicos lo miraran.

—Seguramente solo compraran comida, sabes lo aburrido que es hacer compras con Jin hyung —tratando de calmarlo Jimin comenzó a decirle estas cosas—. Y sería muy cruel de su parte llevársela a esta tortura sin comprarle algo para comer.

Esto en definitiva lo tranquilizó, sabía que no era del todo cierto pero le gustaba creérselo.

[…]

—Yah, yo también puedo cargar algo —se quejó viendo como Jin trataba de cargar ocho bolsas por su cuenta—. No soy tan débil.

—No, mi princesa no cargará nada porque, no, mejor ayúdame o no llegaremos nunca a casa —cedió haciéndola reír al acercase para tomar dos de estas, en realidad trató de tomar la mitad pero ya él se había encaminado al auto.

—La comida estaba deliciosa, deberíamos venir algún día con los chicos —aseguraba metiendo las bolsas en el maletero.

—Claro. Es una lástima que no quisieras despertar a Tae, le habría encantado tomarle fotos a todos —dijo riendo al ver su expresión de reproche—. Si, ya sé que no te gusta despertarlo.

Ambos entraron en el vehículo cerrando las puertas exactamente al mismo tiempo.

—Es que se ve demasiado tierno, me sentiría mal arruinar esa imagen.

Siguieron hablando tranquilamente en el camino a casa a veces deteniéndose para cantar juntos alguna canción que pasaban en la radio, también estuvieron a punto de devolverse pues habían olvidado por completo comprar la comida para Tan.

Estando a unas cuadras de llegar en el celular de Jiyoon llegó un mensaje del padre del cachorro preguntándole casualmente donde estaba. No vio la necesidad de contestarle estando a pocos minutos de llegar.

Al abrir la puerta, con mucha dificultad cabe mencionar, fueron recibidos por Yeontan quien siempre corría a la entrada cuando quienquiera llegaba.

—Lo siento, bebé, el tío Jin olvidó tu comida —se disculpó quitándose los zapatos y poniéndoles en la repisa para luego agacharse frente al animal—. Prometo que mañana en la mañana iré a buscarlo, aún tienes.

— ¿En serio le estás explicando eso a un perro? —Preguntó Yoongi tratando de no reír desde el sofá viéndola caminar hacia él con el perro en brazos—. Si sabes que no te entiende, ¿cierto?

—La próxima vez no compraremos tus dulces y no te lo diré cuando llegue —le amenazó sentándose a su lado.

Jin estaba en la cocina terminando de acomodar las cosas ayudado por Hoseok y Jungkook cuando empezó a repartir los dulces y snacks que cada uno había pedido, entonces los que quedaron era de V, el cual según el maknae seguía encerrado en su habitación. Siendo algo bastante usual tomó las bolsas dirigiéndose a este lugar.

Entró sin tocar como en muchas otras ocasiones para verlo tendido en la cama mirando al techo.

—Traje tus caramelos y galletas. Pero olvidé la comida de Tan, aunque Yoon dijo que mañana la buscaría —siguió hablando sin verlo realmente luego de dejar las bolsa sobre una repisa—. Creo que también olvidé las bolas de queso de…

—No me interesa realmente —dijo en un tono seco haciendo que el mayor se detuviera perplejo mirándolo.

—Oye, no puedes hablarme así, soy mucho mayor —se quejó riendo como muchas otras veces, realmente seguía creyendo que bromeaba con él—. Para la próxima vez no te traeré nada.

—Sigue sin interesarme y en serio me gustaría que te fueras de mi habitación.

[…]

En la sala nadie se percataba de nada, como si nada hablaban de diversas  cosas como Jiyoon quien sentada entre Nam y Yoongi comentaba lo deliciosa que había estado la comida en este pequeño restaurante al que Jin la había llevado y con emoción le pedía al líder que en su siguiente día libre los llevara ahí.

Todo parecía bastante calmado y normal, algo muy callado a decir verdad.

— ¡Déjame en paz! —Todos escucharon el grito y se quedaron paralizados, si bien reconocieron de inmediato la voz de Taehyung, ninguno supo en el momento cómo reaccionar.

La primera en hacer algo fue Jiyoon quien dejó a Yeontan en el sofá y salió corriendo en dirección a la habitación del chico seguida bien de cerca por los demás quienes se preocuparon pues casi nunca podía escucharse un grito tan enojado de V.

Al entrar lo primero que vio fue a Jin de pie en el medio de la habitación recibiendo varios gritos del menor, lucía algo incrédulo de que eso estuviera en realidad pasando.

— ¡No me interesa a dónde fueron, la estúpida comida que comieron, lo ocupados que estaban concentrados en el otro que olvidaron las cosas! ¡No me importa que ella te quiera más a ti que a mí! —gritaba dando varios pasos hacia él haciendo que los chicos con rapidez se interpusieran en su camino sosteniéndolo.

—Taehyung, detente —trató de detenerlo Jungkook pero este ni lo miraba.

— ¿Qué clase de cosas dices? —reclamó la chica quien lo miraba con algo de tristeza pero decepción, no se esperaba una explosión así viendo de él—. ¿Cómo dices que lo prefiero sobre ti? Dios, eso es una estupidez.

Viendo que en Taehyung la ira y rabia había sido reemplazada por cierta inseguridad, Namjoon tomó cartas en el asunto mandando a todos los chicos a salir para darles especio. Sabía bien cuando involucrarse y cuando se debe dejar que las personas resuelvan sus propios problemas.

El último en salir fue Jimin quien, asustado de ver a su mejor amigo tan molesto por primera vez, temía que de verdad pudiera empezar una pelea física.

—Estas actuando como un niño, Taehyung. —Jiyoon miró con reproche al mayor quien no lucía menos interesado en verla pues mantenía fija la mirada de enojo sobre el otro chico.

Era entendible, molestaba que de repente seas completamente irrespetado por uno de tus menores.

—No le hables así —ordenó Jiyoon que si bien no le estaba hablando con respeto tenía mucho más derecho que Tae, al menos eso pensaba Jin—. Tú también odias cuando te llaman inmaduro.

El silencio se hizo presente dándole una pequeña sensación de victoria al haber callado al mayor, ahora faltaba arreglar el verdadero problema luego de que enviara a Jin a salir de la habitación por un rato.

Serena giró hacia Taehyung quien ahora estaba sentado en el borde de la cama con unas pequeñas lágrimas en los ojos, respiró hondo y se acercó inclinándose frente a él usando sus dos manos para secarlas con suavidad. Este pequeño tacto hizo estremecer al chico dándole más ganas de llorar, había hablado tan mal de esa chica tan preciosa y no solo físicamente hablando.

—Tae, tú sabes que eres realmente importante para mí, ¿cierto? —hizo la pregunta con un tono sumamente suave y bajo, sin hablar asintió con la cabeza negándose a mirarla a los ojos o se pondría a llorar—. Entonces, ¿por qué dijiste eso hace un momento?

—Ustedes pasan más tiempo juntos que antes y ya ni siquiera me invitan a ir con ustedes —dejó salir rápidamente y sin pensarlo mucho aunque se notaba con facilidad que su voz se rompía—. Solo van a hacer cosas que a mí me aburren solo para que yo no vaya y sé que no quieren pasar tiempo conmigo.

A este punto se encontraba llorando como un niño por lo que Jiyoon se dejó caer sentada en el suelo jalando levemente su mano para que la imitara y, estando al mismo nivel, lo abrazó de inmediato con mucha fuerza. Odiaba verlo llorar pero sabía que solo se sentiría mejor cuando se desahogara.

—No quiero a ninguno de los dos más que al otro —aseguraba mientras escuchaba los leves sollozos en su cuello al mismo tiempo que su mano subía y bajaba por su espalda—. Los quiero de formas muy diferentes porque son dos personas muy diferentes pero, Tae amor, los quiero exactamente igual, ¿entiendes?

»Y no quiero pensar que volverás a creer que podría quererlo más que ti. Si, amo bastante a Jin oppa pero tú eres mi Taehyungnie y no podría amarte más de lo que lo hago.

El agarre de los brazos del chico se hizo más fuerte haciendo que ambos se encontraran ahora más cerca, sentían los latidos del corazón del otro y se sintió por primera vez en mucho tiempo como un niño indefenso, completamente desprotegido frente a esta poderosa y bella mujer que por juegos del destino se había enamorado de él, si, de él.

De repente la sintió alejar un poco su cabeza para ser capaz de depositar un pequeño beso sobre su frente.

—Te quiero muchísimo, Tae —murmuró junto a su oído antes de besar la piel bajo este—. Pero sabes que ahora tendrás que disculparte con Jin.

—Lo sé, solo… —empezó a decir contra la sensible piel de su cuello causándole cosquillas con su aliento— solo déjame disfrutar este momento un poco más, solo unos segundos.

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