024. Taehyung
— ¡No quiero!
—Por todos los cielos, Jiyoon, deja de patear —gruñó Yoongi luego de recibir una patada en el
rostro cuando intentaba sujetar ambos pies de la chica.
Los chicos iban a viajar y uno de los requisitos era tener varias vacunas de las cuales varios no
tenían, por esto los habían llevado a los ocho como a unos niños a la clínica para recibir
tranquilamente las inyecciones. Solo que en el segundo en que la chica escuchó la palabra
“inyección” se negó rotundamente y hasta amenazó con dejar el grupo y así no tener que ver agujas, decir que las odiaba era poco.
— ¡Ya! —gritó Hoseok tratando de mantener quieto uno de sus brazos mientras Jin sostenía el
otro mientras ella intentaba empujar su rostro para escapar.
—Parece como si te estuviéramos exorcizando —se quejó ahora Namjoon pasando la mano entre
su cabello riendo nervioso al ver lo divertida que veía la enfermera la situación—. Taehyung, ahórcala y has que se quede quieta.
El nombrado se encontraba riendo junto al resto de la maknae line hasta que le ordenaron hacer esto, sabía que solo le pedía ayuda sabiendo que era el único que podría tranquilizarla en esta situación. Por esto se quitó los zapatos y con una sonrisa se subió a la camilla donde estaba
relativamente sentada siendo sujetada por los tres mayores del grupo, entonces se puso detrás de ella y lentamente la abrazó aprisionando sus brazos haciendo que ella se pusiera a lloriquear, todos sabían que no se atrevería a golpear sin querer al chico.
En este momento la mujer aprovechó que por fin estaba calmada, o al menos quieta, para
acercarse con la vacuna para ponérsela en el brazo.
—Tranquila, Yoonie, todo estará bien. Prometo que no sentirás nada —susurraba aguantando la
risa al verla con los ojos fuertemente cerrados casi como si estuviera esperando un gran golpe.
—Claro que dolerá, me va a romper una vena —aseguró con mucha firmeza haciendo que los
chicos rieran lentamente. Ella abrió de repente los ojos al sentir como Taehyung soltaba su abrazo y la liberaba—. Oye, ¿por qué me sueltas?
—Ya está listo, princesa —dijo riendo causando que Jin se quejara diciéndole que ese apodo solo lo usa él—. ¿Viste? Te prometí que no dolería nada, deberías aprender a confiar en mí.
El tono en que el chico dijo eso hizo sospechar a todos los demás sobretodo con el hecho de que
ella golpeara su hombro haciéndolo soltar una carcajada. Los chicos sabían que estos dos se traían algo entre manos y no les gustaba para nada no tener ni idea, pero sabían que estos dos eran más cercanos de los que ellos se lo imaginaban.
[Algo cortito, pero me gusto así.
Por cierto, recuerden que pueden hacer pedidos de uno o mas integrantes a la vez]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top