—Saben que no tienen que hacer esos ruidos, ¿cierto? —preguntó Namjoon viendo a Hoseok y Taehyung “jugar” tenis.

—Es parte de la experiencia Wii —aseguró el mayor riendo al igual que su contrincante. Estos dos de verdad son locos.

Hoy era sábado por la noche, es decir, noche de juegos y esta vez tocaba Wii Sports. Por el momento el único que le
había ganado a Jungkook fue Hobi y solo porque las tonterías de este hacían reír al maknae quien entre risas no pudo
jugar bien, fue una buena estrategia.

La única que faltaba aquí era Jiyoon quien por alguna razón dijo que hoy no podría ser parte de la noche de juegos, decidimos solo dejar que se divirtiera por su cuenta solo que ninguno de nosotros sabía a qué se refería cuando dijo eso.

En un momento el timbre de la puerta sonó y como siempre todos nos hicimos los tontos esperando que otro abriera,
pero también como siempre el líder me miró con un gesto que ya sabía lo que significaba: levántate y abre la puerta.

Para cuando estuve frente a esta escuché el grito e Jiyoon desde su habitación que ella abriría pero ya estaba ahí y decidí solo abrir.

Error.

Ahí estaban cinco chicas vestidas y maquilladas casi como para una fiesta, estas reían hasta que se dieron cuenta de quien abrió la puerta. Este pequeño momento de incomodidad que se creó debido a que no supe que decir duró muy poco pues Jiyoon llegó como un rayo a mi lado y alegremente las saludó antes de girar hacia mí con la misma sonrisa.

Estaba preciosísima pero me sorprendió ver lo que vestía.

— ¿Desde cuándo usas vestidos así? —pregunté en voz baja viendo la prenda brillante y ajustada, pero sobretodo corta.

O tal vez exagere un poco.

Ella en vez de contestarme se giró y les dijo a sus amigas que la esperaran afuera y en unos segundos iría. Ellas se fueron
luego de despedirse cordialmente.

— ¿Acaso no te gusta? —Inquirió mirando ella misma la prenda que usaba y luego me miró a mí—. ¿Tan mal me veo?

—Te ves preciosa, tal vez demasiado —susurré mirando de repente al suelo. Seguro irá a una fiesta.

—Iremos a un club, debía vestir acorde —trató de bromear pero al ver que no sonreía mordió su labio—. No te gusta, ¿cierto?

Quería decirle que me encantaba como se veía, obviamente estaba hermosísima pero en mi mente solo me imaginaba a mi pequeña Jiyoon en un club rodeada de chicos que al igual que yo verían lo preciosa que se veía y se intentarían sobrepasar con ella.

Odiaba tener problemas de confianza pero simplemente no puedo evitarlo.

Ella me miró durante unos segundos cuando conecté mi mirada con la suya, entonces miró hacia tras y me rodeó para
cerrar la puerta y acto seguido abrazarme por la espalda dando besos en mi nuca.

—Oppa, no te pongas así —murmuró haciendo que todo mi cuerpo se relajara.

—No te preocupes por mí, pequeña —dije tomando su brazo para abrazarla por el frente—. Ve y diviértete.

—Puedo cambiarme si eso… —empezó a decir pero rápidamente cubrí con mi mano su boca negando con la cabeza.

—Sabes que yo no te haré hacer nada así —le recordé con el ceño levemente fruncido hasta que ella sonrió e hice lo mismo—. Solo promete que golpearás a cualquier idiota que se te acerque.

—Lo prometo —dijo alegremente extendiendo su meñique hacia mí para luego impulsarse, darme un pico y salir corriendo—. ¡Hasta luego, Jiminie!