❧Laito Sakamaki
✎Ruta: Dark Fate (Brute Ending)

❝Porque incluso el esfuerzo es en vano, y los finales felices no suelen ser para todos.❞

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«Usted solo necesita amor, Laito-kun»

¿

Cuantas veces escuche esas palabras venir de ti?

En toda mi inmortal existencia el amor siempre fue algo vano para mí, de crío alguna vez pensé que se trataba de una felicidad inigualable que solo una persona podría darte, una sensación extraordinaria que solo se podía concebir de una manera, pero nunca supe cual. Desesperado por aquello, intenté hallarlo en los brazos equivocados de cierta mujer que terminó siendo mi propio infierno; envenenando mi ser con deseos prohibidos y noches de pasión, desatando el lado más perverso de su propio hijo.

Y entre todo ese pecado y enfermiza situación, me dio una idea errónea de lo que era el amor.

Desde la existencia de nuestra raza, nosotros los vampiros siempre hemos sido seres sádicos; sedientos de sangre y placer sin saber más a fondo el significado de “amar”, y por consecuencia de ello, se nos dio la desquiciada idea de que el hecho que te mate quien te quiera es una declaración de amor para nosotros que anhelamos por terminar una vida a la cual llamamos “eterna”

Entonces... ¿Por qué ahora tus ojos se han cerrado?, estás intentando matarme con tu abrumador silencio porque...¿Me amas?, no es necesario que sea de esta manera Bitch-chan, puedes decírmelo como solías hacer antes, así que por favor... Di algo.

—Nee~Bitch-chan, ¿por qué?—exclame con pesadez—...¿Por qué tuviste que morir?

Pase mi pálida mano por tu rostro –ya helado– con suavidad y delicadeza, sintiendo miedo como si fuera a destrozarlo más de lo que ya estaba. Tus hermosas mejillas y lo demás de tu cara había sido acaparado por cicatrices graves a causa del incendio que sucedió unas cuantas décadas atrás. Podrías parecer irreconocible en tu aspecto físico ante la presencia de mis hermanos, pero, sin embargo eso a mí jamás me molesto en absoluto. Por más que Ayato llegara a burlarse de ti junto con Kanato, Reiji te aborreciera o Shu y Subaru parecieran intransigentes hacia ti, mis ojos seguían viendo la imagen de la hermosa mujer por la cual experimente aquel sentimiento entumecedor, que alguna vez creí jamás encontrar.

Pero ya no estas aquí para hacerme sentir de esa manera...

Te has ido, dejándome solo, con todas estas nuevas emociones sin sentido alguno. Me aferro a tu viejo y frágil cuerpo con temor a soltarte, no deseo que te vayas de mi lado, pero esa necia alma tuya probablemente se ha ido con aquel ser inexistente al cual le rogabas, y mientras me mantengo en el suelo de aquella iglesia, grito tu nombre con dolor.

—Nee~abre los ojos, por favor...Dime que aún me amas... — exclame agobiado. Aquella voz gatuna que tanto te erizaba la piel, estaba siendo consumida por una opresión de mi pecho, tan dolorosa que me estaba matando lentamente—. Hablame de nuevo, di aquello que alguna vez llegaste a pronunciar... Por favor, Bitch-chan, aunque sea una sola vez... No me importa en que estado te encuentres, incluso si tengo que cuidar de ti por la eternidad,  me sentiré honrado de que estés a mi lado, así que...abre tus ojos...Te lo ruego...

Pero solo seguías inerte, y yo sollozaba con intensidad como un pequeño niño, perdido en un inmenso y oscuro bosque.

Me preguntó, si le rezara aquel hombre llamado Dios por tu vida, ¿podría ser posible que tú regresaras?, quizás ello fue una idea completamente descabellada,  sobretodo absurda y sin sentido, ¿Acaso un monstruo desalmado y miserable como yo le cumplirían semejante milagro?, si fuera así, dejaría atrás todo lo que fui y soy para entregarme a tu dichoso “creador” con tal de que te regrese la vida a la cual me pertenecía.

Pero eso es imposible...

Él jamás me escuchará, porque sus oídos son sordos ante las súplicas de seres inhumanos como nosotros.

Chasque los dedos de mi mano, y por como por arte de magia una intensa llama esmeralda apareció de inmediato. El lugar que tanto adorabas se había envuelto en llamas y con nosotros mismos, me aferro una vez más a ti y a tu frágil cadáver con la esperanza de que pueda ir al sitio a donde las almas humanas recaen en un sueño eterno, pero... No será así, porque yo estaré vagando en el infierno ardiendo con mis pecados, junto con suspiros de un primer y verdadero amor que nunca pude conservar.

—Nee, nee~ te amare por siempre, Bitch-chan...— siendo estas mis últimas palabras, antes de convertirnos en solo cenizas junto aquella iglesia.

Porque incluso teniendo aquello que llamabas, esperanza...

«Se hará tan pesada que se romperá »