Parte única.

Aoi sabía lo brusco que Inosuke podía llegar a ser.

Desde cargarla cual saco de papas o costal de arroz, hasta abrazarla con fuerza, revolver sus cabellos con rudeza, tomar con algo de fuerza su mano, hasta morder sus labios o mejilla en lo que era un "beso".

¿Cuántas veces tuvo que ponerse ungüentos en los labios o mejillas cuando eso pasaba? Siendo que a veces las niñas, Kanao, Shinobu o alguien más le preguntase lo que le había ocurrido, teniendo que explicar que aquello no era nada más que una muestra de "afecto" de Inosuke.

Y aunque muchas veces se enojara con él por ser tan bruto, lo seguía queriendo. Porque Inosuke nunca dejaría de ser Inosuke, y eso le parecía bien. Pues de alguna manera, la forma de ser de Hashibira le había terminado gustando, enamorándola.

Y no importaba si él era brusco a la hora de demostrarle su afecto, pues a veces, él la miraba a los ojos e inexperto y con cierta impaciencia contenida, siendo no tan bruto, tocaba con sus dedos su rostro y con torpeza, depositaba un beso en su frente, labios o mejillas; algo que la hacía enrojecer y poner tan nerviosa, que a veces le preguntaba alterada lo que estaba haciendo.

Siendo que él le respondiera con molestia y el ceño fruncido, que le estaba demostrando afecto como Tanjiro y Zenitsu le habían aconsejado hacer. Sobre todo, Zenitsu, quien más le regañaba por no tratarla con delicadeza.

Y Kanzaki, sentía el corazón más acelerado de lo normal. Siendo que también, le devolviese los besos a Inosuke con más amor o delicadeza, enrojeciéndolo y haciendo que sintiera calidez y suavidad.

Y es que, ella no se iba a cansar de Inosuke, pues, él también tenía formas de demostrar su cariño hacia ella. Como entregándole nueces o dándole su máscara de jabalí. Cosas que parecían irrelevantes, que la verdad, tenían un significado profundo.

Suspiró, al mismo tiempo que terminaba de tender las sábanas, y una sonrisa afloró en sus facciones.

Inosuke Hashibira era brusco y bruto, pero, así lo amaba. Y él, también parecía amarla.

Así que, mientras se quisieran y cuidaran entre sí, lo demás, no importaba.

Ellos estaban bien, así como estaban. Tropezando y aprendiendo para ser mejor que ayer. Y eso, era lo hermoso del asunto.

-Traumada Taisho

Son hermosos, merecen más atención. Así es.


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