Capitulo 2 : Estoy muerta...

Dejó ese vaso de licor sobre la mesa; aquel bar de quinta parecía bastante acojedor , a pesar de las grietas en el techo y la poco iluminación que había.

La femenina le hizo señas al cantinero, y este arrojó por lo largo de la barra un trago en su dirección. Del vaso, cayó un poco de licor, el cual terminó mojando un poco la barra, pero aún así a la mujer no la incómodo. Con la yema de su dedo arrastró hasta la última gota y se lo llevó a la boca.

— ¿Se le ofrece algo más?— preguntó el hombre de apariencia robusta mientras limpiaba un frágil vaso de cristal.

— Necesito información sobre un lugar...—

— ¿Un lugar?. Ja, conozco cada maldito rincón de todo este podrido país— su voz, aunque era algo aspera , no le impidió que esbose una sonrisa con orgullo.

— Bien...— la chica le dió un sorbo a su trago— ¿Qué sabe del... Encanto?— preguntó un poco ansiosa.

— ....—

¡JAJAJAJAJAJAJA JAJAJA!

— oigan, ¿Que demonios les pasa?—

— En mi vida, he oído muchas cosas estúpidas pero...— se quitó una pequeña lágrima del ojo— sin duda esta es la mejor de todas...— un pequeño chillido de alegría salió de sus labios.

Todo el bar reía a carcajadas , las risas escandalosas se lograban escabullir entre las grietas más pequeñas de ese lugar.

— bien , bien ya entendí— dijo la joven con el ceño fruncido.

— ¿Acaso tus padres querían preservar demasiado tu inocencia? — le dió un golpe a la mesa— ¿Qué tan ingenua tienes que ser?, para creer que un lugar  así existe. El "Encanto" solo es un cuento de niños. —

— ya entendí , gracias por la ayuda...— dejo el dinero con algo de fuerza.

— ¡Oye vuelve pronto! , ¡Nos hace falta mucha diversión e inocencia por aquí!—

La muchacha hecha furia decidió caminar en dirección al monte nuevamente.

— ¿Porque pensé que esto sería buena idea en primer lugar? —comenzó a transitar más cerca de los árboles— ¿Acaso me volví demente luego de tanto tiempo? , El encanto, ay si como no— la chica hizo una voz chistosa un poco más aguda de lo normal— ¡Vaya al encanto señorita! , ¡Haya hay tesoros inigualables señorita! , ¡Lo dijo mi mami señorita!—

— Es una buena imitación— dijo sonriente mientras estaba sentado en una piedra.

— ¡Ahhhhh!— casi se le sale el corazón a la femenina— ¿Qué... Espera un momento, ¿De dónde saliste?—

— am, solo pasaba por aqui—

— ¿¡Dónde demonios estabas niño?!—

— ah pues andaba por ahí , recogiendo frutos , ¡Ah!. Casi se me olvida— busco en una pequeña bolsita que traía consigo— para usted— le dió unas cuantas vallas rojas.

— ¿Para mí?—

—aja— dijo sonriente.

Aunque algo dudosa por aquel gesto , la femenina termino aceptando las vallas. Ese sabor tan dulce y fresco , se untaba en la boca de la femenina dejándola con ansias de más.

— maldición, esto sabe delicioso— decía con las mejillas llenas.

— tenga , o se le pegará a los dientes— la femenina bebió de aquella botella— y bien , ¿Ya sabe dónde queda el Encanto?— pregunto divertido.

— hmm— la femenina se limpio la boca con su manga del brazo— tu famoso "Encanto", solo es un cuento para niños.

— ¿ah? , Eso no es cierto. Yo mismo estuve ahi—

— ja , ¿De verdad?— preguntó con una sornisa ladina— entonces porque casi todo el mundo , en ese bar se rieron de mi, ¿Eh?— colocó su mano en su cadera.

— no todos pudieron entrar al Encanto— dijo de manera tranquila— las personas que lo lograron, fue gracias a la valentía de un hombre y una mujer.

— ¿Qué? — la chica padecía de una evidente confusión.

— La verdad es que, creo que sí debería ir para allá.

— ¿Y como para qué? , No hay nada que valga la pena todo ese viaje y las risas de esos idiotas.

— ¿Usted buscaba tesoros? , ¿No es así?— preguntó con una pequeña sonrisa.

— pues yo...—

— Encontrará uno muy valioso. Mucho más que todo el oro de este mundo— el pequeño se levantó y la tomó de las manos.

La femenina termino sobresaltandose un poco , y quedando con sus ojos al tope.

— No pierde nada con intentar— sus ojitos brillaban cuál niño pequeño.

—mmmm. Ahg , bien iré— de mala gana termino aceptando. Se alejo rápidamente de ese agarre.

La femenina le daba la espalda a joven muchachito.

Por culpa de esa pequeña sensación en su pecho. La ¿Calidez.

A decir verdad, no estaba muy segura. Pero debido a esa situación sintió un pequeño sentimiento invadirla.

¿Determinación?

Estaba decidida a ir a toda costa y a cualquier precio, al fascinante "Encanto".

— Pero no creas que iré porque.... tú— el niño...— ¡Ay, porfavor!— se quejó en voz alta.

~•••~

Su caminata se había alargado, un poco más de lo que esperaba; debes en cuando pateaba una que otra roca por la frustración.

—madilto niño y su maldito Encanto... Debi quedarme en ese-¡Ahhhhh!— su cuerpo se había elevado hacia arriba quedando colgada de su tobillo.

— Que suerte , el pez gordo siempre cae primero...— esa voz....

— ¿Eh!? , ¿Armando?— la chica cohibida , aún de cabeza, trató de apartarse lo más posible de ese hombre.

— Es bonito que aún tengas recuerdos de quién soy yo, linda— miro a la chica con una sornisa ladina— suentela — dijo con desinterés alzando su mano para que entendieran la orden.

Uno de los hombres cortó la soga con una hacha: la femenina se dió un golpe seco en la espalda y el crujir de sus huesos resonó sobre las hojas secas.

Aquel hombre llamado Armando por la mujer,  comenzó acercarse y sin asco poso una de sus botas sobre la cabeza de la femenina, haciendo presión sobre su cráneo.

Ese oro era de su pertenecía , y al ser uno de los asesinos a sueldo más temidos de la provincia , era bastante evidente como acabaría la chica después de esto.

— ¡Ahg!, ¡Maldito!— se quejó la femenina.

— ¿Dónde está mi oro? , Arpía asquerosa— movió su bota de izquierda a derecha, lentamente.

—¡Ayaayy! , ¡En la cara no que pienso ser actriz!— dijo la chica con una leve sonrisa.

— ¿Todavía sigues con tus bromas estúpidas eh?. Ya veo...— quitó su bota y comenzó a caminar— el caballo...

— ¿Eh?— aún aturdida , intento incorporarse— no, no , no , espera Armando, eso no es necesario , está bien , yo-yo , ¡Te diré dónde está el oro en serio!—

— tuviste tu oportunidad, linda — le hizo señas a sus hombres y uno de estos tomó a T/n de las caderas.

La arrastraron hasta un caballo y la ataron de pies y manos. Sus brazos quedaron extendidos al igual que sus pies. Sus palmas se sujetaban firmemente al tronco de un árbol , mientras que la planta de sus pies se encontraba sometida a un gran dolor , agobiante y estremecedor.

Estaba amarrada a un caballo, y cada vez que este avanzaba el dolor solo iba en aumento.

Todo su cuerpo crujía al mismo tiempo que experimentaba un insoportable ardor en las articulaciones, sentia que si el caballo avanzaba un poco más , sus articulaciones se desprenderían por completo. Aunque realmente, siendo honesta, eso era lo que más quería , en vez de soportar ese maldito circo de tortura.

— ¡Escucha, armando!— mientras la mujer estaba al punto de desmayarse a casua del dolor , aquel hombre solo se limitaba a fumar un cigarro de lo más tranquilo— ¡No puedo darte el oro!, ¡Yo.... ¡Ahg!— dejó caer su cabeza hacia atrás a causa del insufrible tirón.

— ¿Porqué no puedes?— se aproximó a ella y tiró su cigarro.

— ¡Lo gaste todo!, ¡Lo gaste todo!— su grito de agonía debido al desgarre que sentía por dentro , lograba que lágrimas se desprendan de los párpados de la femenina. Aunque ella luchará para que su voz se oyera firme— ¡No puedo devolverlo animal!, ¡¿ok?!—

— entonces , págame con tu vida...— dijo en un susurro algo sádico.

La chica negó tragando en seco.

— tengo algo mejor ...—

— ¿Mejor que el oro?— pregunto con un aire de burla.

— Un tesoro más valioso que todo tu puto oro maldito...— dijo con una sornisa ladina.

— mmmm— el mismo tomo un machete y cortó la soga.

La chica cayó al suelo soltando un alarido de dolor. Sus manos ardían y un pequeño corte estaba en sus muñecas.

— Te escucho— el hombre la ayudo a levantarse.

— ¿Haz oído del "Encanto"?—

— ¿Encanto?— el hombre confundido negó rotundamente—

— Ese lugar, posee una vela mágica , capaz de otorgarle poderes a quien la tenga—

— ¿Poderes? , ¿Y que clase de poderes da esa tal vela mágica?—

— no lo sé — la chica tragó en seco intentando recomponerse. Aún jadeaba por lo anterior— solo ... Se que es más valioso que todo el oro de este mundo...

Aquel hombre, quedó en silencio. Se alejo de la femenina dándole la espalda , meditando a unos centímetros de ella se dió media vuelta con el veredicto final.

— tú me traeras esa vela y tú deuda conmigo será saldada—

— ¿De verdad? —

— sabes que soy honesto y un hombre de palabra—

— bien , así quedamos. Yo te traigo la vela y tú me dejas en libertad— la chica le estaba por extender la mano para cerrar el trato.

Pero aquel hombre solo la interrumpió.

— y otra cosa.... Si acaso intentas traicionarme de alguna u otra forma. Iré por ti , y así como te encontré ahora,  lo haré de nuevo y está vez, no puedo usar el caballo para terminar contigo....—

La chica tragó en seco— entiendo. Tu tranquilo, yo nerviosa—

— Suerte en tu misión— ahora sí, le dió la mano a la femenina.

La contraria como pudo, corrió en dirección al norte , intentando huir de aquel ser desquiciado.

"Está vez no pienso volver a mi vieja andanza , no pienso estar atada a ti de nuevo"

La mujer se perdió entre las pequeñas colinas , terminando cerca de un pequeño arrollo, con unas grandes montañas enfrente.

"A diablo con el Encanto", No pensaba buscarlo luego de todos los problemas en los que se habia metido.

Ahora ese tarado la amenazaba de muerte y debía encontrar una manera de salir viva de esto.

Frustrada, se había sentado sobre una piedra.

Sin saber que famoso encanto estaba más cerca de lo que imaginaba.

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