CAPITULO VEINTIDOS
NARRA CLAIRE
--No-- solto rotunda Rebekah.
Suspire, sabia que esto pasaria.
--no te estoy pidiendo que lo perdones, solo... que lo escuches-- indique intentando persuadirla-- estas molesta, yo igual, ambas sabemos que nuestro hemano es un cretino. Pero hay algo...
Rebekah se giro hacia mi claramente molesta.
--¿que prometio esta vez? ¿ser una familia unida y feliz? te recuerdo que fue su culpe el que nos separaramos, no puedo creer cayeras ante sus palabras y lo perdonaras...
--no lo perdone Bekah-- me posicione frente a ella -- si hago esto es por ti.
--¿por mi?
-- Nik capturo a uno de los cinco.
--entonces...
Asenti, la duda aparecio al fin en su rostro.
(...)
Mire disimuladamente hacia Stefan, aun no sabia porque demonios estaba en esta cena teniendo en cuenta que Nik nunca lo menciono y yo tampoco lo inclui.
--gracias mi cielo-- sonrio Nik hacia la chica que acababa de servir. --gracias al concejo por quemar toda la verbena, mi vida es mas sencilla. -- miro hacia la rubia con una sonrisa-- Rebekah termina tus vegetales
--no hasta que te disculpes-- refuto ella con rabia.
La tension en el ambiente era obvio.
--¿por cual indiscrecion? ha habido demasiadas.
--me rompiste el cuello
--tiraste la sangre de Elena, ya no puedo hacer mas hibridos.
--claro, tus sustitutos falderos de familia-- solte con amargura mientras tomaba el vino.
--¿tambien tu Claire? esta cena era para hacer las paces.
Lo mire con ironia.
--esta cena es para un bien comun, que te recuerdo no va directo para ti, es sobre Rebekah y lo que ella quiere para su vida-- indique. --por ello, me sorprende ver a Stefan aqui.
Señale al rubio que se mantenia comiendo en silencio sin inmutarse ante nuestras discusiones.
--bueno, es tu novio, ¿no es normal que lo invitemos a cenar con nosotros?
--deja tu falsa cordialidad para tus enemigos hermano, a ellos si los tomas por sorpresa-- me incline hacia el -- no creas que vamos a olvidar de un dia para otro todas tus faltas y estupideces ante nosotras, el perdon depende de tus acciones y por lo que veo, no estas ni cerca de arrepentirte, asi que hablemos claros de lo que debemos hacer y no nos mires como cachorrito
Mi hermano silbo ante mi claro mal genio, no estaba de humor para sus juegos.
--aunque no estemos aque para ello, dejame al menos disculparme hermana.
--no queremos tus falsas disculpas-- arremetio Rebekah tajante-- vinimos por un bien en comun, ese cazador.
--ah si, una vieja historia.-- sonrio hacia Stefan-- drama, secretos, misterior y como no, romance.
Aquello ultimo lo dijo en tono burlon hacia Rebekah.
Obviamente no podia ser menos agradable.
--y eso me hace cuestionar, ¿que hace aqui Stefan?-- lo mire directamente -- no es que me desagrade tu presencia pero no veo como encaja en todo esto.
Entre menos peligro podia involucrarlo, para mi mejor.
--ah, claro-- rio Rebekah-- todo esto se trata de Elena.
Volvi a mirar a Nik de forma inquisitiva y este no paraba de sonreir en ningun momento, me ponia los pelos de punta cuando adquiria esa actitud.
--¿pueden ser por favor mas directos?
La exigencia de Stefan solo logro acentuar el buen humor de mi hermano.
--los cazadores antiguos nos revelaron alguno de sus secretos, entre ellos, el arma que aniquilaria y acabaria con todos los vampiros del mundo-- explico Nik.
--¿un arma?
--despacio, ya nos vamos acercando-- indico Nik señalando a Rebekah-- dile a nuestro invitado cual es la dichosa arma.
--una cura-- dijo en un suspiro-- dijo que el tatuaje guia a una cura.
(...)
Unas horas mas tarde..
Sabia lo que pasaba, Stefan queria la cura para Elena y claro esta, yo la queria para mi hermana, Nik se habia aprovechado de ello y creyo que podia jugar con nosotros en sus planes, pero no fue asi.
--no estoy segura de esto-- murmuro Rebekah desde la otra linea.
Tome el telefono entre mis manos y volvi a colocarlo en el otro oido, estaba algo cansada.
--ya lo hablamos, Bekah-- indique -- es tu oportunidad, no dejaremos que nada se interponga.
Un sollozo se escucho.
--no puedo creer que intentara...
--lo se.-- dije en un suspiro-- no pienses en ello, aun nos tenemos la una a la otra, no voy a dejarte, te hice una promesa
--te quiero.
--yo tambien te quiero.
Colgue el telefono en cuanto senti cierta presencia a mi espalda
Niklaus me observaba con clara rabia contenida
--hermano.-- deje el telefono en la mesita a mi lado dispuesta a encararlo.
--Me imagino que hablabas con Rebekah, me sorprendio que se marchara del pueblo con tanta urgencia.
--bueno, al igual que Elijah soy muy rigida en mis promesas, entre ellas cuidar de mi familia, y eso no te hace una excepcion Niklaus-- lo llame por su nombre completo.
Le mostre aquello que ocultaba tras mi espalda, la daga de plata con la que habia si no estaba en lo correcto intentaria usar con Rebekah.
--¿te lo dijo Stefan?
--no debiste mandarlo a interrogar a Rebekah si sabias que estaba en medio-- lo mire con ironia.
--el amor por encima de la lealtad, ya veo.
--haremos las cosas como yo decida Niklaus, basta de tus paranoias conspirativas que no hacen mas que herir a tu familia-- di un paso hacia el-- Rebekah me dijo lo que necesitas saber, voy a ayudarte, porque quiero que sea feliz, y no la buscaras ni atentaras contra ella porque tendremos un problema-- lo mire amenzante-- haremos las cosas a mi manera.
Su mirada dura al fin lentamente se convirtio en una sonrisa.
--lo que tu digas-- su acento burlon volvio-- cada dia que pasa, siento que aprendes a ser igual a mi, eso me agrada.
--entendi varias cosas-- indique cruzandome de brazos-- han pasado siglos, ustedes cambiaron y yo... tambien debi hacerlo, acoplarme a ustedes.
Y era verdad, puede que antes de convertirse las cosas eran rigidas, la guerra y la sangre siempre habian estado presente, pero ahora las cosas son diferentes, yo debo adaptarme tambien.
--aun si me lo dices-- tomo uno de mis cabellos y los coloco con delicadeza detras de mi oreja-- mi tierna hermana sigue teniendo la humanidad que nos falta.
(...)
Espere en el porche a que llegara, estaba preocupada por el, despues de todo habia traicionado a Nik al contarme lo que queria hacer con Rebekah.
Solte un suspiro de alivio cuando lo vi cruzar el umbral hacia mi
--estas bien-- susurre caminando hacia el.
--de cualquier forma, Klaus parece complacido con lo que le dijiste. ¿que fue?
caminamos hacie al porche para sentarnos uno al lado del otro.
--el lugar donde esta enterrada la espada que traduce los tatuajes de los cazadores, Rebekah me lo dijo antes de irse-- explique, hasta ese momento no note lo cansada que estaba.
El parecio notarlo, tomo mi mano y la acuno entre las suyas intentando reconfortarme.
--¿estas bien?
Solte un sonoro suspiro, hasta entonces no pude permitir que las lagrimas salieran.
--no-- tuve que despedirme de Rebekah por protegerla de Nik y sus locuras.
Me sentia sola y con un peso increible. La familia por la que tanto luche... la sentia tan alejada.
--La relacion entre los Mikealson, es complicado, pero no... no dejes que Klaus te consuma, aun tienes a tus demas hermanos.
--lo se-- asenti intentando secarme las lagrimas-- es tonto, pense que despues de volver las cosas serian como antes o incluso mejor, sin Mikael... ahora se que no era el unico problema.
Senti sus manos alrededor mio, sus labios impactaron en mi frente en un acto protector dulce.
--me tienes a mi tambien.
--lo se-- sonrei para levantar la mirada hacia el.
Me lo pense un momento antes de formular la pregunta.
--¿porque... porque quieres encontrar la cura para Elena?
era tonto, pero mis sentimientos en estos momentos estaban algo alterados, y los celos aun con las circunstancias estaban aflorando.
--es mi culpa-- indico el, sus ojos brillaron un poco ante cierto recuerdo-- desde el momento en que entre en su vida... la condene.
--no, no es tu culpa-- coloque mis manos alrededor de su rostro obligandolo a verme-- desde el primer momento en que apareciste, estoy segura de que le diste brillo a su vida, asi como me lo diste a mi... tu sola presencia...me salvo.
Recordar como habia despertado en aquellos años, aunque intente mostrarme como alguien fuerte... seguia siendo una chica sola y asustada que no sabia ni donde buscar, y el estuvo alli para mi.
Me incline hacia el para depositar un suave beso en sus labios.
--eres lo mejor que me paso en tantos siglos de sufrimiento-- le exprese en un susurro.
Sus labios se devolvieron demandantes aferrando sus manos en mi cuello, solte un suspiro por la sensacion tan fuerte que me estaba haciendo pasar.
Al separarnos lo mire a los ojos, Dios santo, ambos estabamos tan llenos de culpas y presiones.
¿como es que dos personas desastrosas como lo eramos juntos pareciamos tan claros?
Estefan le daba orden a mi vida... y eso aunque sonaba bien... me asustaba.
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