CAPITULO VEINTE
Narra Claire
— guau— murmuré en cuando baje al primer piso
La mansión que Rebekah había comprado, después de todo no íbamos a seguir viviendo bajo el techo de Nik, estaba ahora perfectamente amueblada.
Varios chicos cruzaban de aquí allá cargando cosas mientras Rebekah les indicaba donde poner cada cosa.
—¡por favor! Esas cortinas no fueron las que pedí— se lamentó pasando al lado del chico— era azul zafiro, esto tiene brillo, no es nada a lo que pedí.
— estás bastante ocupada — la mire atareada.
— esto no se organizará sola, quiero dar una fiesta apenas esté lista— dijo emocionada — voy a invitar a toda la escuela.
—¿seguiremos yendo a la escuela?
— claro que si, no te vas a perder nada señorita— tomo un florero y lo cambio de sitio.
El color azul parecía predominar, me parecía tierno ya que era de mis colores favoritos y ella lo sabía.
— por cierto, ¿escuchaste lo que le pasó al consejo?
— sobre la explosión? Si— no le dio mucha importancia. — diría que es una lástima, quería matarlos yo.
— fue algo afortunado si me preguntas— pase a su lado— nos evitan problemas, ya sabían sobre ti, el volver a la escuela hubiese sido arriesgado
— que suerte tenemos entonces— sonrio.
(...)
Me lo pensé dos veces antes de llamar a la puerta, había recibido un mensaje de parte suya y después de... nuestros acuerdos mutuos no sabía del todo como tratarla.
— hola...— susurro bonnie apenas abrió.
— hola— respondí— dijiste que era urgente.
Asintió, se veía realmente demacrada, las ojeras y el cabello despeinado nos daba a entender ello.
— lo es— me permitió pasar— tu hermano me obligó a devolverlo a su cuerpo, si no mataría a Tyler.
— es algo que él haría— murmuré.
— el problema es que en ese momento no era lo suficientemente fuerte, tuve que usar magia negra— su voz se quebró— los espíritus se desquitaron con mi abuela, era como verla morir por segunda vez.
— oh Dios, lo siento...— debía ser terrible, apesar de nuestras enemistades Bonnie había sido de lejos quien menos me desagradaba.
Era una buena chica.
— no se si desapareció, si aún está...
Suspire
— puede que te ayude en eso...— me sentía un poco responsable ya que había dejado a Nik de lado y por esa razón había usado a Bonnie— ... estuve siglos en el limbo, en medio de la vida y la muerte, ese lazo no se rompe con facilidad.
— solo quiero verla...
(...)
Despejamos la sala y usamos velas a nuestros alrededor, un círculo de sal nos protegía y rodeaba.
— voy a empujar un poco mi vínculo hacia el otro lado, si estamos juntas también puedes ver lo que yo— le ofrecí mis manos.
— ¿segura que funcionará?
— es arriesgado— fue lo único que dije.
Empecé a recitar el hechizo las velas a nuestro alrededor crepitaron, sentí la alteración del otro lado, la leve capa impulsándonos hacia arriba
Y el choque.
Me quede sin aire.
—¿funcionó?— Bonnie miró alrededor sin saber muy bien que pasaba.
Y allí estaba su respuesta.
Una anciana estaba por fuera del círculo de sal, nos miraba con alarma.
—Abue! — Bonnie se levantó esperanza— ¿estas bien? No sabes cuanto lo siento.
— Bonnie...— la Mujer la miro con ternura— estoy bien, no puedo volver a morir.
— pero... sufriste tanto, parecía que agonizabas—se le escaparon unas lágrimas — y todo por mi culpa.
— no es tu culpa Bonnie, jamás dejaría que creyeras eso, no reniegues de tus decisiones, las entiendo
— te hice daño...— susurro ella
— y te amo con todo mi ser, eso es más grande que cualquier dolor— la voz dulce de la mujer incluso me tranquilizaba.
Sentí un poco de celos, porque mi madre no podía reflejar aquel amor incondicional?
— yo también te amo, Abue...
Sentí una presencia a mis espaldas, Bonnie estaba tan entretenida con su abuela que no lo noto
Solté un grito.
La conexión se rompió.
Bonnie me miro confundida, y entonces escucho la puerta.
— d-debe ser Stefan — susurró ella.
Se levanto y camino hacia la puerta
No fue hasta ahí que fui consciente del dolor.
Lleve mi mano hacia mi abdomen, Justo a un costado sentí el líquido húmedo ese mi sangre, el rostro tétrico de la figura que estaba tras Mío empuñando un cuchillo me estremeció.
— ¡oh por Dios, Claire!— Bonnie se acuclilló al ver la sangre en mis manos. —¿cuando?
— tu abuela no era el único espiritu presente, normalmente el plano espiritual está prohibido, las brujas y otros seres odian mi existencia, no es raro que intentaran matarme
Tras Bonnie, Stefan se arrodilló a mi lado, inspeccionó la herida y volvió a mirarme.
— toma— se mordió la muñeca y me la ofreció
No renegué mucho, la sangre de vampiro era realmente efectiva con las heridas y no tenía muchas ganas de ir al hospital.
— gracias...
Ambos me ayudaron a subir al sofá, Bonnie me ofreció algo de té y Stefan algo ansioso no paraba de echarme miradas.
— lo siento, ¿viniste por algo, verdad?— Bonnie se dirigió hacia Stefan.
— algo así— saco de su bolsillo un pañuelo blanco, dentro hacían balas de madera con un extraño símbolo— ¿alguna sabe de que es esto?
— jamás lo había visto— Bonnie lo observo de cerca— no parece ser escritura mágica.
—¿y tu, lo has visto antes?— me las ofreció para que las pudiera ver con claridad.
— no, pero hay algo extraño en ellas—las mire de reojo— no las conozco, pero emanan... energía, algo realmente singular.
— tenemos un cazador de vampiros en el pueblo— suspiro— y parece que estas marcas incrementan la efectividad de las heridas. Es algo nuevo que jamás habíamos visto. Y sumando al hecho de la extraña muerte del consejo...
Me miro de reojo
—¿que? ¿Sospechas que lo hice yo?
— bueno, después de que se meten con alguno de tus hermanos, sueles ser vengativa.
Lo encare.
— no tuve tiempo, se me adelantaron.
Aunque estaba equivocado, estaba vez ni siquiera había pensado en vengarme, mi cabeza divagaba una y otra vez mis términos con Stefan y me evitaban centrarme en algo más
—bien, aún tenemos la incógnita.
Salio de allí sin mirarme, al parecer al igual que yo estaba bastante confundido, Bonnie levanto una ceja en mi dirección pero no pregunto nada.
()
El resto del dia, Rebekah me obligo a acompañarla de compras, decía que aun faltaban unas cuantas cosas y claro esta, tenia que tener todo listo para la fiesta que iba a organizar. Nik no llamo en los últimos días y Elijah estaba preocupado por la pelea constante con nuestro hermano, tenia miedo de que Nik apareciera y le clavara un daga a Rebekah y quien sabe que venganza creativa podría ofrecerme.
Kol respondia cada mil años y mis días empezaban a ser monótonos, a bueno, eso fue antes de que Bonnie me llamara.
--debemos despedirnos-- expreso Elena.
--¿Por qué la MiniKlaus esta aquí?
--yo la invite-- le expreso Bonnie-- no somos los únicos que hemos perdido a alguien.
Le sonreí a Bonnie, últimamente se había convertido de mis favoritas en este pueblo.
--hay que dejarlos ir, sanar heridas--Stefan tomo uno de los globos de luz y lo encendio-- esto es por mi tio Zack, por Lexi. Por Alarick
Damon salió de allí sin decir palabra alguna, se le veía molesto.
Jeremy fue el siguiente.
--por mis padres, por Vikkie.
Uno a uno empezaron a seguir la rutina, me entristecio un poco, y incluso me hizo sentir mal, muchos aquí habían perdido tanto, y en todo esto también era culpa de mi hermano, la sola presencia de mi familia había condenado a muchos.
--esta es por Henrik-- murmure encendiendo la lampara-- por Finn, y por mi madre, que a pesar de todo me hubiese gustado pensar que si nos amo.
Deje que la lampara se elevara, la observe con nostalgia, todos aquí habían perdido algo, mucho... tantos seres queridos que enterrar, los entendia, entendia cuanto dolia.
Me dirigi a mi auto de forma silenciosa, no quería arruinar el momento, especialmente porque empezaba a ser mucho mas intimo, ahora si me sentía una intrusa.
--Claire.
Me detuve en seco al escuchar a mi perseguidor.
--vuelve con ellos, Stefan.-- no me gire para verlo-- allí es donde perteneces.
El suspiro, no sabia si era muy rápido o simplemente había usado su velocidad vampirica, sentí su aliento en mi cuello.
El escalofrio me recorrió el cuerpo.
--no vas a huir mas-- su mano me hizo girar, choque contra su pecho, mucho mas cálido de lo que imagine-- ya no lo hagas mas.
--soy una Mikaelson, es lo que hacemos. Destruir o huir-- lo mire a los ojos, su expresión fiera me azoto por completo.
--no es cierto-- su expresión se ablando, me miro de arriba abajo inspeccionándome-- busque en mis diarios, crei que podía encontrar una pista en ellos...
--Stefan...-- ¿Cómo había olvidado ese pequeño detalle? aquel libro que cargaba siempre.
--tu nombre, Claire Mikaelson-- su mano acuno mi mejilla-- estaba escrito, junto a otros escenarios que se supone que vivi contigo pero que no logro recordar, ¿Qué paso?
Me había descubierto por completo, no podía negarlo ahora, lo mire a los ojos, mi mano traviesa acaricio su menton y su rostro, era suave y tierno tal y como recordaba, una sensación de anhelo me dejo sin aliento.
--¿estas seguro de esto? no habrá vuelta atrás-- susurre, el calor entre ambos se hacia cada vez mas fuerte-- no me des ilusiones Stefan.
--no me las des tu.
No lo resisti, esa tensión entre ambos nos estaba consumiendo, mis labios chocaron con los suyos con ímpetu, glorioso, era esa la palabra, no había nada mejor, el cosquilleo, el gozo, simplemente único, sus labios se movían en sincronia, deseosos, levante mis manos hacia su cabello y lo estruje, sus manos en mis caderas me obligaron a acercarme mas, en un momento de lucidez cuando al fin abandono mis labios lo susurre.
--recuerdame.
Stefan abrió los ojos de par en par, completamente sorprendido, como si acabara de ver un fantasma.
Me había reconocido, me había recordado.
Sonrei al ver aquel brillo en sus ojos.
¿No estaba mal desearlo o si?
Stefan volvió a dar un paso al frente y sin mas titubeos, volvió a besarme.
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