Seis
Había algo que quería más que nunca en ese preciso momento, y era irse, no es que la fiesta fuera mala, pero definitivamente no se sentía muy cómodo, Seokjin, el muy traidor le había dicho que iría por unas bebidas, y se quedó platicando mientras tomaba las bebidas con sus demás amigos, rodó los ojos, estas eran las consecuencias cuando se trataba de ser amigo de un chico popular como Seokjin.
Suspiro, ya pasaba de la media noche, necesitaba irse, quería irse.
—Al diablo con Seokjin, yo me largo —menciono Yoongi en voz baja para disponerse a caminar en dirección a la salida, había sido una terrible idea asistir a esa fiesta, pero Seokjin había sido muy insistente en querer su compañía, ¿para qué? ¿Para qué lo dejase abandonado? Ni muerto volvería a acompañarlo de nuevo.
Siguio su camino empujado por algunas personas a las cuales también él empujaba, hubiese salido de inmediato, pero a pesar de no haber obstáculo alguno, sus ojos se enfocaron en alguien, Jijeong, estaba con una chica, una chica que le daba la espalda, pero la mirada de Jijeong estaba muy enfocada en ella.
Por más que Yoongi no quisiera ver en esa dirección, le era inevitable, observo con cuidado, miraba como Jijeong le regalaba una que otra sonrisa y como se mordía el labio inferior al hacerlo, seguramente ese tonto tendría un buen polvo esa noche, estuvo a punto de irse cuando alguien le hablo.
—Yoongi, si viniste —Jimin agarro su antebrazo, haciéndolo mirar detrás—, pensé que no vendrías, no eres mucho de salir a este tipo de cosas.
El aroma del alcohol podía sentirse tenuemente en el aliento de Jimin.
—¿Bebiste?
Jimin dio un asentimiento.
—Todo el mundo lo está haciendo ahora.
—No todos —menciono Yoongi para después señalarse a él mismo—, el tonto de mi amigo se esfumo con mi bebida en manos.
—Debe ser de lo peor, ¿quieres que vayamos a tomar algo juntos?
Yoongi iba a negarse, quería hacerlo, miro de reojo de derecha a izquierda, buscaba una posible excusa que le fuese de utilidad para escapar de la posibilidad de tener que pasar el rato con Jimin, no es que le agradase el chico, pero saber que es la viva imagen de su hermano, le hacía sentirse mal, odia que esos dos sean gemelos, pudo ver a Jijeong, él seguía concentrado en hablar con aquella chica, no le importaba lo que hicieran Jimin y él, era obvio, aunque a Yoongi le gustase Jijeong, nunca obtendría su atención.
—Vamos —menciono Yoongi en respuesta, Jimin de inmediato dio un asentimiento antes de jalar por el antebrazo a Yoongi para que lo siguiera.
No fueron muy lejos, Jimin y él se alejaron para estar en la cocina, la fiesta estaba siendo dada en la estancia y el comedor principal, el espacio era amplio y todos se encontraban allí, algo bueno, la música se había vuelto menos ruidosa en cuanto entraron a la cocina.
Jimin dejo de agarrar a Yoongi para dirigirse al refrigerador y abrirlo, en cuanto al de piel más pálida, camino en dirección a la isla que se encontraba en medio de la cocina para subirse arriba y sentarse en el frió mármol, miro en dirección a Jimin que tenía en sus manos dos bebidas, eran sidras, nada de cerveza, y se lo agradecía, después de todo la cerveza no era de su gusto.
—¿Ya te ibas? —Jimin pregunto mientras le entregaba su respectiva bebida a Yoongi y se colocaba frente a él para darle un sorbo a la suya.
—Sí —respondió Yoongi—, el ambiente se me estaba haciendo demasiado pesado.
—Te comprendo —sonrió, relamió sus labios para mirar de nuevo a Yoongi—, supongo no somos de quieren estar en muchas fiestas, ¿no?
Yoongi le regalo un asentimiento.
—Por cierto, ¿vendrás para el día de mañana para ayudarme con lo de mi computadora? —pregunto Jimin, Yoongi quería golpearse, era cierto, lo había olvidado por completo.
—Sí, lo haré —respondió, soltó un suspiro—, tu hermano parece que tendrá un buen polvo hoy.
Jimin rodó los ojos al escuchar eso.
—Bah... ese tonto casi siempre gusta de acostarse con alguien —dio otro sorbo a su bebida—, no es novedad para mí.
Yoongi soltó una leve risa ante el comentario de Jimin.
—¿Qué me dices de ti? Apuesto a que hay alguien que seguramente gustaría de lo mismo —de inmediato Jimin negó dos veces con la cabeza, coloco la botella a un lado de Yoongi y coloco sus manos sobre la barra de frió mármol, acorralando a Yoongi, pero por supuesto el mencionado no rechisto, ni siquiera le importo mucho esa acción de parte de Jimin.
—No es la gran cosa —Jimin bajo la mirada por unos momentos—, creo que lo que más me gustaría sería salir de aquí y que —levanto la mirada –, me acompañarás.
La garganta de Yoongi se cerró por completo al escuchar eso, no esperaba esa respuesta de parte de Jimin.
—¿Por qué querrías eso?
Jimin se enderezo más, sin dejar de acorralar a Yoongi en su sitio, el de ojos gatunos sintió que el aire le faltaba al tener la cercanía de Jimin, prácticamente podía sentir su aliento sobre su piel, y ver con detalle el iris de sus ojos, apretó la botella con ambas manos sintiéndose presionado de un momento a otro debido a la poca distancia de sus rostros.
—Yoongi, yo...
—¿Por fin decidiste salir de tu zona de confort para follar, hermanito? —Jimin apretó la mandíbula al escuchar la voz de su hermano, tanto Yoongi como Jimin miraron que Jijeong se encontraba con un semblante serio recargado en el marco de la entrada de la cocina—, hola, Yoongi.
El mencionando aparto la mirada, no quería responderle nada a Jijeong.
—¿Ya se lo dirás? —Jimin frunció el ceño.
—¿Por qué no vuelves con la tipa con la que ligabas hace unos momentos? —ataco Jimin, quería que Jijeong se fuese.
Jijeong sonrió ladino, dejo de recargar su peso en el marco de la entrada y camino en dirección al refrigerador, abriéndolo y sacando una lata de cerveza, no dudo ni un segundo en abrirla para comenzar a beberla.
–Tienes razón —menciono en respuesta Jijeong—, regresaré, pero antes —miro a ambos mientras cerraba el refrigerador—, ¿quieres que le diga que le gustas o lo harás tú? Ups... creo que ya lo dije —Jimin apretó sus manos, ya después discutiría con su gemelo, por ahora no quería enfadarse, no frente a Yoongi—, te veo en casa Jimin.
Y sin más Jijeong salió de allí, con una sonrisa triunfante.
Jimin soltó un suspiro, miro a Yoongi que no le veía a los ojos.
—¿Podemos hablar después? —Jimin decidió hacer caso, quizás la situación había sido demasiado incómoda para Yoongi.
Maldición, su hermano no debio aparecer de un de repente, ya lo golpearía después.
—¿Mañana?
Yoongi dio un asentimiento.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top