Once

Para Yoongi, la idea de Seokjin era totalmente una estupidez, pero debía admitir que quería escuchar a Seokjin decirle un montón de veces que tenía razón, quizás de ese modo dejaría de ser tan insistente con que él saliera con Jimin, aunque duda mucho que cumpla con su palabra de no decir de nuevo que salga con ese chico.

No es que a Yoongi le desagrade Jimin, Jimin es una persona sumamente dulce, llena de alegría y que definitivamente podía robarte el corazón en un segundo, pero a Yoongi le gusto más la actitud ruda y repelente de Jijeong, debía admitir que seguramente muchos allí en la universidad lo tacharían de raro y masoquista por querer ese tipo de actitud, pero no le preocupa eso en lo más mínimo, el amor llega cuando menos se lo espera, y a Yoongi le llego un sentimiento demasiado cálido con Jijeong, no importaba si le respondía de forma brusca con palabras que quizás no le gusten, pero le gustaba y eso era lo peor.

Yoongi soltó un suspiro, ahora mismo se dirigía a comprar algo de comer, tenía hambre, había pasado dos horas en una clase que ya ni siquiera recuerda su nombre por el momento, y ni siquiera se acuerda de las explicaciones del profesor, el hambre lo mantenía pensando que inclusive todos los alumnos que se encontraban en el aula de clases eran diferentes platos de comida, y simplemente Yoongi se mantuvo pensando en lo que pediría de comer cuando llegase a la cafetería.

—Maldita sea —mascullo entre dientes mientras miraba la cafetería que no estaba lejos, pero que también tenía a una persona conocida para él allí, Park Jijeong.

Yoongi detuvo su andar, ¿sería una buena idea ir hacia él? Definitivamente no lo era, se veía enojado, y más porque la fila estaba algo larga, suponía que seguramente estaría lo suficientemente estresado y furioso por tener que esperar, que, si un profesor le saluda, él le respondería que se fuera a la mierda.

—¿Yoongi? —el mencionado miro de su lado derecho, encontrándose a Jimin quien estaba sentado en una de las mesas con sus cachetes levemente inflados y sin dejar de masticar, había pedido una hamburguesa—. No esperaba verte por aquí, usualmente no compras comida.

Era cierto, pero Yoongi sentía que la comida que había preparado para llevarse no iba a ser suficiente para el apetito que tenía.

—Tengo más hambre de la debida —soltó un suspiro, esa fila apenas y avanzaba, Jimin miro hacia la fila.

—Mi hermano es igual, casi siempre —rodo los ojos—, ¡te dije que te formarás antes! —grito Jimin a su hermano, y Jijeong no tardo en girar para ver a su hermano a lo lejos.

—¡Cierra la boca, Jimin! —Jijeong estaba colérico.

Jimin soltó una risa en cuanto su hermano le dio la espalda para seguir esperando en la fila, Yoongi no entendía cómo era posible que esos dos fueran gemelos.

—Parece que la llevan bien —dijo Yoongi y Jimin lo miro para después dar un asentimiento.

—Podrá ser un pesado algunas veces, pero eso no quita que sea mi hermano —sonrió—, debiste verlo antes, no era así, era inclusive más dulce que yo.

¿Jijeong dulce y encantador? Ni siquiera Yoongi lo puede imaginar, pero seguramente era lindo.

—¿Te formarás? —pregunto Jimin.

—No lo creo, esa fila apenas y avanza —soltó un largo suspiro—, supongo tendré que venir más tarde.

—Yoongi —el mencionado miro hacia Jimin, quien extendía su mano, la cual tenía una pequeña caja abultada—, compré dos hamburguesas, a Jijeong no le gustan mucho, las compré para mí, pero puedes tener una.

Las mejillas de Yoongi se sintieron calientes ante esa dulce sonrisa que Jimin le regalaba, demonios y más demonios, ahora entendía porque siempre decían que Jimin era una mejor opción para tener como novio, aunque dudaba siempre de eso, pero con este gesto que le estaba haciendo, definitivamente lo consideraría como un buen partido.

—No es necesario, no quiero quitarte tu comida y...

—No me la estás quitando, Yoonie —Jimin se levantó para ir con Yoongi y entregarle la hamburguesa—, ten, cómela y disfrútala.

Yoongi definitivamente podía besar y abrazar a aquel chico por salvarle la vida, en verdad se estaba muriendo de hambre y Jimin le había regalado parte de la comida que había comprado, se lo recompensaría después.

—¡Muchas gracias, Jiminie! —el mencionado se sintió cálido al escuchar el apodo que Yoongi le daba—. Prometo que te lo recompensaré.

—No te preocupes por eso, con tu sola presencia me basta.

Ni siquiera se daban cuenta de que alguien los miraba.

Jijeong había visto con cuidado toda esa escena, mordió el interior de su mejilla mientras rodaba los ojos, detesta que su hermano se robe toda la atención, pero no importaba, después de todo casi siempre todos terminaban por querer más a Jimin que a él, aunque sabe que Yoongi, sabe que ese chico que siempre usa gafas, sabe que él siente algo por él, no es necesario leer su mente para saberlo, Jimin no gano esta vez, pero... quizás podría hacerlo a futuro.

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