Jerry miraba a Tom, rogándole con la mirada para que aceptara lo que le había pedido.

-- Ya te dije que no. -- contestó por octava vez. A la novena ya le soltaría un golpe.

-- ¡Oh, vamos! -- contestó, frustrado, quitando su mirada tierna y ahora viendo al otro con enojo. -- ¿¡Por qué no!?

Tom se quedó en silencio, aún si creer la estúpida pregunta del más bajo.

-- ¿¡Es enserio tu maldita pregunta!? ¡Obviamente no me voy a poner eso!

El roedor miró triste la diadema con orejitas de gato con listones azules que tenía en manos.

-- ¿¡Por qué no, eh!?

En ocasiones Thomas se preguntaba si realmente era el más idiota de los dos.

Ya harto de las insistencia ajena, le apuntó al otro sus propias orejas de gato.

-- ¡Ahh! -- contestó cuando se dió cuenta, y el felino sonrió al pensar que el otro ya no le molestaría con eso. -- ¡Pero este tiene listones!

-- ¡YA CÁLLATE!

me gusta imaginarlos como unos weyes q se la pasan pendejeando JSJAJJSJA

este o. s se lo dedico a mi mejor amix, pero a él ya le mandé el escrito, así que pa' qué etiquetarlo¿

honestamente, no esperen muchas escritos buenos aquí, ya que lo que quiero es desahogar mis ideas sin hacer un montón de libros.

esta idea me la imaginaba como un cómic, pero no me sale hacer comics :(

no sé q más decir jaj