Capítulo VI: La ciudad de los sueños rotos
Restaurante de Jeno - 7 de septiembre de 2023
No le gusta para nada tener que buscar a su hija en ese lugar ya que le trae muy malos recuerdos, esos en los que aceptó estado con una persona tan hija de puta que ahora mismo ni siquiera quiere tener cerca, siente un dolor tan grande en el pecho porque en un tiempo llegó a querer a Jeno como un gran amigo y compañero, nunca pudo estar más que equivocada que este llegaría a ser eso para su vida, es todo lo contrario e incluso más.
Eso hace que recuerde las veces que confió en la gente y no le fue para nada bien, en reiteradas ocasiones ha caído en las redes de muchas personas que no les importó para nada llegar a destruirla poco a poco hasta dejarla sin nada, tal vez por esa sencilla razón es que huyó de aquel pueblo en dónde estaba Chaeyoung, porque tenía miedo de que el gran amor de su vida porque así la ve ella, se transforma en alguien que pudiera destruirla, al final es ella la que se convirtió en lo que tanto odia y en la misma persona que hace sufrir a los demás.
Pone un pie en la entrada y escucha a su hija gritar mientras corre hacia ella, una gran sonrisa de forma en ambos rostros y un gran abrazo demuestra lo mucho que se extrañaron, Mina estuvo haciendo algunas cosas en las que su hija no podría estar presente y la menor decidió quedarse en el restaurante muy a su pesar pero bueno se supone que estaba su papá que ahora mismo no lo está viendo solo a una desgraciada caminar hacía esas con las mismas ínfulas de siempre, creyendo que es la dueña de todo.
"Hasta que por fin te apareces". Dice y se cruza de brazos. "¿Sabes el dolor de cabeza que produce tu hija?". Mina pone detrás de sí a Hyejoo encarando a Nayeon una vez más en toda su vida.
"No voy a permitir que una arrastrada mantenida como tú hable así de mi hija". Como una madre leona que protege a sus hijos hasta la muerte, si algo ha aprendido Mina en el tiempo que ha sido madre es que sería capaz hasta de matar para que su hija esté a salvo. "Anda a trabajar".
"Tu no eres quien para mandarme a trabajar". Se ríe y todos los empleados agachan la cabeza, Myoui los mira con desprecio y lastima ya que sabe que es el primer paso para caer en las estupideces de Nayeon y Jeno, cuando ella estaba en el mandato ninguno de ellos hacia eso y de hecho les daba la libertad de que cuando se equivocara le dijeran que hizo mal. "Aquí la que manda soy yo y no eres bienvenida a este lugar".
"¿Te suena que soy esposa de Jeno?". Pregunta. "Así que yo entro y salgo de aquí cuántas veces me dé la gana". A pesar de que no se siente para nada orgullosa de lo que acaba de decir sabe muy bien que eso hace que Im quiera gritar y hacer esas rabietas que solo las niñas malcriadas hacen. "Mira Nay, aquí las cosas podrán haber cambiado cuando decidí no seguir trabajando aquí pero la que tiene el dinero entre tu y yo, ya sabes quién es, así que no te quieras meter con alguien como yo".
"¿El dinero lo tienes tu o lo tiene el jefe?". Se queda callada. "Porque si es así yo también tengo dinero o ¿Se te olvidó quien está todas las noches con él?". Myoui se ríe.
"¿Crees que va a afectarme?". La mira directamente a los ojos. "Al final la que termina siendo una zorra rompe hogares eres tú, yo solo soy la pobre esposa". Nayeon da dos pasos hacia delante.
"Te aseguro que nadie quiere estar contigo por lo insufrible que eres". Mina aprieta los dientes. "Porque yo estuve contigo y Dios, nunca había estado con alguien que fuera tan estúpida, mojigata y de paso que quería que estuviera siendo perfecta todos los días". Murmura cerca de su oído. "Por esa razón es que nadie está contigo porque si te das cuenta, yo no estoy, Jeno está conmigo y esa tal Chaeyoung de la que tanto hablaste cuando llegaste aquí tampoco".
"¿Para que quiero estar con alguien como tú?". La mira de reojo pero no puede evitar que sus ojos se pongan rojos intentando ocultar las lágrimas. "No eres más que una mierda asquerosa de la que nadie se siente orgulloso".
"Mami". Mina sacude la cabeza y siente un jalón en su ropa, desvía la mirada y encuentra a su hija llorando. "Detente".
"Eres la peor madre que con-".
"¡Im Nayeon, tiempo sin vernos!". Momo le aprieta la mano y la sacude como si la estuviera saludando. "Hola Minari". Le suelta la mano y la contraria se queja. "¿Ya nos vamos?". Mina no hace nada solo la mira sin entender cómo llego ahí. "Hola Hye". La agarra en peso y mira a su amiga que asiente. "Te prometo que si dejas de llorar te compro un helado". Le susurra a la niña que tiene en brazos.
"Gracias". Mantiene la vista en el suelo. "No sé que haría sin ti ahora mismo". Hirai se encoge de hombros y deja a la niña en el asiento de atrás.
"Ponte el cinturón pequeña". Voltea a ver a Mina y la toma de los hombros. "Da gracias que estaba pasando por aquí y que iba a comprar en el restaurante de al lado". Myoui asiente. "No dejes que esa hija de perra entre en tu cabeza otra vez porque no vale la pena, al final es ella quien se va a quedar con Jeno". Le abre la puerta y hace un ademán para que entre.
"Gracias". Susurra y mira por el retrovisor a su hija que se está limpiando las lágrimas y moviendo los pies, ya se ha puesto el cinturón de seguridad y sonríe un poco al darse cuenta que su mamá la está viendo.
"¿Puedo pedirte algo?". Asiente y mira a Momo entrar. "No le hagas caso a Nayeon, no vale la pena".
"¡Muy bien dicho Hye!". Momo y ella chocan los cinco. "No hay que caer en las trampas de alguien que no vale la pena". Niega con la cabeza y comienza a conducir. "Pero bueno lo que vamos a hacer que es mucho mejor es ir a la heladería favorita de Hyejoo porque se lo merece". La antes mencionada comienza a celebrar y Mina la mira sonriente, se siente orgullosa de la hija que ha criado. "La próxima vez que vea a Nayeon cerca de ti haré lo posible por ponerle una orden de alejamiento que le va a destruir la vida".
"Recuerda que Jeno va a irse contra ti". La de flequillo se ríe un poco.
"Yo no le tengo miedo a tu marido". Dice con gracia. "Él debe tenerme miedo". Murmura intentando de que Hyejoo no escuche. "Te has tardado en pedirme que te divorcie del hijo de puta". Mina se tensa creyendo que Sana le ha dicho algo sobre el tema, desde que sabe que Chaeyoung también lo sabe siente que está propensa a qué Momo llegue en su casa con alguna orden o demanda que ella no pidió, no quiere que su hija viva eso porque sabe lo mucho que ama a su papá.
"Es que...". Mira a su hija y suspira, sabe muy bien que si pone de excusa a Hyejoo, Momo inmediatamente va a insultarla o algo por el estilo. "No es el momento".
"¿Cuántas veces te ha engañado?". Abre la boca para responder pero la vuelve a cerrar por vergüenza. "Y no solo lo digo por eso si no también porque no lo amas y el no tiene la capacidad de amar a alguien así que...separados serían más felices". Explica y le sonríe a Hyejoo. "No pienses tanto en Hye porque ella va a entenderlo, es una niña muy inteligente y que sabe que todo lo que hagas es porque es lo mejor para ambas". La mira por unos segundos antes de estacionarse. "Ella confía tanto en ti y te ama tanto que estoy muy segura de que va a entender".
"Es una niña de cinco años". Sale del auto acompañada de Momo. "No es una adolescente o casi adulta". Abre la puerta en la que estaba su hija y le quita el cinturón. "Ahora sí mi vida puedes ir al parque". La ve correr con los demás niños y sonríe, le encanta que sea tan libre y que pueda jugar con cualquiera. "Es una niña que aún vive con la ilusión de que sus padres se aman".
"Nunca se han amado". Mina suspira. "O por lo menos no de tu parte". Momo sabe a quien realmente ama Mina pero no lo diría hasta que ella lo haga entonces se mantiene callada esperándolo aunque muy en el fondo está segura que no lo dirá. "No te estoy obligando a qué te divorcies o mucho menos pero no quiero que mi amada sobrina esté pasando por cosas como las de hace un rato".
"Me calenté por las cosas que dijo Nayeon pero ya pasará". Intenta minimizar lo que sucede. "Sigue teniendo la fuerza de ser una inepta para molestarme y hacer que me vaya contra ella sin importar en dónde estoy". Gruñe. "Ojalá todas las personas fueran como Chaeyoung". Dice sin pensar.
"Hablando de ella...". Mina la mira. "Tienes días rara cómo si quisiera decirle algo solo que no se atreve". Entran a la heladería y se forman en la cola, Myoui mantiene la vista sobre su hija gracias al gran ventanal que hay hacia el parque. "¿Sabes algo de eso?".
"No tengo ni idea". Momo hace lo posible por mirarle el rostro pero Mina es más astuta así que no para de mirar a la ventana. "Tal vez son algunas cosas familiares".
"Hay algo que ella no te ha dicho, Mina". La menor suspira.
"Que raro ella está ocultando una cosa".
"Su madre falleció hace tres días". Mina voltea casi que partiendose el cuello. "Ahora mismo debe venir en camino". Traga saliva. "Para ella no era nadie hasta que se enteró de la noticia, oficialmente no tiene familia y es duro para ella así que te agradecería que cuando vayas a hablar intentes medir las cosas que dices". Un gran nudo se forma en su garganta, lo que menos creía es que las razones por las que no le contestaba los mensajes y llamadas era por eso y no por lo que había pasado. "Odiaba a su madre a su manera pero cuando le dieron la noticia pude ver tristeza en sus ojos".
"Ahora no tiene razón de seguir aquí". Susurra y su corazón comienza a latir con mucha fuerza. "Ella no me había contestado las llamadas y pensé que era que estaba enojada conmigo". Se sincera.
"No, es por lo que pasó con su mamá porque a nosotras tampoco nos ha contestado". Momo mira a Mina que está con la vista perdida por unos segundos hasta que vuelve en sí. "Tu más que nadie saben que no tenían una buena relación, sin embargo, al final de sus días su madre le llamaba casi todas las noches para saber de ella, se habían vuelto cercanas a su manera".
"Espero que pueda encontrar la fortaleza que ahora mismo debe necesitar". Hirai asiente. "Necesito hablar con ella".
"Sana igual y yo". Dice y se pone la mano en la cabeza. "Pero ella no lo hará porque está hueca". Mina rueda los ojos. "Se lo mantendrá oculto y tal vez se lo dirá a alguien más porque no creo que alguna de las tres se lo diga". Aprieta los labios y vuelve a mirar a su hija que está sentada en el banquillo. "Es igual a ella".
"Tanto que me da miedo". Momo es la única que sabe de quién es verdaderamente la hija. "Hasta como se expresan con los demás".
"Es lindo". Murmura.
"Más que lindo".
Mina no puede evitar sentirse mal en una gran ciudad llena de sueños y corazones rotos.
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