Capitulo III: Las grietas de un triste corazón

Bar de Mingyu - 01 julio de 2023

Chaeyoung llevaba tanto tiempo tomando que no tenía ni la menor idea de que hora es, piensa que todavía hay sol ya que cuando entró si que era de día, sin embargo, es tan de noche que apenas y se puede ver por las calles, la vida nocturna en Seul no es algo que le apasione y mucho menos ahora que está con el corazón roto, está tan profundamente herida que le da igual gastar el primer sueldo que Mina le da.

Tanto dinero que ni siquiera sabe que hacer con él, dárselo a una madre enferma que nunca la ha amado por lo que es y por su condición o gastarlo ahogándose en alcohol hasta olvidar sus penas, odia con todo su corazón en donde está y mucho más el tener que venderse para ayudar a la persona que le dio la vida, la misma que hizo que ahora estuviera hundida en desgracias.

Desde que tiene uso de razón lo único que ha pasado es llanto, dolor y sufrimiento, uno que alberga en lo mas profundo de su ser y no le deja avanzar o tal vez es que no lo quiere soltar porque es lo que ha forjado la persona que es ahora, alguien que no entiende lo que es que alguien no ame.

Se lamenta todos los días por eso y sobre todo por estar detrás de una persona que por más que intenta olvidarla sabe muy bien que desde hace algunas noches no se la puede sacar de la cabeza, es así, ama a Mina y lo sigue haciendo como lo ha hecho todos estos años en los que han estado separadas, no existe un día en el que no piense en ella porque considera que es el amor de mi vida y que le dio igual su condición, aún asi estuvo con ella.

"¿Segura que quiere seguir tomando?". Un chico alto y apuesto limpia la barra en la que está mirándola con preocupación y puede que un poco de lástima, está tan acostumbrada a ese mirar que sinceramente le da igual. "Considero que ya tuvo suficiente y que el mal de amores que tiene se irá disipando". Suspira y se apoya de la barra. "No me gustaría ser cómplice de un suicidio porque su hígado está por matarse si sigue dándole tanto alcohol".

"¿Te pagan por ser psicólogo?". Pregunta con un tono grosero, al poco tiempo se arrepiente y al ver que el contrario no parece estar para nada enojada le sonríe apenada. "Lo siento por mí actuar". El pelinegro asiente y le da palmadas en la espalda.

"¿Qué tal esa chica llamada Mina, es quien te tiene así?". Le da un gran trago a la cerveza y asiente. "Las mujeres son tan difíciles".

"Ni me lo digas". Se endereza en la silla y se limpia las lágrimas con la manga del gran suéter que lleva puesto. "Solo te usan y luego te sueltan como si uno fuera un juguete". Abraza la cerveza y solloza. "Lo peor de todo es que la amo".

"Oh, espera un momento". Atiende el teléfono y Chaeyoung lo ve sin entender el por qué la corta así, hasta que se da cuenta que está atendiendo una llamada, se muerde el labio y vuelve a tomar de la cerveza esta vez tanto que siente que va a vomitarla. "Si, ella está aquí". La mira y nota como sigue llorando. "Está bien, te espero".

"¿Quién era?". Interroga como si se tratará de su más grande amiga. "Ah olvidalo que en Seul son todos unos estirados que no se dicen nada". Se intenta levantar y el chico la toma del hombro. "¡Oye que grosero!". Exclama. "¿Por qué no te vas de aquí?". Lo intenta empujar pero al poco tiempo ya tiene al coreano frente suyo. "¡Te teletransportaste!". Entre abre los labios y hace a vomitar.

"Te perdono si me vomitas ya estoy tan acostumbrado a eso que es como el pan de cada día". Se queda un momento en silencio. "Bueno eso fue asqueroso". Hace una mueca. "Lo que quiero decir es...".

"Mingyu". Ambos voltean y ven a una japonesa que trae cara de pocos amigos, Son traga saliva y el contrario hace lo mismo. "¡¿Por qué carajos tomaste tanto?!". Le comienza a pegar con el bolso. "¡No te imaginas lo preocupada que estaba por tí!". Se queja e intenta escudarse con Mingyu que recibe la mayoría de los golpes y suspira, tuvo que hacerle caso a su mamá y graduarse de doctor.

"¡¿Cómo sabes que estoy aquí?!". Sana se cruza de brazos y la mira como si le ha dicho la peor cosa del universo.

"¡Soy tu mejor amiga en el mundo siempre sé en dónde estás?!". La jala del brazos y camina hacia el auto, Chaeyoung se deja llevar sin rechistar porque sabe cómo actúa Sana en casos en los que ha intentando decirle que no. "También porque tengo la ubicación en tiempo real de tu teléfono". La siente en el copiloto y coloca el cinturón.

La rubia solo la mira como si se tratará de una adolescente viendo a su madre diciéndole cosas que no quiere escuchar porque le fastidian.

"Me imagino el por qué está aquí porque he visto mejor a la arpía esa". Mina y Sana no se llevan tan bien como todos creen, es más cada vez que es posible hay insultos por ambas partes en los que Momo siempre interviene.

"Pensé que ya te caía mejor". Minatozaki rueda los ojos y pone el auto en marcha.

"¿Cómo me caerá mejor la persona que destruyó a mí mejor amiga?". No responde porque está segura que ninguna respuesta le será válida a la japonesa. "Cuando lleguemos a la casa ella estará y me darán una buena explicación de todo".

Son comienza a moverse preocupada porque sabe que tendrá que estar en una situación incómoda que prefiere saltar ya que no le gustaría estar cerca de Myoui Mina.

"Déjame en mi casa". Sana solo se ríe.

"Claro que no".

"¡No te estoy preguntando te dije que me dejes en la casa!". Sana frena en seco sin importarle los autos pitando que tiene detrás suyo y se orilla.

"¡Ella te está destruyendo nuevamente y ahora me van a dar una explicación de que mierda está pasando con ustedes!". Grita fuera de sus casillas, ha tenido que hacer todo lo posible por separarlas incluso cuando no debía hacerlo pero es lo mejor que ella cree para ambas.

"No soy una niña pequeña y no eres mi madre para andar dándote explicaciones". Suelta con amargura. "No es tu puto problema que hago o que no hago con Mina".

"Estás equivocada". Dice en un largo suspiro. "Solo quiero lo mejor para ti y ella no lo es".

"¿Tú que sabes?". Pregunta y Sana solo la mira por unos instantes antes de volver a poner el auto en marcha.

"Está casada y tiene una hija".

"¿Le preguntaste si está feliz?". Sana no responde porque no lo ha hecho pero tampoco le importa mucho lo que le pasa o no le pasa a alguien que ha destruido a la que considera su hermana menor. "¡Contesta!".

"¡Me da igual!". Admite y aprieta el volante con fuerza. "¡Me da igual lo que le pase como a ella le dió igual lo que te pasaba o me pasaba!". La coreana pega la cabeza en la ventanilla y con lágrimas en los ojos se da cuenta de que tiene razón en todo lo que dice. "Le dió igual que le pedí que te ayudara y que me ayudara porque necesitaba ayuda, todo porque quería dejar su pasado atrás por un hombre". La voz de Sana se rompe y comienza a llorar en silencio, no quiere que Chaeyoung la vea así. "Es ridículo porque ni siquiera le gustan". Se muerde la lengua para no sollozar.

"La sigo amando". Susurra y Sana rueda los ojos, no entiende como alguien puede amar a una persona como es Mina. "Me quema tenerla cerca y no poder decir que es mía". Se aprieta el pecho con la mano. "Me duele cada vez que recuerdo que tiene a alguien esperandola en casa, era mejor cuando imaginaba que estaba bien pero por lo que me ha dicho no es así".

"Mina no está bien porque se lo buscó". Sana no es tan fácil de convencer, cruza la calle y estaciona el auto. "Ahí está". La señala con la cabeza. "Espero que tenga buena explicación para todo".

Sale del auto seguida de Chaeyoung que está preocupada por todo lo que se vaya a decir, siempre que se enfrentan pasan cosas malas para todas.

"¿Por qué le dijiste que estabas aquí?". Son es la primera que cae por la fulminante mirada de la pelinegra. "Te dije que eso era confidencial".

"Solo te importa esa mierda". Le da igual que estén en medio de la calle, si ella tiene que expresarse para sentirse mejor entonces lo hará sin importarle las consecuencias de lo que diga.

"No estoy hablando contigo". Mina sabe muy bien a quien se enfrenta. "Chaeyoung te dije que esto era entre tu y yo". La menor tiene la cabeza casi enterrada en el pecho, no ha subido la mirada sintiéndose mal por no haber quitado la ubicación del teléfono.

"Eres una hija de puta". Tanto Mina como Chaeyoung miran sorprendidas a Minatozaki, tiene los ojos tan rojos que parece que está al borde de explotar. "¡Una desgraciada que solo le importa su maldita reputación!". Grita perdiendo los estribos. "Cuando la única reputación que tienes es de cobarde y de alguien que está detrás de un hombre". Escupe con rabia. "Y eso que decías que te encantaban las mujeres". Dice con ironía. "¿Cuantas veces te ha cogido que se te ha olvidado que eres lesbiana?". Le agarra la mano a Mina antes de que le dé una bofetada y la ve fruncir las cejas con dolor por más que no le está apretando con fuerza.

Sus ojos se mueven lentamente hacia donde tiene el agarre y ve que está llena de moretones, al ver eso sus ojos se cristalizan y es cuando recuerda que todas las veces que ha visto a Myoui está cubierta de pies a cabeza nunca usando algo suelto y fresco como lo hacía en el pasado, su piel esta tan palida por eso que siente un pinchazo en el pecho.

"Mi-Mina". La menor al darse cuenta aparta la mano con enojo.

"Chaeyoung por favor ve adentro". La coreana no dice nada solo acata las ordenes de Mina, esperan un rato hasta que escuchan como la puerta se cierra.

"¿Desde cuándo lo hace?". Myoui se acomoda el suéter que se veía de tela cara y con la mirada más sombría que alguna vez antes Sana haya visto sonríe con tanto dolor que hasta ella puede sentirlo.

"Desde siempre". Traga para no llorar, odia hacerlo frente a Sana. "Ahora más porque las discusiones han aumentado". Suspira y esconde las manos en los bolsillos del suéter. "Digamos que soy su saco de boxeo".

"¿Por qué no lo has demandado?". Mina mira hacia su auto y suspira.

"Pensarás que es porque no quiero dejar de tener la vida llena de lujos que tengo". Se ríe un poco. "Él puede quitarme a Hyejoo en un abrir y cerrar de ojos". Cruzan miradas y nota que Sana está llorando. "Aunque les dé pruebas de que me está golpeando". Niega con la cabeza. "Nadie le va creer a alguien sin poder".

"Momo puede ayudarte".

"Que Momo sea abogada no significa que pueda ayudarme". Se mordisquea el labio. "Ella no tiene la influencia que Jeno tiene". Mientras lo dice se da cuenta lo jodida que está y le duele porque no siente que exista una escapatoria.

"Perdón por haberte apretado". Mina sonríe un poco.

"No te preocupes no sabías". Asiente cabizbaja.

"Puedes contar con nosotras cuando sea necesario". Mina pasa a su lado y presiona el botón para que el auto se abra.

"Eso ya lo sé". Susurra y abre la puerta. "¡Si no lo supiera entonces no les dejaría a mí hija!". Entra al auto y le hace una seña a Sana despidiéndose, siente que va a llorar pero sabe que si se hace la débil entonces van a insistir en ayudarla.

Y ella está tan rota que siente que ya no hay un mundo en el que pueda ser libre y feliz.

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