¿Soy un hada? ¡Qué jodidamente patético! -True Blood.

Después de salir del restaurante le pregunté a Sunoo si quería ir a otro lugar o regresar a casa y él se quedó pensando un poco para después preguntar

— ¿Hay peces en la tierra de las hadas?

— Hay algunos en el reino del verano pero no es que haya demasiada variedad, pues solo son peces de río —respondí.

— ¿Te gustaría entonces ir al acuario?

— ¡Por supuesto, me encanta la idea! —exclamé emocionado.

Sunoo y yo caminamos uno junto al otro por la calle, él me llevó a sus tiendas favoritas, los lugares que le gustaban y me enseñó varias cosas de la ciudad, acerqué mi mano a la suya sin tomar su mano y de repente el la tomó mientras señalaba la entrada del acuario.

— Al fin llegamos, te dije que no quedaba tan lejos de aquí.

Sunoo pagó los boletos y por lo bajo susurré
—cuando consiga cambiar el oro que me traje te lo pagaré.

El chico esbozó una sonrisa y luego negó con la cabeza

—No hace falta, hoy yo invito.

Y sin soltar mi mano los dos entramos al acuario, la luz del lugar era opaca, casi estaba obscuro, las personas caminaban con sus familias o sus parejas y admiraban a los peces, los niños se acercaban al vidrio que los separaba de aquellos animales, muchos tomaban fotografías y yo estaba admirado porque jamás había visto tanta variedad de animales acuáticos.

— ¿Crees que las sirenas existan? —inquirio de repente Sunoo, mientras miraba varios peces zebra, o al menos eso decía el cartel.

— No lo sé, pero en este mundo existen cosas que uno no se imagina así que todo puede ser posible, aunque en mi mundo existen hadas del agua no son sirenas como tal.

— Ni que lo digas, imagínate cómo me sentí cuando llegó tu amigo Jungwon a decirme que era un hada y que los vampiros existían, me dije a mi mismo: Vaya, así que soy todo un fenómeno y las hadas no solo existen en los cuentos, ni tampoco los vampiros son un mito, que sigue ¿A caso también los hombres lobo son reales? —musitó Sunoo con un deje de ironía y molestia.

Encogí los hombros y también pensé en esa posibilidad aunque en realidad no conocía a ningún hombre lobo había escuchado que preferían mantenerse en el anonimato. Después de caminar un poco, viendo la variedad de criaturas marinas, Sunoo dijo que quería descansar antes de ver el espectáculo de delfines.

Había una dulcería donde los niños compraban palomitas y helados, le dije a Sunoo si quería uno y él asintió así que fue a comprar uno de chocomenta y yo pedí uno de café, luego encontramos un lugar para sentarnos enmedio del acuario, bajo una estatua de dos delfines y desde ahí se podía tener una amplia vista del lugar.

— Cuando me dijiste tu primera impresión de saber lo que eras sonabas algo molesto ¿Aún te sientes así? ¿Te disgusta ser un hada? —cuestioné un poco preocupado.

— No lo se, es decir tú naciste y creciste en la tierra de las hadas yo crecí aquí desde de que era un recién nacido, si tuviera que elegir preferiría ser un humano completo a un hada, ahora no me parece algo "tan malo" ser lo que soy pero siempre está esa parte de mi que rechaza el ser diferente, a veces me pregunto ¿existirá la forma de cambiar mis poderes de hada por una vida normal?

— Creo que puedo entenderte un poco, sabes no hay muchas hadas que no vuelen. En mi hogar nunca me rechazaban y a dónde quiera que voy dentro de la tierra de las hadas soy bien recibido por mi linaje pero puedo escuchar cuando susurran: "Una pena lo que sufrió el príncipe", "Pobre príncipe" y ver a todas esas hadas volando, yendo de aquí para allá de alguna forma hace que me sienta mal el no ser como ellos y por eso me aferré a la idea de recuperar eso que perdí.

— Ahora que lo dices de esa forma creo que ambos somos parecidos — dijo Sunoo con un suspiro mientras recargaba su cabeza en mi hombro, guardó la servilleta de su helado en uno de los bolsillos de su suéter y luego continúo. — Si... Creo que lo somos o quizá solo es la naturaleza de las personas, ya sabes esa teoría de la otredad, a la gente le da miedo toparse con lo que es diferente o distinto a ellos, les da miedo lo desconocido, tratar con el otro y nosotros mismos nos sentimos mal por ser diferentes al resto porque somos ese otro que no termina de encajar por completo con el resto.

Aquellas palabras de Sunoo inspiraban una profunda reflexión y en el fondo él tenía razón, los dos éramos "el otro" en nuestro mundo y a la vez era algo que teníamos en común y nos conectaba aún más.

Luego de que me terminé el helado Sunoo, quitó su cabeza de mi hombro y se tallo los ojos para después disculparse.

— Lo siento me quedé dormido, me desvelé jugando videojuegos con mi padre anoche, pero hoy tengo que dormir bien porque mañana voy a ir al concierto de PIXY.

—Esta bien, si quieres podemos volver a casa por hoy —sugerí.

Pero él negó con la cabeza.

— Seguro que jamás has visto un delfín en tu vida, así que vamos a ver aquel espectáculo.

Sunoo se levantó de donde estábamos sentados, tomó mi mano y tiró de ella para que también me levantará y lo siguiera, así que eso hice, caminamos por los pasillos del acuario y subimos las escaleras, después caminamos hasta un lugar que estaba bastante concurrido y había una señorita que jugaba con los delfines, me sorprendió ver lo bien que estaban entrenadas aquellas criaturas.

Cuando finalizó aquel espectáculo finalmente decidimos que era hora de regresar a casa, pero antes de salir del acuario Sunoo sacó su celular e hizo que me acercara.

— Tomemos una foto de recuerdo, ya que no pude comprar algo en la tienda de regalos.

Me acerque a Sunoo y pase un brazo por sus hombros, miré a la pantalla del celular y después de escuchar un "click" la foto se tomó.

—Te la enviaré cuando llegue a casa, oh seguro que tienes sed luego de caminar tanto mira te compre este refresco —exclamó el pelirubio mientras me daba una lata de refresco y yo gustoso la recibí.

❄️❄️❄️

Cuando por fin llegamos a casa Sunoo tomó mis manos, miró la puerta de su casa y luego se paró de puntas para besar mi mejilla.

— Me divertí mucho hoy Sunghoon, vi una faceta completamente distinta de ti no eres tan narcisista e insoportable como pensé que serias, incluso creo que eres algo tierno.

Las mejillas de Sunoo se tiñeron de rosa luego de decir aquellas palabras, luego me soltó y camino deprisa hasta la puerta de su casa para después susurrar un adiós y entrar finalmente.

Un suspiro salió de mis labios cuando me alejé de la casa del chico pelirubio, seguro que estaba haciendo en esos momentos una sonrisa de bobo enamorado, aún tenía aquel refresco que Sunoo me había dado, así que lo destape mientras caminaba hacia la casa de Riki pero terminé haciendome un corte en el dedo y la sangre comenzó a salir, iba a llevarme el dedo a la boca para hacer que la sangre se detuviera mientras buscaba una servilleta en los bolsillos de mi pantalón, pero en eso apareció ante mi alguien que se llevó toda la felicidad que sentía al haber tenido una cita con mi alma gemela.

— Si derrama sangre de esa forma su alteza, yo seré incapaz de contenerme.

Abrí mucho los ojos y termine cayendo de espaldas sobre el asfalto de la carretera, era él, era el vampiro que había desgraciado mi vida.

El miedo se apoderó de mí y los recuerdos pasaban de forma rápida por mi cabeza «No, no puedo morir, así no» pensaba. Me maldije a mi mismo por no haber cargado mi espada, había bajado mucho la guardia y olvidado lo peligroso que era el mundo humano pero en eso se escuchó una voz.

—Yeonjun ¿Dónde estás? ¿Y que es ese olor a malvaviscos? Ah no importa Soobin se va a enojar si no llegamos a tiempo para atender el bar.

El vampiro gruño molesto, me tomó del cuello de la camisa e hizo que me levantará del piso, luego tomó mi mano y se llevó el dedo que aún sangraba a su boca para lamerlo.

—Eso es lo único que haré por hoy, pero juro que después volveré por ti y te devoraré como lo hice con tu padre al igual que a aquel hada que te estaba acompañando en el restaurante, tu sangre es demasiado deliciosa, me gustaría drenarte cada gota ahora mismo solo que...no quiero hacer enfadar a mi esposo así que corre a tu casa antes que cambie de opinión.

No tuvo que decírmelo dos veces para que reaccionara, una vez que soltó mi mano corrí como si no hubiera un mañana y toque desesperado la puerta de la casa de Riki, Jungwon me abrió la puerta y yo entré apresurado cerrando la puerta detrás de mí, me agarré el pecho y luego noté que mi herida había dejado de sangrar.

«No se quién seas, esposo de Yeonjun pero gracias a ti tengo un día más de vida» pensé mientras me acercaba al sofá y me recostaba en el.

— ¿Que fue lo que te pasó? —preguntó Jungwon.

— ¡Casi soy devorado por un vampiro! —grité alterado.

—Que curioso, hoy me llamó Sua y me dijo que todas las chicas de PIXY soñaron que eran devoradas o convertidas por vampiros e incluso decían que tenían miedo de hacer el concierto pero yo les dije que no iba a pasar nada y ellas dijeron que harían que la seguridad se refuerce al máximo por las dudas —comentó Riki.

Yo aún seguía en shock, mi vida peligraba al igual que el de las demás hadas del mundo humano, era débil y no podía volar ¿cómo iba a proteger a Sunoo? si yo mismo estuve a punto de entregarme a la muerte.

—Jungwon por favor, mañana tienes que vigilar a Sunoo y protegerlo, no sabemos que pase en el concierto de PIXY.

—Lo haré príncipe, lo haré.

Un poco más calmado reflexioné las palabras que había dicho el otro vampiro y recordé los nombres que gritó aquella voz, ahora sabía que Yeonjun era el nombre del vampiro que asesinó a mi padre y caminaba en el día porque él era quien convirtió a Jay en híbrido aunque no me preguntaba el porque ese otro vampiro que lo llamó también podía caminar en el día, después recordé el nombre de Soobin y todo hizo clic en mi mente cuando recordé que Yeonjun dijo: "aquel hada que te estaba acompañando en el restaurante".

«No puede ser, entonces terminamos metiéndonos a la boca del lobo al ir a ese restaurante» dije para mis adentros y luego el cansancio me venció hasta quedarme dormido.