Mientras duermes, te cuidaré
De las penas y el dolor
Que perturban hoy tu calma
Te daré calor
Si esta noche ves que el camino se torció
Si en tu vida nunca encontraste el amor
Silva con el viento y acudiré
Tus deseos te concederé al amanecer
Y verás que pronto, tu suerte cambiará
Si crees en la magia que habita este lugar
Vence a la tristeza y comienza a vivir
Pues aún te quedan muchos sueños que cumplir.- Celtian: En tierra de hadas.

Por fin estaba de vuelta en casa, mi madre envío a Riki con las hadas sanadoras porque tenía bastantes heridas y Jungwon lo acompañó, dejándonos a Sunoo y a mí solos con mi madre.

— Oh que bueno que ya estás aquí a salvo conmigo ¿No te hiciste daño cierto? — preguntó mi madre mientras revisaba que no tuviera alguna herida, hasta que tomó aquel brazo donde estaba la marca de Jay pero solo quedaban dos pequeños puntos que podían pasar como una picadura de mosquitos.

—Estoy bien, esas marcas son de una picadura nadie me lastimó — respondí con una sonrisa.

Entonces la mirada de mi madre se cristalizó y terminó abrazándome.

— Cariño, no me lo perdonaría si también te perdiera a ti, suerte que no hice caso a tu carta y normalmente en las tardes siempre le pedía a la fuente congelada que me mostrará lo que hacías.

— Mamá, te dije que no usmearas en mis asuntos —me quejé con un puchero cuando por fin nos separamos del abrazo.

— Pero si no lo hacía quizá en estos momentos no estuvieras frente a mi, en cuanto vi que los vampiros estaban atacándolos espere el momento exacto para abrir el portal.

—Cierto, tienes un punto solo por eso no me molesta que me hayas estado espiando.

Escuché la risa de Sunoo detrás de nosotros y susurrando exclamó

— Madre e hijo son tal para cuál.

Luego mi madre se acercó a Sunoo y este hizo una reverencia.

—Reina Winter, es un placer conocerla por fin.

— ¿Que voy a hacer contigo Sunoo? Tu terquedad puso en peligro al príncipe, te debería exiliar al bosque obscuro como castigo, pero en lugar de eso lo dejaré pasar porque vi cuando rescataste a Sunghoon sin dudarlo y gracias a ti, también recupero la capacidad de volar.

Sunoo agradeció a mi madre por mostrar misericordia y después ella nos observó a ambos con una sonrisa.

— Estoy celosa de ustedes, sus alas son más bellas que las de cualquiera de las reinas pero eso es lo que hace el poder del amor, que frustración que mi hijo no haya adivinado desde un principio que lo único que necesitaba era un beso de su alma gemela —comentó mi madre y yo terminé sonrojandome al igual que Sunoo.

— En fin, esto hay que celebrarlo mi hijo por fin puede volver a volar y hay que planear de forma inmediata el handfasting que este reino tanto ha esperado, ¡Rei, ven acá inmediatamente! —Llamó mi madre a su asistente.

Y la chica de cabello azabache y fleco se presentó inmediatamente con la agenda y una pluma para anotar todo.

—Su alteza, ¿Que necesita? — preguntó cortésmente Rei.

— Por favor busca a un hada madrina y pídele que venga de inmediato, ellas son expertas a la hora de diseñar y crear ropa quiero que el príncipe y su futuro esposo luzcan los mejores trajes de seda de araña, también dile a las hadas de la creatividad que diseñen las invitaciones y las repartan a las reinas y a los amigos de mi hijo, dile al ministro Geonu que haga el anuncio de la unión de forma pública, todos los habitantes del bosque del invierno están invitados.

Sunoo se comenzó a poner bastante incómodo cuando mi madre se puso a planear el handfasting sin preguntar, me miró mientras me tomaba del brazo y entendí que quería que la detuviera así que lo intenté.

Llamé a mi madre pero ella seguía dándole instrucciones a Rei quien intentaba anotar todo, pues ella estaba tan emocionada planeando nuestro handfasting como si fuera el suyo propio.

—También debería ir a hablar con las hadas cocineras, se servirán bocadillos gourmet, el vino de hadas no puede faltar, néctar de la madre selva y claro un magnífico pastel de bodas.

— ¡Reina Winter! —gritó Sunoo harto de todo y por fin mi madre se detuvo y volteo a vernos.

— ¿Que sucede? — preguntó ella desconcertada.

— Su majestad, creo que está apresurando las cosas demasiado además seguramente mis padres estarán preocupados por mi en estos momentos porque se supone que luego del concierto regresaría a casa —respondió Sunoo con un deje de angustia.

— Sunoo, escúchame muy bien tú perteneces aquí y en ningún otro lado si estás preocupado por tus padres adoptivos lo comprendo totalmente por eso a primera hora Sunghoon irá a verlos para decirles alguna excusa de tu desaparición y...

— Ellos saben todo su majestad no es necesario mentirles —Aclaró Sunoo.

Observé el rostro sorprendido de mi madre, claro que no se esperaba que los padres adoptivos de Sunoo supieran sobre nuestro mundo.

—Bueno entonces simplemente les explicaremos sobre tu situación y antes que te niegues a convertirte en el príncipe consorte creo que debes ver algo ¿supongo que siempre has querido saber de tus padres biológicos cierto?

Sunoo asintió al escuchar aquella pregunta y la verdad yo también tenía bastante curiosidad sobre la historia de los padres de mi alma gemela, así que mi madre nos guío hacia la fuente congelada y le dijo

—Muéstranos a Wonyoung y a los padres de Sunoo.

Mi madre se fue y nos dejó solos para que observaramos todo en la fuente congelada, pase un brazo por los hombros de Sunoo y como si estuvieramos viendo una película las imágenes del pasado se reproducían.

Wonyoung había sido la consejera real de mi padre, era un hada poderosa que practicaba todo tipo de magia, también se encargaba de observar el oráculo y todo aquel que quería saber su futuro acudía a ella, tanto poder acumulado en su cuerpo hizo que a los diecisiete años dejara de crecer, sería eternamente una adolescente. Pero a pesar de que ya tenía un puesto alto en la corte de las hadas ella era ambiciosa, quería ser reina pero no pudo seducir a mi padre, entonces consultó el oráculo y decía que nacería un príncipe del capullo de rosa que mis padres estaban cuidando, ese príncipe era yo.

Wonyoung estaba decidida a convertirse en mi esposa cuando yo alcanzará una edad adecuada pero cuando le preguntó al Oráculo si ella se casaría conmigo este le reveló que el verdadero esposo del príncipe aún estaba por nacer.

El hada estaba desesperada porque no sabía cómo ni donde nacería aquel que arruinaría sus planes, hasta que después de un año una pareja se acercó a ella para consultar el oráculo, ellos eran los padres de Sunoo.

El oráculo reveló que el capullo de rosa de la pareja estaba destinado a convertirse en un hada fuerte que llegaría a ser un príncipe y sus alas serían iguales a las mías, también dijo que sin importar las circunstancias mi destino y el de Sunoo estarían irremediablemente unidos.

Fué así que Wonyoung se molestó demasiado, claro que no mostró esa molestia frente a los padres de Sunoo, pero después fue a su casa e intentó destruir el capullo de rosa que aún se estaba desarrollando. Los padres de Sunoo lo protegieron con su vida y ellos terminaron siendo asesinados por Wonyoung. El hada fue capturada por los guardias de la corte real, pero escapó hacia el bosque obscuro para fortalecerse y vengarse después.

El capullo de rosa quedó al cuidado de la reina Giselle, pero sólo Wonyoung conocía el destino de esa pequeña hada que estaba por nacer.

Para poner a Sunoo a salvo a pesar que la reina Winter se oponía decidieron cambiar el hijo muerto de una pareja en el mundo humano por el hada recién nacido pues hasta que Wonyoung pagara por sus crimenes Sunoo no iba a estar a salvo.

Un año después lograron capturar de nuevo a Wonyoung, la interrogaron para preguntarle porque quería asesinar a un hada bebé pero ella se negó a contestar y fue ejecutada en público, un duende le inyectó hierro líquido y eso la envenenó hasta la muerte.

La reina Giselle intentó buscar a Sunoo, ella sabía dónde estaba pero al verlo feliz en el mundo humano desistió de traerlo de inmediato a dónde pertenecía y decidió que era mejor esperar.

Eso último explicaba aquella expedición al mundo humano en la que Jungwon participó, seguramente la reina Giselle quería que trajeran a Sunoo porque ella cálculo que a los diez años aparecerían sus poderes.

Sunoo y yo quitamos las manos de la fuente congelada para dejar de ver el pasado y mi alma gemela comenzó a llorar desconsoladamente mientras se sentaba en el piso del palacio y se abrazaba a si mismo.

— No, no puede ser, mis padres biológicos murieron para protegerme y aquella vez que Jungwon llegó a buscarme debí aceptar porque la reina Giselle solo me llevó al mundo humano para velar por mi seguridad. —dijo Sunoo entre sollozos.

—Solo eras un niño Sunoo, más bien la culpa es de la reina Giselle porque mi madre le dijo que podían protegerte entre los cuatro reinos y no era necesario llevarte al mundo humano, sin embargo ella no accedió. Aunque toda la culpa la tiene la ambición de Wonyoung.

Aún llorando Sunoo me abrazó y se acurrucó en mi regazo para luego decir.

— La reina Winter tiene razón, toda la culpa es de mi terquedad, si no hubiera rechazado volver a este lugar tampoco hubiera sufrido tanto en el mundo humano y sobre nuestro handfasting no tiene caso retrasarlo es demasiado obvio que tiene que ocurrir en algún punto de mi vida porque ni siquiera Wonyoung y Riki pudieron impedir que ambos nos relacionemos, es como si mi destino estuviera escrito con letras de oro en algún lado y fuera imposible de cambiar.

Limpié las lágrimas de Sunoo con un pañuelo y luego tome con ambas manos sus mejillas, lo mire a los ojos y exclamé.

— Sunoo, si te parece muy pronto el handfasting lo podemos retrasar y además todavía hay partes de tu vida que pueden cambiar, voy a convencer a mi madre de hacer un plan para derrotar a los vampiros, si hacemos eso el mundo humano será un poco más seguro, ya puedes controlar tus poderes y sería demasiado egoísta quitarte la libertad de vivir en el mundo humano porque también es parte de ti.

— ¿Harías eso por mi Hoon?

— Por supuesto que lo haré —respondí mientras tomaba la mano de Sunoo para que se levantará, lo llevé a la habitación donde se quedaría y lo ayudé a arroparse con la ropa de dormir, después lo cobije con las mantas y le di un pequeño beso en la frente.

— Buenas noches, espero que el hada de los sueños te haga soñar bonito.

Me levanté de la cama y estaba a punto de irme pero Sunoo tomó mi mano y preguntó

— ¿Puedes quedarte a dormir conmigo?

Asentí a modo de respuesta y me metí a la cama con él, después me voltee para que nuestros rostros quedarán de frente y Sunoo exclamó

— Me parece genial lo que sugeriste de poder vivir tanto en el mundo humano como en el de las hadas, pero no necesitas retrasar el handfasting, yo Kim Sunoo acepto convertirme en el príncipe consorte no porque algo o alguien me obliga, sino porque te amo Sunghoon.

— ¿Podrías repetir eso último?

— Dije que te amo Sunghoon —repitió Sunoo entre risas mientras sus mejillas se calentaban y aunque estaba obscuro sabía que seguramente también estaban rojas.

Acercó más su rostro al mío y beso mis labios con ternura, subió sus manos para abrazar mi cuello y aumentó la intensidad del beso, nos besamos hasta que se nos acabó el aire y dejándome con ganas de más simplemente dijo entre bostezos

— Buenas noches su majestad

Y terminó cerrando los ojos para luego quedarse dormido.