🧚🏻♂️ Café, un gato y un príncipe✨
El hada emprende su vuelo, pero el gatito ha comenzado a llorar. Ella se detiene, lo mira con ternura y regresa. - Beka Laureano
Después de que mis clases terminarán recibí una llamada y en el identificador decía: "🏡 de Riki". Contesté la llamada y escuché la voz de Jungwon por el altavoz:
"Hola Sunoo, Sunghoon y yo no tenemos un teléfono celular y nos estamos quedando en casa de Riki por eso te estoy llamando desde su casa, te iba a preguntar si te parece bien reunirnos a las seis de la tarde en el parque".
"No hay problema, ahí estaré y si quieres puedo llevar un teléfono que ya no uso y otro que solo sirve para llamar".
"Ah, no te preocupes no es necesario... ".
"Los llevaré por si cambias de opinión, nos vemos a las seis entonces".
"De acuerdo, bye".
Después de colgar la llamada camine hacia mi casa. Cuando llegué decidí darme una ducha y cambiarme el uniforme por algo más cómodo, mi padre aún no llegaba así que calculé que regresaría en la noche y eso me daba tiempo para hablar con Jungwon y regresar a tiempo para la cena.
Busque aquellos teléfonos que no usaba para nada pero que aún servían y los guarde en un bolso junto a un paquete de galletas, le dije a mi madre que iría con unos amigos y ella dijo que tuviera cuidado a lo que yo asentí.
Llegué al parque a las seis en punto y me senté a esperar en una banca mientras balanceaba mis pies y escuchaba "Let Me Know" de PIXY. Luego de un rato llegó Jungwon con un par de latas de café y me dió una, después yo saqué el paquete de galletas y le ofrecí algunas.
— ¿Esperaste mucho? —preguntó Jungwon mientras tomaba asiento a mi lado.
— No, en realidad llegué hace tres minutos, ah y gracias por el café —respondí mientras destapaba la lata.
— ¿Que escuchabas? —preguntó Jungwon curioso al ver mi teléfono con los audífonos en mis piernas.
— Una canción de PIXY, aún no superó el hecho de que sean hadas reales y que las haya conocido en persona — respondí con un suspiro al recordar la noche del ritual.
— Ah si, esas chicas en el mundo de las hadas algunos las ven como valientes por desafiar a las reinas y otros como una vergüenza para su raza, ellas pudieron ser la nueva generación de reinas por eso saben tanto.
— Vaya no tenía idea —dije sorprendido de escuchar tales cosas sobre las chicas de PIXY.
— Yo... Dije que quería hablar contigo porque quiero disculparme —exclamó Jungwon cambiando la conversación mientras me miraba apenado.
— ¿Disculparte por...?
— Por lo de ayer, mira es verdad, Riki siempre me gustó pero nunca le preste atención a eso porque cargo la responsabilidad de ser el próximo Alfa de la raza felina, así que desde niño me he entrenado y por eso la reina Winter me eligió como el guarda espaldas de su hijo luego del fatídico día, lo que pasó no fue intencional.
— ¿Dices que te disculpas por qué Riki te eligió a ti?
—Si, Sunoo te lo juro yo pensaba callar mis sentimientos hasta la tumba y lo de la poción, bueno ya sabes Sunghoon es prácticamente mi jefe —exclamó el chico peliazul mientras bajaba la cabeza.
— ¿Lo que dijo Sunghoon es verdad? ¿Riki no me amaba? —pregunté intrigado.
—Ah... Sobre eso... No le quiero echar sal a la herida pero encontré su diario y ahí decía...
— Vale ya entendí, no sigas, está bien si Riki y tú terminaron saliendo gracias al impulso de la poción de amor no estoy enojado contigo, más bien estoy decepcionado de Riki quien solo me usó, pero el tiempo lo sanará y quiero realmente ser positivo sobre el futuro —dije interrumpiendo a Jungwon, pues la verdad no quería saber que decía algo tan privado como lo era el diario de Riki, y por como el chico gato lo estaba diciendo supongo que era lo que ya me imaginaba.
— ¿Riki es un híbrido cierto? —pregunté para desviar un poco la conversación.
—Oh si, es mitad hada y mitad felino, lo conozco desde que era un cachorro y también es un Omega —respondió el chico gato con un sonrojo en sus mejillas y luego de procesar las cosas en mi cabeza entendí que Jungwon y Riki realmente se complementaban como si fueran noche y día.
— ¿Me puedes hablar ahora sobre el príncipe?
—Mejor que hable contigo él mismo, ¡Hey, Hoon ya sé que estás detrás de ese árbol!, ¡Espiar es de mala educación ¿sabías?! —gritó el chico peliazul mientras volteaba a ver uno de los árboles que estaba detrás de nosotros y del cual salió el príncipe con una expresión avergonzada.
— Rayos Jungwon, me atrapaste, quería escuchar que decías de mi —mencionó Sunghoon mientras se hacía un espacio enmedio de ambos para sentarse.
— Yo me tengo que ir ya, los dejo solos para que hablen, seguro que Riki se preguntará porque tardo, le dije que compraría sus botanas favoritas en la tienda de conveniencia, fue un gusto charlar contigo Sunoo, ah y lo único que diré del príncipe es que como viste le gusta espiar a la gente, no despegaba la mirada de la fuente congelada para ver que hacías — señaló Jungwon al mismo tiempo que se levantaba de la banca y nos dejaba solos.
Sunghoon se rió de forma nerviosa y luego susurró bajo «por que diablos tenias que exhibirme ante el amor de mi vida Wonie»
— ¿Que es eso de la fuente congelada? —cuestioné intrigado.
— Ya que Jungwon tuvo que mencionar eso te lo diré, es tal cual su nombre lo indica pero esta fuente es especial porque le puedes pedir que te muestre cierta época o cierta persona y lo hace, incluso puedes escuchar conversaciones.
— ¿Es como la televisión de las hadas?
— Bueno algo similar con la excepción que ves la vida de las personas.
— ¿Y es cierto que tú me veías? —pregunté un poco indignado de que alguien estuviera viendo cada cosa que hacía o con quién me reunía.
— No, para nada yo...
Hice que el príncipe me observará a los ojos y ambos sostuvimos una guerra de miradas hasta que Sunghoon desistió y terminó confesando.
—Bien me rindo, si lo hacía pero, ¿Que querías que hiciera? Mi madre no iba a dejar que viniera personalmente al mundo humano, esa era la única forma de verte.
— ¿Y desde cuando?
— Después de que Jungwon volviera de la misión asignada por la reina Giselle de buscar hadas en este mundo y llevarlas a la tierra de las hadas, fue cuando por primera vez me habló de ti.
— Espera eso fue... ¿Desde que tenía 10 años? —hable sorprendido.
— Si exactamente, así que se todo de ti y vi las etapas más importantes de tu vida —presumió el príncipe con descaro.
— Por todos los dioses, eres todo un stalker, ¿También viste cuando Riki y yo...?
—Me estaba muriendo de celos sabes, pero gracias a eso yo me porte como un hijo rebelde seguro mi madre está molesta o asustada no sabes todas las cosas que hice para venir aquí.
Realmente me dio escalofríos el imaginar que mientras yo hacía mi vida normal, había alguien más que observaba lo que hacía sin que me diera cuenta e incluso escuchara mis conversaciones privadas.
— Yo lamento haber hecho eso y también por ese fallido intento de hacer que te enamoraras de mi a la fuerza, creo que termine de alguna forma obsesionandome con la idea de que fueras mío —se disculpó el príncipe.
Puse una mano en el hombro de Sunghoon y realmente me interesó conocer su vida, después de todo él conocía parte de la mía pero yo realmente no sabía mucho de él, solo que era el príncipe de invierno y que mi existencia estaba conectada de alguna forma con la de él.
— Quiero conocer tu historia Sunghoon y el porque yo debo ser esa persona que reine a tu lado.
El príncipe me terminó contando toda su historia desde la tragedia de perder a su padre, como sus alas acabaron rotas, la historia que le contó su amigo Heeseung y el como su amigo Jay acabo siendo convertido en vampiro, también me habló un poco de su madre y al final me dijo:
— Creo que puedes entender el porque mi madre se volvió tan sobreprotectora, ella tiene miedo de perderme también. Tú te volviste mi anhelo desde que Heeseung me contó aquella historia sobre la posibilidad de reparar mis alas, cuando Jungwon me contó sobre ti no dude ni un poco en que tú eras mi alma gemela, Sunoo yo te he esperado por casi toda mi vida, eres mi príncipe hada y deseo que seas mío.
Las palabras y la historia de Sunghoon me conmovieron tanto que sentí un nudo en la garganta, no sabía que decir o que responder así que terminé diciendo:
—Hay una película de Tinkerbell, una donde conoce a su hermana gemela y entonces...
—Ah si, esa película yo no la he visto pero mi madre que si ha venido al mundo humano la vió y me contó la historia o bueno solo me dijo que era ridículo que nuestras alas se rompieran por el cambio del clima y que era totalmente seguro si quería ir a otro lugar de la tierra de las hadas, también me contó lo de las alas iguales pero en ese entonces era un retoño y realmente no recuerdo mucho esa parte —comentó Sunghoon interrumpiendome.
Le dije al príncipe que se levantará, se pusiera de espaldas e hiciera aparecer sus alas, Sunghoon obedeció y yo hice lo mismo, luego cerré los ojos y tomé sus manos.
—¿Que estamos haciendo? —preguntó Sunghoon.
—Estamos haciendo lo que hacían en esa película, cuando la hermana de Tink repara su ala rota ¿Sientes algo?
— Nada a parte de que en estos momentos mi corazón está latiendo como loco.
Solté las manos del príncipe y miré sus alas, seguían igual así que solté un suspiro de decepción.
—Bueno lo intentamos ¿Esa historia no decía cual era el método para repararlas?
— Heeseung no me dijo nada más — y luego de decir eso Sunghoon comenzó a reir nerviosamente.
— Tantos años me enfoqué en encontrar y reunirme con mi alma gemela para después tener nuestro handfasting que no se me ocurrió buscar una parte de la historia que dijera el método para repararlas.
—Hand ¿Que? —pregunté confundido.
—Ah handfasting es la ceremonia de atadura de manos que simboliza a su vez la unión de almas, una boda básicamente.
Después de la explicación de Sunghoon voltee a ver el reloj del parque, marcaban casi las ocho en punto, el tiempo había volado así que mire al príncipe y le dije:
— Tengo que irme ya, mi papá no tarda en llegar y se supone que llegaría para la cena ¿Crees que pase algo malo si uso mis poderes de hada para llegar rápido?
— Bueno primero que nada ¿Ya sabes volar?
—En realidad no, Riki quedó de enseñarme pero al final ya no lo hicimos.
—Te enseñaría pero no he volado desde que me rompí las alas —mencionó Sunghoon con un suspiro.
Así que no tuvimos más remedio que caminar y una vez que Sunghoon llegó a casa de Riki le di ambos teléfonos, me dió las gracias y también le dí mi numero, luego me dijo adiós con una sonrisa y yo corrí hacia mi casa justo a tiempo porque mi padre estaba por entrar.
— ¡Papá, al fin llegaste! —exclamé de forma animada mientras lo abrazaba.
— Hola campeón, ¿listo para derrotarme en FIFA?
— Más bien tu siempre ganas —dije con un puchero.
—Te dejaré ganar esta vez —mencionó mi padre mientras giraba la perilla de la puerta y entonces sentí que alguien o algo me observaba en la obscuridad. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, volteé hacia la casa vecina pero no vi a Sunghoon afuera y él se había metido a la casa de Riki luego de despedirnos.
— ¿Pasa algo hijo? —preguntó mi padre preocupado al verme buscar algo en la obscuridad.
— No, no es nada creo que solo era un gato.
—Bueno vamos a ver qué delicias preparo tu madre hoy — dijo mi padre después de abrir la puerta.
Y aún con la duda decidí entrar a casa, ignorando que de repente una ráfaga de aire frío recorrió mi cuello.
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