Decimosexta


"¿Podemos despedirnos todos los días? Como si fuese la última vez. Quiero asimilar que algún día no volverás, que mi adiós será de verdad."



La paz llegó a ser efímera. Se convirtió en agua que se escurría entre sus manos sin poder hacer nada para retenerlo y aunque supiera que esto no seria eterno el asimilarlo cuando estaba ocurriendo no funcionaba. Se negaba a creer que todo llegaba a su fin.






Estuvo poco tiempo en ese departamento, conoció más la que fue la habitación de Otabek pero todo lo demás lo recordó con solo dar un vistazo, no eran recuerdos vagos de escenarios borrosos, conocía cada cosa, reconoció todo lo que no estuvo en su lugar al momento de entrar teniendo como primer punto en que la entrada ni siquiera estuvo protegida con llave. Le siguió el polvo acumulado de semanas, las cartas al pie de la entrada sin ser recogidas, la penumbra del pasillo que siguió por toda la casa hasta el segundo piso.





—Así de patético te ves porque te abandonó —no fue problema el encontrar a Yuuri Katsuki hecho un ovillo sobre la cama, sin ningún signo de querer levantarse o tan siquiera seguir respirando, lo hacia por reflejo necesario aunque ello significara una agonía entre cada inhalación.


Yuuri no respondió, no se inmutó ante la presencia del rubio, su vista se mantuvo fija en algún punto de la pared, uno que no pudo enfocar al no utilizar sus lentes, al tener la vista cansada y borrosa de tanto llorar. Y de poder hacerlo seguiría así, en medio de un llanto silencioso entre la penumbra.

—Y decías que lo querías ¿Cierto? Beka me habló de ustedes, eran una pareja ejemplar y ahora mirate, eres solo un despojo más —¿Habia manera de provocar a ese humano? Quebrarlo más de lo que estaba, hacer desistir la pizca que se negaba a dejarlo ir y en cambio se aferraba ciegamente.



"Viktor era perfecto ¿Por qué estaría con un cerdo como tú?"

"De seguro se aburrió de ti y se fue."

"Nadie querría estar a lado de tan poca cosa, solo te tuvo lástima."

"Siempre tuvo esa manía, recoger de la calle seres inservibles. Eras como un perrito sin hogar."

"... Viktor nunca te amó "




Sus últimas palabras le hicieron reaccionar, un sollozo ahogado se escuchó y seguido de ello apenas un susurro que fácilmente se lo llevaría la brisa más tenue.


—Te equivocas, él me ama

—¿Ah? ¿Por que estas tan seguro? De quererte estaría aquí, contigo ¿Pero donde esta? —hubo otro silencio, tan largo que acabó con la paciencia de Yuri.

—Solo lo sé... Me lo dijo, que me amaría durante mil vidas más... y yo le creí —la respuesta fue simple, carecía de todo y a la vez lo tenía—. Si se fue es porque no me necesita

La seguridad del nipón fue genuina y Yura maldijo el poder identificarla sin esfuerzos. Ese idiota mantenía su esperanza en Vitya, sin buscar nada, solo aferrándose a sus palabras y esperando acabar con su vida número mil para buscarlo en las más de novecientas que le faltaban, una cuenta regresiva.


Eres lo suficientemente estúpido para saber eso y quedarte aquí en vez de buscarlo, los dos van a morirse tarde o temprano alejados y Viktor se decepcionaría de ti si te ve aquí, pudriéndote en tu miseria —por más que quisiera quebrantar su espíritu seria en vano.


Y no fue ninguna especulación, supo por experiencia que su especie no sabia como lidiar con ese tipo de sentimientos, que amaban con intensidad. Y eran torpes, inútiles cuando se les quitaba esa parte que con tanta ilusión le dieron vida y la formaron conforme a pequeñeces en base a su libertad.

Yuuri no viviría sin Viktor así como él se marchitaría de no estar con Otabek.

—Voy a traerlo de vuelta y más te vale estar aquí para recibirlo porque va a necesitarte —Yuuri por fin salió de su escondite, expectante hacia el chico que meses atrás conoció en medio de la lluvia, el novio de Otabek, quien Viktor rechazó por razones que jamás supo y en cambio, este se mostró frente a frente con tanta seguridad emanando de su mirada que de alguna parte de su sistema las lágrimas volvieron a producirse en él.


—Gracias...






Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top