Capítulo Dieciocho

Canción en multimedia-You Say de Two feet

AVISO: Sí no te gusta leer escenas +18 puedes saltarte esa parte, aparecerán (***) cuando la escena vaya a empezar y las volveré a poner cuando termine para que puedan seguir leyendo.
Ahora sí, disfruten de la lectura.

-Dayra-

Ya había pasado otra semana y media desde las buenas noticias por las aceptaciones de Cloe y Cole en la Universidad.

La salida con mis padres y nuestros bailes improvisados en ese hermoso campo al cual, hemos ido tres veces esta semana con mi hermano.

Y luego queda la charla sobre dar un siguiente paso en nuestra relación con Chris, hemos estado saliendo y ya no hemos tocado el tema, no me pone mal eso, él mismo dijo que quiere hacerlo especial.

-Nena-me llama Chris.

- ¿Mande amor?

- ¿Qué quieres comer?-me pregunta y yo veo hacia el techo, no tengo ni la menor idea.

- ¿Sushi?-propongo y se pone la mano en la barbilla en pose pensativa y luego asiente con una pequeña sonrisa.

-Sushi será-empieza a conducir a quién sabe dónde, ya que no he visto en el pueblo un restaurante de sushi.

Al llegar el restaurante no era tan grande pero tampoco tan pequeño.

-Bienvenidos, hola Doctor Anderson ¿Qué tal sus hermanos?-pregunta la chica que olímpicamente ignora mi presencia.

-Están muy bien, gracias por preguntar Esmeralda, quisiera una mesa para dos, traje a comer a este espléndido restaurante de tu padre a Dayra-me toma de la cintura-. Mi novia.

La sonrisa de la chica se desvanece un poco pero rápidamente la compone y asiente sin decir nada.

-Síganme-nos pide y vamos detrás de ella hasta una mesa al aire libre que tiene una sombrilla color café.

Las sillas eran más bien como de esos sofás individuales, la mesa circular y todo utensilio como el centro de mesa perfectamente acomodado en su lugar, ¿cómo es que no supe de este lugar mucho antes?

-Este lugar es hermoso-digo en un susurro pero ambos me ven y me doy cuenta que si se ha escuchado lo que he dicho.

-Trae lo mejor que tengas hoy Esme-pide Chris y la chica asiente con una sonrisa y desaparece cuando ingresa a la cocina.

Christian jala de la silla invitándome a sentarme, lo hago y me ayuda a recorrer la silla para estar más cerca de la mesa.

-Gracias guapo-noto un leve sonrojo por parte de él cuando le dije tal piropo.

-Te va a encantar lo que cocinan aquí.

-Estoy segura de que sí-tomo su mano con la mía y después de unos minutos la comida empieza a llegar y el aroma delicioso hizo que mi estómago rugiera.

Después de comer y charlar por un rato más, pagamos la comida y fuimos directos a su casa ya que él quería pasar más rato conmigo.

-Podemos ver 365 días o 50 sombras de Grey...

- ¿Sólo esas dos están como opción?-asiente mirándome a los ojos con un singular brillo en ellos.

-Son buenas películas...

-Pero tratan de puro...

-Sexo, sí lo sé-trato de entender la mirada que me da pero no, no la entiendo, entonces suelta un bufido-. Te amo tanto, pero enserio que no captas el mensaje-se levanta y va hacia el piso de arriba dejándome completamente sola.

Confundida me recargo en el sofá con el ceño fruncido mientras comía de las palomitas que habíamos preparado al llegar para ver la película que al final no pudimos ver por las raras reacciones de Christian.

Pasan unos cuantos minutos hasta que siento que alguien me tapa los ojos con una venda y lo primero que se me ocurre hacer es levantarme y darle un puñetazo a la persona delante de mí con lo que no contaba era que esa persona fuera mi novio.

- ¡¿Pero qué mierda Christian?!

-Ay mi nariz-se soba la zona afectada y veo gotas de sangre caer de su perfecta nariz, voy hacia él y lo ayudo a hacer presión con su mano.

- ¿Dónde hay un botiquín de emergencia?-le pregunto y señala arriba.

Él empieza a caminar y yo lo sigo pero sin dejar de hacer presión para que la nariz ya no salga más.

Al llegar a su habitación nos lleva al baño tan rápido que ni siquiera pude ver nada, literalmente nada porque las luces estaban apagadas, mi vista estaba tan centrada en él, dejo yo de tocarlo pero él sigue haciendo presión mientras saca el botiquín y se sienta en la taza del baño, yo me agacho para estar a su altura y empezar a curarlo.

-Enserio lo lamento-hace una mueca cuando empiezo a quitarle la sangre-. ¿Pero por qué rayos hiciste eso?-le pregunto y él toma mi mano con la suya.

-Ve la habitación-dice y se quita la sangre él solo.

Hago lo que me dice y voy hacia la habitación, las luces estaban apagadas así que las prendo y lo que mi vista veía era simplemente hermoso.

Había pétalos de rosa por doquier, velas aromáticas aun no encendidas, vino tinto y un reproductor de música, pongo mis manos en mi boca soltando un jadeo de sorpresa.

- ¿Recuerdas cuando te dije que quería que fuera especial? -asiento sabiendo a que se refería, no tenía palabras que expresar ante esto-. Pues esto es lo que especial que planteé todo esto por una semana con ayuda de todos, hasta de tus padres.

-Okey, el hecho de que mis padres hayan sabido tus planes indecentes conmigo es realmente extraño.

-Concéntrate mujer.

-Perdón-volteo a verlo.

-Pero una chica muy tontita-toca mi nariz con su dedo índice de manera juguetona-. Arruinó mis planes con su extraña inocencia al no notar mis intenciones-levanta una ceja, ahí lo entiendo todo.

-Oh, las películas de sexo-asiente y muerdo mi labio inferior y seguido de eso siento en contacto de su pulgar en el.

-Y luego te quería vendar los ojos y llevarte a la habitación, poner la música y bueno, que todo pasara...

-Pero te golpeé-hace una pequeña mueca, pero no es de enojo o algo por el estilo, sino más bien, de desilusión, tomo su nariz y la toco levemente, no hace mueca de dolor- ¿Ya no duele?

-No eres tan fuerte nena, sólo me sacaste poca sangre pero no me la rompiste-bromea y pongo mis manos en ambos lados de su cara y estampo mis labios con los suyos formando un lento pero dulce beso.

***

Primero se queda quieto al igual que yo, hasta que toma posesión de mi cintura con sus manos y las aprieta levemente provocando un jadeo por mi parte en su boca, todo eso nos llevó al descontrol.

Me recarga contra la pared y empieza a bajar lentamente sus manos de mi cintura hasta mi cadera, las deja ahí por un momento, como si esperara a que yo lo detenga, como si esperara a que yo le diga límites, pero no quiero límites, no los quiero.

Sonrío contra sus labios y tomo sus manos con las mías para bajarlas lentamente hasta mi trasero y dejarlas ahí hasta que Christian decida tomar el control y darse cuenta que él puede hacer lo que quiera porque eso es lo que yo quiero.

Nos separamos por falta de aire y recargamos nuestras frentes con los ojos cerrados, la habitación se encontraba en completo silencio, lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones algo agitadas y a la vez pesadas.

- ¿Estás segura de... -no lo dejo proseguir ya que nuevamente lo vuelvo a besar.

Esta vez ya no es más tímido en nada, ya no me agarra con cautela como si temiera romperme, como si fuera una de esas preciadas figuras de cristal.

Me toma del trasero impulsando mi cuerpo a enrollar mis piernas a su cintura y mis manos a su cuello, me mantenía pegada a la fría pared, aunque no lo estaba sintiendo más ese frío, ya que un calor inmenso empezó a invadir mi cuerpo.

Hace más fuerte el agarre ya que empieza a caminar hasta que siento la suave textura de la sábana de su cama, me recargo en mis brazos para ver lo que hace, se pone a ahorcados sobre mí y empieza a besarme el cuello dejando besos húmedos que provocan que eche la cabeza hacia atrás mordiéndome el labio para evitar que un gemido salga.

-No hagas eso-se acerca a mi labio y lo muerde él mismo con delicadeza.

Besa la parte que mordió y después besa la comisura de mis labios de ahí le sigue a mis ambas mejillas, baja de poco a poco, besa mi barbilla, mi cuello, me ayuda a levantarme y quitarme mi top, vuelve a besarme pero esta vez en el tórax, mi abdomen, hasta que el pantalón impide que haga algo más.

Me levanto con él y le quito su camisa, empezamos a besarnos con ansias y desesperación, empiezo a quitarle su cinturón y él mi pantalón, luego el suyo.

Vuelve a colocarme en la cama con delicadeza, ahora besando las partes que antes no podía besar, mis muslos, cosa que hace que suelte un suspiro entrecortado.

Ambos ya no teníamos prendas que taparan nuestros cuerpos desnudos, expuesta pero segura me sentía de mí misma.

-Te amo Dayra-no pude responderle, así que lo vuelvo a besar él no se niega, prometió darme mi tiempo para decirle exactamente las mismas palabras, aunque tomará tiempo.

Volvemos a besarnos con gran intensidad que de un momento a otro me pongo encima de él, empiezo a moverme de manera tan excitante pero también tortuosa tanto para mí y por las expresiones y jadeos por parte de Christian, se notaba que para él también lo era.

Me toma de la cadera con fuerza y yo dejo de frotarme contra él, en ese momento decidí ir por un condón que Chris amablemente me dijo que lo tenía en su cajón de un mueble, me pongo en posición de nuevo y se lo coloco, tomo a su miembro erecto, lo pongo justo en mi entrada, echo mi cabeza hacia atrás soltando un gemido al igual que Christian.

Acostumbrándome a su tamaño empiezo a moverme de adelante hacia atrás lentamente, el agarre de Christian no había disminuido ni un poco, después de unos movimientos más empiezo a moverme más rápido provocando jadeos sin control por parte de ambos.

Christian hace que ahora yo sea la que está abajo, empieza a hacer lo que yo, de adelante hacia atrás provocando que gima y me tapo la boca para no hacerlo tan fuerte pero su mano quita la mía y niega, supongo que no quiere que guarde silencio.

Empieza a moverse más rápido y siento sus labios en mi cuello, succionando y chupando, en ambos lados y luego otra vez en mi clavícula, mañana tendré que ocupar bufandas, de eso estoy segura.

Empiezo a sentir una gran tensión en todo mi cuerpo y una gran excitación y creo que me pasa lo mismo a Chris ya que no paraba de soltar jadeos o gemidos, o hasta unos que otros gruñidos.

Fue entonces que de un momento a otro me siento liberada, Christian sale de mí y nuestras respiraciones sí que eran un asco pero ya estábamos en calma.

***

Me recuesto en la cama y siento sus brazos rodearme, besa mi hombro desnudo.

-Eres la mejor Dayra, ¿lo sabes no?-volteo para estar frente a él y lo empiezo a besar.

-Sí, lo sé-pongo una sonrisa arrogante en mi cara y él suelta una risa ronca-. Tú eres genial, guapo y estupendo Chris-le doy otro beso.

-Te amo-me limito a sonreírle cuando me dice eso y lo abrazo por su cintura pegando mi cabeza en su pecho.

Siento como acaricia suavemente mi espalda provocando que mis ojos se sientan pesados hasta que caigo en profundo sueño.





***





Me muevo por toda la cama hasta que siento un vacío a mi lado, abro los ojos con el ceño fruncido ya que no se encontraba a mi lado Christian.

Me siento y tallo mis ojos, arreglo mi cabello desordenado, voy hacia el baño y veo mi aspecto en el espejo, no me veo tan mal de todos modos, sólo hago un moño desarreglado dejando caer unos que otros mechones rebeldes, tomo la pasta y busco un cepillo nuevo para poder lavarme los dientes, lo encuentro y prosigo a lavarme.

Escucho sonidos abajo y busco en la ropa de Chris unos boxers y una camisa para poder ponérmelas.

Bajo descalza y los sonidos provenían de la cocina, camino hacia allá y veo a Chris que está a espaldas mío, estaba cocinando.

-Buenos días-pega un salto cuando digo eso.

-No te escuché cuando bajaste-dice sin voltear a verme-Tenía planeado llevarte el desayuno a la cama-esta vez sí voltea y me ve de arriba a abajo, una sonrisa ladeada aparece en su rostro-Me encanta como te ves con mi ropa-lo abrazo por la cintura y subo mi mirada por lo alto que es.

Le doy un beso, él me lo sigue y siento el sabor de fresa en él, lamo mis labios y frunzo el ceño.

-Sabes a Fresa-digo lamiendo aun mis labios.

-Estaba cortando las fresas para hacer hotcakes pero al final terminé comiendo algunas-me da una sonrisa apenada y suelto una risa.

-No importa, ¿quieres ayuda?

-Tengo todo controlado-dice con una sonrisa arrogante y alzo una ceja.

-Esos huevos quemados dicen otra cosa.

- ¿Espera qué?-voltea y los huevos con color café y algo extraños hacen que Chris bufe-. Mierda... ¿Quieres desayunar en algún restaurante?-asiento con una sonrisa.

-No tengo ropa...

-Emily dejó una muda de ropa cuando tú y yo estábamos en el restaurante-asiento y ambos recogemos la cocina para después ir a bañarnos.

Fue un baño rápido ya que en serio ambos teníamos mucha hambre, yo debía empezar a comer nuevamente mis ensaladas y licuados, ya no más grasa o cosas así.

Me pongo la ropa que Emily me había dejado y agradezco que justamente sepa lo que me gusta y cómo me gusta.

Una capucha con cordón corta con un tank y unos joggers, todo el conjunto de color caqui y unas botas negras sin tacón.

Chris se puso una camisa con cinta lateral y con la palabra RIGINAL y unos pantalones deportivos negros junto al tenis blanco.

- ¿Lista?-me pregunta mientras se pone de esa deliciosa loción y yo asiento mientras de mi bolso saco un pequeño perfume que llevo conmigo siempre.

-Lista.

Ambos salimos del cuarto al terminar de arreglar e ir hacia la entrada de la casa, hasta ese momento me acuerdo de los mellizos.

- ¿Los mellizos con quién se quedaron?

-Con tus padres-entrelaza si mano con la mía y vamos hasta su camioneta.

Me abre la puerta, le agradezco con una sonrisa y Chris empieza a manejar a donde sea que me lleve para desayunar.

Al llegar no podía creer la exquisita comida qué había aquí.

- ¿Rico cierto?-asiento soltando gemido pequeño cuando la comida deliciosa entra por mi boca, Chris se remueve en su silla y lo veo con el ceño fruncido.

- ¿Sucede algo?

-No gimas-musita por debajo y levanto una ceja-. Es que recuerdo lo de anoche y créeme que un hombre a veces no puede controlar una cosa-da una mirada hacia abajo y entendiendo lo que dice me ruborizo.

-Perdón-enrollo con mi tenedor la pasta y sigo comiendo.

Al terminar evito a cualquier costa que Christian pague para que lo pueda hacer yo, lo logro y gracias a eso Chris se pone en modo ofendido.

-Ahora a casa de tus padres-hago puchero y él sonríe-Debo ir a trabajar, sólo pude moverlas hasta dentro de una hora y debo arreglar unas cosas antes de que lleguen los pacientes-decepcionada decido ver por la ventana los lugares y personas.

Hasta que por fin llegamos a la casa y todos se encontraban afuera jugando con globos de agua y aventando hacia ellos, bien, me quedaré en el auto a salvo de que quieran mojarme.

-Se ve divertido.

-Sí, súper divertido que te mojen la ropa-ironizo y ríe a carcajadas.

-Oh vamos preciosa, será divertido-le da un leve apretón a mi mano, lo veo con semblante serio.

Bufo-. Bien, vamos.

Salimos del coche y todos ahora nos prestan atención para luego mirarse entre ellos con sonrisas, pero antes de que puedan mojar mi hermosa ropa grito:

- ¡Alto!-todos se detienen con los globos alzados-. Mi celular-lo muestro cuando lo saco de mi bolsillo y lo vuelvo a meter al auto para que no lo mojen.

Ya asegurada de que mi celular no sufrirá ningún daño les digo que listo y no tardo en sentir el agua fría y mojada sobre mi cuerpo.

Estoy cien por ciento segura que pescaré un resfriado.



















Espero les guste el cap y quiero decirles que si la historia ya no les gusta o creen que ya no es interesante me digan porque he notado que he perdido vistas o votos, comencé con varias vistas y varios votos y ya ni los 5 votos alcanzo.

Amo escribir pero a veces necesitamos motivación, así que les agradecería si pueden compartir la historia y que llegue a más personas.

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