♪Segundo Acto
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Noche
Ladybug y Chat Noir se habían enfrentado a una batalla final con Haw Moth hace tres años. Marinette aún lo recuerda muy bien, especialmente porque todavía contaba con catorce años de edad y había comenzado a usar la motocicleta que su abuela que tanto la ha consentido le había obsequiado. Aquella que todavía conserva y solo la utiliza cuando tiene que ir a un lugar muy lejos y en poco tiempo.
Ni Chat Noir ni Ladybug descubrieron la identidad de Haw Moth por qué el misterioso personaje había conseguido huir antes de verle el rostro apenas se destransformo, sin embargo su prodigio de la mariposa se perdió nuevamente porque al parecer alguien más se lo había robado, es por ello que actualmente se enfrentan a otro villano que tiene el prodigio de la mariposa. Esta vez, tratándose de una mujer. Incluso se atreve a decir, más astuta que el anterior villano. Algo que ella tiene es que se toma su tiempo en akumatizar a alguien, no como Haw Mont que incluso había ocasiones en que akumatizaba a tres personas diferentes al día o cuando akumatizaba a la misma personas decenas de veces, como el caso del "señor pichón".
Es algo que no solo sabían los superhéroes acerca de la villana, sino también la gente de París pues había salido en las noticias sobre la nueva enemiga que amenaza a París. Lo único en que se parece con el anterior portador de la mariposa es que igual quiere obtener los prodigios de la mariquita y el gato.
Cuando las clases de Marinette terminaron, recién recordó el extraño mensaje de Adrien por lo que decidió mandarle uno preguntando que quería decir con la frase "ya estoy aquí". Supo que debía ser paciente para esperar una contestación de su parte, puesto el chico siempre suele estar muy ocupado. Quizás tenga que esperar hasta que la noche caiga inclusive.
En el fondo le daba curiosidad y quizás emocionaba un poco en pensar que tal vez, y solo tal vez, el rubio haría un esfuerzo para ir presencialmente a su cumpleaños, presentarse a su fiesta. Pero otro lado de ella le dice que no debe ilusionarse, o podría terminar decepcionada e incluso agarrándole una clase de rencor a Adrien.
Tan sumida estaba en sus pensamientos y como había recordado muy tarde aquel mensaje de Adrien, no pudo contarle en persona a Alya acerca de esto, pero también pensó que no debería ser algo de suma importancia y si lo hablaba con ella, seguramente la morena comenzaría con sus rumores y provocaciones sobre que a ella todavía le sigue gustando Adrien, cuando ya no es así.
Al llegar a su casa y saludar a sus padres, fue a su habitación rápidamente para cambiarse y después bajar a comer. Recibió un mensaje de alguien más en este transcurso, se trataba de una gran y querida amiga suya; Kagami. Quién le confirmaba que su mamá le dió permiso para ir a su cumpleaños que se celebrará hasta dentro de unos días más, lo cuál le resultaba emocionante.
Ellas dos se habían vuelto muy cercanas estos últimos años. Marinette meditó si comentarle a ella respecto al extraño mensaje de Adrien, pero igual pensó "no es para tanto". Además seguramente para mañana a más tardar, ya le respondería. Incluso es probable que se haya equivocado de chat o contacto al mandarle ese mensaje a la azabache.
No debe pensarlo demasiado.
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Reencuentro.
Marinette se había perdido en el bosque. Ni siquiera recuerda como llegó ahí o a dónde iba exactamente, solo se había adentrado al enorme lugar donde apenas los rayos del sol tocaban la tierra. Había sombra por los enormes árboles. Camino y camino hasta que muy cerca escuchó los sollozos de un niño. Rápidamente intento buscarlo y se dio cuenta que habían dos personas en unas piedras escondidas por los arbustos. Un señor ya bastante grande y un niño, posiblemente el que hace nada había escuchado llorar. No eran personas normales puesto tenían alas, como de ave. Cómo si fueran palomas.
Al acercarse lo suficiente comprendió porque el niño estaba llorando, y era porque el adulto que al parecer resultó ser su abuelo, le estaba cortando sus alas con unas tijeras que parecían de otra época.
El mayor noto la presencia de Marinette pero pareció no afectarle en lo más mínimo, la chica quería ayudar al pequeño niño pero no sabía cómo. Entonces el hombre habló:
—Él es muy poderoso. — dijo refiriéndose al niño, quién es su nieto. Marinette no entendía bien porque decía eso.— Él está acabando con todo lo que hay, y es por eso mismo que yo voy acabar con él.— se justificó la horrible acción de cortarle sus alas.
Marinette solo se enfadó más, ya nisiquiera le parecía muy raro o de terror ver a dos personas con alas de ave en sus cuerpos, como si fuese algo normal, cuando en realidad es imposible o son dos personas akumatizadas con un comportamiento muy extraño. Sobre todo que el abuelo esté cortándole las alas a su propio nieto. La chica aunque pedía que se detuviera y pensando cómo quitarle las tijeras al anciano, decidió preguntar:
—¿Quién es él?— refiriéndose al pequeño niño, preguntó. Esperando un nombre, el nombre del pequeño.
—Él es el amor. — respondió el abuelo. — Y yo soy el tiempo.
—¿De qué hablas?— dijo más extrañada y confundida la chica.
—El amor lo vence y destruye todo. — respondió refiriéndose a su nieto. Agregó:— Y el tiempo es el único que puede vencer al amor.
La amante de la moda cayó en cuenta que todo era irreal, pero no fue ello lo que la hizo despertar, puesto no podía soportar ver cómo le quitaban al pobre niño sus alas por más fantaseoso que resultase. O quizás despertó porque no soportaba la verdad de aquellas palabras del anciano.
Pero en realidad, es que algo similar a una tonada o una canción la hizo despertar, casi como si se tratara de una alarma pero menos ruidosa y más melódica.
Eran alrededor de las dos de la madrugada en la casa Dupaing-Cheng, la panadería que se encuentra en el primer piso estando cerrado y los dueños durmiendo cómodamente en su habitación, a esa hora es cuando Marinette despierta un poco desorientada, al parecer se había quedado dormida en el escritorio terminando de coser una prenda de ropa, un nuevo diseño que ya había planificado. Pero a un costado tenía su libro de historia abierto puesto les habían dejado como tarea leer algunas páginas sobre la muy conocida mitología griega. Estuvo haciendo ambas cosas que no se dio cuenta de como el tiempo se le vino encima hasta caer completamente dormida. Incluso se pregunta cuánto tiempo lleva dormida incómoda en el escritorio.
Sin embargo, lo que la despertó no fue precisamente ella misma intentando levantarse para ir a dormir más cómodamente en su cama ni una alarma, sino que escuchó a alguien cantar muy cerca de ahí, lo cuál es raro puesto ya es muy tarde y no conoce a ningún vecino que siquiera tenga ese hábito de cantar.
Por lo que quiso averiguar.
Un gatito en el techo, solo sin su lady
Un gatito en el techo...
—¿Pero que? ¿Y esa canción?— se dijo así misma en voz baja y bostezando. Ninguno de los kwamis despertó, así que aprovechó para investigar silenciosamente de dónde provenía esa canción que extrañamente, le resultaba familiar. ¿Pero de dónde?
Decidió primer ir a su balcón, al menos ahí tendría rápidamente una vista afuera y con suerte escuchar mejor quien de sus vecinos podría estar cantando dicha canción, puesto sospechaba que sus padres no pueden ser. Pero grande y terrorífica fue su sorpresa al tener frente a sus ojos, justo sentado ahí en el barandal, a aquel que reina sus más profundas pesadillas. Siendo tan solo superado por el otro temor de que vuelvan arrebatarle los demás prodigios.
Su respiración se hizo más audible para el felino quién volteó de inmediato mirándola con una expresión difícil de describir.
—Oh, veo que has despertado mi lady.
A Marinette por poco se le cortaba la respiración.
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
La estuvo espiando por un tiempo, no mucho en realidad. Aunque estando ahí, es difícil saber cuánto tiempo transcurre o cuánto llevas ahí. Se siente tan emocionado y ansioso por actuar, por mostrarse. Pero igual medita bien sus planes para tener bien en claro que es lo que quiere, que es lo que desea.
Estuvo mucho, demasiado tiempo solo. Ahora puede ir a ver a sus amigos, a Marinette o a su padre... Incluso a ese hombre que lo condenó a estar así por siempre. Pero que pronto, y espera que pronto, acabará con su sufrimiento, su soledad.
Sin embargo, algo lo detiene un poco en seco y hace que piense mejor las cosas. Que las cosas no serán muy sencillas y primero tiene que deshacerse de ciertos incovenientes que pueden traerle problemas en camino a cumplir su deseo. Ahora que piensa las cosas con más detenimiento, a cualquier momento que vaya, se encontrará con su otro yo. Con el Adrien de esa línea del tiempo.
¿Qué tantos riesgos puede tomar?
¿Seré capaz de eliminarme a mí mismo solo para que no interfiera? Piensa en los riesgos, todo tiene que salirle perfecto. Sin ningún error.
Después de todo si las cosas se complican en algún punto deberá enfrentarse al otro Chat Noir, a él mismo en pocas palabras y sería una situación que prefiere evitar, será incómodo. Aunque técnicamente él es más fuerte que cualquier Chat Noir ya que su poder no tiene límites, ni de fuerza, ni distancia ni de tiempo. Así que viéndolo de ese modo no debe preocuparse, él tiene mucha ventaja.
Sonríe para si mismo. De momento, tal vez no se vea en la penosa necesidad de eliminar a su otro yo. No si escoge el momento adecuado y realiza todo a la perfección.
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Aterrador
La silueta blanca y llamativa se acercó a ella sin apuros pero solo asustó a la chica de coletas.
—¡Tú...!— apuntó sin más palabras. Advirtiendo solo con su mirada que no se acercara más a ella. Quién en un principio estaba bastante atemorizada, se fue calmando al pensar en algo que en realidad es bastante lógico.
Solo es otro mal sueño. Se dijo así misma convincente. Otra vez su mente intentando engañarla, torturarla. Pero está vez, ella se dió cuenta y no va a permitir que su propia pesadilla pueda con ella.
—Okey, esto solo es una odiosa pesadilla. — inhaló y exhaló para calmarse. Respiro profundo y más aliviada. Si todo fuese real su kwami Tikki estaría a su lado para decirle que no está soñando, su mente solo la está confundiendo y dejándola sola con él en un escenario familiar pero nocturno, con mucho frío y dónde no hay nadie a simple vista. — Solo debo despertar y—, siguió hablando convincente, hasta ser interrumpida.
—¿Crees que esto es un sueño?— habló nuevamente el felino de traje blanco, con cierta ironía en su voz desbordando en lo absurdo. Soltó una risilla burlona.— Ojalá todo fuera un sueño, pero la realidad siempre será más cruda y detestable de lo que quisiéramos. — añadió sonriendo torcido, pero con un resentimiento cargado en su voz, preocupando a Marinette.
Es imposible que sus sueños hablen con ese grado de coherencia y verdad. Pero, tampoco puede creer que Chat Blanc esté justo enfrente suyo.
No hay forma, no hay manera de qué esté ahí. Es absurdo tan solo pensarlo, es tan absurdo y ridículo que por ello solo en sus sueños más locos y horribles es que se aparece todavía. Porque es su subconsciente quién la está atormentando.
Tan centrada y segura está de que todo eso es un sueño, que no se percata de un detalle importante con respecto al chico akumatizado frente suyo.
—¿¡Pero cómo!?— gritó rápidamente. Luego moderó el volumen de su voz.—Tú no eres real, solo eres un recuerdo traumático de mi mente. Despertaré y ya no estarás aquí.— habló con más seguridad y una sonrisa retadora en su rostro, ya no tendrás más miedo, los enfrentará y Chat Blanc jamás la vendrá atormentar.
¡Por supuesto! Piensa Marinette, ahora sabe que está pasando. El porque está consiente de sus propios sueños.
Chat Blanc no parece muy hablador y solo parece mirarla de pies a cabeza.
—Esto es un sueño lúcido.— dice para sí misma, sin importarle si el otro la escuchó o no. Ahora entiende porque se da cuenta de que está en un sueño y se siente más segura. Y ahora que lo sabe, puede hacer lo que quiera, ¿No?Puede cambiar del sueño, seguirle la corriente o si es posible, incluso levantarse de esté.—Te ves diferente. — dice al percatarse que esté Chat Blanc luce un poco distinto al original, o al menos al que ella recuerda de hace unos años atrás. Un poco tímida pero agarrando valor, se acerca más a él quien se queda quieto mientras la joven chica lo examina ahora. —Esas orejas, tu cola, los colores y esa sombrilla son...— se detiene pensativa, curiosa. Apenas se da cuenta que la apariencia de Chat Blanc es algo diferente.
Es tan extraño.
Esté Chat Blanc es otro. Una razón más que la convence que es un sueño muy raro. Comenzando con su traje, puesto tiene detalles remarcados con un color azul bastante llamativo. Parecen como si fuesen venas o grietas de color azul en su traje color nieve. Pasan por dónde está su cinturón, hasta sus hombros y brazo. Siguiendo con el cinturón que actúa como su "cola" de gato, también es diferente. No solo porque también parece tener ese contorno azul resaltando la "cola", sino que al final de está tiene algo pomposo que resalta. Cómo si fuese un gran algodón similar a un círculo. Le recuerdan a la cola de otro animal, pero en esos momentos no tenía en mente uno. De ahí sigue que aparte de su característico bastón, tiene también una sombrilla que apenas y la notó. Por último y probablemente lo que más resalta, las orejas que tiene. Ya no son orejas de gato, parecen de algún otro animal igualmente.
¿Zorro?¿Canguro?¿Liebre?¿Conejo? Comenzó a nombrar en su mente hasta dar con el último que la dejó pasmada y nerviosa.
—No puede ser...— dice impactada. Esas orejas definitivamente se parecen demasiado a las de conejo, a las de alguien que tiene el prodigio del conejo.
¿Por qué su propio subconsciente está jugando con algo tan catastrófico cómo sería una versión alterna del mismo Chat Blanc fusionado con el prodigio del conejo? Es algo que de tan solo pensarlo o imaginarlo de por sí, resulta bastante aterrador. Soñarlo ya es un delirio, una brutal pesadilla que está vez fue más allá de lo que otras veces ha soñado.
Ya de por sí un Chat Blanc da bastante miedo y es muy caótico y fue difícil de vencerlo, una total amenaza, la posible fusión de esté con el prodigio del conejo, sería muy aterrador de ser real. Sería aún más peligroso de lo que recuerda.
—Sigo siendo Chat Blanc, solo que ahora puedo viajar a través del tiempo. Ahora soy Rabbit Blanc.— se presentó haciendo una pequeña reverencia.
Marinette lo seguía observando sin todavía poder creerlo. Esté ha sido el sueño más loco y original que ha tenido en estos años.
—De acuerdo, mis pesadillas cada vez pierden el sentido del mundo. — soltó con burla y bastante confiada hasta el punto de andar despreocupada a su alrededor. Aunque el frío de la noche y todo aquello que la rodea se siente tan real, no se dejará caer por un sueño más.—Ya de por sí es imposible que existas, mucho menos es creíble que tengas el prodigio del tiempo. Solo una vez te lo di hace mucho tiempo y después se lo di a su portadora actual. Sin mencionar que, la única vez que te lo dí eras Chat Noir, no Chat Blanc.— explicó brevemente la joven cruzándose de brazos, mirando absurdamente al hombre frente suyo.
Todavía recuerda la vez en que le dió el prodigio del tiempo a su compañero Chat Noir, y en frente de ella se lo entregó luego a la Alix de aquel entonces. No tiene sentido lo que está soñando.
—En tu línea del tiempo, así habrá sido. — respondió con un soplido al final.
—¿Cómo que en mi línea del tiempo?— suelta confundida.
—Oh vamos, ¿No lo sabes? Después de todo eres la guardiana ladybug.— habla con burla en su voz.—La que lo sabe todo, se guarda todo para sí, la más fuerte y poderosa. La que evidentemente no le dijeron del todo o no sabe tan bien como funciona el tiempo y el espacio, el universo entero.— apuntó hacia ella, tocando por un instante por debajo de su cuello, lo suficientemente fuerte para que Marinette sintiera la garra del felino por encima de sus ropas de dormir pero no hasta el punto de lastimarla.—O en este caso, como funciona el prodigio del tiempo.
—¿Y tú si?— frunció el ceño ante lo arrogante que se escuchaba ése Chat Blanc.
—Sé lo suficiente.— le contestó de inmediato encogido de hombros.— Te diré porque realmente no gano ni pierdo nada en hacerlo.— suelta despreocupado, causando que Marinette tome más interés en la situación.—En mi línea del tiempo, no me salvaste.
—¿Qué? Eso es absurdo... ¡Estás mintiendo! ¡Yo te liberé! Te libre del maldito akuma. — exclamó con enfado. Sin importarle si alguien más la escuchará, ya que después de todo, nada de eso es real, solo está soñando.
Aunque repetir eso tantas veces, igual comienza a sonar absurdo.
—Estas muy intensa y seria como para que solo sea una pesadilla. Un simple sueño como dices ¿No?
—...
Él se acercó hasta ella tomándola del mentón, mientras con otra mano rodeaba su cintura, apretándola contra su gran cuerpo. La chica sólo se quedó estática, pensativa, todavía pensando en las palabras del hombre vestido de blanco. ¿Por qué se tomó tan a pecho sus palabras? Después de todo sigue siendo un sueño. Discutir con él no vale la pena.
Tan sumergida estaba en sus pensamientos que ignoró el hecho de que Rabbit Blanc la estuviera abrazando de manera posesiva, como tocaba su mentón o como la miraba tan fijamente. Pero si hubo algo que hizo reaccionar a Marinette fue sentir los labios del contrario sobre los suyos, dejándola pasmada y todavía inmóvil, sin parpadear y abriendo más los ojos.
Rabbit Blanc la está besando.
Palabras: 3,088
Fecha de publicación: Viernes 29 de julio del 2022
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Ladybug
Nota del escritor:
Estos últimos días ando al full adelantando está historia en borradores, puesto ya en unas semanas más regreso a clases y quiero publicar lo más que pueda de esta historia antes de desaparecer.
Así que andaré publicando en las siguientes semanas con cierta regularidad, no creo terminar el Fic pero algo es algo.
Y si, en si la trama de está historia es sobre si Chat Blanc tuviese el prodigio del conejo. Y Weno, nos vemos la próxima!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top