Capítulo 13
Alexandra.
Al final de eso, nos fuimos a nuestras casas para arreglarnos para la noche, la verdad yo no sabía que usar.
Tenía más de 10 vestidos en la cama, pero ninguno me convencía.
Alguien tocó la puerta, voltee y era mi mamá.
—Hola mamá.
—Hola hija... ¿Ya sabes que vas a usar?
—La verdad no, tengo estas 10 opciones, pero mis favoritos son el gris y el negro.
Me quedé viendo los vestidos.
—Bueno, entonces estas de suerte que este aquí con un regalo.
Ella me dio una bolsa de una tienda que me encantaba visitar antes de mi accidente.
—Mamá... —Dije.
Saqué el vestido que venía en esa bolsa fina, lo extendí y me quedé asombrada, era un hermoso vestido blanco de tirantes, los tirantes estaban hechos de piedreria, tenía un corte en la pierna, era elegante y a la misma vez cautivador.
—Es hermoso, pero no creo que quedé....
— ¿Con qué?
—Con mi rostro.... Conmigo...
—Hija, tú antes usabas esta clase de vestidos.
—Lo sé, pero eso era antes de mi accidente, mi antigua yo.
—Entiendo lo que estas sintiendo, pero hija eres asombrosa, antes de tu accidente no dibujabas, solo estas de fiesta en fiesta, te suspendieron muchas clases y no hablar de tus amigos... Ahora dibujas como un ángel, a veces sale de fiesta, eres la mejor de tus clases y ahora tienes amigos de verdad, Jessie, Dylan e incluso Riley.
La verdad es que esta horrible cicatriz me había traído cosas buenas como malas.
Cerré la puerta, me quité la ropa que tenía y me puse el vestido.
Me puse los tacones, después me peiné, me recogí el pelo dejando ver mi cicatriz.
Comencé a maquillarme.
Cuando estuve lista me vi en el espejo, creo que no era tan fea después de todo, tomé mi bolsa y bajé al primer piso.
Riley y mi madre estaban abajo, mi madre me miraba orgullosa, mientras que Riley me miraba con cierto brillo en sus ojos.
— ¿Y papá? —Pregunté.
—Él está allá.
Asentí con la cabeza.
— ¿Vamos?
—Sí. —Dije.
Riley arqueó su brazo para que yo le diera mi brazo.
Le sonreí y se lo tomé.
Caminamos hasta el carro.
El chofer condujo hasta la mansión de Mandy, cuando entramos vimos como gente entraba y los carros se amontonaban en la entrada.
La música se escuchaba hasta afuera.
Después de algunos minutos el carro se detuvo en frente de la puerta, el chofer nos abrió la puerta y bajamos.
Caminamos adentro.
Mandy y su madre se nos acercaron.
—Hola Sally. —Saludó la mamá de Mandy a la mía.
—Hola Sasha.
Ellas dos se saludaron.
—Hola Alexandra. —Me dijo cordialmente.
—Buenas noches, es muy agradable la fiesta.
Fingí mi mejor sonrisa, después saludó a Riley, Mandy también nos saludó.
—Disfruten la fiesta.
Ellas dos se fueron y nosotros nos sentamos en una mesa.
Vi a mi padre hablando con el papá de Mandy, cuando terminó la conversación vino hacia nosotras.
Yo me paré y lo abracé con mucha fuerza.
Él siempre está viajando, a veces solo lo veo 1 vez por mes y trato de disfrutar al máximo el tiempo que este con él.
—Papá. —Dije.
—Mi princesa.
—Padre no me llames así, en ese casi yo sería la ogra o algo así.
—No digas eso, eres la chica más hermosa de aquí, me gusta lo que hiciste con tu cabello.
—Gracias.
Mi madre lo abrazó y le dio un beso después se susurraron un par de cosas, Riley me tocó el hombro y me preguntó.
— ¿Él es tu padre?
—Sí...
Mi padre se sentó.
—Tú debes de ser Riley.
—Sí, un placer conocerlo señor.
—El placer es mío.
Una canción lenta comenzó a sonar.
—Ven mi tesoro, vamos a bailar.
Mi papá sacó a bailar a mi madre, ellos dos fueron a la media de la pista y comenzaron a bailar.
—Mi padre trabaja mucho. —Dije. —Cada vez que viene, pasamos mucho tiempo con él.
—Eso es genial.
Nos trajeron la cena, mis padres se sentaron y todos comenzamos a comer.
— ¿Cuántos días te quedarás? —Le pregunté a mi papá.
—Dos días. Así que un día elegirá mi reina y el otro mi princesa.
Pude notar como mi madre se ruborizaba.
—Yo quiero ir a desayunar, después a la playa y por último a la orquesta. —Dijo mi madre.
—Yo solo quiero ver películas, como lo hacíamos cuando era niña.
—Lo que ordenen.
Terminamos de comer cuando comenzó a sonar Kiss me de Ed sheeran.
Voltee a ver Riley.
—Es nuestra canción. —Le dije.
Él se paró.
— ¿Quiere bailar bella dama?
—Sí. —Dije.
Me paré, caminamos hasta en medio de la pista, puso sus manos en mi cadera y yo en su cuello.
Nos comenzamos a mover con la canción.
—Estas hermosa.
—Ni lo pienses. —Dije. —Esta será la única ocasión donde me verás así...
— ¿Por qué?, no debes de preocuparte de tu cicatriz, eso demuestra que eres una guerrera, que eres fuerte y hermosa.
—Me gustaría que hubiera más personas como tú, pero mira a tu alrededor muchos me miran y murmuran, de seguro piensan, como puede estar bailando con alguien tan hermoso.
— ¿Crees que eres hermoso?
—Claro, ¿Tú no?
Me dio una vuelta, hizo que mi vestido se levantará y le diera un toque muy hermoso al baile.
Volvimos a la misma posición y seguimos bailando.
—Sé que soy hermoso, pero eso no me importa.
—Sabes Riley, a veces eres el único que me sube el ánimo, eres mi luz en la completa oscuridad.
—Yo solo quiero que te des cuenta que eres hermosa, que la belleza esta por dentro, que algún día esto que llamamos se irá... Con el paso de los años, porque por más que tratemos al final somos pasas.
Reí ante tal comentario.
La canción terminó, Riley yo bailamos toda la noche, llegué a mi cuarto, me quité el vestido, me desmaquille y me acosté.
Riley.
Estaba en mi cuarto cuando alguien tocó la puerta.
Pensé que era Alexandra pero en realidad era su padre.
—Buenas noches, ¿Se le ofrece algo?
— ¿Puedo pasar?
Abrí la puerta y asentí con la cabeza.
Él se sentó en la cama.
—Escucha... ¿Te gusta mi hija?
Yo comencé a negar con la cabeza.
—No, la aprecio y la quiero mucho como amiga...
— ¿Estás seguro? —Dijo.
No entendía porque me estaba haciendo estas preguntas, me hacía sentir demasiado incómodo.
—Sí... —Dije.
—No le digas que yo te dije esto, pero creo que ella se está enamorando de ti...
Yo lo interrumpí.
—No, eso es imposible.
—Soy su padre y mientras ustedes bailaban pude ver como ella te miraba, pude notar como decía tu nombre y eso solo hace cuando está enamorada.
Me quedé sin respuesta.
—Escucha Riley yo no me vengo a meter en su relación de amistad o lo que sea que tengan, solo quiero decirte que Alexandra ha sufrido mucho, sé que es fuerte pero quiero evitarle este sufrimiento, así que solo quiero decirte que si no sientes lo mismo que ella siente, no la ilusiones, no la enamores...
—Lo entiendo.
—Eso es todo, espero que escuches mi consejo, porque si le rompes el corazón yo te romperé tu bonita cara.
Dicho esto me dio una sonrisa y se fue de mi habitación.
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