Capítulo 10
Al escuchar las últimas palabras sentía como mi corazón se detenía.
—A lo que me refiero es que te quiero como amiga o una hermana... —Hizo una pausa. —También me refiero que te prefiero a ti que a ella.
Yo le sonreí.
Riley.
Ella me sonrió.
—Bueno lo mejor será que vaya a dormir, es demasiado tarde. —Dijo ella sonrojándose.
Después de ello, ella se marchó hacia la mansión.
Dylan y Jessie salieron del arbusto.
—Perfecto, todo salió como lo planeamos. —Dije.
—Sí, nos debes una.
Yo les agradecí por haberme ayudado, después de ellos se fueron a sus casa.
Entré a mi cuarto, me puse el pijama y me metí en mi cama.
Este día había sido muy largo.
Mi teléfono sonó y era un mensaje.
Lo revisé.
De: Mandy.
Hola, lamento haberte besado, no sé lo que me paso... ¿Comemos mañana?.... En sentido de que lo siento.
De:Riley
Para: Mandy.
Escucha, lo mejor será que lo dejemos como esta, es real, tú eres muy linda, pero sé que hay un chico que te amará.
Puse el celular en vibrador y lo dejé en mi mesita.
Apagué la lámpara y me dormí.
Estaba en mi casa, tenía diez años, era la fiesta de mi hermana menor.
Como quería a esa pequeñuela, caminé hasta donde estaba ella.
—Vamos Riley, tenemos que irnos.
Mi madre me miró, después me agarró de la mano y subimos al auto.
Mi hermana y yo íbamos en la parte de atrás, mientras que mis padres conducían.
Maddie comenzó a llorar, yo traté de calmarla, pero creo que lo estaba empeorando, mi madre trato de calmarla, se distrajo un rato, cuando todo se volvió negro.
Desperté asustado, ya han pasado muchos años desde eso y siempre tengo la maldita pesadilla, mi hermana murió a los seis años de edad, creo que nunca lo superé, desde que Maddie murió mis padres peleaban por todo, mi padre culpaba a mi madre de la muerte de ella, creo que lo mejor es que se separen he aguantado todos estos años escuchando como se peleaban e insultaban.
Salí del cuarto y caminé hasta la recamara de Alexandra.
Ella estaba plácidamente dormida, estaba tapada hasta el abdomen, su cabello rojizo caía sobre sus hombros, con claridad podía ver su cicatriz.
No quería hacer esto, pero cuando estaba en mi ciudad tenía a mi mejor amiga, con quien hablaba cada vez que tenía pesadillas.
Toqué el hombro de Alexandra.
—Alexandra.
Ella solo se movió.
—Alexandra.
Ella se despertó asustada y me golpeó.
Caí al suelo y comencé a lamentarme.
— ¿¡RILEY!? —Dijo ella.
—Sí soy yo.
— ¿¡QUÉ RAYOS TE PASA!?
—Yo lo siento, no creí que reaccionarías así.
Ella se calmó.
—Bueno, creo que si me has levantado a las 3 de la madrugada es por algo importante.
Me senté en la cama.
Respire hondo, tranquilo, puedes tener confianza con ella.
—Tuve una pesadilla.
— ¿Quieres platicar?
Asentí con la cabeza, ella se quitó las cobijas, se puso unas pantuflas, me tomo de la mano, abrió las puertas de su terraza.
Cuando abrió las puertas sentí el aire fresco y frío de la madrugada.
Nos sentamos en las sillas, quedamos cara a cara, ella espero que comenzara mi historia.
—Bueno tengo que contarte algo... Cuando tenía 10 años mi hermana y yo íbamos ir a una fiesta, mi madre nos iba a llevar, en el camino tuvimos un trágico accidente donde mi hermana falleció, yo hace meses que no tenía esas pesadillas, pero hoy la volví a soñar. Quiero que esto paré, ya no puedo más.
Comencé a llorar, no me importaba nada más, quería sacar todo esto que me estaba afectando tanto.
—Lo siento tanto, yo no lo sabía.
—Nunca platicó sobre ella, es demasiado difícil para mí.
Ella me abrazó fuertemente.
—Ella está en un lugar mejor, de seguro ahora está jugando en el cielo, ella...
—Ella no está, ella se fue y duele mucho su ausencia.
—Tienes que dejarla ir... Te veo en 20 minutos en el patio.
Ella salió corriendo, mientras yo me quedé confundido.
Después de 20 minutos salí al patio, ella estaba ahí con un globo cantolla.
—Ven.
Caminé hasta ella, Alexandra me dio un encendido, incendié el circulito y el globo comenzó a inflarse.
—Estamos aquí para despedirnos de...
—Maddie...—Dije.
—Estamos aquí para despedirnos de Maddie, una gran hermana que murió a muy temprana edad, ella ahora de seguro está en el cielo disfrutando, esta no es una despedida es un hasta luego, con este globo te estamos dejando ir, para que puedas descansar en paz y lo más importante para que tu hermano al recordarte no recuerde la última vez que te vio, si no los recuerdos más importantes: Cuando jugaban, reían.
Yo no pude evitar llorar, recordé todos los momentos que viví con ella.
Ella me dio el globo, mientras yo pensaba en todo, te estoy dejando ir hermanita, espero que estés en donde estés seas muy feliz.
Solté el globo, este flotó, después de minutos lo perdí de vista, eso me hizo sentir mucho mejor, me hizo sentir libre.
Abracé a Ale, estando con ella me sentía protegido
Ella hizo algo que no pensé que hiciera, me respondió al abrazo.
—Vamos a dormir.
— ¿Puedo dormir contigo?
Ella asintió con la cabeza.
La tome de la mano y caminamos hasta su cuarto.
Alexandra se acostó en la cama, en seguida me acosté junto a ella.
—Hasta mañana Alexandra.
—Hasta mañana Riley, descansa.
Comenzó a bostezar hasta que se quedó profundamente dormida.
Me le quedé observando, ella era hermosa, su pelo era rojo como el fuego, su piel era blanca como la nieve, no podía creer como ella no se creía hermosa, como se dejaba influenciar por comentarios estúpidos de gente estúpida.
Ahora yo comencé a bostezar, dejé que el sueño me ganará y me quedé profundamente dormido.
Desperté y me di cuenta que estaba abrazando a Alexandra, estaba muy pegado a ella.
Trate de moverme y vi que ella estaba abrazando mi brazo.
Comencé a quitarlo lentamente, pero ella despertó, al vernos en esa situación soltó un gritó.
— ¿Qué pasa? —Dije.
—Yo no me acordaba que estabas aquí, casi me das un infarto.
Alguien abrió la puerta y era la madre de Alexandra.
— ¿Qué está pasando aquí? —Dijo enojada.
Oh no... Esto es malo.
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