Dos días
• Últimos capítulos •
Narra: ALLISON.
Y aquí nos encontramos, cinco personas caminando y sosteniendo bolsas, de una rubia que esta demente por las compras.
¿Acaso su tarjeta de crédito nunca se queda sin dinero?
Hay cosas que nunca podre comprender, yo sobrevivió siempre con ropa que uso desde hace tres años y ella nunca repite outfits. Agotados por haber recorrido todo el centro comercial, los chicos deciden ir a buscar camisas para ellos. Lo veo como una oportunidad para acompañarlos y huir de Ariana.
Entramos a una tienda de ropa masculina y comenzamos una búsqueda, igual los tres querían camisas blancas: simples, sin diseños, aburridas.
- ¿No quieren probar otro color? - me miraron y negaron con la cabeza -... aburridos - murmuré.
Pude ver por el rabillo del ojo como Alex me observaba, algo que me hacía sentir incómoda, fije mi vista en él por un instante y desvío la mirada hacía otro lugar.
¿Pensara en mi? ¿Cómo yo pienso en él?
A corté la distancia entre nosotros. Cuando estuve lo suficientemente cerca, sostuve una camisa frente a su rostro y sonrió, aunque podía notar la sorpresa en sus ojos.
- ¿Te gusta? ¿Me parece que te quedara bien?
Comenté midiendo la camisa haber si coincidía con su talla. Me alegró saber que coincidía con lo que estaba buscando, y se la extendí esperando aún su respuesta.
- Me gustas.
- ¿Qué?
- Que me gusta... la camisa.
Mi cabeza para ese entonces, ya estaba divagando, creo que se debe a no haber comido nada hace mas de dos horas, mi cuerpo necesita alimentarse y por eso alucina cosas. Asentí nerviosa y palmee su hombro, ¿por qué, hice eso?
- ¿Estas bien?
- ¿Eh? ¡Si! Estoy sintiendo calor, iré afuera. Luego dime como te quedo la camisa.
Le dije, caminando apresuradamente a la salida, no sin antes chocar con una chica que intentaba ingresar a la tienda. Allison siempre tiene mala suerte, Allison siempre pasa vergüenza. Allison soy yo.
¡Que vergüenza!
Cuando logré mi objetivo, salir fuera de la tienda. Coloque mi mano derecha en mi pecho, intentando calmar los latidos acelerados que provenían de mi corazón. Aún seguía pensando en lo ocurrido hace un instante, podría jurar que había escuchado que pronunciaba "Me gustas".
Es tan complicado el idioma español, una letra de más en una palabra, cambia completamente el significado y deja a las personas como locas o como que su mente les está jugando una mala pasada.
Esa es la respuesta más coherente, para lo que me acaba de suceder.
Note que enfrente mío había una banca de madera y aproveche el momento para descansar mientras todos estaban de compras. Rebusque los auriculares de mi celular, en el bolsillo pequeño de mi mochila y al hallarlos los enchufe a dicho aparato.
Unos minutos más tarde me interrumpieron mientras estaba a mitad de la canción Love Myself de Olivia O'Brien. Saque el auricular izquierdo de mi oído y observe a Ariana con una sonrisa.
Se sentó a mi lado a la misma vez que soltaba un largo suspiro, y las bolsas de compras cayeron a su alrededor.
- Estoy, completamente agotada.
Sólo podía observarla y sonreír. ¿Quién se agota por comprar ropa?
Denme una tarjeta con saldo ilimitado como la de mi mejor amiga y saldré corriendo a comprar cualquier cosa que me parezca interesante. Tal vez yo me interesaría por tener cosas más diferentes, ejemplo en vez de plataformas o tacones, compraría zapatillas y libros, incluso soy fan de comprar tazas, calcetines o esmaltes.
¿Acaso a nadie le sucede lo mismo? Nieguenlo.
- ¿Entonces? ¿Compraste lo que usaras en la graduación?
- ¡Sí!
Ella sonrió como maniática y comenzó a buscar entre tantas bolsas, cuál encontró la que contenía su vestido me la extendió. Juro que cuando me lo mostró quede sorprendida, era bellísimo. Era de color rojo y llegaba hasta el suelo, no tenía nada que cubriera sus hombros, así que resaltaba más su cuello y rostro. Era ajustado hasta debajo del busto y luego iba en caída, donde tenía un lazo negro.
- Es... ¡Demasiado hermoso! ¡Te veras preciosa!
- Gracias, Alli. Pero también compre tú vestido.
- ¿Sin mi? ¿Por qué no me esperaste? - giró los ojos y fruncido el ceño.
- Siempre demoras y nunca eliges nada, además te conozco demasiado para saber tus gustos.
Me convenció y asentí, todo era cierto. No sirvo para comprar vestidos, los que me gustan nunca me quedan bien, y los que me quedan bien no me gustan.
Cuando la rubia me entrego mi vestido sonreí con alegría. Era perfecto para mi, acertó en todo y no tuve que gastar tiempo en elegirlo.
No diré como es el vestido, será una sorpresa para todos. Quiero ver las caras de mis amigos cuando nos vean a las dos.
- ¡Lo ame! ¡Es perfecto! ¡Te amo, Ari!
La abracé y estallamos a carcajadas por lo emotivas que estabamos.
Dos días y terminabamos la secundaria. Tan sólo dos días y sería un adiós definitivo a todo lo conocido durante más de seis años. Es imposible no sentirse melancólica en estos momentos de la vida.
Nuestros amigos no tardaron mucho más en salir y por su rostro parecían haber elegido la ropa correcta.
- Fuimos por camisas y compramos todo un traje de gala - comentó Cameron aún sorprendido.
- En nuestra defensa, el vendedor era muy convincente - dijo Alex justificando sus acciones.
- Demasiado.
- Si seguía un minuto más allí, compraba todas las corbatas del lugar.
- Y yo todas las camisas. Él dijo que el azul resaltaba mis ojos ¿tú que crees? - ahora habló Adam.
- Decía la razón. Te veías genial, amigo.
- Tú igual. Además nos hicieron un descuento de un cinco porciento, que gran tienda.
- No se que ocurrió allí adentro, pero no los dejaremos volver a ese lugar.
Informé señalando el local, donde en la entrado había dos vendedores intentando convencer a personas que caminaban tranquilamente, que necesitaban una camisa nueva en su guardarropas.
- ¿Por qué? - dijo Cameron haciendo puchero - Cuando me veas con este fabuloso traje no dirás lo mismo.
- Ya veremos...
Esas fueron las últimas palabras antes de abandonar el centro comercial. Debo admitir que no fue un mal día, las cosas cambian constantemente y ahora de encuentran neutrales, algo que me enorgullece.
Adam condució hasta mi casa, en el trayecto seguimos hablando de nuestras compras y de todo relacionado a este día. Hasta que llegó el momento de volver a mi casa, abrí la puerta del coche y la cerré detrás de mi, luego apoye mi brazos en la ventanilla.
- Entonces... mañana es el último día. ¿Podemos ir juntos hasta la secundaria?
Pregunté, no quería afrontar esto sola. No quería ver como terminaba esta etapa de mi vida, no estaba preparada. Nunca lo estaría, pero no sería tan difícil si estaba acompañada por ellos, mis amigos.
- Claro, cuenta con nosotros.
- Con eso dicho, nos vemos mañana por última vez. Los quiero, adiós.
Todos dijeron a unísono "te quiero" y luego mi amiga beso mi mejilla, cuando el auto se puso en marcha me sentí afortunada, esas maravillosas personas eran parte de mi vida, ellas le daban sentido a todo.
Y mirando la calle, ahora vacía, sonreí a nada en particular o tal vez a la vida, no lo sé.
Mi madre apareció en el umbral de la puerta y con su mirada alegre preguntó:
- ¿Acaso no piensas entrar?
Camine hacía la entrada y junto a mi madre entramos a nuestro hogar, Max comenzó a saltar sobre nosotros con felicidad. Éramos una familia, éramos felices.
•••••••
Ya comencé a escribir los últimos capítulos de esta novela, les quería contar que el capítulo final ya está escrito. Así que en breve habremos concluido con esta historia, Sean pacientes. Igual el próximo capítulo será mucho más largo. Las amo.
Girl-Forever.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top