Capítulo 5
Sería una noche larga y lo supe cuando me encontré bailando en el medio del salón rodeada de gente. Me retractaba de lo dicho anteriormente, si me estaba divirtiendo y por primera vez la pasaba genial.
Mi cuerpo se movía al ritmo de la música, haciendome conocer otra faceta de mi misma y en mi mano derecha sostenía un vaso de plástico rojo que contenía cerveza.
Ariana se hallaba a mi lado bailando provocativamente, logrando atraer varias miradas de chicos hormonales y a la misma vez muy apuestos. Aunque su único objetivo tenía nombre y apellido: John Turner.
¿Es qué nunca se cansaría de sus rechazos?
La rubia era hermosa, y todos lo que la veían lo sabían. Pero no aceptaba ningún halago que no sea del castaño. Esperaba que algún día lo superara.
- Bailas genial.
Hablaron a mi oído y la voz me resulto familiar, mis ojos se toparon con los de él, aquellos ojos café que tanto había anhelado que se fijaran en mi. Una risita nerviosa se escapo y sonreí tímidamente.
- Es malo mentir.
Hable concentrandome en sus palabras, mejor dicho en sus labios, esos rosados y carnosos labios. 《Concentrate, Allison》.
- Yo no miento. Ahora, ¿recuerdas el secreto que te conté?
Asentí y caminamos alejándonos un poco de la pista de baile. Era sorprendente tenerlo tan cerca de mi, hace unas horas dudaba que supiera de mi existencia y ahora estaba aquí, hablandome al oído.
- Pues... me iré, pero no estas obligada a venir, veo que te sientan bien estas fiestas.
《Tú, me sientas bien》.
Intente rápidamente decirle que se encontraba equivocado y que si quería ir con él, era lo que mas quería en este mundo.
- Prefiero acompañarte. Cl-Claro, si no es mol-molestia.
Mordí mi labio inferior, debía aprender a disimular lo mucho que me encantaba este chico y por ahora no estaba funcionando.
Me guiño el ojo en forma de asentimiento y sentí mis piernas temblar, es tan extraño ver como alguien puedo causarte millones de sensaciones tan solo con estar cerca de ti.
- Te veo afuera en diez minutos.
Susurró a mi oído y su aliento choco con mi cuello.
¿Sería así toda la noche?
¿Desmayandome por cada pequeño motivo o acción que hiciera este chico?
Tal como habíamos quedado, diez minutos después me encontraba en el patio delantero, esperando a Rogers. Caminaba de un lado a otro inquieta.
- Tranquila, White - di un brinco en mi lugar, su voz repentina me sobresalto. Lleve una mano hacía mi pecho.
- ¡Casi me matas del susto!
Alex sonrió sensualmente acercándose a mi lado. Mordió su labio inferior aguantando las ganas de reír.
- No esperaba verte aquí.
《Yo tampoco》.
- ¿Tan feliz te pones al verme?
Esta vez si soltó una carcajada a la cual luego me uni. Lo escaneé rápidamente, llevaba un jeans negros y una camiseta gris: simple y guapo.
¿Cómo pude decir eso? ¿Guapo?
¿Estoy hablando así de Alex? ¿Qué me sucede?
- Ya quisieras. Tú, te pones feliz al verme.
- Eso es mentira.
- Díselo a la sonrisa que tienes en tu rostro.
Era verdad estaba sonriendo, pero tan solo porque me causaron gracia sus palabras, solamente por eso.
- Y tú a la tuya - contraataque.
Recosto su cuerpo contra la pared y dió una mirada rápida al jardín.
- Nunca lo he negado - me quede sin palabras - dime... ¿qué haces aquí?
Sus palabras me sorprendieron. Alex Ford había admitido que se ponía feliz al verme, pero no confio en él. Debe ser una especie de broma, quiere burlarse de mi, lo conozco.
- Espero a alguien.
- Hmm... ¿conozco a ese alguien?
Lo conoces demasiado.
Es tu mejor amigo.
Aquella persona con la que compartes tus secretos.
- Si.
- ¿Y su nombre es...?
- Cameron. Cameron Rogers.
Frunció su ceño al oír mi respuesta, parecía confundido. Acaso no sabía que su amigo me había invitado a acompañarlo en su coche a la playa.
Nuevamente volvió a mirar el cielo despejado y rebuscó algo en el bolsillo de sus jeans.
Me sorprendió verlo sostener un cigarillo entre sus manos, con un rápido movimiento lo encendió con ayuda de un encendedor.
Yo seguía observandolo sin creerlo. ¿Desde cuándo fumaba?
《Hay muchas cosas que no sabes de él》.
Coloco el cigarillo entre sus carnosos labios y aspiró el humo, para luego exhalarlo con suavidad. Examiné al chico con detenimiento aún sin creerlo.
El olor a cigarrillo me rodeo y tosi un poco molesta, no sabia porque estaba así. Creo que me molestaba que fumara, ¿acaso no sabía que eso afectaba los pulmones de las personas?
- Lo siento...
Se disculpo al notar que el humo me molestaba y se apresuro a lanzarlo al suelo - al objeto que sujetaba entre sus labios - para a continuación pisarlo.
- Tan solo necesitaba probarlo una vez, me sirve para relajarme.
No sabía que responderle, me limite a mirarlo inexpresiva.
- No me mires así, no moriré por un poco de humo - sonrió y no hubo respuesta de mi parte.
¿Acaso no conocía las consecuencias que podría causarle?
¡Gracias a Dios! Agradecí al ver al morocho atravesar la puerta llegando a mi lado. La felicidad volvió a mi ser.
- Lamento hacerte esperar, ¿nos vamos?
Dijo Cameron en mi dirección y asentí emocionada.
- No vemos luego, Alex.
Se despidió de su mejor amigo y me guio hacía su coche. Era un cadillac negro, hermoso, quisiera tener un coche así.
Me abrió la puerta del automóvil en el asiento de aconpañante y luego dio la vuelta para poder ingresar él. 《Todo un caballero》.
Antes que el auto se pusiera en marcha di una última mirada al chico de ojos verdes que hace unos pocos minutos discutía conmigo. Se quedo allí, de pie, observandome, totalmente solo y por un instante sentí pena por él.
El trayecto fue divertido y emocionante a la vez, contando anécdotas de los dos. Parecíamos dos viejos amigos o conocidos de toda la vida. Cuando lo note el coche ya estaba estacionado, sin preguntarlo baje a tierra firme, mis ojos observaban con admiración el mar.
El sonido de los olas nos rodeaban, al igual que ese característico olor a playa: arena mojada y sal, combinandose entre si.
La luna se reflejaba en el mar, haciendo todo majestuoso y digno de admirar. A la misma vez la soledad y el silencio, a excepción del sonido de las olas me resulto pacífico.
- Es hermoso. ¿Verdad?
Pronunció casi susurrando el morocho, pareciera que no quería arruinar este magnifico momento.
- Si.
Dije sonriendo, Cameron tomo asiento en el capo del auto y yo lo imite. Así nos quedamos, observando el bello paisaje que nos rodeaba, aveces las cosas mas sencillas son las mas interesantes.
- Cuentame algo de ti - pronunció repentinamente tomándome por sorpresa.
- ¿De m-mi?
Me coloqué nerviosa, no me gustaban hablar sobre mi. También odiaba que atrar la atención de las personas o que me miraran fijamente. Lo sé, quizá era un poco extraña.
《¿Solo un poco?》.
¿Eres mi conciencia y no estás de mi parte?
《Estoy de parte de la verdad》.
Ja, ja, ja. Claro.
- Cuentame lo que quieras.
- No tengo nada interesante que contar. No soy interesante.
- Eso es una gran mentira, cualquier persona por conocer es un enigma - conecto su mirada con la mía -... tú eres un enigma para mi, por lo menos hasta que logre conocerte.
- De verdad n-no soy un eni-enigma.
- ¿Cómo lo sabes?
- Pues... no soy interesante, ni atrapante, y no creo esconder un oscuro secreto - sentencié defendiendo mi hipótesis.
- ¿Te puedo decir algo?
- Por supuesto - miré al suelo por un segundo.
- Allison White, tú eres un enigma para mi y nada me hará cambiar de opinión.
Sus palabras me hicieron sonrojarme. El chico de mis sueños estaba interesado en mi y parecía dispuesto a demostrarmelo.
- Entonces... ¿tú seras él que descubra mis mas oscuros secretos? - elevé una ceja comenzando a sentirme un poco mas en confianza.
- Te lo garantizo, princesa.
Solo basto eso... para derretirme a sus pies.
Girl-Forever ⚘
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