Capítulo 4
Todavía seguía en shock por las palabras de Cameron Rogers, aunque ya habían pasado un par de horas desde ese encuentro.
Me encontraba recostada en mi cama con la vista fija en el techo y con una sonrisa dibujada en mi rostro.
¡Era el mejor día de mi vida!
Todavía no comprendía como había sucedido. Repasaba una y otra vez esa escena en mi cabeza, sus palabras tan dulces de escuchar, su voz tan melodiosa y su sonrisa, esa jodida sonrisa que enamora a cualquier ser humano.
Se que debería detenerme antes de seguir generando falsas ilusiones, pero... tenía esperanzas de que esas palabras significaran algo para él, como lo significaban para mi.
Repentinamente surgió una idea en mi cabeza y la única palabra en la que pensaba era: fiesta.
Hoy se organizaría una fiesta en casa de Rogers, era el momento perfecto de acercarse a él.
Habitualmente no asistía a estos eventos porque no eran de mi interés. Aunque Adam me había insistido varias veces para que accediera, citó sus palabras "Quiero que mi mejor amiga tenga una vida social, y Ariana no cuenta".
Decidida a asistir al evento tan esperado por los estudiantes de la preparatoria Mc' Feeld, me apresure a comunicarme con Ariana a través de un mensaje de whatsapp.
Mensaje para: La mejor amiga del mundo.
Preparate. Iremos a la fiesta.
No pasaron ni dos minutos y ya tenía su respuesta. Efusivamente contestó:
"¡Sabía que este día llegaría! Paso a tu casa a las ocho para aprontarnos juntas.Te amo".
Sonreí alegremente, yo también amaba a esa rubia.
Constante avanzaban las horas me tornaba más nerviosa, lo más difícil ya había pasado, mi madre había accedido dejarme ir. Le explique que estaría acompañada de Ariana y Adam, además de prometer no tomar alcohol o alguna sustancia tóxica, según ella esas fiestas son peligrosas.
A las ocho y cuarto me sobresalte al escuchar el timbre, me coloque de pie y corrí hacia la puerta, topandome con Ariana.
- Perdón por el retraso - se disculpó e ingreso a mi hogar - buenas noches Susan - saludó a mi madre con un abrazó.
- ¿Cómo estas pequ...? - interrumpí a mi querida madre, inquieta.
- No hay tiempo para eso, debemos subir a prepararnos.
Mi madre entendió, aunque quedo un tanto enfadada por no permitirle entablar una conversación con mi amiga, luego se le pasaría.
Subí los escalones de dos en dos, y pronto ya estábamos en mi habitación. La duda que tenía en ese entonces era ¿qué usaría?
No servía para la moda, no sabía como combinar tacones con un vestido o cuando usar una prenda con estampado. En cambio, mi mejor amiga era experta en esta área, por causa de tener una madre modista.
"Monic'S" era la tienda de su madre que hacía referencia a su nombre, Mónica. En conclusión, sabía mucho sobre moda.
Tome asiento en mi cama con la vista fija en la cabellera rubia de Ariana, la cual rebuscaba en mi armario algo decente para que pudiera usar - Muy corto. Muy largo - desechaba mi ropa - ¡Definitivamente, no! - estuve a punto de renunciar a la ida de ir, entonces... - ¡Este! ¡Es perfecto! Pruebatelo - me extendió la prenda de vestir. Era un vestido negro, que recuerdo haber comprado para un evento de negocios, en la empresa donde trabajaba mi madre actualmente.
Al colocarmelo me sentí tan bella, por primera vez. No pude evitar ponerme alegre.
- Luces... ¡increible! - comentó la única persona presente en la habitación conmigo - ahora solo falta unos tacones que hagan juego y tu pelo... ¡lacio! ¡lo usarás lacio!
Deje que ella me arreglará como quisiera, confiaba que al concluir luciría asombrosa.
Una hora y media mas tarde ya casi estábamos prontas. Mi look estaba terminado y Ariana daba sus últimos retoques de su maquillaje.
La joven había optado por algo mas liberal y desarreglado. Llevaba una remera sin hombros color bordo, dejando ver un poco de su abdomen y una pollera negra un poco más arriba de sus rodillas. Al igual que a mi, se había colocado labial rojo y su cabellera la llevaba lacia, como la usaba habitualmente.
- Nos vemos asombrosas - sentenció guardando el rímel, en su cartera de mano y preparándose para partir - ¿Estás lista? - la observé y asentí con la cabeza.
Abandonamos mi habitación y fuimos a despedirnos de Susan, mi madre.
- Ya nos vamos -.
- ¿Tan pronto? - dijo secándose las manos con su delantal y acercándose a nosotras.
- Si, es la hora - nos despedimos con un beso en la mejilla.
- Esta bien, esta bien. Cuidensen y si alguien... -.
- Má, estaremos bien - le aseguré, y me miro desconfiada.
- Yo la cuidaré Susan, puedes confiar en mi. Ahora debemos irnos - movimos la mano en forma de saludo y por fin nos fuimos.
Cerré la puerta a nuestras espaldas y avanzamos hacía el coche rojo de Ariana, que se encontraba aparcada frente a mi casa.
Nos introducimos en el automóvil emocionadas por lo que sucedería a continuación. La casa de Cameron se encontraba a veinte minutos de aquí, así que me relaje y trate de no colocarme mas nerviosa de lo que ya me encontraba.
El viaje fue divertido, conversando de lo primero que se nos pasara por la mente, junto a mi amiga. Cuando lo quise notar estábamos estacionado frente a una preciosa y elegante casa - ¿Es aquí? - inquirí mirando a través de la ventanilla del auto - Si, ¿estás pronta? - nos desabrochamos los cinturones de seguridad y bajamos a tierra firme - Eso creo - susurré escuchando la música que provenía de la edificación que se encontraba frente a nosotras.
- Tranquila, estaré junto a ti en todo momento. Si te pones incómoda o te aburres, nos vamos de aquí - la tome por el brazo y comenzamos a caminar a paso lento hacía la entrada, donde se podía apreciar algunos vasos de plástico desparramados por el césped y unas pocos personas sentadas en la entrada bebiendo.
- Me parece una excelente idea.
El trayecto parecía hacerse eterno, mis manos se tornaron sudorosas y mi boca estaba mas seca de lo normal.
<< Solo es una maldita fiesta, traquilizate Allison >>
Odio las fiestas.
¿Por qué acepte venir?
Debo huir.
Ahora.
Mismo.
Intente darme la vuelta y volver al coche, pero mi mejor amiga lo evito.
- No irás a ninguna parte, ya estamos aquí. Entraremos - sentenció y sonrió cínicamente, la mire con furia.
Entramos a la casa y me sorprendió ver tanta gente amontonada.
En el ambiente se podía percibir un leve olor a cigarrillo y alcohol, que me desagrado.
<< Definitivamente, no es mi estilo >>
Pero aún así, no tuve otra alternativa. Me adentré en la elegante mansión - o muy similar a esa edificación - junto a Ariana. Entre tanto bullicio y alboroto, pude notar caras familiares: algunos chicos que recuerdo haberme cruzado en los pasillos, compañeros con los que comparto varias clases, y mi mejor amigo.
- ¡Bendito sean los dioses! - bromeó Adam esquivando algunas personas para llegar junto a mi - ¿Eres real? o ¿eres un producto de mi imaginación? - siguió hablando, sin decir palabra alguna pellizque su brazo izquierdo, inmediatamente acarició la zona "herida" - ¿Qué te sucede?
Sonreí con satisfacción - Solo quería demostrarte que sí soy real - me observó como si fuera el mismo Satán y comencé a reír. A continuación observé mi entorno - ¿Así... qué esto es una fiesta?
- Una de las mejores - comentó contento El rubio y luego nos enseño su perfecta y blanca dentadura - ¿vamos por algo de beber? - no espero nuestra respuestas y comenzó a guiarnos hacía otra habitación, que luego descubriría que es la cocina. Una gigantesca cocina.
Tenía mesadas de mármol y pisos blancos y brillos, estaba amueblada con los últimos aparatos de cocina y sus paredes eran de un extraño color grisáceo. Todo combinaba entre sí, muy diferente a mi casa. Mi cocina parecía un arcoiris comparado con este lugar.
- Toma - me extendió un vaso de cerveza, mi amigo. Tome un sorbo de la bebida y el sabor amargo invadió mi boca. No estaba tan mal como pensaba.
Repentinamente las palabras de mi madre llegaron a mi cabeza "Tienes prohibido beber alcohol, Allison White", ya había roto la primera cosa que le prometí no hacer, me sentía terrible.
- ¿Qué dices? - escuché decir a mi alrededor y me concentre en el mundo real. Mi mejor amigo me estaba hablando.
- ¿Eh? - las dos personas frente a mi rieron.
- Que debo decirle algo a John, vuelvo enseguida. Ariana me acompañara porque quiere verlo ¿esperas aquí? - asentí sin mucha emoción - ya volvemos.
Así desaparecieron las únicas personas que conocía de la fiesta, o por lo menos con las que tenía una amistad. Volví a darle un sorbo a mi vaso de cerveza y me recosté en la mesada de mármol que se encontraba junto a mi.
Nunca debía haber venido, esta no era yo. La verdadera Allison en este instante estaría tomando una taza de té y leyendo un libro, junto a la compañía de mi perro Max.
La verdadera Allison no hubiera roto una promesa que le hizo a su madre.
¿Pero... cuál es la verdadera Allison?
Mis pensamientos se esfumaron con la llegada de alguien a la cocina. Levanté la vista y mis ojos se posaron en la figura masculina que se encontraba a un metro de mi.
- La mismísima Allison White... - comentó el morocho acercándose a mi - ... se encuentra en mi cocina, no lo puedo creer.
No sabía que contestar. Tener a Cameron frente a mi no me hacía razonar.
- ¿Qué te parece la fiesta? - preguntó e intente calmarme y responder algo tan sencillo.
- Acabo de llegar, estoy esperando a Adam - dije y él sonrió coquetamente. Por mi parte, tuve que contener las ganas de besarlo - ¿y cómo va la fiesta?
Me observo con detenimiento y me sentí vulnerable ¿se estaba fijando en mis defectos? Odiaba que me miraran fijamente - Te ves muy hermosa. Y la fiesta... es un éxito, pero no es mi estilo.
Era la charla mas larga que había tenido en toda mi vida con Rogers, además no podía creer sus palabras, la emoción me carcomía por dentro.
-
Gracias - respondí sonriendo con timidez. Era jodidamente sexi.
- ¿Te cuento un secreto? - dijo repentinamente y asentí ansiosa por lo que me diría - cuando me aburro de las fiestas me voy a la playa, más tarde haré lo mismo. Si quieres puedes venir conmigo.
Por un instante me olvide de mi alrededor e intente calmarme y disfrutar el momento - No lo se. ¿Y perderme esta grandiosa fiesta? - brome y puede escuchar su encantadora risa - tal vez si me lo preguntas mas tarde... - mordió su labio inferior, sin quitar la sonrisa de su rostro.
- Esta bien, antes de irme te avisaré.
- ¡Grandioso! - los dos a la misma vez dimos un trago a nuestro vaso de cerveza y continuamos sonriendo cada uno pensando en diferentes cosas.
Unos pocos segundos después mis mejores amigos volvieron, los dos observandonos con una sonrisa traviesa. ¡Estoy a punto de morir de vergüenza!
Ingresaron silenciosamente - ¿Qué sucede aquí? - preguntó Adam acercándose a nuestro lado - Veo que ya te encontraste con mi mejor amiga - le habló a Cameron.
El morocho me dedicó una sonrisa y luego puso su atención en mi amigo.
- Si, estábamos charlando - baje la mirada pensando en el pequeño secreto que me contó. El rubio dispuesto a dejarme en evidencia comenzó a hablar - Hace mucho que quería que Alli viniera a una fiesta y nunca me hizo caso. Pero basto que tú la invitaras para que aceptará.
- ¡Eso es mentira! - intenté defenderme, a la misma vez que sentía como mis mejillas se tornaban coloradas - A este rubio le encanta mentir.
- No creo que aceptará venir por mi - comentó Rogers nervioso, lo entendía yo estaba en la misma situación. Intentando salir del incómodo momento, me dispuse a confesar algo que Adam me había contado anteriormente - Si vamos a confesar cosas... Adam, cuentale a Ariana lo emocionado que estabas de que ella viniera.
No puedo describir el rostro de mi mejor amigo en ese momento. Miro a Ariana intentando explicarle mis palabras, pero lo único que lograba era confundirnos a todos más.
Si él me ponía en evidencia, yo haría lo mismo.
Girl-Forever ⚘
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