Capítulo 10

Soñando despierta

Estas encerrado en mi mente, te has apoderado de cada parte de mí. Eres la maldita droga que necesito consumir cada día.

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¿Cómo es posible que una persona pueda afectar tanto tu estado de ánimo?

Un simple mensaje puede hacerte sonreír un día entero, y la sonrisa de la persona correcta te hace sentir como si el mundo estuviera a tu favor. Es extraño como funcionamos los seres humanos, también tiene su parte negativa, simples palabras nos pueden destruir a tal punto de llegar a sentirnos descartables.

Admito que me he sentido de esa forma una gran parte de mi vida, siempre sentía que no encajaba con nadie, intentaba socializar y poder integrarme con los demás, pero parecía inútil. Esa sensación de esforzarte tanto por encajar y ver como a todos les da lo mismo si estás o no, eso te quiebra lentamente.

Pero ahora sentía como si el universo al fin me estuviera premiando, como si se hubiera dado cuenta de todo lo que me esforze para seguir de pie y dijera "Creo que llego su momento".

Las probabilidades de que mi crush de toda mi vida me hubiera pedido una cita eran casi inexistentes, mejor dicho eran nulas. Pero aquí me encuentro, preparándome mentalmente para la cita que tendría mañana con Cameron, me sentía como en una película y si fuera ese caso, creo que sería la protagonista.

- ¡Tierra llamando a Allison!

Sacudieron mis hombros con brusquedad e inmediatamente me asusté, hasta que mis ojos se toparon con mi amiga. Ella estaba de pie frente a mi, mientras me miraba con una ceja elevada.

- No era necesario que me gritaras en el oído, ¿quieres dejarme sorda?

Dije aparentando estar enfadada, aunque no pude durar mucho con la broma ya que la sonrisa en mi rostro me delató de inmediato. Ariana negó con la cabeza, mientras mordía su labio inferior para contener una carcajada, eramos extrañamente raras, creo que esa es la única explicación por la cual soportamos nuestras extrañas bromas y cambios de humor.

- Eres tan rara... por eso te amo.

- ¿Eso es un cumplido? - coloque mi mochila en mi hombro derecho y me puse de pie, aún así la rubia seguía siendo más alta.

- Obviamente, cariño - entrelazó su brazo con el mío y comenzamos a caminar por el patio de la secundaria -... me contarás ¿que hacías sentada en esa banca mirando a la nada como una psicópata?

No me resultaba extraño pensar que parecía una psicópata, creo que a todas las personas les ha pasado quedarse mirando a alguien fijamente, pero en realidad no estar prestando atención a lo que miras. Como si tu cerebro apagara la capacidad de ver, y lo único que puedes observar es lo que sucede en tu mente.

Tal vez sólo me sucede a mi, no descarto la opción de estar delirando, más bien esa sería la explicación mas acertada.

- Lo estás haciendo de nuevo, ¿qué tanto piensas? - preguntó Ariana, mientras me miraba con preocupación - ¿qué está pasando en tu cabecita?

- Ariana... estoy demasiado feliz, siento que mi corazón va a explotar en cualquier momento. Al fin las cosas están saliendo a mi favor, es casi como... si estuviera soñando, como si en cualquier momento me voy a despertar y todo va a volver a la patética normalidad - le dije con entusiasmo mientras pateaba una piedra que se interponía en mi camino.

- Espera un segundo, en tu patética normalidad estoy yo. Me decepcionan tus palabras - fingió una lágrima y prosiguió hablando -... deja de dar vueltas y cuéntame todo de una vez.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro de solo pensar la reacción de mi amiga cuando le contara todo.

- ¿Estas preparada? - pregunté demasiado emocionada, ella asintió con la cabeza - ¡Mañana tengo una cita con Cameron!

Los ojos azules de la rubia se agrandaron por la sorpresa, inmediatamente comenzó a gritar y me apresure a taparle la boca para que no llamara la atención. Aún así ella seguía sonriendo como una demente, pero me alegraba verla tan feliz por mi, no esperaba una reacción menos exagerada viniendo de mi amiga. La mire a los ojos para comprobar que ya estuviera calmada y lentamente retire mi mano de su boca.

- Vas a tener una cita con Cameron - susurró mientras me abrazaba.

- ¡Voy a tener una cita!

- ¡Vas a tener una cita!

- ¿Quién va a tener una cita? - preguntaron a mis espaldas, las dos nos asustamos por la repentina voz que se unía a nuestra conversación.

Alex nos miró a ambas esperando una respuesta, me negué a dirigirle la palabra luego de la conversación de hoy.

- Mi guapísima mejor amiga que esta aquí presente, ella va a tener una cita.

Comentó Ariana, la cual aún seguía emocionada. La mirada del castaño ahora se posó en mi, me sentí intimidada, desde pequeña había odiado que me miraran fijo.

- ¿Se puede saber con quien?

No comprendía porque le interesaba saber tanto acerca de con quien salía o dejaba de salir, al fin y al cabo no éramos ni siquiera amigos. Estaba demasiado incómoda con esta conversación, además Cameron era su mejor amigo, me daría mucha vergüenza que le contara lo emocionada que estaba por una simple cita. Aunque para mí significaba más que eso...

- Con el guapo de Rogers - volvió a responder mi amiga por mi, a la misma vez que me codeaba el brazo.

- Tiene que ser una broma - dijo Ford con una sonrisa petulante, la cual desapareció al ver que nadie le daba la razón - ¿vas a salir con él?

Las ganas de gritarle y golpearlo eran cada vez mayores, no entendía porque le resultaba tan difícil de creer que un chico podía invitarme a salir. Tal vez a él no le resultaba atractiva, pero eso no significaba que nadie se podía fijar en mi.

- Recordé que tengo que hacer algo, ¿me acompañas?

Comenté mirando a mi mejor amiga fijamente, ella rápidamente captó mi urgencia para salir de esta odiosa charla. Comencé a avanzar intentando alejarme del castaño, pero el me sujetó con delicadeza del brazo.

- ¡Alto! ¡White! - gire bruscamente mirándolo con irritación - ...no quería hacerte enojar, simplemente me sorprendió la noticia. Ni siquiera sabía que ustedes se hablaban.

- ¿Eso fue una disculpa?

Inmediatamente cambió su actitud, por un segundo pensé que estaba nervioso, pero eso no podía ser cierto nadie ponía nervioso a Alex Ford. Una sonrisa arrogante volvió a dibujarse en su rostro, me miró fijamente y acortó la distancia entre nosotros.
Ahora llegó mi momento de perder la calma, mis piernas se habían quedado inmóviles. Mi cerebro gritaba que huyera de esa situación inmediatamente, pero mi cuerpo parecía no responder.

- Señorita White, ¿crees que soy el tipo de chico que pide disculpas? - tragué saliva, solamente quería que alguien me sacará de esta intimidante situación - La gente nos está observando fijamente, eres el centro de atención en este momento. Creo que se están riendo de la tímida chica que no sabe defenderse.

Mire de reojo a mi alrededor, los demás estudiantes murmuraban sobre nosotros. La ansiedad se acrecentó dentro de mi, podía sentir como mi corazón latía con rapidez, golpeaba con fuerza mi pecho y mis manos comenzaban a sudar. Solo quería que dejaran de mirarme, anhelaba poder hacerme diminuta para poder desaparecer y esconderme de todas estas odiosas personas.

- No es que no sepa defenderse, simplemente no quiere perder el tiempo hablando contigo. ¡Déjala en paz de una vez!

Podía sentir la voz de mi amiga, pero la escuchaba tan distante. En ese momento el sonido de mi respiración parecía más fuerte que las palabras de la rubia, al igual que podía sentir la sangre de mi cuerpo quemar todo a su paso.

Era como si mi cerebro hubiera nublado todo lo que sucedía a mi alrededor, veía como mis pies se movían pero no sabia a donde me estaba dirigiendo. Intente calmar mi respiración agitada, mi mano derecha aún seguía apoyada en mi pecho. En mi cabeza solo surgía una palabra.

"¡Huye!"

"¡Huye!"

"¡Huye!"

- Allison... - dijo mi amiga mojandome la cara con agua fría, para luego ayudarme a secarla con una pequeña toalla que traía en su bolso.

Mis ojos se toparon con el reflejo de una chica que lucia aterrorizada, tristemente esa chica era yo. No recordaba cómo había llegado hasta aquí, mis pies no obedecían mis ordenes, era como si fuera el títere de alguien más, de una persona realmente siniestra.

- ¿Ya estamos a salvo?

Susurré mirando a los ojos por primera vez a la única persona junto a mi, sonrió y musitó un "Sí". Poco a poco me calme, no podía comprender que me sucedió o porque mi cuerpo reaccionó de esa manera.

- ¿Estas bien? ¿Volvieron los ataques de pánico?

Sabía con certeza que no había sido un ataque de pánico, esto no era nada comparado a la que me había sucedido en el pasado, esto era mucho más leve.

- No, no... paso tiempo desde mi último ataque, no comprendo que me sucedió. Igual ya me encuentro bien. - dije intentando restarle importancia. Lo último que necesitaba es que se preocuparan por mi - Necesito descansar, creo que me iré antes a casa.

Necesitaba salir de este lugar, estar encerrada ya me estaba afectando demasiado.

- Me parece una gran decisión, aprovecha a comer algo y dormir. Cualquier cosa me llamas, ¿está bien?

- Gracias, por defenderme delante de todo el mundo y por cuidarme. Te quiero.


Se acercó a mi lado y me abrazó, pose mi cabeza en su hombro. Era una de las pocas personas en este mundo que valía la pena, y que sabia con seguridad que nunca me abandonaría.

- Siempre te voy a cuidar de eso debes estar segura, y también te quiero Alli.

Todo iba a estar bien, no debía preocuparme por este pequeño... no sabría cómo llamarlo. Solo esperaba que mi madre no lo supiera, se preocuparía más de lo necesario.

Todo estará bien.

Estaré bien.

O eso espero...


•••


Capítulo reescrito. Espero que les guste, ya casi no escribo en wattpad pero estoy intentado editar todos los libros ya publicados, es lo mínimo que puedo hacer por todas las personas que siempre estuvieron leyendo mis historias.



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