Caos
Narra Alex.
Mi vida se había tornado un infierno de la noche a la mañana. Desde que Allison me dejo todo a ido de mal en peor, la necesitaba, aún la necesito.
Ella era mi ancla, mi lucero, mi ángel de la guarda. En simples palabras, lo mas preciado que tenía y ahora me había abandonado.
Jure siempre estar ahí para ella y nunca fallarle, y lo he echado a perder todo.
Me siento una basura ¿cómo pude hacerle esto?
¿Cómo intentando protegarla, yo mismo la destrui?
Por mas que intentara darme una respuesta, no sabría decir cuando nuestra relación se vino abajo. Eramos felices y nos amabamos, eso ella nunca lo podrá negar.
Toda la semana mi princesa me ignoro. Simplemente parecía ser invisible para ella, ni siquiera me miraba. No saben cuanto me afecto.
Muchas veces intente acercarme, pero era en vano, no estaba dispuesta a ceder.
Recuerdo que el miércoles cuando estábamos en historia no pude parar de observarla. Llevaba su hermoso cabello en una coleta y parecía estar muy atenta a las palabras del profesor; inclinada hacía adelante y comprobando todo en su libro. Mi nerd favorita.
Se había convertido en un hobbie mirarla, hasta se tornaba adictivo, era la perfección hecha persona. Esos ojos verdes y sus carnosa y rosados labios, me volvían loco.
El viernes a primera hora me había atrasado para la clase de matemáticas, mi padre había tenido un accidente automovilístico el día anterior - del cual se estaba recuperando con exito - y había pasado toda la noche en la sala de espera sin apenas dormir. Por la mañana solo había tenido tiempo de ir a casa a tomar una ducha y comer algo rápido.
Al llegar a la preparatoria corrí por los pasillos para poder llegar a tiempo, pero ya había comenzado la clase.
Cuando entre al salón el profesor Manuel me miro con desaprobación.
- Permiso - me disculpe - perdón por llegar tarde.
- Alex Ford usted nunca cambia - negó con la cabeza el profesor, si tan solo supiera todo lo que pase - espero que haya estudiado, ahora tome asiento - me limité a asentir disgustado por sus palabras.
Mientras me dirigía a mi banco cruce miradas con Allison e intente sonreíle en manera de saludo. La morocha solamente me ignoro.
Su indiferencia me hizo venirme abajo, necesitaba alguien que me apoyara, me encantaría que fuera ella.
Cuando el veterano amargado que tenía como profesor me entrego el examen, dude en si podría hacerlo. Pero para mi sorpresa, no resulto ser tan difícil como esperaba. Eso era todo un logro para Alex Ford.
O eso era lo que los demás pensaban de mi. Que nunca lo lograría, porque no era lo suficientemente inteligente.
Pero déjenme decirles algo... nunca dejen que alguien les diga como son, todos somos capaces de lograr grandes cosas. Depende de nuestra voluntad y no de lo que piensen los demás. ¿Comprendieron?
Cuando el receso comenzó intente salir rápidamente del salón, no quería que Allison se sintiera incomoda al cruzarse conmigo y no estaba listo para otro de sus rechazos.
Como ocasionalmente hacía, me reuní con el equipo de futbool de la prepratoria y las porristas en la cafetería. Cameron y John también estaban ahí, pero en la otra punta de la mesa. Los extrañaba, pero sabía que de cierta manera había arruinado la vida de Cameron, ¿qué clase de mejor amigo era?
Él había confiado en mi y yo... simplemente lo apuñale por la espalda. Era una mierda de persona.
Además de todo Cameron parecía tenerme lastima o eso demostraba su mirada cuando nos cruzabamos en los pasillos o salones.
Me debería odiar. Pero es una buena persona y las buenas personas no odian.
A partir de ahora me estaba reuniendo con dos chicos del equipo; Gus un rubio alto y en forma con ojos negros como dos pozos, piel bronceada y dentadura perfecta. Simpático. Por otro lado estaba Luc, un pelirrijo de tez blanca, de estatura media que amaba ir al gimnasio, además parecía volver locas a las chicas.
Eran divertidos. No como mis anteriores mejor amigos, nadie se compara a ellos, eran como hermanos para mi.
Pero hasta las familias se disuelven. Eso ya lo sabemos todos.
Tuvimos unas clases mas hasta que nos dieron una hora libre porque un profesor había faltado, no quisieron dar mas detalles.
Aproveche ese instante para retirarme del instituto. Quería ir a visitar a mi padre al hospital, aunque él ya no corría peligro, había tenido un choque difícil, un camión se le atravesó de la nada y aún se recuperaba.
Fui al estacionamiento e ingrese en mi coche, a broche mi cinturón y comencé a conducir. Cuando estaba pasando frente a la puerta principal de la preparatoria, pude ver a Allison salir corriendo un poco angustiada rumbo a la carretera.
Tuve que contener las ganas de acercarme y de preguntarle si quería que la lleve. Pero ya sabía su respuesta.
Entoces decidí ignorarla, algo que me costo demasiada fuerza de voluntad. Pero finalmente lo logre.
Cuando llegue al Hospital de Seattle estacione el auto e ingrese. Fui directamente a los ascensores y me dirigí al cuarto piso. Cuando las puertas metálicas se abrieron camine por los blancos pasillos entre algunas enfermeras hasta llegar a la habitación trescientes sesenta y dos.
- Permiso - dije asomándome por la puerta, allí pude encontrar a mis padres conversando.
- Hola cariño - mi madre se coloco de pie - debo ir a hablar con la enfermera, cuida a tu padre por mi - me pidió besando mi mejilla y a sentí tomando asiento junto a la cama.
- ¿Cómo te sientes papá? - inquirí preocupado.
- Solamente estoy un poco averiado, nada que no se arregle - sonrió evitando mostrar dolor - los Ford somos fuertes.
- Si nos derrumban, nos volvemos a levantar - comenté intentando subirle el animo y el rió levemente.
- Ese es mi muchacho ¿cómo te a ido hoy? - lo ayude a acomodar su almohada y el hizo una mueca de dolor, que rápidamente intento ocultar.
- Bastante bien... - mentí - el domingo tengo un partido de fútbol. Será difícil pero... creo que lo lograremos ganar.
- ¡Así se habla hijo! - me alentó emocionado - si me dieran el alta antes del domingo asistiría al partido, pero iré al siguiente, lo prometo.
- Me encantaría - respondí. Pero los dos muy bien sabíamos que eso nunca pasaría, esta muy ocupado como para asistir a un partido sin importancia.
Luego nos quedamos unos minutos en silencio hasta que volvió mi madre. Aproveche ese instante para salir un poco de la habitación y bajar a buscar algo para comer.
Me compre un café y dos medialunas en la cafetería del hospital.
Cuando estaba en el ascensor dispuesto a subir nuevamente con mi padre. Alguien llego un segundo antes que las puertas de metal se cerrarán.
Estuve apunto de soltar las cosas que traía en las manos. No podía creer que Allison estaba en el mismo hospital que yo, ¿le habría pasado algo a su madre?
Tome coraje y me decidí a hablar.
- Hola... - me limite a decir, cuando ella noto mi presencia no pudo evitar la sorpresa - ¿esta todo bien?
Cuando al fin reacciono, medio vuelta la cara. Eso provoco una opresión en mi corazón.
- ¿Esta tu madre bien? - no pude evitar preguntar, estaba realmente preocupado.
Finalmente antes de bajar del ascensor me miro con furia, pero pude sentirlo. En el fondo ella estaba triste mas que furiosa, la había decepcionado.
La curiosidad me mataba. Debía saber las razones por las que Allison estaba en el mismo edificio que yo. Espere un tiempo y baje al segundo piso, donde anteriormente había ido ella.
Cuando finalmente llegue, observe con detenimiento todas las puertas.
¿Dónde se habrá metido?
Justo en ese instante una enfermera paso a mi lado.
- ¡Enfermera! - la llamé y se detuvo - ¿usted me puede decir si vio a una chica de estatura media, de ojos verdes, cabello castaño...? - pensé en mas detalles - se llama Allison White, es mi novia y me dijo que la encontrá aquí. Justo mi celular se le agotó la batería - le mostré el aparato - y no tengo como contactarme con ella.
- Justamente acabo de salir de la habitación en la que estaba. Creo haber escuchado que se llamaba Allison - recordó la enfermera - habitación doscientos treinta.
- Muchas gracias - su información me había ayudado - otra pregunta... ¿quién es el paciente o con quién se encontró?
- Solamente se que vino a apoyar a su amigo, su abuelo esta en una difícil situación. - se lamentó.
- ¿Su amigo?
- Un chico rubio, es muy amable - me informó - ahora lo lamente, pero debo retirarme.
- Gracias, me ha ayudado bastante. Si no fuera por usted seguiría buscando - le dediqué una sonrisa y la señora ingreso en otra habitación.
Cuando se refería la chico rubio debió estar hablando de Adam. ¿Qué le habrá sucedido a su abuelo?
Ahora comprendo lo preocupada que estaba Allison. Él era su mejor amigo y debía estar muy afectada.
- Debo irme... - murmuré para mi - podría salir en cualquier momento - me apresure a abandonar el pasillo, antes de que me encontrará allí y pensará que era un acosador.
(...)
Llegué a casa al rededor de las ocho de la noche. Cuando ingrese en mi hogar me sentí tan solitario, por suerte mi Nana estaba ahí. Ella era una mujer encantadora, rodaba los sesenta y es quien cuidadaba de mi cuando mis padres trabajaban, desde pequeño. La adoraba.
- Mi pequeño... - dijo saliendo de la cocina con un delantal - ¿cómo te a ido hoy?
Me incline para saludarla ya que era mucho mas baja que yo - Bien... visite a mi padre en el hospital - tome asiento en el sofá de la sala.
- ¿Y cómo estaba el patrón?
- Mejor, mucho mejor - quede pensativo - ¿cómo estuvo tu día Nana? - sonrió por mi gesto.
- Agotador. Mi cuerpo ya no resiste como antes - suspiró y pude notar su cansancio.
- ¿Por qué no tomas asiento aquí en el sofá?
- Todavía me falta cocinarte la cena... ¿qué vas a querer? - dijo con su dulzura característica.
- Tengo una idea, descansa, pediré algo para que comamos los dos.
- Pequeño... es mi trabajo.
- Nana necesito la compañía de alguien que me quiera. Últimamente todos me están abandonando - se acercó y me abrazo.
- Siempre estaré para lo que necesites, eres como un hijo para mi - le dediqué una sonrisa.
- ¿Puedo pedir la comida?
Soltó una sonara carcajada y camino en dirección a la cocina - Esta bien, pero solo por esta vez - acepto alegre.
Ordene pasta con salsa de langostinos para la Nana, alentandola aprobar cosas nuevas y yo me quede con la pizza tradicional.
Mientras comíamos le conté todo lo que estaba sucediendo en mi vida y le pedí que me aconsejara, ella era muy sabia.
- Alex... creo que le debes dar espacio a la pobre chica. Debe estar pasando por un momento complicado, tú notarás cuando sea el momento indicado para acercarte nuevamente.
- Pero sus palabras fueron claras "No quiero verte nunca mas" - sentí un nudo en la garganta.
- Aveces decimos cosas simplemente porque estamos enojados - intentó subirme el animo - tú eres un buen chico... y si hiciste algo mal en el pasado, ya esta hecho. Enfocaté en cambiar.
- Cambiar - murmuré pensativo.
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Preciosuras... ¿cómo han estado?
Al fin el capítulo tan esperado.
Alex si hizo todo lo que le contaron a Allison sus amigos, a diferencia de que ahora esta arrepentido.
¿Eso sirve como excusa? No lo se...
☡ ¿Quieren mas capítulos desde el punto de vista de Alex? ☡
La historia ya llego a los 185k vistos.
¡Que emoción!
Me despido, no olviden que las amo.
Girl-Forever ⚘
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