✿She's so cruel✿HinaNami✿
HinaNami (único)
N/A: Personalidades alteradas, mundo alterno, lenguaje vulgar y leve KomaNami ଘ(੭ˊ꒳ˋ)੭✧🖤
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El cielo se pintó de rojo.
Moribundo y sutil rojo que ha bañado las calles y su piel nuevamente, con la lentitud más desesperante y el dolor esparcido en cada recoveco de su memoria frágil. El crepúsculo ha nacido para morir, efímero y cálido, marchito pero siempre bello hasta el último suspiro que ha obsequiado a su soledad. Hajime admite que, a pesar de considerarse correcto en casi todo el sentido de la palabra, esperar a una chica que parece no conocer de su existencia es ridículamente extraño (muy creepy).
Pero de cierta forma, él no se culpa por tal acción (al menos, no del todo), Nanami era como un universo privado, un cosmos acrisolado que resplandecía en su imaginación perpetuamente embebida de ella y la belleza que lo había condenado con facilidad a sus pies, ¿quién era capaz de no caer en tales encantos? Hinata ha estado detrás de ella desde que entró a aquella prestigiosa Academia, y si bien fue su belleza y gracia lo que lo capturó cual avecilla ingenua, limitarse en ese aspecto tan lacónico le enfadaba. Había algo más, algo que Nanami resguardaba muy bien bajo su sonrisita de ángel.
Nanami tenía un no-sé-qué, que lo envolvía en adicción, una letal y asfixiante que recorría todo su cuerpo, desde la punta de sus pies hasta su cabeza.
Ah... Cómo le odiaba, ella era tan bonita, la niña de los ojos más dulces, así como la azúcar, así como la aurora que sonrojaba el manto célico e inconmensurable. Nanami y todo su ser era arte, algo inalcanzable pero que nunca se cansaría de mirar... Sólo que en esos momentos, en ese preciso crepúsculo el cual bañaba los salones y hacía de su sombra crecer, era doloroso.
Y es que Nanami es hermosa hermosa hermosa, tanto que a Hinata le arde en las entrañas verla rogando por alguien que simplemente no era especial (así como él). No entendía nada de Nanami, no entendía su absurdo romance por el presidente de la clase, Nagito Komaeda ¿Qué tenía ese idiota que no tenga él? ¿Es que la ninfa de sus sueños estaba cegada por la ignorancia? Oh, Hajime no odiaba a Nanami, odiaba al albino de mierda que fingía desconocer de la tierna mirada de su niña enamorada ¡Sacrilegio!
—Maldito con suerte.— masculla fúrico. Él jamás la amaría, de eso estaba seguro, pero Nanami... Nanami parecía ser la amante eterna de un idiota.
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El cielo se pintó de azul.
Hermoso y dulce azul manchado de blancas nubes viajeras. El tiempo desde aquel día ha pasado aterradoramente veloz, casi ni lo ha sentido, pero en ese lapso de días Hinata demuestra que ya no es un erudito, mucho menos un genio.
Hinata es un idiota.
Sí, así él mismo se ha definido, pues a pesar de odiar con todas sus fuerzas el participar en actividades que sólo hacen perder su tiempo, está bien acomodado ahora en el comité estudiantil, donde sigue las propuestas del idiota de Nagito, pero está feliz porque Nanami está a su lado (y mientras ella se quede allí, Hinata y su idiotez podrán ser felices).
Nunca creyó que eso le ayudaría tanto, porque al fin ha entablado más de una conversación con la niña que ocupa gran parte de su mente. Hinata la hace reír, la ayuda y también la acompaña a casa, cuando el cielo llora y solo hay un paraguas. Siente que ha progresado mucho, que ella le quiere aunque sea un poco, sólo que hay un grave problema que le afecta (y también le beneficia).
Porque Nanami ya no solo mira a Komaeda, sino que también a Tsumiki.
Komaeda y Tsumiki tomados de la mano.
Komaeda y Tsumiki besándose.
Komaeda y Tsumiki esparciendo pasión en cada pequeño rincón.
A Hinata le da asco (y a Nanami más).
Pero así pasan los meses, las flores han caído y Hinata permanece silente, esperando a la jovencita que camina a su lado y hace poco, algo tímida y con rubor en sus mejillas, lo ha citado en la tarde.
Hinata está feliz, así que espera con una paciencia casi inexistente que el sol comience a caer y el cielo se vuelva a teñir de rojo, uno más motivador. Encuentra a Nanami, está en el salón número 2, sentada en el típico lugar junto a la ventana y cuando lo ve, se limita a sonreír y entregarle una hoja del comité (el castaño no se queja, aunque ganas no le faltan).
Sinceramente, cree que hay esperanzas para él, que Nanami dejará de perseguir a Komaeda cuando vea la basura que es, pues follar en cada lugar que exista en una Academia como esa es repulsivo, sobre todo porque los amantes ni siquiera pueden ocultarse bien.
Hinata sin saber, inmerso en sus pensamientos, ha suspirado una vez más, causando que la chiquilla toque suavemente su hombro para llamar su atención.
—Hinata-kun...— el susodicho respinga torpe, dejando de fingir escribir la ficha para mirarla. Nanami le sonríe dulce, jugando con sus dedos blancos los cuales llevan tímidamente un pequeño sobre, una carta de color rosa pastel y detalles rojos en cada lado. Sus mejillas se encienden, casi similar a aquel color de decoración, junto con su voz que se libera en fino hilo trémulo.
—¿Si?— es lo que ha podido formular, idiota y atolondrado ante la cercanía repentina de ella, quien le sonríe y mueve un poco aquello que lleva en manos para que él pueda tomarlo de una vez. El corazón de Hinata podría desfallecer en ese momento de gloria.
Perdería la lucidez, y sólo por ella.
—Es de mi amiga, Mahiru Koizumi, fotógrafa del álbum escolar...
Hinata está confundido.
Jodidamente confundido.
—Creo que ya hablaron antes y... Le gustas, por favor, se amable con ella.
—No me jodas.— suelta sin pensar, simple, reconroso y dolido, pero ya había sido mucha humillación. Se había humillado al escuchar sus súplicas por el presidente escolar, se había humillado al esperarla siempre en cada atardecer y se había humillado nuevamente al crearse ilusiones bellamente falsas con aquella chiquilla que parece querer llorar.
Le vale en demasía si quiere llorar ahora, después de todo lo que ha sufrido él.
—¿E-eh? Pe-pero que...
—¿Quién te crees que eres? Crees que alguien como yo merece ¿tus desprecios? ¿Tus migajas?
—Yo nunca... ¡Nunca haría eso!
—He estado allí, siempre esperando por ti, viéndote llorar porque el maldito del cual aún estás enamorada y que seguro se está cogiendo a otra no te hace caso ¿Crees que no me duele? ¡Detesto verte así!— ha gritado, quizás demasiado brusco y áspero, de tal forma que ni siquiera se dio cuenta del momento en que la tomó por los hombros con fuerza para jalarla levemente, lo que ocasiona en su mundo una colisión. Él había prometido jamás hacerle daño y ahora la estaba maltratando, mancillado su piel con sus garras de veneno asqueroso y...
—Pues... En realidad, ese no es tu maldito problema, que tú te hayas enamorado de mí a pesar de que sabías que lo amaba a él es muy estúpido. Me sorprende, viniendo del genio de la escuela.
Hajime se ha quedado petrificado ante la facilidad con la que ha salido aquello de sus labios ¿Ella sabía de sus sentimientos? Claro que sí, tan idiota y evidente había sido que se delató torpemente, causando que ella descubra sus intenciones en un abrir y cerrar de ojos, pero la reacción que la de hebras rosas acaba de tener le es... Le parece tan lejana a como pensaba que podía ser.
Eran sus verdaderos colores, la verdadera Nanami se mostraba por primera vez, venenosa y sin temor ante sus ojos marchitos.
—Pero no me interesa realmente estar con alguien como tú— alega ella con normalidad —. Ni siquiera puedes llegarle a los talones a Komaeda-kun.
Y la verdadera Nanami era muy cruel.
—Mentira, claro que le llego a los talones, yo... Soy mejor que él.— asegura torpe, como si de pronto todo el enojo que había acumulado se hubiese disuelto ante la penetrante y vacía mirada de la fémina.
—¿Qué mentira es esa? Tu voz ha salido dudosa ¿Es que ya se te fue la confianza? ¿Tan sorprendido estás? Eres ridículo.— se burla, soltando una carcajada fuerte y que ha congelado su cuerpo entero, tanto que de pronto el temblor en sus manos se hace presente, por lo que las esconde. Maldición, se supone que no debía pasar eso, se supone que esta vez él... ¿Qué es lo que iba a hacer? ¿Golpearla? ¿Hacerla llorar? ¿Humillarla con la verdad? ¡Ella sabía la verdad! ¡Ella sabía todo!
—Y-yo puedo ser mucho mejor que...— no puede acabar, aquellas palabras han salido tan débilmente que es patético, en esos momentos simplemente no sabía lo que debía hacer, incluso una vulnerabilidad que jamás había sentido antes ha arrasado con su ego.
Nanami, quien lo observaba suavemente y analiza cada una de sus reacciones sonríe por lo bajo, Hajime había caído con tanta facilidad, había caído como un idiota enamorado al vacío en el cual ella también está sentenciada. Pero no le importa.
Decidida se acerca al contrario con cautela, tomando sus manos y acariciando su rostro para así juntar sus labios. Hinata se sorprende, sin embargo, le sigue el juego, se ha dejado llevar tanto que con algo de rudeza tomó de su pequeña cintura para apoyarla más a él, siendo el que tuviese la delantera en ese burdo beso, asfixiante y apasionado. Era tan raro y aún así, justo cuando Nanami deseaba acabarlo al sentirse acorralada y expuesta, Hinata no pudo evitar morder su labio inferior y alejarse sutilmente.
Nanami sonríe, el chico le serviría.
—Bueno bueno— murmura coqueta, dando pequeños golpes en el pecho del chico para luego subir sus manos a su rostro y limpiar las pocas lágrimas que se le escaparon. Hinata quiere ocultar su rostro ante la vergüenza, ella no se lo permite —. No te sientas mal ni desesperado, podrías ser mejor que él, aunque tus chances son muy muy MUY nulas...
—No digas estupideces.— refuta de pronto, frunciendo el ceño. Chiaki sonríe linda al ver ese gesto.
—Quizá no seas Komaeda-kun, pero me sirves, necesito un poco de tu ayuda, ¿Qué dices?
—¿Qué?— pregunta entonces, tratando de controlar la ira que se le acumula, él nunca le haría daño, pero podría abandonar aquel salón con sencillez... Solo que no quiere, que quiere saber qué es lo que necesita y lamenta tanto que su mirada tiemble ante ello.
Está vulnerable (y siempre ha sido así).
—¡Oh, vamos Hinata, no seas idiota! ¿No te pintas alguna idea?— interroga algo irritada. Odiaba esa expresión de tristeza, le recuerda tanto a ella.
—Me quieres usar, claro está.— responde lacónico. Nanami vuelve a sonreír, eso le asusta y con cuidado la mira dar pasos hacia él y tomar la carta que tenía en manos para romperla.
—Ella se cree la gran cosa por solo tomar fotografías, también es poca cosa para ti, no te molestes en rechazarla, Hinata-kun.
—¿Pero que miér...
—Tú y yo estamos juntos, desde ahora solo seremos Hinata y Nanami ¿Entiendes?— revela con seriedad y mirada opaca, teñida en crueldad pura. A Hajime se le hace difícil tragar con su fría cercanía —.Y si quieres refutar, pues francamente no sé porqué lo harías, yo te gusto y tú me atraes un poco, además, te necesito hasta que Komaeda se aburra de la perra de Tsumiki.
—¿Cómo puedes ser... tan cruel?— murmura desorientado, sintiendo la zozobra inundar su cuerpo como veneno mortífero, ahogándose en su propio sueño, ahogándose en Nanami y aquella sonrisa sórdida. Le duele demasiado el pecho, su ego yace decorando los suelos mientras ella, bailando feliz, lo pisa y arrastra. Ella solo lo iba a usar sin consideración para luego tirarlo como basura si accedía a eso, el problema es que él no le niega nada.
—Con la facilidad en la que Tsumiki se le ofrece a Komaeda cual puta a cada instante, así que... Tú no me dejarás, incluso si Mahiru te sigue rogando para que la veas a ella, tú solo me verás a mí y estarás siempre para mí.— sincera como si se tratase de lo más nimio, y aunque Hinata sabe que está mal, francamente serle de utilidad no le suena horrible, después de todo, su dignidad ha desaparecido desde el momento en que la vio.
Y perdería la lucidez solo por ella (por más idiota y humillante que sea)
—Estás mal, Nanami.— susurra, aunque eso no le afecta en nada como tampoco sirve si después se acerca para besarla con fuerza como lo hace ahora.
El corazón de Nanami se llena de alegría fantasmal al sentirlo cerca. Se sentía bien ser querida, se sentía bien tener algo que alguien más amaba. Hinata era bueno y ella una basura total, pero eso ya no le importaba.
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Yo toda empoderadísima por hacer algo así de tóxico... hasta que lo vuelo a leer y me decepciono... Ahhh~ La cosa es que aquí mi Nagito bebé es bien popular ଘ( ˊᵕˋ )ଓ🖤
🌼¡Muchísimas gracias por leer cariño, te quiero mucho!🌼
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