XXI

Pov Helen/Bloody:
Al final terminé sin dormir. Bajé a la cocina para preparar el desayuno, me gustaría llevárselo para que no tuviera que bajar.

Vaya, ambos nos despertamos muy temprano —habló _____ y yo me sobresalté un poco—.

Ah, si, que curioso.

¿Qué estás... —bosteceó—. ...haciendo?

Panqueques —me encogí de hombros—. Me gustan.

Cocinas delicioso —se puso a un lado de mi—. De verdad.

Gracias —sonreí un poco—.

¿Quieres salir o prefieres que nos quedemos hoy en casa?

Como tú prefieras.

¿Has jugado al tiro de cuchillo? —preguntó algo emocionada—.

¿Es cómo un juego de dardos? —asintió—. Me parece entretenido —me encogí de hombros—.

~~~

Otro tiro perfecto —exclamó _____ con una sonrisa—. Helen, que gran puntería.

Gracias —tomé el cuchillo que había clavado en el árbol—. Tú también eres buena en esto.

Ni tanto, estoy algo oxidada, hace tiempo no tiro un cuchillo así —se encogió de hombros mientras caminaba hacia mi—. Hey, ¿puedo verlo? —apuntó al cuchillo—.

Claro.

Lo analizaba con detenimiento y fruncía el ceño algo confundida, ¿le molesta la sangre seca o cree que hay algún truco escondido? De cualquier forma no importa, puede decirlo.

Fuiste tú —me miró y yo fruncí el ceño—. Helen... tú mataste a ese chico.

¿A cuál de todos?

Me sorprendí al sentir como me abrazaba de golpe. Sentía un cosquilleo en mi estómago y me mantuve inmóvil por un rato; no había recibido un abrazo de alguien en años.

Lentamente moví los brazos y correspondí a su abrazo mientras temblaba, no sabía muy bien cómo actuar en casos como este.

Helen, tú lanzaste el cuchillo al chico que me disparó, ¿cierto? —me miró sin dejar de abrazarme—.

Nadie hacía nada... y ese chico estaba por matarte —miré hacia otro lado, no sé la razón de ese acto y no quiero que me pregunte—.

También me ayudaste cuando apareció Jason, gracias —sentí su cara en mi pecho y me abrazó con mas fuerza—. Oh, Helen, te caigo bien —rió un poco—.

¿Tú, caerme bien? —reí por lo bajo—. No.

~~~

Pov _____:
Iniciamos bien. Tal vez el asesinar juntos nos hizo pisar con el pie correcto para evitar ser enemigos.
Aunque... ambos ganamos uno y es el mismo.

¿Helen? —miré alrededor de la sala-cocina—. ¿Dónde estás?

Lo busqué un rato por toda la pequeña casa hasta que lo vi afuera en el lado trasero. Estaba sentado en el suelo mientras tenía su mirada perdida en el bosque.

¿Qué ocurre? —pregunté confundida mientras caminaba hacia él y mantenía mi mirada hacia el bosque—.

¿Uh? —me miró—. Solo quise venir aquí para distraerme —se encogió de hombros—.

¿Por qué? —me senté junto a él—.

A veces me gusta estar solo —hizo una pausa—. Por eso salí.

Suspiré y me recargué en su hombro. Realmente es un chico muy diferente, puede querer y odiar estar solo, pero al final sabe lo que quiere.

¿Has ido a visitarle? —pregunté—.

¿A quién?

A la chica, ya sabes, la que al parecer te gusta —me encogí de hombros—.

No debo visitarle para saber qué está bien.

Helen, ¿quieres que vayamos? Solo le observaríamos de lejos —dije y él suspiró—. Vamos, no tardaremos.

Quieres conocerla, ¿verdad? —asentí con una sonrisa—. De acuerdo.

Helen se puso de pie y yo hice lo mismo. Fruncí el ceño al ver que me tomaba de los brazos para hacerme entrar a la casa, caminamos hacia el baño y me puso frente al espejo.

¿Tengo algo en la cara? —pregunté confundida—.

_____ Myers, te presento a _____ Myers, la chica con la que me he obsesionado —respondió Helen tomándome de los hombros y mirando mi reflejo—.

¿Yo?

Estaba confundida, aunque todo tenía sentido ahora.
Soy una chica del lado sur, actualmente sin pareja; los chicos me habían mirado cuando terminé con Jason y hacían comentarios respecto a eso mientras miraban a Helen; me ha salvado varias veces sin saber la razón.

Seguro es algo temporal, pero es un serio problema esto de la obsesión —suspiró—. Lo lamento.

No... no debes disculparte —miré el suelo y pensé en alguna solución—. Puedo mantenerme alejada, si quieres, eso ayudaría en... —fui interrumpida—.

El problema es que no quiero hacer eso —suspiró—.

Es la única solución —lo miré y puse mi mano sobre su hombro—. Vamos, Helen, solo quiero ayudar.

Lo sé, pero es imposible ayudarme —dijo molesto—. Por eso Jason no dejaba de molestarme.

Helen, tú y yo arreglaremos esto, te prometo que haré lo que sea para que tu problema desaparezca —hice una pausa—. Aunque mi idea de alejarme sea lo mejor... pero no quieres.

~~~

Pov Jason:

Es tu culpa —la golpeé de nuevo y esta vez cayó al suelo mientras se quejaba—.

J-jason... t-tú me llamaste... —sollozó—. Q-querías verme y t-tocarme.

¡Te advertí que nunca volvieras! —le grité, esta chica realmente me estresa—.

Jason... d-dijiste que ya no estabas con ella... —me miró suplicante—. Estoy aquí aunque sé lo que eres.

Zorra.

J-jason... p-puedo ayudarte a que regresen... s-si eso es lo que quieres.

¡Cállate de una puta vez, Carol Thompson! —cambié mi apariencia y como pudo retrocedió poco a poco—.

L-lo lamento —las lágrimas recorrían sus rosadas mejillas—.

La miré por unos segundos y volví a mi apariencia original. Caminé lentamente hacia ella mientras la miraba con algo de pena.

Carol... perdón por tratarte de ese modo, es mi culpa, no debí llamarte —acaricié su mejilla—. No debería tratarte así.

La abracé y ella correspondió sin dudar. Sonreí para después penetrar su estómago con mi mano, suerte que ella no había visto las garras.
Jadeó y poco a poco la recosté en el suelo; sangraba mientras me miraba.

Fue un gusto conocerte, máscara plateada... pero ya no te necesito.










—Jason... ¿qué es lo que has hecho? —Dina sintió aquella pequeña punzada luego de que aquella inocente chica fuera asesinada—.

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Carol :'v

Aquí hay una pieza del rompecabezas, máscara plateada era aquella que _____ odia, falta a quien ama.

Esto lo expliqué en el capítulo XV, por si quieren entender más(?

Espero les guste ^^

Nos leemos luego

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