Capítulo 60


—Kookie, espera ¡No corras! —grito asustado cuando vio al pequeño casi perder el equilibrio.

—Déjalo, estamos sobre arena —calmo Yoongi tomando un sorbo de su gaseosa helada.

Hacía un calor de infierno y eso que acaban de llegar.

—Hay que ponerle bloqueador —se quejó Jimin sacándolo de la mochila del menor—. ¡Jungkookie! —llamó.

El menor dejó de observar como el agua con espuma se acerca a el y luego se iba al escuchar el llamado de su papi.

Sonriendo corrió de vuelta hacia él y se lanzó a sus brazos, siendo atrapado por su padre.

—Tranquilo pequeño —dijo con una sonrisa, sentándolo frente a Jimin—. Papi Minnie no puede soportar ahora que le saltes de sorpresa como antes ¿Bien?

—Yoonie, estoy bien —reclamó Jimin al ver el puchero del cachorro.

—Tu hermanito o hermanita está aquí, —señaló con amor, tocando el abdomen del omega, disfrutando de la pequeña ondulación—. Tienes que cuidarlos a ambos ¿Bien?

Jimin sonrió con amor cuando el cachorro asintió con su cabeza y también posó su pequeña mano sobre la de Yoongi.

—Aun es pequeño, no le pasará nada con que Kookie me abrace.

—El no te abraza, el salta sorpresivamente sobre ti —corrigió, Jimin no pudo evitar alzar una ceja.

—Bueno, solo es igual al papá —una sonrisa maliciosa se fue desplazando por el rostro de Yoongi.

—Mm... ¿Es una invitación? —el omega rió sorprendido.

—Idiota.

—Tu idio... Rayos, ya iba a decirte algo cursi —hace una mueca de horror.

—Nunca cambies, Yoonie —dijo el rubio comenzando a esparcir el bloqueador en el rostro del menor, para luego seguir en sus brazos y, piernas.

—Solo si tú me sigues soportando.

—Estamos casados —los ojos del alfa se posaron en el anillo en aquella cálida mano y luego al dulce cuello dónde estaba su marca.

—Si... —sonrió ahora observando a su pequeño y como este le ponía extremadamente concentrado bloqueador al rostro del rubio.

—Disto —exclamó el aplaudiendo.

—¿Esta bien? —preguntó Jimin observando a su esposo.

—Solo... Necesita... Aquí... —señaló comenzado a esparcir bien el bloqueador en el rostro de Jimin, intentando no reír al ver cómo su pequeño lo había dejado similar a un mimo.

—Juga con agüa —llamó el pequeño comenzando a dar pequeños saltos.

—Enseguida Kookie, solo deja colocarle bloqueador a papá Yoongi —tranquilizó el omega al entusiasmado cachorro.

—Juega con arena por mientras —ordenó Yoongi pasándole los juguetes al menor.

El pequeño Jungkook recibió los juguetes y enseguida se lanzó al suelo para hacer un hoyo con su pala de plástico.

—Ahora, sácate la camiseta —ordenó Jimin.

—No esperaba eso, me sorprendes mocoso —se burló malvado.

El rostro del rubio se calentó al entender, indignado pero muy divertido soltó el bloqueador y comenzó a golpear a Yoongi.

—Idiota, idiota, idiota... —la vibrante risa del alfa no hacía otra cosa que contagiar al rubio.

Con un puchero, Jimin volvió a tomar el bloqueador entre sus manos y observó como su pareja se quitaba su camiseta.

Yoongi cerró sus ojos al sentir los dedos de su pareja recorriendo su espalda. No era nada sexual, solo el amor y cariño con el cual se ganó su corazón.

—¿Sucede algo? —preguntó su esposo, terminando de esparcir ya el bloqueador en el cuerpo, ahora estaba en el rostro de Yoongi.

—Nada —respondió abriendo sus ojos para observarle—. Solo que me encantas.

Jimin resopló y rodó sus ojos para finalmente darle un pequeño y casto beso.

—El sentimiento es mutuo, a pesar de lo idiota que puedes ser a veces —respondió alejándose y parándose.

—¿Tu no te vas a colocar en la espalda? —preguntó imitando al rubio.

—Lo haría, pero cierto esposo se adelantó en hacerlo en el hotel con la excusa que podría quemarme en el camino a la playa —se burló.

—Pero tal vez necesites más —respondió encogiéndose de hombros.

—No lo creo —se saca su camiseta—. Estoy bien pero, no será peligroso dejar nuestras cosas aquí, sin nadie cuidándolas —pregunto preocupado.

—Hay poca gente y las cosas de valor las dejamos en el hotel —resta importancia—. Además, no nos alejaremos mucho.

Jimin le observó no muy convencido.

—Papi, papá, vamo —dijo el cachorro tomando la mano del omega para comenzar a jalarlo hacia el mar—. ¡Vamo papá!

Sin poder evitarlo, Jimin rió ante el notorio entusiasmo del menor.

En unos segundos Yoongi estuvo al otro lado del menor, tomándole de la pequeña mano para adentrarse al mar.

El pequeño Jungkook observó a sus dos padres y rió. Dio un pequeño gritito agudo cuando el agua helada del mar cubrió sus pequeños pies.

Jimin observó con amor a su pequeña familia, disfrutando el momento.

—¿Quieres ir a nadar? —pregunto el omega al ver como Yoongi observaba el agua.

—Si pero...

—Ve —le insto seguro—. Estaré aquí con Kookie y te observaremos —prometió Jimin.

—Escucha en todo a Papi —ordenó el alfa soltando la pequeña mano, en seguida Kookie buscó la otra mano de Jimin y comenzó a saltar divertido.

El rubio observo como Yoongi se iba adentrando cada vez más y más mar adentro. Hizo una mueca al recordar lo sucedido aquella vez en el lago, pero esto era diferente y lo comprobó con orgullo al ver la destreza de su esposo al nadar sin problemas.

Observó a su pequeño y comenzó a jugar con el.

Jungkook observó a su alrededor y apuntó más adentro.

—No puedes Kookie, es muy profundo para ti —negó el rubio.

—Ariba —pidió estirando sus brazos.

Jimin lo consideró unos minutos y luego aceptó. Tomó al pequeño en brazos, cargándolo en su cadera avanzó hasta que el agua estuviera hasta su ombligo y a la cadera del pequeño.

Una ola vino de pronto asustando al cachorro, fuertemente se aferró al cuerpo del omega.

—Bien, tal vez debemos regresar dónde tus piecitos si toquen el suelo ¿Te parece? —pregunto tiernamente al cachorro que escondía su cabeza en su cuello.

—Shi pofavo...

Enternecido por el menor, Jimin comenzó a retroceder. Su equilibrio se perdió cuando una ola lo tomó por sorpresa, y luego vino otra con más fuerza.

Podía sentir como la fuerza del mar quería quitarle al pequeño cachorro de sus brazos a la vez que lo arrastraba a él.

El terror comenzó a llenar su cuerpo, no por él, por el pequeño Jungkook. No podía permitir que algo le pasara, no podía... No otra vez... No...

¡Yoongi!

Unos fuertes brazos rodearon su cintura y lo mantuvieron de pie, a la vez que mantenía seguro al cachorro contra el cuerpo del omega.

—Siempre estaré contigo, Jimin. No permitiré que nada te pase —dijo con sus labios sobre su sien, besándola antes de alejarse—. Será mejor que tomemos un pequeño descanso.

—Si... Creo que es suficiente de agua por ahora —respondió Jimin aun nervioso, su corazón latiendo a mil.

Siguió a su pareja fuera del mar, aun aferrándose al pequeño cuando estuvieron en la caliente arena, frente a sus cosas.

—¡Comidaaa! —grito el pequeño Jungkook, basándose rápidamente de los brazos de su papi.

—Bueno, creo que alguien ya tiene hambre —se burló Yoongi y luego observó a Jimin, quien seguía algo perdido y pálido.

Frunciendo el ceño se acercó y lo agarró del mentón con delicadeza. Se le oprimió el corazón al ver el miedo en los ojos de su esposo, podía sentir su miedo a la pérdida.

Estaba recordando el pasado.

—Hey, amor —llamó ahuecando su rostro—. No pasó nada, Jungkook está bien y yo estoy aquí —pronunció recargando su frente en la contraria.

—El...

—Él está bien —aseguró el alfa—. No fue nada, tu eres el que está mal...

—Estoy bien —susurro atrapando las grandes manos en sus mejillas, cerrando sus ojos a la vez que se cargaba más en el tacto.

—Sé que el pasado es difícil de superar, pero estamos juntos en esto y te ayudaré como tú me ayudaste a mi.

—Gracias... —respira hondo, confiando en las palabras de su alfa—. Ya estoy bien —aseguró proporcionándole una pequeña sonrisa.

Después de aquel susto, Yoongi decidió quedarse al lado de Jimin y no ir muy adentro en el mar, solo hasta que el agua no pasara más allá de sus rodillas.

Jimin tampoco había dejado que ese episodio le afectara, sabía que su cachorro estaba bien, y Yoongi estaba con él. No dejaría que esto afectara sus pequeñas vacaciones.

Su herida era profunda, de eso no había duda, pero, sabía que tal vez no lo olvidaría, pero si superaría y aceptaría como prometió su pareja.

Fue un día divertido, un día lleno de risas, felicidad y amor, donde el pequeño Jungkook fue el que más disfrutó hasta gastar totalmente sus energías.

Lo cual quedó demostrado al ver al pequeño Jungkook tratar de mantenerse despierto en los brazos del alfa cuando iban de vuelta al hotel.

Los tres tomaron un baño en familia en la gran tina. Por más que el pequeño intentó mantener sus ojos abiertos para ver a sus dos padres bañándolo, no lo logró y se quedó dormido en los brazos del omega.

Jimin sonrió al ver como Yoongi acomodaba al cachorro en la cama luego de bañarlo, secarlo y colocarle su pijama.

Lentamente junto la puerta, suspirando camino hasta un ventanal que daba vista al hermoso mar.

Con una sonrisa nostálgica salió para disfrutar de la refrescante brisa marina y apreciar a la hermosa luna que se reflejaba en el mar.

Sonrió al recordar sus encuentros en la madrugada con Yoongi, cuando apenas se estaban conociendo el uno al otro, y a la vez, su pasado.

Su mano viajó a su pequeña ondulación, su pequeño bulto en su abdomen, donde la vida se estaba creando lentamente otra vez.

Otra mano conocida siguió su ejemplo, seguido un pequeño peso en su hombro y un cosquilleo en su mejilla antes de que unos delgados labios se posaran sobre ella.

—¿Disfrutando la vista? —pregunto su marido acariciando su mano.

Jimin sonrió y observó el mar, recargando su espalda en el pecho de Yoongi.

—Sí, nunca había viajado a Jeju.

—Entonces, escogí bien.

—Sabes... —inició el rubio omega.

—Hum...

—Salir en la noche para apreciar la luna, me recuerda a esos momentos en los que no podíamos dormir y nos encontrábamos en la cocina.

—Y nos quedábamos conversando o apreciando la luna —recordó Yoongi con una sonrisa también.

—Sí... Apenas nos conocíamos.

—Pero sabíamos que cada uno estaba sufriendo.

—Hoy...

—Hoy ocurrió un pequeño accidente que no fue más allá —dijo con firmeza el alfa, ahora sus brazos rodeaban el cuerpo de su omega—. Jungkook está bien, tú estás bien, el pequeño en camino está bien y yo estoy bien. Me encargaré de que eso siga así por siempre, Jimin.

—Gracias, Yoongi.

—¿Disfrutaste el día de hoy? —preguntó besando su sien, cambiando ligeramente de tema.

—Sí... Fue un día divertido y en familia —la calidez invadió su cuerpo al recordar.

—Me aseguraré que todos los días de nuestras vidas, de ahora en adelante, sean así, Jimin —dejó de abrazarlo y le dio vuelta para tenerle de frente—. Somos una familia que pronto crecerá —sonrió observando el abdomen de su pareja—. Yo cuidare de ti, del pequeño o pequeña en camino y de Jungkook.

—Y yo cuidare de ti —completo Jimin con sus lindos ojos grises brillantes por sus lágrimas de felicidad y amor que le transmitía a su alfa a través del lazo, al igual que todos los sentimientos que Yoongi le transmitía a él.

—No estuve contigo en ese doloroso momento de tu vida, pero estaré de ahora en adelante, por el resto de nuestras vidas, contigo —prometió limpiando las lágrimas.

—No sé qué voy hacer con todo el amor que siento por ti, y que cada día crece más y más —susurro Jimin abrazando a su alfa, en su corazón ya no había miedo, ya no había pena, solo amor, ternura y felicidad infinita.

—Yo sí —respondió volviendo a rodearlo entre sus brazos—. Amarme aún más, así como yo voy hacer contigo.

—Te amo...

—También te amo, Jimin —restregó su mejilla en la cabeza rubia.

Ambos se acomodaron para apreciar la hermosa vista del mar y la luna, hasta que unas suaves pisadas llamaron la atención de ambos.

—¿Papá? ¿Papi? —la voz adormilada del cachorro les hizo girar a ambos para apreciar a Jungkook restregando con su pequeño puño su ojito mientras daba un gran bostezo.

—Aquí estamos cachorro —respondió Yoongi.

Sonriendo risueño, el infante camino hasta sus padres y estiró sus brazos hacia Jimin.

Pronto fue alzado, los brazos cálidos del omega lo rodearon, y por encima de estos, los protectores del alfa. Proporcionándole un acogedor lugar al cachorro.

Acomodo su cabecita bajo el cuello de Jimin, y observó al igual que sus padres, la hermosa vista frente a ellos.

Lo más hermoso en realidad, eran ellos, quienes eran una pequeña y feliz familia llena de amor que se notaba con solo mirarlos.

"Mi familia"

Pensó el pequeño Jungkook, así como Jimin, y también Yoongi.

Una familia que cuidarían, ansiosos por el futuro que les esperaba, juntos.



Fin.


-------------------------------------------------------------------

Bien, ahora si llegamos al final... voy a llorar!

Tengo un epilogo que tratare de subir uno de estos días y para las que preguntan... No. No tengo intención de hacer una segunda temporada, tal vez un día me llegue la idea como me pasó con Fama pero sinceramente no creo, si llego a cambiar de parecer avisare aquí mismo.

Lamento subir tan tarde, espero que estén bien!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top