Capítulo 57
Jimin observó a su alrededor, conforme asintió con la cabeza.
—Sí, me gusta —el hombre beta le sonrió.
—Entonces, planea arrendar este lugar para su boda —preguntó para asegurarse.
—Sí.
—Bien, discúlpeme un momento entonces para ir en busca de la agenda y arreglar todo —dijo retirándose.
Poco después Taehyung llegó a su lado con una sonrisa.
—El lugar es hermoso. Es entre natural y sofisticado pero sin exagerar.
—Lo sé, por eso me gusta —respondió con una sonrisita—. Y sé que a Yoongi también le gustará.
—Pobre —comentó Taehyung divertido, recordando el rostro del alfa cuando fue a recoger a Jimin—. Realmente no quería ir con Jin a probarse el traje.
—Lo sé, estuvo quejándose toda la mañana —recordó con una sonrisa, el pequeño Jungkook tampoco quería ir pero Jin también le obligó.
Taehyung ríe al imaginarse aquello.
El hombre encargado llegó al lado de ambos omegas, cuando todo estuvo arreglado, ambos se subieron al auto de Taehyung para volver a casa de Jimin.
—¿Pasamos a un Mc Donald? —pregunto conduciendo.
—Sí, ya tengo hambre y no quiero llegar a cocinar —se quejó Jimin, estirando su labio inferior.
Ambos prefirieron pasar por el autoservicio, encargando dos hamburguesas grandes, dos paquetes de papas fritas y dos refrescos.
En cuestión de minutos ya estaban en la carretera nuevamente, en dirección a la casa de Jimin y Yoongi.
—¿Y como está Jihoon? —pregunto Jimin sacando la hamburguesa de su amigo, pasándosela.
—Bien, mande a buscar a un médico y le recetó unas vitaminas entre otras cosas. Le dijo lo que ya todos sabíamos, pero últimamente se ve tan bien que es difícil de creerlo —contestó dándole un mordisco a su hamburguesa mientras manejaba.
—Yo aún no lo puedo aceptar del todo —se quejó, y sabía que su amigo le comprendía.
—Lo sé, lo bueno es que ahora sí está viviendo al máximo con el pequeño Baekhyun, quien déjame decirte, es una verdadera ternura —pronunció orgulloso.
—Mi Kookie es una ternura —respondió igual de orgullosos, ambos rieron.
Dándole el primer mordisco a su papa frita, Jimin sintió un malestar que pasó por alto. Prefiriendo tomar un sorbo de un refresco antes de morder su hamburguesa.
—¿Qué sucede? —pregunto Taehyung antes el silencio de su amigo—. Te ves pálido —señaló preocupado, observándole de reojo.
—Para el auto —ordenó apretando sus labios.
Rápidamente su amigo detuvo el auto, orillándose en la carretera. Jimin, con apresura, abrió la puerta y alcanzó a inclinarse cuando vomitó lo que había alcanzado a comer.
—Joder Jimin, ¿Qué tienes? —pregunto preocupado Taehyung, desabrochando el cinturón para inclinarse hacia el rubio y proporcionarle suaves palmadas.
—Asco —susurro Jimin una vez que termino. Con la ayuda de Taehyung se volvió a incorporar en el asiento, cerrando sus ojos y recargando su cabeza hacia atrás.
—¿Qué sucedió? ¿Te sentías mal desde antes? —pregunto preocupado, volviendo a colocarle el cinturón a Jimin antes de colocarse el propio y manejar de vuelta.
—No, solo que hoy desperté algo delicado del estómago —explicó sintiéndose algo mareado—. Como no me había vuelto a sentir mal pensé que no me caería mal esa hamburguesa.
Taehyung comenzó a jugar con sus dedos en el manubrio, nervioso y preocupado. Sabía que su amigo pocas veces eran las que se enfermaba y eso solo le preocupaba, además ya lo había notado algo raro el día de hoy. Aunque también él era algo exagerado cuando Jimin se enfermaba si se ponía a pensar.
—¿Lo sabe Yoongi?
—No, no le quise decir nada porque si no lo iba a usar como excusa para no ir con Jin a escoger su traje —respondió sintiendo como todo se le movía bajo sus párpados.
—Bueno amigo, déjame decirte que no te ves muy bien que digamos y creo que deberías de decirle a Yoongi e ir a un médico si te encuentras tan mal.
—No... Estoy bien.
—No lo estas —gruño Taehyung.
—Solo es vomito, estoy bien —aseguró—. No voy a preocupar a Yoongi con lo sobreprotector que es.
Taehyung junto sus cejas descontento, deteniendo el auto frente al portón unos segundos para luego ir más adentro, estacionándose frente a la casa.
—Si no le dices tú, se lo diré yo —advirtió bajándose y rodeando su auto para ayudar a Jimin.
—Tú no le dirás nada —ordenó apoyándose en el contrario, se sentía débil.
—No será necesario —susurro Taehyung cuando vio la camioneta de Jin estacionarse detrás de ellos.
Yoongi rápidamente se bajó y llegó a su lado, abrazando a Jimin con preocupación.
—¿Qué sucede? —exigió saber preocupado, observando lo pálido que se veía el rubio omega entre sus brazos.
—Le dio un mordisco a una hamburguesa y comenzó a sentirse mal. La devolvió enseguida —explicó Taehyung—. Y mientras estábamos fuera lo vi un poco mal aunque no me quiso decir nada.
—Pero ya estoy bien —reitero Jimin, separándose de los brazos de su alfa para comenzar a caminar por su cuenta.
—¡Jimin! —gritaron todos cuando el rubio se tambaleó y se desplomó. Yoongi alcanzó a tomarlo entre sus brazos antes de que su cuerpo cayera al suelo.
—Llamen a un médico —ordenó Yoongi a los restantes dos presentes, pasando su brazo detrás de las rodillas y otro en la espalda para levantarlo.
Se aseguró de que su cachorro estuviera al lado de Jin y rápidamente entró a su casa, dirigiéndose en seguida a su habitación, depositándolo con suavidad en su cama.
Aprecio preocupado el rostro pálido de su pareja, retirándole algunos mechones rubios.
—Yoongi, el doctor viene en camino —aviso Jin desde la puerta.
Asintió con la cabeza sin mirarle, solo quería que Jimin despertara y le sonriera como siempre.
—Jungkook, no —regaño Jin, intentando detener al cachorro.
—Déjale —ordenó el alfa y enseguida el pequeño cachorro corrió dentro de la habitación, subiéndose a la cama para estar al lado de Jimin.
—Estaré afuera con Tae, esperando —aviso antes de cerrar la puerta.
—¿Papi? —pregunto Jungkook, observándolo.
—Estará bien —prometió Yoongi acariciando la pequeña mano de Jimin.
Jungkook observó a su padre y luego al omega dormido, con un puchero se acomodó más cerca, recargando su cabecita en el abdomen de Jimin mientras intentaba abrazarle.
Yoongi observó a su cacharro con una pequeña sonrisa, cuando escucho un gemido, rápidamente volvió a observar a su pareja.
—¿Yoongi?
—Aquí estoy bebé —respondió enseguida.
—¿Qué pasó? —pregunto confundido, sin querer levantarse de la cama.
—Te desmayaste.
—Oh...
—¿Hace cuánto te vienes sintiendo mal? —pregunto preocupado, levantando su mano para acunar la mejilla y proporcionarle caricias pequeñas con el pulgar.
—Yo...
—Quiero la verdad Jimin, sé que te has estado sintiendo mal —el omega suspiro derrotado y cerró brevemente sus ojos.
—Hace ya algunos días —contestó observando los ojos de su futuro esposo—. Pero no es nada grave.
—Vas a estar bien, el doctor ya viene —prometió acercándose para besarle con cariño la frente.
Jungkook alzó su cabeza y observó a sus padres, con una sonrisa subió más arriba para darle un beso a Jimin y abrazarle por el cuello.
—Mi lindo kookie estaba preocupado —pronunció suave, acariciándole la cabeza al cachorro.
Hubo un golpeteo en la puerta antes de ser abierta. Taehyung apareció.
—El doctor ya está aquí —anunció haciéndose a un lado para que el hombre entrara.
Instintivamente Yoongi se alzó un poco sobre su pareja y cachorro, protegiéndolos al cubrirlos con su cuerpo.
—Yoonie, tienes que dejarle verme —Jimin dijo suave, incorporándose lentamente en la cama hasta estar sentado.
—Cierto —respondió, apretando sus labios para sentarse bien el lado de su pareja.
—Tae, ¿Te puedes llevar a kookie?
—Claro.
—Espérame con el tío Tae —pidió al cachorro, besándole la mejilla.
Aunque no quería, el cachorro alzó sus brazos hacia el omega contrario y ambos salieron de la habitación.
—Bien, soy el doctor Lee JongSuk —sonrió dejando su maletín sobre la cama—. Necesito acercarme a su pareja para revisarle —aviso hacia Yoongi mientras sacaba algunas cosas.
—Bien —aceptó, tomando la mano de Jimin.
Yoongi veía con cuidado todo lo que hacía el hombre, que tan cerca estaba de su pareja y cuánto lo tocaba. Estaba algo inquieto, más aún al saber que el hombre era un alfa pero tenía que ver por su pareja primero. Aunque no era solo eso lo que le temía nervioso, era el no saber que tenía mal su pareja. También estaba atento a las preguntas que contestaba Jimin al hombre.
—¿Cómo qué has vomitando en las noches también?—pregunto preocupado.
—Yoongi —pidió Jimin, observándole y apretando su mano.
—Bien —pronunció el doctor volviendo a guardar todo sus implementos.
—¿Por qué hace eso? —preguntó enseguida.
—No encontré nada aparentemente malo en su pareja, señor Min. Pero necesito que mañana se presente en la clínica en la mañana, sin haber desayunado para unos exámenes de sangre —explicó.
—¿No sabe lo que tengo? —pregunto extrañado Jimin.
El hombre observó en silencio a la pareja.
—Tal vez, y por eso quiero confirmarlo primero.
—¿Por qué? —gruño Yoongi, disconforme ante la escasa información.
—Porque según su historial médico, su pareja es estéril —respondió calmadamente, enmudeciendo a los dos contrarios.
—¿Qué? —preguntaron ambos luego de unos segundos.
—Los resultados estarán para mañana en la tarde y se lo enviaremos en un correo, si es positivo, nos dirán exactamente cuantas semanas y programare una ecografía en la clínica Min. —informó tomando su maletín y caminó hasta la puerta.
—¿Qué sucede si no es eso? —interrumpió Yoongi, deteniéndolo unos segundos.
—Es una posibilidad, y por ello no quiero confirmar nada hasta después de tener el resultado de los exámenes. Todo estará bien —sonrió por última vez antes de salir.
Jimin parpadeo varias veces antes de bajar su vista y observar su abdomen plano. Con su mano temblorosa la posó suavemente sobre su vientre, lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.
Un bebé.
Pronto otra mano se posó sobre la suya, brindándole seguridad. Observó a Yoongi y como este le sonreía suavemente mientras observaba su vientre.
—Si llega ser así, cómo si no, estaré contigo en todo momento —prometió observando directamente aquellos grises ojos.
—Gracias —susurro inclinándose para besarle.
—¿Quieres...? —preguntó observando la puerta.
—No le digamos aún, quiero hacerme los exámenes primero. No creo que pueda soportar sus miradas de pena y dolor por mí si no llega ser así y resulta ser algo más peligroso —pidió inseguro y asustado.
—Todo estará bien, no pienses cosas malas —prometió con una sonrisa, levantándolo para sentarlo sobre sus piernas, rodeando su cintura con un brazo mientras que con su otra mano le acariciaba el vientre.
Un bebé, de Jimin y de él. Su bebé.
Mantendría su fe en ello.
Jimin sonrió abrazando por el cuello a su pareja, por dentro estaba muy feliz al igual que Yoongi pero ambos no se atrevían a atravesar por completo esa línea de felicidad. Nada podía ser fácil, ambos lo sabían.
La puerta se abrió y su cachorro entró corriendo mientras que los dos adultos entraban con cuidado.
—¿Qué les dijo? —pregunto Jin, sentándose a los pies de la cama junto a Taehyung.
—Que estaba bien, que comí algo en mal estado y que por eso mis náuseas.
—¿Y tu desmayo? —pregunto Tae alzando una ceja.
—Cómo devuelve todo lo que come, se ha quedado sin energía —respondió esta vez Yoongi observándolos.
Ambos omegas observaron lo tranquilo y feliz que se veía Yoongi por lo cual, rápidamente aceptaron aquellas respuestas con facilidad. Los dos sabían que el alfa no estaría tan tranquilo si algo estuviera mal con Jimin.
La mayoría del día la pasaron en compañía de los dos omegas, ninguno se extraño que Yoongi no dejara a Jimin hacer algo y que estuviera con él en todos lados. Siendo que temprano se había desmayado, era normal para alguien como el Yoongi hacer lo que hacía.
(***)
—¿Todo listo? —pregunto Yoongi parándose cuando el rubio cruzó aquella puerta.
—Sí, me dijeron que en la tarde podría ver los resultados —respondió bajando la manga de su suéter.
—Vamos a estar bien —repitió mientras lo abrazaba y besaba su sien.
Ambos confiando en que no podía ser nada malo.
—Si, vamos a casa —pidió creyendo en aquellas palabras.
En la tarde la pequeña familia estaba en la sala, acostados en el sofá viendo una película. Ambos estaban ansiosos porque le enviaran los resultados a Jimin.
Cuando el móvil de Jimin sonó, Yoongi rápidamente lo tomó de la mesa de centro y lo revisó rápidamente.
—¿Y? ¿Qué dice? —preguntó ansioso y con miedo, una torrente de emociones burbujeante en su interior al igual que su alfa— ¿Es malo?
—¿Qué fue hace cuatro semanas? ¿Pasó algo? —pregunto controlando su expresión.
Jimin entre cerro sus ojos, pensativo y luego los abrió completamente.
—Tu celo...
—Tienes cuatro semanas, amor —respondió con una sonrisa. Por fin ambos decidieron cruzar aquella línea y ser feliz completamente.
—Pero... ¿Cómo...? —pregunto aún en shock, la felicidad inundando todo su cuerpo al igual que su pareja.
—Mañana nos lo dirán —aseguró besándolo con ternura, acariciando el aún plano vientre.
—Tendrás un hermanito o hermanita kookie —susurro al dormido cachorro.
—Y nosotros seremos papás, otra vez —pronunció Yoongi, recargando su frente en la de su pareja, dándole un pequeño beso lleno de felicidad—. Te dije que todo estaría bien.
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Hola!!! espero que les haya gustado!
Nos vemos y cuídense!
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