Capítulo 52
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—Jimin.
El dormido omega se removió apenas, arrugó su nariz y se volvió a esconder en el cuello de su pareja.
Yoongi sonrió acariciándole la nuca con ternura, perdido en la suavidad del cabello rubio y la suave respiración.
—Minnie, ya despierta —volvió a intentar.
—Unos... Minutos... Más... —pronunció entre largas pausas.
—¿Sabes lo irónico que es que yo haya despertado primero que tú? Auch, ¿Y eso por qué? —pregunto divertido.
El Omega dejó de morder el cuello frente a él y salió de su escondite, llevo una de sus manos que se encontraba sobre el desnudo pecho de Yoongi y restregó su ojo.
—Considerando que ayer me quedé con kookie hasta tarde por culpa de alguien, no me extraña que despertaras primero —bostezo ya más despierto—. ¿Y cómo llegué aquí?
—Yo no sabía que el pequeñajo se iba a asustar tanto con esa película, era animada —se quejó—. Y para tu información, yo me quedé despierto todo el tiempo en el que no estuviste en la habitación, luego fui y te traje aquí cuando los dos se quedaron dormidos.
—Aún tiene dos años, y le pusiste a ver Coraline y la puerta secreta —regaño golpeándole el pecho—. Esa película es rara, kookie tenía miedo de que los ratones lo fueran a buscar y le cosieran botones en sus ojitos.
Sin poder evitarlo, el alfa rió contagiando a su pareja.
—Ya, no te rías.
—Lo haré cuando tú lo dejes.
—¿Me despertaste solo para discutir conmigo? —pregunto arqueando una ceja.
—No, aunque me gusta discutir contigo no por eso te desperté hoy.
—¿Entonces? —preguntó volviendo a acomodarse para dormir.
—Bueno, solo quería recordarte que hoy es el día.
—¿El día? ¿Qué día?
Yoongi sonrió.
—El cumpleaños de Jungkook —Jimin se incorporó de golpe, una gran sonrisa nació en su rostro.
—Es cierto, es el cumpleaños de mi bebé —su voz tenía tal emoción que se podía comparar al hermoso brillo en sus ojos.
—¿Recuerdas el plan? —alzó una ceja mientras lo imitaba y se sentaba a la orilla de la cama.
—¿Cuántas horas debo de estar con él afuera?
—Tres o cuatro.
Ambos salieron de la habitación, en silencio ingresaron a la del pequeño cachorro que dormía en el centro de la cama plácidamente con las mantas por el suelo, sus piernas abiertas al igual que sus brazos y la camiseta de su pijama estaba levantada mostrando su pequeña pancita.
—Duerme igual a ti —se burló Jimin acercándose, recogiendo la manta para dejarla sobre la cama.
Ambos se acomodaron a cada lado del pequeño.
—¿De qué hablas? Obviamente duerme igual a ti.
El rubio omega blanqueó sus ojos con diversión, acomodo el pequeño cuerpo para que ambos se pudieran acercar más y le bajó la camiseta de su pijama.
Yoongi sonrió mientras observaba a su pareja repartir besos por el rostro del pequeño, logrando que este hiciera muecas dormido y estirara su cuerpito emitiendo balbuceos que ninguno podía entender.
—Vamos Jungkook, despierta —Yoongi dijo estirando su mano para acariciar la pequeña mejilla.
—Kookie, hay que despertarse pequeño.
Jungkook volvió a estirar su cuerpo mientras fruncía sus labios, se sentó en la cama mientras daba un gran bostezo a la vez que restregaba sus ojos con sus dos pequeñas manos en forma de puño.
—¿Papá? ¿Papi? —llamó y luego sonrió lanzándose hacia atrás—. ¡Papá! ¡Papi! —grito feliz al verlos en su cama, luego chillo cuando las cosquillas invadieron su pequeño cuerpo.
—Vamos campeón, vas a salir con papi —anuncio cuando las cosquillas pararon.
—¿Papá noo? —pregunto sentándose sobre sus piernas, observando a sus dos padres.
—No kookie, papá no. Solo seremos nosotros dos.
—¿Po qué papá noo, eshta maa? —preocupado se acercó al alfa, colocando sus dos pequeñas manos en el rostro de Yoongi.
Juguetonamente, Yoongi mordió suavemente las pequeñas manos, feliz cuando escucho la risa infantil de su pequeño.
—No pequeñajo, tengo cosas que hacer y por mientras saldrás con tu papi.
—¿Dosh? —pregunto mirando esta vez al omega.
—Si kookie, solo nosotros dos —confirmó.
—¡Wiiii! —grito lanzándose sobre Jimin.
—Cuida a papi, no dejes que le cambien sus ojos por botones.
—¡Ñooo! ¡Gotoñes nooo! ¡Maooo! —grito asustado.
—No lo asustes, idiota —regaño Jimin tomando entre sus brazos al pequeño.
—Lo siento, tenía que hacerlo —se excusó divertido, acomodándose para abrazar a ambos.
—Gotoñes noo... —volvió a repetir el menor.
—No Jungkook, no hay botones ni ratones —aseguró Yoongi—. Y si ves a un ratón, solo dale una patada y te dejara de molestar.
—¿Shi? —pregunto observando a su padre.
—Sí —prometió alejándose y sentándose en la orilla de la cama, al igual que los otros dos.
El rubio resopló y luego asintió con su cabeza cuando el menor le observó para confirmar.
—Ahora, hay que vestirse para salir —anuncio Jimin encaminándose al clóset del cachorro.
Ya vestidos y en la puerta, Jimin observaba con cierta preocupación y curiosidad a su alfa.
—¿Seguro que podrás con todo?
—Ya te dije que sí —repitió recargándose en el marco de la puerta, cruzando sus brazos por su pecho—. Ve, el pequeñajo ya está intentando abrir la puerta del auto.
—Ugh... Solo intenta no exagerar.
—Yo no exagero, solo me gusta lo bueno —Jimin arqueo una ceja—. Hoseok también estará aquí.
—Bien, mientras Taehyung no aparezca con él... Creo que estarán bien.
—¿Por qué? —alzó una ceja.
—Taehyung y fiesta no van en la misma oración, aunque sea un cumpleaños —explicó en pocas palabras.
—¡Papiiiii! ¡Papiiiiiiii!
—Bueno, nos vemos en unas horas —se despidió acercándose para darle un corto beso en sus labios.
Yoongi observó como su hijo le movía su pequeña mano mientras el auto se alejaba.
Cuando los perdió de vista, tomó su celular y marcó el número de su hermano.
—¿Ya vienes?
—Voy en camino.
—¿Taehyung está contigo?
—Como estaba planeado —ambos sonríen.
—Excelente.
—... ¿Has estado viendo los Simpson? —pregunto divertido.
—... Cállate, a kook le gusta —gruño—. Nos vemos.
(***)
Jimin revisó el mensaje en su móvil y sonrió.
—Vamos kookie, ya es hora de volver a casa.
El pequeño cachorro dejó de lamer su helado y observó a su papi.
—¿Yaa? —preguntó haciendo un pequeño y tierno puchero.
Se había divertido mucho corriendo por el parque y jugando con su papi, viendo también a muchos perros.
—Si pequeño, vamos con papá —tomó la mochila del menor, sacó una toalla húmeda y le limpió el pequeño mentón.
Jimin espero a que el cachorro terminara su helado antes de levantarse de la banca e irse del parque.
Cuando llegaron a la casa, estaba tan silenciosa que le estaba dando un mal presentimiento al omega.
—¿Rratoon? —preguntó inclinando ligeramente su cabeza, apretando con fuerza la mano de Jimin.
—No pequeño, no hay ratones —prometió con una tranquilizante sonrisa.
Jungkook observó con inseguridad la puerta frente a él, luego observó a su papi. Estiró sus brazos hacia arriba pidiendo silenciosamente al omega que lo tomara.
Sin poder negarle algo, Jimin lo tomó en brazos, recargándolo en su cadera derecha y con su mano libre abrió la puerta.
No había nadie.
Jimin alzó una ceja y observó el camino señalado con flechas hasta la cocina. Con los pequeños brazos rodeando su cuello salió por la puerta de la cocina.
—¡Feliz cumpleaños kookie! —gritaron todos con una sincronía que les sorprendió hasta a ellos mismos.
Los pequeños ojos del menor se abrieron a más no poder mientras observaba todo.
Había tres juegos inflables con colores muy llamativos, burbujas volaban por todas partes. También había una especie de plástico en el suelo, largo, angosto y resbaloso que llevaba hasta uno de los juegos inflables en forma de castillo pequeño que estaba en el interior de la piscina con muchas pelotas pequeñas de múltiples colores alrededor.
Mudo, así se encontraban padre e hijo observando todo el lugar sorprendidos.
Yoongi se acercó con una sonrisa.
—Feliz cumpleaños Jungkook —volvió a decir, alzando a su hijo bien alto antes de bajarlo.
—¿P-papi? —llamó aún conmocionado el pequeño infante.
Jimin sonrió y se agachó, tomó su pequeño rostro y le dio un besito en la frente.
—Feliz cumpleaños kookie, ve a jugar —no hizo falta decir más, el pequeño cachorro salió disparado en dirección de los invitados y luego se llevó a Taehyung y a Jin a los juegos inflables.
—Te dije que no exageraras —regaño levantándose, aceptando gusto el abrazo de Yoongi.
—Se lo debo por el cumpleaños anterior, lo pasó en su habitación con Jin y Hoseok —respondió con tono culpable.
El rubio se dio vuelta y elevó sus brazos enrollándolos en el cuello de su alfa.
—Bueno, seguro que con esto lo recompensaste —murmuró moviendo tiernamente su nariz sobre la de Yoongi— Seguramente Taehyung te ayudo.
—El se ofreció, y sinceramente yo no sabía que mierda hacerle más que comprarles regalos —se encoge de hombros—. Jin y Namjoon se encargaron de comprar la comida y el pastel y el rarito con Hoseok me ayudaron a planear esto.
—Bueno, siendo que somos seis adultos y un cachorro y con muchos juegos, tendrás que jugar con nosotros —señaló divertido, robándole un beso.
—¿Por qué crees que estoy con traje de baño? —pregunto alzando una ceja.
—Bien, entonces solo falto yo y kookie.
—Te ayudo con tu traje de baño —preguntó bajando las manos hasta el perfecto trasero.
—¡Hey! ¡Hay un cachorro aquí presente! —grito Jin divertido.
—Oh Dios... —gimió Jimin avergonzado, escondiéndose en el cuello de su divertida pareja—. Ya deja mi trasero.
Regaño separándose, el rojo en sus mejillas aún no lo abandonaba.
—¡Kookie! ¡Vamos a colocarnos un traje de baño!
—Seguro y no quieres...
—Cállate —gruño empujándolo.
El pequeño cachorro llegó con una gran sonrisa al lado de Jimin.
—Esperame Minnie, yo quiero ir al baño —grito Taehyung siguiéndole.
Yoongi observó divertido como su avergonzada pareja se iba.
—¿En serio Yoongi? ¿Con invitados y un cachorro? —pregunto Hoseok divertido.
—Como si Ñamjuun no le hubiera tocado el trasero a Jin —señaló burlesco, rió cuando Jin golpeó a su pareja.
—Es Namjoon —corrigió este intentando abrazar a su pareja.
—Lo sé.
Hoseok rió ya sin poder evitarlo, burlándose también de Jin y Namjoon.
—Uhh ¿Yoongi? ¿Invitaste a alguien más además de nosotros? —pregunto Taehyung saliendo del interior de la casa.
—A papá pero dijo que él vendría en la noche.
—Pues, hay un auto ahí afuera.
Extrañado, el alfa ingreso a su casa y verificó por las cámaras el auto estacionado afuera y una mujer de brazos cruzados recargada en el auto.
—No conozco a esa mujer.
—Yo si. —respondió Taehyung cortante—. Y no sé cómo mierda esa mujer se enteró de que Jimin vivía aquí.
Hoseok se acercó abrazando a Taehyung al verlo tan molesto.
—Es la mamá de Minnie. Si Jimin la ve, seguramente se le arruinará el día.
—Bien, entonces ustedes entreténganlo mientras la saco por la fuerza si es necesario —ordenó ya saliendo de la casa por la puerta principal.
Le tomó unos minutos llegar hasta el portón donde la mujer, con vestimenta algo sofisticada y recatada esperaba observando lo fijamente.
—¿Y el maleducado de mi hijo no va a salir? —cuestionó alzando una ceja.
—No sé de quién me habla señora, cual nombre no me interesa saber pero sí me gustaría que se fuera de mi casa.
—Esta señora —comenzó separándose del auto, acercándose hasta estar frente a Yoongi—. Es la madre del estúpido rubio que ni para ser omega sirve, que sé, que está escondiéndose en esa casa.
—Ese estúpido rubio, es mí omega el cual está dentro de nuestra casa con nuestro cachorro —gruñó frunciendo sus cejas—. Y será mejor que no venga a insultar a mi pareja en mi casa, usted no es bienvenida ni nadie de su familia.
—Es mi hijo —apretó sus labios enojada.
—¿Quien lo dice? En lo que a mí concierne, él no la ve como su madre y nunca habla de usted, y ciertamente usted no lo trata como un hijo.
—Eso... No es su asunto.
—Es mi pareja, claro que es mi asunto —suspira—. No sé qué mierda era lo que quería conseguir al venir acá, pero si vino solo para lastimar a mi pareja, puede esperar y hacerse más vieja y amargada de lo que ya es.
—¡Que maleducado! —chillo indignada la mujer.
—Bueno, soy la pareja de su hijo, que espera —se burló sonriente.
—Hum, cómo es ese chiquillo sabía que no conseguiría nada mejor —gruño dándose media vuelta—. Desde hoy dile que ya no tiene madre, ni familia.
—Ahí se equivoca señora —señalo viendo como se subía al auto—. Nosotros somos su familia y el no necesita de más. Y será una agradable noticia decirle que su bruja madre ya no molestara más.
Furiosa e indignada, la mujer se fue en su auto.
Riendo, Yoongi se dio vuelta para volver a su casa. En la entrada, un cuerpo se estrelló contra él. Jimin rodeó sus brazos en su cuello y pego un pequeño salto para enrollar su piernas en la cintura del alfa.
—Hum... Y esto —preguntó sosteniendo lo de los muslos—. ¿Algo está mal?
—Gracias por quitarme a esa bruja —susurró contra su cuello.
—¿Escuchaste...?
—Todo, y no me importa lo que diga, ustedes son mi familia —aseguró separándose para besarle.
—Te prometí que te protegería —murmuró sobre sus labios.
—¡Papiii! ¡Papaaaa!
—¡Vengan a cantar feliz cumpleaños al pequeño! —grito Jin.
—¡Minnie quiero torta! ¡Apurateeee! —grito esta vez Taehyung—. ¡Hay que celebrar que la bruja también se fue!
—Una ruidosa familia, pero qué le vamos a hacer —se quejó Yoongi permitiendo que su pareja bajara.
—Sigamos disfrutando del cumpleaños —sonrió Jimin, entrelazando sus dedos mientras volvían a la fiesta.
Disfrutando del resto del día con su pequeño cachorro.
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