Jimin limpio con su pulgar el delgado camino de saliva en el pequeño mentón de Jungkook. Frustrado por no poder dormir, al menos disfrutaba poder ver al menor dormir en paz en su cama, a su lado. Tener a Jungkook cerca le daba alivio y olvidaba momentáneamente que el nunca podrá tener su propio cachorro...

¿Por que Yoongi me beso? ¿Por qué no me aleje? ¿Por que me gusto?. Esas eran sus dudas que inundaban su mente.

Namjoon... Dolía, pero la conversación que tuvo con el en la tarde fue como el cierre que ambos necesitaban. Tal vez, en un futuro, podría volver a ser amigos pero para eso aún faltaba y ahora había pasado a un segundo plano con respecto a todo.

Necesitaba un café, cargado y urgente.

Rodeó de almohadas al pequeño cachorro y bajó las escaleras, colocó la cafetera y sonrió al recordar la primera vez que se encontró con el Alfa aquí.

Una vez el café estaba listo, se subió al mesón de la isla y tomó el café entre sus manos, apreciando la Luna a través de la ventana comenzó a balancear sus desnudas piernas.

Tenso su cuerpo al sentir aquel aroma cerca, Yoongi estaba a su lado.

- ¿Por qué no bajaste a comer? -no lo miro, se concentró en la taza entre sus manos.

- No tenía hambre... -susurro encogiéndose de hombros.

Yoongi junto sus cejas y observó fijamente el rostro de Jimin quien no le miraba.

- Mocoso mírame, te dije que no me gusta cuando no me miran cuando les hablo. -el pequeño rubio hizo una mueca, se negó a mirar al Alfa. Tenía que resolver sus dudas antes de verle a la cara.

Extrañado Yoongi avanzó en silla, fue consciente de cómo Jimin se tensaba e intentaba escapar. Antes de que se bajara por completo del mesón lo arrastró hasta su regazo, obligándolo a acomodarse a horcajadas.

- ¿Que haces Hyung? Suéltame. -se removió intentando levantarse pero aquellas grandes manos en su delgada cintura lo retenían.

- Jimin, mírame. -ordenó pero había algo extraño en su voz.

Jimin dejó de moverse y lentamente levantó su cabeza, observó aquellos gatunos ojos. Algo parecido al alivio atravesó la mirada del Alfa, cosa que le confundió y sorprendió.

- ¿Estas así por lo que pasó en la clínica? ¿Es por el imbécil de tu ex? -Jimin apretó sus labios siendo muy consciente de la cercanía entre los dos- ¿por que no me hablas?

- ¿Hyung, por qué me besaste? -preguntó al fin frunciendo tiernamente el ceño.

El Alfa suspiro con alivio cuando por fin el pequeño rubio le habló. Luego frunció el ceño, él no tenía por qué sentir alivio por algo como eso.

- Hyung, respóndeme. -insistió.

Permaneció unos largos minutos en silencio, observando el rostro serio de Jimin. La conversación que tuvo con Jin llegó a su mente y con ello una rabia momentánea por cómo se sentía a momentos con Jimin a su alrededor.

- Solo lo hice, no tiene que haber una verdadera razón o algo importante para hacerlo. -se encoge de hombros restándole importancia- Simplemente te bese como cualquier otro y de paso, gracias a eso, te sacamos a ese imbécil de tu ex, deberías agradecerme.

Algo en su interior se removió, pero no de forma agradable.

Como a cualquier otro. Agradecer.

- ¿Qué crees que soy para que me beses solo por que quieres? -Yoongi pudo ver el dolor cruzar en aquellos pequeños ojos grises. Incómodo, apretó un poco más aquella pequeña cintura pero Jimin se removió tanto que temió que se pudiera lastimar y lo dejó ir-. ¿Agradecer?, ¿Es enserio?. No necesitaba ninguna ayuda con Namjoon, todo está bien.

- Jimin yo...

- No señor Min, no se acerque y no me intente tocar más. -sus ojos duros-. Suficiente tuve con Namjoon para que usted venga ahora y... Y... Ash... -frustrado se fue apretando dolorosamente su mandíbula, aguantando las inmensas ganas que tenia de golpear al estúpido Alfa.

Aquella respuesta no debió haberle dolido, no debió haberle molestado, no debió causarle celos y no debió causarle ninguna de las sensaciones y emociones que le estaba causando en este momento.

Se encerró en su habitación sintiendo sus ojos acuosos, se recargo en la puerta mordiendo el interior de su mejilla para no llorar.

- Minnie... -sus ojos repararon en aquel pequeño ser lleno de luz que se alzaba entre las almohadas de su cama.

- Kookie. -sorbiendo su nariz se alejó de la puerta y se acomodo en la cama, arrojando al suelo las almohadas.

Rápidamente Jungkook gateo hasta estar al lado de Jimin y se acurruco en su cuello.

- Estoy bien... -susurro acariciando la pequeña cabeza, negándose a llorar por aquel imbécil.

(***)

Fueron tres días en los que Jimin se negó a ver a Yoongi, esquivándolo e ignorandole lo más que podía, y aunque tratara de negarlo y fingir que no le importaba... Si le importaba y ya estaba cansado de ese comportamiento que estaba teniendo Jimin hacia él.

Jin observó a Jimin y luego a Yoongi, estaba un poco extrañado de que su amigo haya estado bajado al desayuno y ahora también al almuerzo pero había una cierta tensión en la mesa desde que comenzó hacerlo. Lo más importante, se dio cuenta de que el pequeño Omega no miraba ni hablaba al Alfa a menos que fuera estrictamente necesario y Yoongi no dejaba de verlo, podía detectar un brillo de culpa en los ojos de Yoongi.

- Ejm, ¿Jimin? -llamó al ver como el pequeño rubio se iba a ir con su hijo.

Jimin se detuvo pero no se giró para ver al Alfa.

- ¿Mi sesión cuando comienza?

- Hoy no señor Min. -se excusó Jimin con voz fría.

Jin abrió de más sus ojos sorprendido y observó a Yoongi.

- ... Quiero hacer una sesión hoy Jimin, es tu trabajo el cual no has cumplido desde hace tres días. -pronunció sabiendo que esa era la única forma de que Jimin le obedeciera, por lo que podía ver.

- ... En unos segundos estaré arriba. -respondió con una sonrisa tan grande y falsa que sorprendió a los dos contrarios, con el pequeño Jungkook entre sus brazos, desapareció.

- ¿Qué pasó? ¿Qué le hiciste? Hace días que están actuando extraño los dos. -pregunto Jin preocupado.

Yoongi suspiro rascando su nuca, culpable.

- No te diré que no sé, por que sé lo que hice, pero no te diré.

Jin inclinó su cabeza algo confundido, sacudió su cabeza y observó a Yoongi.

- No importa, solo hace algo para que vuelva, esto es raro e incómodo. -pidió retirándose también.

Yoongi subió a su elevador recordando aquel trato que había estado recibiendo los últimos tres días del pequeño rubio, no le gustaba, para nada, lo odiaba. Jimin siempre le había tratado diferente a las otras personas y no había apreciado eso hasta ahora.

Cuando llegó, Jimin ya estaba adentro esperando, ni siquiera lo miro.

- ¿Jungkook?

- Jin Hyung. -contestó simplemente sin mirarlo.

Yoongi asintió con la cabeza y se acercó hasta estar al lado de Jimin, solo se acomodo en la colchoneta, el pequeño rubio aún seguía sin mirarlo.

- ¿Podrías volver a como antes? -pidió observando a Jimin.

- Empezará con los ejercicios que quedó la última vez señor Min. -aquellos pequeños ojos grises... Tan diferentes ahora.

Estiró su mano intentando atrapar la pequeña de Jimin y acercarlo pero el pequeño Omega se removió rápidamente, solo alcanzó a rozarlo. Todo su cuerpo se congeló al ver el miedo cruzar en los pequeños ojos.

- ¿Jimin? -su garganta tenía un nudo.

- Puede empezar señor Min. -dijo dejando una considerable distancia entre los dos.

Apretó su mandíbula. Bien.

- No quiero hacerlo, quiero hacer abdominales.

- Como usted quiera señor Min. -contestó sumiso.

- Tu... -respira ruidosamente- Afirma mis piernas. -Jimin hizo una pequeña mueca.

Se acercó lentamente hasta estar al frente de Yoongi. Lo observó unos segundos y luego sus manos, no, no podía hacerlo.

- Lo siento no pue... -antes de poder entender, unos fuertes brazos rodeaban su cuerpo y un fuerte pecho estaba bajo suyo.

- No era eso... -susurro con alivio Yoongi, una suave sonrisa brotó y toda su expresión cambió por una suave al ver que Jimin no se rehusaba a su tacto con horror, con aquel horror que presenció aquella vez.

- Eh... Señor Min, ¿puede soltarme? Ahora. -pidió incómodo.

- No lo haré Jimin, tenemos que hablar.

- No tenemos nada de qué hablar señor Min, mi actitud hacia usted desde un principio estuvo mal, esta debió ser mi actitud desde un principio. -su voz parecía tan robótica que le molestaba.

- No, tu actitud desde un principio estuvo bien, yo fui el que lo arruinó al no poder contenerme y besarte.

- ¿Contenerse de que? Usted mismo dijo que era algo sin importancia señor Min... Que cualquiera pudo haber sido...

- No me digas señor Min, no me hables de usted. -gruño abrazándolo con más fuerza-. Lo odio, no fue algo sin importancia ni algo que hice solo por hacer, fue un impulso muy consciente... Yo te quería besar Jimin. -reveló con un suspiro, escondiéndose en el pequeño cuello.

Así es como su corazón volvió a latir rápidamente y con solo esas palabras su cuerpo se relajó por fin.

- ¿Por qué? ¿Por que me dijo eso entonces?

- Te bese por que desde la primera vez que sentí tus labios sobre los míos es que me volviste adicto mocoso, me gustan tus labios, me gusta tu sabor, me gusta sentirlos sobre los míos, que sigas mi ritmo y que me dejes recorrer cada rincón de esa exquisita cavidad bucal... No eres cualquier otro... No lo hice solo por tu estúpido ex... Bueno, en cierta parte si, quería demostrarle al muy imbécil que estabas bien conmigo y que le superaste. -sonrojado levemente Jimin se acomodo bien sobre el pecho de Yoongi.

- ¿Es en serio? -Yoongi suspiro con una pequeña sonrisa.

No respondió, en vez de eso se inclinó hacia adelante atrapando aquellos abultados labios rosados. Su lengua relamió el relleno labio inferior después de mordisquearlo suavemente, Jimin entreabrió sus labios y sus lenguas se juntaron por fin.

El chasquido de sus lenguas era lo único que se escuchaba, el Alfa volvió a recorrer cada rincón casi bebiendo de aquel dulce sabor.

- Eso responde tu pregunta. -pronunció sobre los labios de Jimin.

El pequeño rubio sonrió y esta vez él inició el beso, atreviéndose por primera vez a recorrer el interior de Yoongi quien lo recibió sin ningún problema.

No era necesario palabras o alguna etiqueta para lo que lentamente se estaba formando entre ellos, así estaba bien, ellos estaban bien así. Habían pasado por suficientes cosas hasta el momento y aunque no lo quisieran admitir, tenían miedo de ponerle nombre a lo que estaban sintiendo, como sus cuerpos reaccionaban al otro.

- Me gusta hacer terapias así.

- Hyung... A mi igual. -admitió travieso, escondiéndose en el cuello de Yoongi.

Ir lento estaba bien, así estaban bien.

Jin ahogó el grito de emoción y lentamente cerró la puerta, retrocediendo con cuidado.

- ¿Minnie? ¿Papá?

- Creo que en este momento están un poco más que ocupados Jungkookie. -sonrió encaminándose hacia su habitación, estaba muy emocionado y tenía que compartir su alegría con alguien y ese alguien sería su pareja.

- Jinie amor, ¿como estas? -se escuchó la voz de su Alfa muy alegre del otro lado.

- Estoy muy muy pero muy feliz. -exclamó sentándose en su cama con el pequeño.

Namjoon sonrió por la emoción en la voz de su pareja, ya se podía imaginar la inmensa sonrisa en aquel bello rostro.

- ¿Qué pasó?

- Pues... Yoongi está besando a Minnie, ya arreglaron sus problemas... Algo me dice que están en algo. -lentamente la sonrisa de Namjoon fue desapareciendo.

- ¿Qué?

- Pues eso, lo que escuchaste.

- Me dijiste que tu amigo odia a los Omegas y que es un completo idiota y cretino. -Jin junto sus cejas descontento por el tono de su Alfa, Yoongi era su amigo a pesar de haber cambiado tanto.

- Sí pero está cambiando, Jimin lo está cambiando.

- Pero lo va a lastimar, Yoongi va a lastimar a Jiminni... A Jimin, él es un Omega.

- Yo sé lo que te digo amor... ¿Como sabes que Jimin es un Omega? -cuestionó extrañado.

- ... Es amigo de Taehyung, ¿recuerdas? Obviamente lo vi y conocí. -se excusó algo tenso.

- ... Bueno si esos dos están juntos está bien, así como también si no llegan a estar juntos, solo ellos dos decidirán aunque estoy seguro de que hay algo entre esos dos... Como una especie de química.

- No. No se puede.

- Namjoon, estas actuando raro y tú no puedes decidir por otras personas, mucho menos por las que apenas conoces. ¿Sabes?, hablar contigo me está deprimiendo en vez de aumentar mi felicidad, hablamos luego, adiós. -corto sin dejar que Namjoon respondiera.

Frustrado apagó su móvil y decidió prestarle toda su atención al pequeño Jungkook.