Capitulo 18
Suspiro dando vueltas y vueltas en su cama, aburrido de no poder volver a quedarse dormido se levantó. No era el calor de la noche lo que no le permitía dormir, era un sueño... Namjoon estaba ahí pero no fue de cuando eran parejas, era de antes, de cuando eran amigos y salían juntos e incluso con Tae. De las noches que pasaban viendo películas, de cosas triviales que hacia con su amigos.
Era nostálgico recordar algo así después de haber solo estado soñando con los dolorosos recuerdos. No tenía ese nudo en su garganta pero si tenía un amargor. ¿Cuándo cambio todo?, ser parejas... ¿Realmente lo cambio todo ó empezó desde antes?.
Salió de su habitación, mordió su labio observando la puerta del cachorro. Entró solo un momento y observo aquel pequeño cuerpo relajado, el tierno rostro. Se aferró a los garrotes de la cuna. ¿Fue cuando nos enteramos de que era infértil?, negándose a llorar acarició suavemente la pequeña cabeza antes de salir.
Rodeado por la oscuridad se sentó en un banquillo de la cocina, recargando sus codos sobre el mesón de la isla y su rostro sobre sus manos. Observo como la luz de la Luna se filtraba a través de la ventana.
Deseando algo de aire fresco salió por la puerta trasera de la cocina, hacia el jardín trasero. Inclinó su rostro hacia la luz de la Luna y cerro sus ojos disfrutando la pequeña brisa fresca de la noche.
Con una suave sonrisa adornando sus labios camino descalzo por el verdoso césped, disfrutando de aquella sensación bajo sus pies. Observando la gran Luna sobre él se sentó cruzando sus piernas. A veces, la Luna puede ser una gran compañera, más cuando lo que le invadía era la nostalgia y no el dolor.
Yoongi froto su rostro ya exhausto de no poder perder su maldita conciencia y así dormir. Frustrado se acomodo en su silla saliendo de su habitación, estar encerrado era peor. Y pensar que antes podía dormir tan bien, dormir de recorrido sin ninguna maldita preocupación, con un cuerpo caliente a su lado dándole de su calor.
Se sirvió un vaso de agua, junto sus cejas al ver un cuerpo en medio de su jardín. Restregó sus ojos y volvió a observar. No, no estaba imaginando nada, una rubia cabellera se distinguía sentado en medio del césped gracias a la escasa iluminación de la Luna.
¿Estaba llorando?, se preguntó al ver como pasaba una de sus manos bajo sus ojos. No te importa Yoongi.
El momento de Jimin consolándolo a él volvió a su mente, el rubio también sufría. No entendía por que pero en ese momento sus manos se estaban moviendo y en cuestión de segundos ya estaba casi al lado del menor.
- ¿Tampoco puedes dormir Hyung? -pregunto con sus ojos cerrados suavemente, su rostro inclinado hacia arriba como si buscara ser abrazado por la tenues luz.
- No. -respondió con un suspiro.
- Ven aquí conmigo Hyung. -señalo abriendo sus pequeños ojos- El césped es agradable y relajante.
El Alfa alzó una ceja y observo el rostro del rubio, no había signo de mentira o burla. Solo había un problema, solo no podía y él no iba a pedir ayuda.
- Oh cierto, yo te ayudo. -sonrió suavemente tranquilo, como si lo que acaba de decir fuera lo más normal hacia una persona en sillas de ruedas.
Acomodo como pudo con su fuerza el cuerpo del Alfa en el césped y luego se sentó a su lado, sus rodillas cruzadas rosaban con los muslo del Yoongi, ambos en silencio observando la Luna.
- ¿Qué haces acá, afuera?
- Sentí calor en mi habitación y no me podía volver a quedar dormido, quise algo de aire fresco.
- ¿Qué soñaste? -pregunto el Alfa observando la Luna, sabia que no era solo el calor.
Jimin bajo su cabeza, observo el perfil de Yoongi unos minutos antes de estirar una esquina de sus labios y volver apreciar la Luna.
- Recuerdos buenos, aquellos en donde todo estaba bien con ser amigos y no había dolor, solo risas. Despertar con aquel sueño luego de estar soñando constantemente con la desastrosa y solitaria relación... Me dejó con un especie de vacío y amargor en la boca además de preguntas sobre cuando cambio todo.
Si... Se sentía tan representado por Jimin en ese momento que era ilógico y tonto. Imitando al pequeño rubio se recostó sobre el césped también.
- ¿Qué cambio? ¿Cuando? ¿Como? ¿Cómo pasamos de ser unos buenos amigos a parejas? -se preguntaba Jimin- ¿Cómo pasamos de una relación con buen inicio... A como término? ¿Qué hice mal? ¿Fui yo? ¿Fue él? ¿Ambos? ¿Ó simplemente nunca debimos estar juntos? ¿Qué fue Hyung? -pregunta ya con su voz quebrada, girando su rostro para observar a Yoongi.
El Alfa suspiro pesadamente. Preguntas que el mismo también se hacía, preguntas a las cuales no tenía respuestas por más de tres años que había estado pensando en alguna. Alzó un de sus grandes manos y pasó su pulgar suavemente para remover aquellas lágrimas.
- Ni yo tengo esas respuestas aún mocoso, llevo tres malditos años pensado en alguna y aún no consigo nada. -respondió con voz grave, la sinceridad brillaba en sus ojos felinos.
Algo se removió al ver la sonrisa del rubio, sus ojos eran dos finas líneas donde las lágrimas brillaban, algunas logrando bajar hasta llegar aquella sonrisa rota pero al la vez tan comprensiva y otras hacia el verdoso césped.
- ¿Algún día tendremos respuestas?
- Bueno... Llevo tres años así que...
- Hyung eso no me anima... -susurro para luego soltar una suave risita, volviendo a observar la Luna.
Yoongi siguió observando el perfil del contrario.
- ¿Y tu que soñaste Hyung? -el Alfa suspiro volteando su cabeza.
- No soñé nada, ni siquiera pude pegar el ojo en primer lugar. Tengo sueño, ¿sabes? Tengo toda la intención de dormir pero cierro mis malditos ojos y mi mente en blanco no me deja, de pronto ya no está en blanco y esta llena de preguntas, cuando dejó las preguntas son los recuerdos tipo fotografías que se me aparecen, una tras otra, tras otra. Doy vuelta, vuelvo a cerrar mis ojos y todo vuelve y no vuelve.
- ¿Cuáles son tus recuerdos Hyung? -el Alfa rio sin humor provocando que Jimin volteara a verlo.
- No quieres saber. -el pequeño Omega dio media vuelta su cuerpo para así poder estar de perfil entero, apoyo su cabeza sobre su mano inclinando su codo.
- Si quiero saber, soltarlo tal vez te alivie un poco y puedas dormir.
- ... Si te cuento dejas de decirme Hyung y vuelves al usted, con respeto. -volteo su rostro para observar la pequeña sonrisa, sonrió ladino y volvió apreciar la luna-. Son de atrás hacia adelante, de adelante hacia atrás y de al medio atrás. Recuerdo la maldita impotencia de no poder mover mis piernas, aquellos ojos que me observaban con pena. -traga pesado-. Luego es cuando... Cuando me dejan por ser inválido... Aquellas frases, aquella expresión, aquel rostro. -pronuncia apretando sus manos hasta formarlas puños.
Jimin observa la mano de Yoongi, con algo de duda estira su mano libre y suavemente la aprieta, esperando que se relaje lo suficiente introduce su mano pequeña que encaja al a perfección con la del Alfa y entrelaza sus regordetes dedos impidiendo así que la vuelva hacer puño.
Yoongi suspira-. Vuelvo al día del accidente, aquella luz frente a mi. Todo se vuelve negro y estoy solo en una calle, giro sobre mi hombro y ahí está él, sonriéndome como solía hacerlo, estirando su mano hacia mí. Cierro mis ojos y ahora está Jungkook frente a mi puerta y su espalda alejándose. Vuelven sus sonrisas y nuestras citas, las preguntas me invaden, vuelvo a vivir el accidente. Y así, sin comienzo y sin fin, sigo, me detengo, estoy, no estoy.
- Aunque no quiera, avanzó y no avanzó, observo y actuó pero a la vez no. Camino, sigo, el final... Esta y no está, aquí estoy yo y no estoy, este soy yo y no lo soy. Caigo y subo... Me pierdo y vuelvo. -termina de pronunciar Jimin respirando entrecortado.
- Si... -voltea a verlo, ambos pares de ojos se observaban comprendiendo aquel dolor y dudas, aquella incertidumbre sin fin y ningún comienzo.
Jimin voltea a ver la Luna y estira su brazo hacia ella, sintiendo como si pudiera tomar la Luna entre sus manos.
- Tan lejos y tan cerca. -suspira dejando caer su mano.
El silencio los vuelve a invadir, la Luna apreciaba aquellas dos personas iluminándoles con su poca fuerza, acompañándoles en su soledad.
Todo era calma, la brisa recorriendo sus rostros. Sintiendo un peso en su hombro volteo a ver, el rubio recargaba su cabeza sobre su hombro, estaba dormido, aquel suave subir y bajar de su pecho se lo dijo.
No le molesto y volvió a observar la Luna.
- ¿Algún día obtendremos nuestras respuestas? -pregunto al vacío, sintiendo como aquel pequeño cuerpo de calor se acomodaba más cerca.
Cerro sus ojos, deseando esta vez si poder dormir, rodeando con uno de sus fuertes brazos aquella pequeña y delgada cintura.
No había pensamiento, no había pregunta, no había imagen, solo aquella relajante respiración sobre su cuello, aquel cosquilleo y aquel agradable calor. No espero más, sus ojos sin desearlo ya habían cumplido uno de sus anhelos.
Esa noche durmió como nunca, como hace años que no dormía. Todo fue de recorrido, sin soñar nada, sin recordar nada y sin preguntarse nada. Solo cerro sus ojos y no hubo nada más, no despertó. Aquella sensación de tener a alguien a su lado, no cualquier alguien, una persona que lo entendía.
No fue el único, Jimin también pudo dormir bien como lo hacia hace dos años. Sin pensamientos deprimentes, sin lamentaciones. No hubo nada más que aquella reconfortante sensación de volver a sentirse protegido, como cuando era un cachorro y no había miedo, ni preguntas, ni sufrimiento.
Así, durmieron juntos. Jimin escondido tras el agarre de su cintura, abrazándose más al cuerpo y escondiendo su cabeza en aquel fuerte pecho.
Paz y tranquilidad.
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