Capítulo 17

—Jin hyung, ve a descansar yo me quedo viéndolo —susurro para no despertar al pequeño.

Jin bostezo y estiró sus brazos, sus párpados se cerraban solos por el sueño. Ya estaba por amanecer y el había ordenado a Yoongi y Jimin ir a sus habitaciones a dormir mientras se quedaba y veía al cachorro.

—Gracias Minnie, paso buena noche así que no hay que preocuparse —su tono somnoliento mientras arrastraba sus pies a la puerta.

Jimin se acercó a la cuna y observo al pequeño dormir, tocó suavemente la mejilla y frente del menor, ya no sentía aquella elevada temperatura de ayer.

Suspiro aliviado y se sentó en la silla en la que estaba Jin antes, subió sus piernas desnudas y las abrazo observando fijamente al menor.

Jungkook se removió y lentamente abrió sus ojitos. Jimin rápidamente se enderezó y fue hacia el menor, tomándolo entre sus brazos al ver el tierno puchero.

—Ya está bien kookie... —susurro deslizando su mano de arriba abajo por la pequeña espalda. Jungkook se removió más cerca de él, ubicando su pequeña cabeza en su cuello, buscando su aroma—. Lo siento pequeño... Hoy tampoco tengo...

El menor entre dormido se aferraba a su cuello, con la esperanza que en cualquier momento aquel aroma volvería, apretando el corazón de Jimin al presenciar aquello.

—Tal vez... —salió de la habitación y fue hacia la suya, con cuidado tomó una de sus almohadas y la olfateo sonriendo.

Se acomodo en la cama con el pequeño y acercó su almohada, Jungkook se aferró a ella al instante que sentió el aroma de Jimin en ella, enterneciéndolo por aquella acción.

Con ternura corrió los mechones del menor para poder apreciar mejor aquel lindo rostro. Cerro sus ojos un solo segundo o eso le pareció, cuando los abrió el cachorro jugaba con sus pequeñas manos entre las suyas y había un ligero golpeteo en la puerta.

Sonriéndole al menor lo ubicó al medio de la cama y fue abrir la puerta, Yoongi estaba con una bolsa sobre sus piernas.

—Sabía que estaría aquí —pronuncio adentrándose a la habitación y vio a su cachorro sonreírle.

—Lo siento, fui temprano a su habitación pero luego lo traje a la mía —contestó volviendo a la cama, sentándose en el borde de esta.

—No me molesta, Jin paso por mi habitación antes de irse a dormir diciendo que había que darle los remedios a la hora indica y ver que coma algo.

—Bien, entonces bajemos —pronunció levantándose.

Yoongi sonrió con descaro, acomodando a su pequeño sobre sus piernas.

—Por cierto, lindas piernas —alcanzó apreciar las abultadas mejillas adquiriendo un rojo intenso antes de salir por la puerta, su cabeza inevitablemente fue hacia atrás y aprecio aquel formado trasero.

Relamiendo sus labios siguió avanzando sacudiendo su cabeza. El pequeño rubio realmente tiene un buen cuerpo.

Jungkook llamó la atención de Yoongi tironeándole su camiseta.

—¿Y tu qué? ¿Ya estás mejor? —pregunto alzándolo y acercando el pequeño rostro para detallarlo bien—, te ves mejor que ayer... —pronunció sintiendo un dulce aroma en el menor.

Era limón y miel, algo dentro suyo se removió al sentir aquel exquisito aroma, tan atrayente. No era empalagoso y no sabía de donde su pequeño cachorro había adquirido en su ropa aquel aroma pero le gustaba, dudaba que fuera de un Omega además Jin era Duraznos y clavel.

Abajo sonrió ladino al ver un tenues sonrojo en la mejillas del contrario que a pesar de estar avergonzado enfrentaba su mirada.

—Sabes... Creo que me gustabas más cuando no sonreías así Hyung —señalo Jimin abriendo el refrigerador y sacar el desayuno que había dejado Jin preparado.

—¿Por que? Mi sonrisa es única y solo aparece nulas veces, deberías apreciarla si la estas presenciando.

—Pero pareciera que te estas burlando de mi Hyung, cada vez que te burlas aparece —se quejó con un puchero.

—Yo no me burlo, digo la verdad. Tus piernas son lindas ya supéralo —el pequeño rubio entrecerro sus ojos dejando sobre el mesón de la isla dos tazas de café amargo.

—Como no hay silla para niños aquí abajo tendrás que tenerlo en tus piernas —anuncio acomodando un banquillo frente al Alfa y pequeño, sentándose en este.

—Le diré a Jin que compre otro —se encogió de hombros, afirmando con uno de su brazos el pequeño cuerpo tranquilo mientras tomaba del rico café.

Rodando sus ojos Jimin se inclinó un poco hacia adelante, con una pequeña cuchara que contenía el remedio en jarabe del cachorro.

—Abre grande kookie —pidió abriendo el mismo también su boca.

Jungkook lo imitó e hizo una mueca de total desagrado cuando trago aquel jarabe. Yoongi río, ocultándolo tras la taza de café.

—Perdón pequeño —acarició la pequeña cabeza—, prometo que este sabe mejor. Di ah... —volvió a colocar la pequeña cuchara frente al menor.

Jungkook observo la cuchara y luego a Jimin, apretó sus labios sin querer tomarse esa cosa.

—Vamos pequeño, abre —pero el cachorro no abría.

El Alfa movió su mano y buscó al rededor del pequeño cuerpo, se sintió satisfecho cuando logró hacerle cosquillas, logrando que abriera la pequeña boca y así Jimin le diera del otro jarabe.

—No sabe tan mal, ¿cierto? —pregunto con una suave sonrisa—. Hyung dale esa fruta picada.

Señalo el Omega tomando de su café, cerrando sus ojitos gustoso al sentir el amargor bajar.

—¿Tu sabes por qué Jungkook tiene aroma a miel y Limón en la ropa? —pregunto dándole de comer al cachorro.

Observo sorprendido cuando que pequeño rubio frente a el se atraganto con su café.

—¿Estas bien? —pregunto viéndolo limpiarse su boca.

—¿Tiene aroma? ¿Kookie tiene aroma? —pregunto en cambio, tenso.

—Si, es un perfume, porque es agradable —añadió alzando a su pequeño pala volver a sentirla.

Jimin trago pesado, que le dijera su amigo, que se lo dijera incluso Jin Hyung estaba bien, ambos eran Omegas y cercanos era obvio que lo iba hacer. Que lo dijera Yoongi, aquel Alfa que odia con sus razones a los Omegas y en particular sus aromas... Fue algo ya más serio y que hizo vibrar su interior.

—Si... Es un perfume, seguramente quedó impregnado a mi almohada y Kookie se aferró a ella mientras dormía —logró pronunciar.

Yoongi asintió con la cabeza terminando su desayuno y a la vez de darle a Jungkook del suyo.

—¿Hoy haremos sesión?

—Depende.

—¿De qué?

—De si tu mano aún duele —pronunció limpiando con su lengua la mantequilla que quedó sobre sus labios al comer una tostada.

—Ya no duele... ¿Tu pie derecho? —pregunto siguiendo el movimiento de aquella lengua.

—Tampoco, como Jin Hyung esta dormido tendremos que estar con el pequeño Kookie —pronunció ya terminando su desayuno, volteando a ver al Alfa con el cachorro.

Yoongi no dijo nada, solo impulso su silla para volver a subir. Tal vez debería volver a su habitación de abajo y cambiar de lugar los instrumentos de la sesión. Si, hablaría con Hoseok para cambiar o hacer algo al respecto.

Ambos se ubicaron en la colchoneta, con el pequeño Jungkook y algunos juguetes.

—Hyung, hoy también iré enserio —aviso con una sonrisa.

—Vamos.

Algo estaba mal, Yoongi lo sabía. Estaba demasiado atento a cualquier movimiento del pequeño rubio frente a él, demasiado atento a como su pequeña lengua humectaba aquellos gruesos labios, como atrapaba con sus dientes su labio inferior al estar concentrado. El calor que emanaba y aquella gota recorrer desde su sien hasta su cuello, lentamente. Aquellas manos pequeñas y suaves ayudándolo con cada movimiento en sus piernas, el calor que se transferían de estas a su cuerpo.

Trago pesado, si... Algo definitivamente estaba mal.

—Kookie no hagas eso —regaño suavemente Jimin al ver al cachorro jugar con una pesa.

Olfateo el aire casi pudiendo sentir aquel rico perfume a miel y Limón.

—Te echaste de ese perfume tuyo —aseguró aprovechando la cercanía de Jimin para acercarse aquel cuello frente a él.

—De qué hablas Yoongi Hyung, no me echado nada —respondió sintiendo un cosquilleo por aquella nariz invasora de cuellos, su cuello.

—Creo que hay que terminar la sesión por hoy —pronunció tenso, obligándose a si mismo a controlarse y apartarse.

—¿Por qué? —cuestionó confundido, inclinando un poco su cabeza.

—La calor afecta. —respondió encogiéndose de hombros sin querer hablar más.

Con aquel tacto suave quemando placenteramente se acomodo en su silla, lo último que vio fue a Jimin tomando a su cachorro entre sus brazos antes de salir.

—Hey, ¿estas bien? —pregunto Jin saliendo de su habitación, ya sin esas ojeras cansadas bajo sus ojos.

—Si. —respondió escuetamente, tenía que despejar su mente.

Solo fueron unos segundos cuando Jin apareció en su habitación con el ceño fruncido, preocupado.

—¿Me dirás que te pasa?

—Solo quiero bañarme —gruño removiendo su camiseta.

—Tu aroma esta más denso...

—Estoy sudado Jin, es obvio que va a estar más denso —el Omega lo observo unos segundos antes de asentir con la cabeza, si.

Aun faltaba para el celo de Yoongi así que eso definitivamente no podía ser. Ambos quisieron atribuirle aquello al calor infernal que estaba haciendo más el pesado ejercicio.

El agua helada recorriendo su cuerpo lo calmo considerablemente, haciéndole pensar que fue tonto y estúpido haber pensado mínimamente de que su celo se había adelantado.

Jin salió de la habitación de Yoongi luego de haberlo ayudado a acomodarse en la cama y haber dejado la silla a su lado.

—¿Paso algo? ¿Se siente mal? —pregunto Jimin frente a él con el pequeño Jungkook.

—No Minnie, solo el calor —sonríe—. ¿Cómo se ha portado kookie?

—Bien Hyung, pero creo que ya tiene hambre —pronunció al ver como el cachorro observaba la TV donde pasaban un comercial de comida.

Riendo Jin lo apoyo asintiendo con la cabeza, ambos se perdieron en la cocina.

Jimin y Jungkook observaban los movimientos del Omega mayor por toda la cocina, moviéndose con maestría.

—Hyung, tu Alfa es un suertudo —halago al ver el espectacular plato frente a él y al cachorro.

Jin sonrió algo modesto y se sentó al lado de ellos. Jimin observo la puerta y luego al mayor.

—¿No va a venir tampoco hoy?

—Ya deberías de saberlo Minnie, Yoongi come solo en su habitación la mayoría de las veces —respondió Jin feliz de no comer como con la compañía de la TV como veces anteriores, años anteriores.

Jimin frunció sus labios pensativo.

—Iré a invitarlo —sonrió levantándose, dejando al cachorro en brazos de Jin.

—No creo que... —callo al ver que el menor ya no estaba.

Jimin tocó con sus nudillos la puerta y espero hasta que el Alfa le diera el permiso. Yoongi alzó una ceja dejando de lado su portátil al ver una rubia cabellera ladeada y luego unos pequeños ojos grises.

—Hyung, ven a comer con nosotros —sonrió Jimin tras la puerta.

—No tengo hambre —observo como el pequeño rubio se coló bien en su habitación.

—Pero tienes que comer Hyung. —junto sus cejas.

—No tengo hambre —volvió a recalcar dejando de prestar atención a Jimin.

Fueron unos escasos segundos en los que estuvo acompañado del silencio nuevamente cuando la puerta se volvió abrir y el pequeño rubio volvió aparecer.

—Bueno, si no comes con nosotros al menos come algo ahora Yoongi Hyung —pronunció dejando la bandeja con comida sobre sus piernas y volviendo a desaparecer.

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