Capítulo 16
—¿Ya vienes? —fue lo primero que dijo el Omega mayor al contestar su móvil.
—Estoy fuera de la casa —rasco su nuca observando a la nerviosa doctora a su lado.
—¿¡Y qué esperas!? ¡Entra! —ordenó llamando la atención de los dos contrarios.
—Eh... —hace una mueca—. Tengo un problema.
—¿Qué clase de problema no te deja venir a ver a tu sobrino enfermo? —pregunto con malhumor.
—La clase de problema donde el único doctor que quiso venir es una Omega. —respondió sin enojarse por el tono del contrario.
—Oh... —exclamó comprendiendo y observó a Yoongi, luego al pequeño cachorro en los brazos de Jimin—... Tiene sentido.
—Creí que podría utilizar neutralizador pero no encontramos en ninguna parte y fue por eso que nos tardamos más —explicó con un suspiro.
—Tu solo entra —ordenó haciéndole señas a Jimin.
El pequeño rubio dejó en brazos del Alfa al cachorro y se acercó rápidamente a Jin.
—¿Qué pasa Hyung? ¿Hoseok Hyung ya viene en camino? ¿Está aquí?
—Lo acompaña una doctora Omega —susurro para que solo el pequeño Omega le escuchara—. Necesito que le pases abajo uno de mis neutralizadores o uno de los tuyos y después que distraigas a Yoongi.
Asintiendo con la cabeza salió rápidamente de la habitación y fue a la suya, sacando de su closet la caja y un neutralizador. Corriendo bajó las escaleras y abrió la puerta. Estacionado a la mitad del camino estaba Hoseok recargado en su auto.
Con una sonrisa de alivio al verlo corrió hacia su lado y le pasó el neutralizador.
—Aquí está —dijo con su respiración algo agitada por correr.
Hoseok sonrió y le pasó el neutralizador de aroma a la Omega quien rápidamente se lo echo encima.
—Vamos —pronunció el Alfa ya encaminándose hacia la gran casa—. Recuerda, eres una Beta —advirtió abriendo la puerta.
Todo iba bien hasta que Yoongi apareció abajo, todos se quedaron paralizados al ver como las facciones del Alfa se tensaban.
—Tú... —su voz venenosa mientras observaba fijamente a la Omega con su maletín, quien se escondió detrás de la espalda de Hoseok. Aun tenía algo de su aroma encima y todos estaban seguros de que Yoongi alcanzo a escuchar la ultima parte.
—Yoongi Hyung... Kookie, tiene que verlo —le recordó Jimin, tratando de que su lado sumiso no lo superara.
Yoongi trago seco y apretó sus manos en puños, enterrando sus cortas uñas en su piel. Tragándose su gruñido de rabia dio media vuelta, era por Jungkook, su cachorro con el que no le había dado la suficiente atención desde que apareció aquella tarde en la puerta de su casa con aquel estúpido que decía amarlo.
—Suban... —el pequeño Omega le susurro a Hoseok y corrió tras de Yoongi al ver como este se iba mordiendo su labio inferior.
El Alfa asintió con la cabeza y agarrando del antebrazo a la Omega subieron la escalera.
Siguiendo al Alfa alcanzó a poner su pie cuando este cerro la puerta de su antigua habitación de un portazo -ni loco pensaba subir sabiendo que había una Omega ahí arriba-, Jimin sin importarle la puntada de dolor en su pie apretó sus labios y entró a la habitación del Alfa.
—Vete. —ordenó inquieto, queriendo golpear algo.
Jimin observaba angustiado como el Alfa dándole la espalda intentaba bajar de su silla para sentarse en su cama. Ahogó un grito al ver como en un mal movimiento su mano se doblaba mal y caía directo al suelo, golpeado fuerte y dolorosamente su espalda.
—¡MIERDA! —grito enfurecido quedándose en el suelo, comenzando a golpearlo con sus puños sin importarle nada.
—Yoongi Hyung para, por favor detente —rogó caminando rápidamente hasta su lado, sus rodillas estrellándose contra el suelo.
Pero Yoongi no lo escuchaba, seguía sumergido en su furia golpeando hasta romper la baldosa del piso con sus puños desnudos.
No importó si le llegaba un golpe o si el Alfa lo empujaba con su fuerza bruta. Lo abrazó, lo abrazó con su poca fuerza -a comparación de un Alfa- intentando controlar a Yoongi.
Sentándose ahorcajadas sobre el abdomen del Alfa, rodeó con sus delgados brazos la cabeza de Yoongi, empujando su cabeza contra su pecho y obligándolo a escuchar el latir de su corazón.
—No más Hyung... Por favor... —rogaba con su voz quebrada, sus lágrimas recorriendo sus mejillas sin poder soportar ver al Alfa así.
Se quedó en silencio, tenso. Fueron varios minutos en los cuales Jimin esperaba que lo apartara de un manotazo, pero no fue así. Con los músculos tensos Yoongi rodeó el pequeño cuerpo y lo tiro más abajo, logrando esconder su rostro en la curvatura del cuello.
Dolía, con solo sentir el aroma de otro Omega, aunque no sea el de su ex, dolía como el infierno. Solo con ese dulce aroma que solo pertenecía a ellos le hacia recordarlo.
Se aferró más a aquel pequeño cuerpo sintiendo impotencia por sus recuerdos y sentimientos tan dolorosos.
—Yo sé que duele Hyung... A mí también... —susurro aquella suave y quebrada voz.
—No. No lo sabes. No sabes que es ese dolor infernal que sientes con solo recordar —su voz más grave de lo normal, escondiéndose más en aquel pequeño cuello.
—Si, lo sé. Aquel dolor y ardor infernal que te consume desde adentro, aquella cosa enterrándose en tu pecho con solo ver cualquier cosa que te recuerda a aquella persona. Despertar en medio de la noche bañado en sudor y lágrimas porque, ésa persona, te atormenta hasta en tus sueños. No poder dormir bien, las noches en vela, ese dolor que tratas de alejar y olvidar, lo sé... Yo también lo sé... Conozco ese dolor...
Si... Aquello era exactamente lo que sentía él, lo que pensaba.
—¿Por qué? ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué a ti? ¿Por qué a mí?
—No lo sé Hyung, yo tampoco lo entiendo. A veces siento que mi amigo tiene razón con sus palabras.
—¿Cúales?
—A veces las corrientes y el mismo destino son una mierda —aquella tierna voz quebrada diciendo aquellas palabras, le causó gracia.
Jimin sonrió entre lágrimas, contagiado por aquel pecho vibrante y esa ronca risa.
—Pues, tu amigo tiene razón —concordó relajando por fin sus músculos, sin querer soltar aquel pequeño cuerpo igual de roto que él.
Sorbiendo su nariz el pequeño Omega elevó una de sus pequeñas manos para limpiar un poco sus lágrimas, sentía una especie de libertad luego de haber soltado aquellas palabras.
—Hyung... ¿Tu mano te duele?
—¿Por qué me debería mi...? Sí, si duele —te quejó al ya no sentir la adrenalina de su rabia cegándolo.
—¿Quieres que le diga a la doctora que revise tu mano?
—No...
—Pero ya no tendrá aroma Hyung.
—Pero yo sé que es un Omega.
—Pero no vas a estar solo, yo voy a estar contigo Hyung. Es mejor estar acompañado con esos dolorosos recuerdos que solo, yo lo comprendí gracias a Tae.
—¿Qué tiene que ver tu amigo?
—Que cuando vivía con él después de que mi Alfa me engañara, prácticamente me encerré en la habitación y fue él quien se metía y trataba de sacarme una sonrisa y distraerme —explicó ya enderezándose. Sus mejillas adquirieron un tono rojizo al ver en la posición en la que estaba—. Lo siento.
Se apresuró en salir de encima de Yoongi. El Alfa sonrió ladino.
—Esta bien... Ayúdame a incorporarme —con una gran sonrisa el pequeño Omega lo ayudó a sentarse en el suelo con delicadeza.
—Hyung, ten cuidado rompiste una baldosa y te puedes cortar —tomó la gran mano alejándola de la baldosa rota.
Yoongi hizo una mueca, realmente se cegaba con su rabia. Con la ayuda de Jimin más la fuerza de sus brazos se sentó ahora en su cama. El pequeño rubio tomó su mano y la revisó.
—No algún corte.
—Ves, no necesito ninguna doctora y tú también puedes verlo.
—Hyung, revisar tu mano y ver que no tiene sangre no significa que pueda ser doctor, soy Kinesiólogo —sonrió hasta que sus ojos fueron dos media lunas.
—Y fisiólogo, eso me lo dejaste claro la primera vez que nos encontramos —recordó con un tono burlón.
Abrió su boca para refutar aquello pero un golpeteo en la puerta lo detuvo.
—Yoongi ya revisaron a Jungkookie, está resfriado. Le dieron algo para bajarle la fiebre y ya está surtiendo efecto, hay comprarle otros medicamentos también —aviso Hoseok del otro lado de la puerta, con la Omega unos cuantos pasos más atrás.
—Hyung, deja que te revise —pidió Jimin haciéndole ojitos.
El Alfa paso su lengua sobre sus dientes, empezó a morder su mejilla interna y asintió lentamente con la cabeza, recibiendo una deslumbrante sonrisa como recompensa.
Sontiendo Jimin fue a abrir la puerta, Hoseok le observó preocupado y extrañado al ver la sonrisa del contrario.
—¿Puedes llamar a la doctora? —pregunto recargándose en la puerta.
—¿Por qué? ¿Tienes algo? —intento acercarse para revisarlo pero Jimin negó con la cabeza retrocediendo un paso.
—Yoongi Hyung se lastimó la mano.
—No creo que sea buena idea, ya sabes como es...
—Hace lo que Jimin quiere. —interrumpió el Alfa al interior de la habitación.
—Oh, ya no soy mocoso —molesto Jimin volteando a ver al Alfa.
Yoongi entrecerro sus ojos provocando que el pequeño rubio soltara una ligera risa traviesa.
Hoseok retrocedió un paso y luego otro, dio media vuelta y fue a buscar a la Omega.
Chasqueaba su lengua pensativo e inclinaba su cabeza.
“¿Qué fue eso?” se preguntaba pensativo.
—¿Ya nos vamos?
—No, Yoongi quiere que revises su mano. No te preocupes, estarás conmigo y Jimin quien es el que hace las sesiones ahora con él —explicó al ver el rostro asustado de la mujer.
Asintiendo con la cabeza siguió al Alfa. Yoongi se tensó cuando la Omega cruzó su habitación, Jimin se colocó a su lado, apoyando sus pequeñas manos en aquellos fuetes hombros, dando ligeras presiones que buscaban mostrar su apoyo al mayor.
De mala gana estiró su mano hacia la mujer, con una mirada fría. La Omega tocó con sus manos temblorosas aquella gran mano comenzando a moverla.
—Hyung, ¿después vamos a ir a ver a Kookie? —pregunto Jimin distrayéndolo.
—Si —observo como la mujer vendaba su muñeca.
—No se ve nada malo pero si sigue doliendo sería mejor llevarlo a la clínica y hacer una radiografía —explicó cabizbaja, evitando duramente el contacto visual directo.
Jimin suspiro con alivio y sonrió soltando los hombros de Yoongi. El Alfa sorprendiendo al pequeño rubio y a su hermano tiro de Jimin sobre sus piernas, abrazando la cintura pequeña.
—Revisa su pie derecho —ordenó ignorando la mirada de su hermano.
—¿¡Yoongi hyung, qué haces!? —chillo removiéndose.
—Quedate quieto mocoso —ejerció más fuerza en la cintura pero sin lastimarlo—, vi como cojeabas mientras abrías la puerta, ¿tu que esperas? —pregunto hacia la omega.
La mujer rápidamente se movió quitándole la zapatilla a Jimin y su calcetín, hizo lo mismo que con el Alfa y al final termino vendando el pie de igual forma.
—Te debe de haber quedado resentido y por eso tienes dolor, al igual que usted —observo a Yoongi y luego esquivo su mirada.
Yoongi chasqueo su lengua, odiaba eso.
—Bien... ¿Ya podemos ir a ver a Kookie? —pregunto Jimin volviendo a colocarse su zapatilla con algo de rubor en sus mejillas.
—Vamos, ya no soporto estar aquí.
—Creo que aquí es cuando me voy —anuncio Hoseok con una sonrisa, se despidió con la mano comenzando a salir de la habitación junto a la Omega—. Oh cierto, ¡Yoongi vendré después con los medicamentos de Jungkookie! —aviso ya saliendo.
—Te veo arriba Hyung —dijo Jimin caminando hacia las escaleras.
—No seas tonto y sube conmigo por el elevador —ordenó juntando sus cejas al ver al rubio subir el primer escalón.
—¿Puedo? —pregunto algo desconfiado.
—Solo ven —gruño con una sonrisa ladina.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top