Capítulo 13


Yoongi sintió algo en su pecho al ver aquella escena, el pequeño rubio estaba alimentando entre risas a su cachorro. Era como si esos dos se conocieran de toda la vida, no creía que él encajara en esa imagen.

—... Pa-papá. —el llamado de su pequeño lo atrapó justo cuando iba a dar la vuelta para irse.

—Oh, Yoongi hyung, ¿quieres algo? —preguntó Jimin dejando de darle de comer al pequeño.

—Sólo venía por algo de zumo —respondió rascando su nuca.

—¿Quieres que te sirva?

—Déjalo, estás con Jungkook ahora —pronunció adentrándose más.

El cachorro estiró sus pequeños bracitos hacia el alfa cuando este pasó a su lado.

—Hyung, quiere estar contigo —Yoongi hizo una pequeña mueca y se devolvió hasta estar frente a ellos.

Jimin sonrió y sin preguntar, alzó al menor colocándolo sobre las piernas del alfa. El pequeño cachorro inclinó su cabeza hacia arriba para poder ver a Yoongi.

—Te traeré tu zumo —avisó el pequeño rubio, alejándose.

Yoongi observó a su pequeño y cómo este volvía a meter su dedo índice en su pequeña boquita. Tomó la pequeña mano y la dejó sobre las pequeñas piernas, el menor lo observó enseguida.

—No hagas eso —pronunció acariciando la pequeña mano.

—Hyung, aquí está tu zumo —Jimin llegó a su lado con una sonrisa—. Vamos, pequeño, tienes que seguir comiendo.

El pequeño Jungkook observó a su padre y cómo este tomaba de su zumo. Apuntó con su pequeño dedito su vaso de plástico.

—¿Por qué no habla? —preguntó Yoongi frunciendo el ceño.

—Jin hyung dijo que era porque no tenía mucha interacción con las personas, además de ser un niño tranquilo —respondió pasándole el vaso al menor.

"¿Es mi culpa?", se preguntó Yoongi tragando pesado. ¿A cuántas personas había afectado su comportamiento sin darse cuenta?

—Y... emh... ¿qué hay que hacer... para que comience hablar? —preguntó algo incómodo.

Los pequeños ojos grises de Jimin brillaron entusiasmados.

—Lo mejor sería que pase más tiempo con los demás. Cuando Jin hyung no pueda, usted tiene que estar con él.

—¿Y tú? —preguntó juntando sus cejas.

—¿Puedo? —Yoongi asintió percibiendo la emoción, y algo más que hubo en Jimin cuando le dijo.

—Gracias, gracias, gracias... —comenzó a pronunciar varias veces con emoción.

—Gashias. —pronunció el cachorro cuando dejó de lado su vaso.

—Gra-ci-as —módulo lentamente Jimin, poniéndose en cuclillas para estar a la altura del pequeño.

—Grashias...

—Gra-ci-as.

—Grasiash.

Yoongi sonrió ante los intentos de las dos personas frente a él.

—Jungkook —llamó la atención del menor—, gra-cias.

—Gracias —Jimin aplaudió varias veces alentando al menor a hacer lo mismo.

—Así se hace. —felicitó Yoongi, sintiendo que interactuar con su pequeño era más fácil de lo que se imaginaba.

El pequeño Jungkook sonrió mostrando sus pequeños dientes.

—Minnie, voy a salir, ¿puedes cuidar de Jungkookie? —abrió su boca sorprendido al ver a su amigo tener a su cachorro en sus piernas. Los tres estaban muy sonrientes, casi era como un cuadro familiar.

Yoongi aclaró su garganta sintiéndose algo incómodo ante la mirada del omega mayor.

—¿Decías, Jin hyung? —preguntó Jimin con una gran sonrisa.

—Eh... ah... voy a salir, trataré de no volver tarde, y vendré con pizza. —sonriendo se fue emocionado de la gran casa.

Yoongi estaba cambiando lentamente y eso le estaba animando, deseaba que pronto pudiera recuperar a su antiguo amigo.

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Taehyung apretó sus labios dispuesto a advertir a su amigo y sacarlo de aquella casa cuanto antes; no iba a permitir que siguiera sufriendo, aunque eso sea en un futuro.

—Hyung, ¿tienes la dirección de Min Yoongi? —preguntó haciéndole ojitos a su hermano.

El alfa despegó su vista de su computador y observó entrecerrando sus ojos a su tierno hermano haciéndole ojitos.

—¿Y cómo para qué? —preguntó cauteloso, no iba a dejar ir a su lindo hermanito a las garras del lobo feroz, antisocial y amargado de aquel hombre con el que cruzó palabras hace algunos años.

—¿Cómo que como para qué? Dímelo, hyung, es algo de vida o muerte —dramatizó.

—No sé, creo que estás planeando algo y no quiero que te metas en problemas —se recargó en el respaldo de su silla, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Jackson hyung, por fis —juntó sus manos e hizo un adorable puchero ante los ojos de su hermano.

—Tu... deja de usar las tácticas de Chimchim —acusó apuntándole—. Hablando de él, me enteré de lo que pasó, ¿cómo está? —Taehyung hizo una mueca y suspiró triste.

—Mal, sinceramente mal. Él sabía que el estúpido de Namjoon hyung lo estaba engañando hace un tiempo. Que marcara a otro sólo confirmó lo que sabía, pero aún así fue horrible —el alfa negó con su cabeza, él también apreciaba al pequeño omega rubio después de todo—. Lo peor fue que después, Namjoon hyung empezó a buscarlo para hablar con él y terminar como debieron de haber terminado. ¿Puedes creer que usó literalmente aquellas palabras? Ugh, no sabes cuanto quería golpearlo cuando me enteré.

Jackson se golpeó su frente comprendiendo la rabia de su hermanito.

—Ese hombre a veces no mide sus palabras —suspiró cansado—. Y así es médico. No me impresiona que mande a otros a dar el mensaje cuando su paciente ya no puede luchar más —el omega hizo una pequeña mueca asintiendo con la cabeza.

—¿Me das la dirección de Min Yoongi? —volvió a pedir, tenía que concentrarse.

—Dime para qué y te la doy —chantajeó decidido.

Taehyung apretó sus labios—. Si me las das, voy a ir a una de las fiestas contigo —prometió en cambio.

Bastante tentativo para Jackson, siendo que apreciaba mucho a su hermanito y le encantaba mostrar su belleza a los demás.

—Hecho —se dieron la mano, Taehyung sabía que probablemente después se arrepentirá pero... tenía que ver a Minnie.

Con una gran sonrisa, el alfa le dio una tarjeta con la dirección. Apretando sus labios, salió de aquella oficina decidido, esperaba que valiera la pena el pacto que acababa de hacer con su sobreprotector hermano mayor.

Antes de ir, se roció completamente el neutralizador de aroma, tenía que ver a Minnie.

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Estaba frente aquella gran reja que daba a la vista, a unos cuantos metros más allá, una gran casa.

—Whoa... es hermoso donde estás ahora, Minnie... —susurró perdido. El sonido de un claxon lo sobresaltó.

Miró sobre su espalda, estaba un auto rojo bastante lindo para él. La ventana del conductor comenzó abajar y aquel rostro se le hizo conocido.

—Tú.

—Usted.

Pronunciaron ambos sorprendidos al reconocerse. Hoseok apagó el motor y volvió a detallar aquellas lindas facciones del omega, frunció el ceño al no sentir aquel aroma envolvente.

—¿No tienes aroma? —el sonrojo que apareció en el contrario, le pareció más lindo ante sus ojos.

—Yo... eh... me eché neutralizador para poder venir aquí —respondió avergonzado.

—¿Quieres ver a Yoongi hyung? ¿Lo conoces? —preguntó sorprendido, sintió una molestia en su pecho al pensar aquello.

—No, vine a ver a mi amigo que trabaja aquí —explicó con una pequeña sonrisa.

La cálida sonrisa volvió al rostro del alfa.

—Sube, yo voy a ver a hyung —Taehyung asintió con la cabeza y rodeó el auto subiéndose en el copiloto.

Sólo fueron unos segundos en los cuales estuvieron juntos, pero fueron unos segundos muy agradables para los dos.

Hoseok ni siquiera tocó la puerta, sino que llegó y entró arrastrando al omega junto con él. Ambos subieron sus cejas y abrieron sus bocas sorprendidos al ver a Jimin y Yoongi hablando tranquilamente mientras jugaban con el pequeño cachorro en la sala.

Jimin quien estaba de espalda no se dio cuenta, pero Yoongi sí. Respiró pesado al saber lo que venía por parte de su hermano. Frunció el ceño al no conocer al contrario.

—¿Minnie? —Yoongi observó como el pequeño rubio frente a el volteaba su cabeza sorprendido.

—¿Tae?

—Tu —señaló Hoseok el reconocer a aquel pequeño rubio.

—A ver, ¿quién es el castaño y qué quieres? —Taehyung se encogió un poco de hombros ante la voz del alfa en silla de ruedas.

Jimin rápidamente volteó a ver al mayor.

—Hyung, él es mi amigo —contestó con un puchero, siendo imitado por el cachorro.

Yoongi entrecerró sus ojos al ver los dos pares de ojos.

—Tu... será mejor que le dejes de enseñar cosas tiernas al cachorro —señaló, sacándole una tierna risita a Jimin.

Jungkook rió aplaudiendo con sus pequeñas manos.

Okay, aquello sí era sorprendente para los dos contrarios. Para Hoseok, por ver a su hermano mayor con su cachorro y siendo amable, o algo, con el pequeño rubio. Para Taehyung, fue por ver a su amigo con una gran sonrisa y con un brillo en sus ojos, ese brillo que había perdido hace dos años.

Jimin se levantó dejando al pequeño cachorro en las piernas de Yoongi.

—Bien... creo que te dejaré a solas con su hermano, Yoongi hyung —pronunció caminando hasta su amigo.

—Hey, te olvidas de alguien —señaló alzando el pequeño cuerpo entre sus piernas. Jungkook rió divertido ante el movimiento.

—Quedamos en que tenía que pasar tiempo con usted también, hyung —señaló con una sonrisa traviesa, sin asustarse al ver el ceño fruncido del alfa—. Hola... —calló al no recordar el nombre del alfa.

—Hoseok. —pronunciaron en sincronía los dos contrarios. Tae se sonrojó y sonrió inocente a su amigo.

—Claro... —tomando la mano de su amigo, lo arrastró hasta la cocina.

—Hola, Minnie... —sonrió abrazándolo.

—¿Por qué no me llamaste para avisar que venias?

—Eh... ¿sorpresa? —alzó sus dos cejas.

—¿Algo qué contar? —preguntó tratando de observar donde dejó a los dos alfas.

—¿Y tú? —contrarrestó cruzando sus brazos.

Jimin lo pensó unos segundos y luego abrió demás sus pequeños ojos grises. Asintió muchas veces con su cabeza y salió al jardín por la puerta de la cocina.

Tenía que contarle que Jin hyung lo había descubierto pero que lo había apoyado, también lo del cachorro y lo que había descubierto de Yoongi hyung.

Caminaron hasta que ambos creyeron que ya estaban lo suficientemente alejados de aquellos dos alfas.

—Tu primero —dijeron a la misma vez.

—Okay, tu primero y luego yo.

—Bien, pero lo mío no es tanto —advirtió Taehyung y Jimin se encogió de hombros.

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