第58章
luke andaba distraído, repitiendo una y otra vez las palabras hirientes de michael dentro de su cabeza. lo había rechazado fríamente, así mismo sus disculpas. había roto en pedazos uno de los más hermosos recuerdos materiales que existían entre los dos, ya sólo quedaba el recuerdo en su memoria. el rubio pensó que nada podía empeorar, nada podía hacer apestar más su día.
caminaba cerca de la cancha de futbol mientras mantenía la mirada clavada en sus converse. miraba sus pasos, uno adelante y el otro siguiéndole acorde. no obstante, cuando su cabeza se topó con algo que se asimilaba a la dureza de una roca, levantó la vista, encontrándose así con un james sonriente y sus secuaces haciéndole compañía por detrás.
"pero miren a quién tenemos aquí, chicos." cruzó sus brazos haciendo que sus músculos destacaran y sonrió socarrón junto con sus amigos. "si es nada más y nada menos que el traidor de hemmings."
el rubio los observó con una expresión perdida y supo que estaba en problemas desde el momento en que james envolvió un puño con su palma. dio un paso hacia atrás, sin embargo no tuvo escapatoria posible cuando fue tomado de ambos brazos por los acompañantes del grandulón, obedeciendo a sus órdenes.
"¡yo no hice nada, suéltenme!" intentó zafarse de la probable riña que estaba a punto de formar parte, pero lamentablemente su fuerza no tenía punto de comparación con la de los jugadores de futbol. era literalmente un fideo.
"no hizo nada dice. ¡ja! ¿escucharon?" comenzó a carcajear y sus amigos también segundos luego, no por el hecho de que hubiera sido gracioso. era un acto de lealtad. "los chismes vuelan como moscas en un cuerpo muerto, hemmings. nos hemos enterado de la mierda que le hiciste a clifford. eres un completo traidor."
"¿q-qué? ¿pensé que michael no te caía bien?" luke señaló.
"y no te equivocas. clifford podrá ser una mariposa, pero tú, mi querido amigo, eres una cucaracha." sus secuaces asintieron al unísono y la respiración del rubio empezaba a agitarse. "dime, hemmings. ¿sabes cuál es el lema que tenemos siempre presente en el equipo de futbol?"
"ugh, este . . . ugh"
"¡responde!"
"¡¿no comer después de hurgarse la nariz?!" respondió en un impulso de desespero y james puso una mano en su frente, reprobando.
"¡no, estúpido! ¡bros before hoes!" se acercó con una dura mirada hacia luke, mostrando en sus ojos avellana el enojo que sentía.
james estaba indignado. a pesar de que la separación de michael y luke no era de su incumbencia, sentía la necesidad de abrirle los ojos al rubio aunque tuviera las ganas de romperle los huesos. estaba en su deber hacer respetar lo que creía vehemente.
"mira, imbécil. ¿hace cuánto que conoces a clifford?" preguntó.
"h-hace, hace más de diez años."
"¿y la chica ésta?"
"hace cuatro meses."
"exacto." james sonaba más civilizado que nunca. "no puedes botar una amistad como ésa por algo que tenga falda, cabeza de chorlito. los enamoramientos son momentáneos, pero por más asco que me de decir esto, sé que lo que tú y clifford tenían, esa clase de amistad que gritaba arcoirises de colores y unicornios y todas esas cosas gays, era algo que estaba destinado a durar para siempre. tu pija es menos importante que los amigos, idiota. cada cuando que dos personas del equipo de futbol ponen los ojos en una chica, decidimos no romper la fidelidad que hay entre nosotros. de esa manera se crea la confianza. ¿por qué crees que somos los campeones estatales? porque tenemos tatuado 'bros before hoes'."
y lo decía literalmente. los muchachos fornidos alzaron las mangas de sus camisetas entalladas y luke pudo ver las letras cursivas que permanentemente marcaban las pieles de todos. estaban hablando muy en serio, el rubio con la boca entreabierta cayó en cuenta aquel instante.
"eres una vergüenza, un bastardo traicionero. ¿sabes qué es lo que le hacemos a los bastardos traicioneros, hemmings?"
no, luke no lo sabía. pero algo le decía que no recibiría una botella de cerveza como premio y que el tono retorcido de james solamente mostraba malos indicios.
"no, por favor, noー" suplicó tratando de removerse pero todo intento resultó siendo en vano. eran muy fuertes y él era muy débil.
"¡lleven al traidor!"
los grandulones tomaron al rubio de pies y manos, cargándolo como si fuera una pluma a pesar de los gritos de ayuda y de la dura resistencia que ponía. se trasladaron cerca de una gran caja metálica llena de desechos, para luego balancearlo como si se encontrara en una maca y lanzarlo al terminar de contar juntos 'uno dos tres'. afortunadamente, la caída no fue dolorosa. había aterrizado encima de unas bolsas negras de basura, atestadas de sobras de comida o cualquier otra cosa probablemente podrida.
"y eso te enseñará a nunca meterte con el código de bros." james y sus secuaces carcajearon viéndolo desde arriba, la luz brillante cegando a luke desde abajo. haber emulado la vez que éste le había dado su merecido en los pasillos hacía que toda la situación se sintiera como un gran dejavú.
el estrecho lugar quedó en completa oscuridad cuando james cerró sonoramente la puerta del techo oxidado, provocando que el maloliente olor se intensificara dentro de las fosas nasales del joven de ojos azules. éste retiró la cáscara de banana que reposaba encima de su cabeza y respiró profundamente.
gran error. había sido la idea más ineficaz y mediocre de todas.
luke permaneció inerte encima de desechos de origen un tanto sospechosa, sintiéndose extrañamente que pertenecía a ese repugnante lugar. se sentía como una basura.
el cabeza hueca más grande del planeta había dicho las palabras más sabias que alguna vez pudo haber escuchado. ¿cómo pudo haber ocurrido esto? james collins podría ser un inútil en las ecuaciones, pero en cuestión al conocimiento de lo que era la verdadera amistad era todo un capo y luke se odiaba porque sabía que él tenía la razón.
cuando estuvo de pie nuevamente luego de impulsarse de aquel asqueroso lugar, tomó el usual camino de regreso a casa ganándose miradas y muecas de personas extrañas en el trayecto debido a razones muy obvias. se desplazaba arrastrando sus pies con la cabeza gacha, ni siquiera se había percatado del trozo de papel higiénico que colgaba de uno de sus bolsillos, y quedó un poco desconcertado cuando una generosa anciana le obsequió un par de monedas. parecía un vagabundo.
después de todo, su día sí había llegado a apestar más de la cuenta.
~:~
escribí esto luego de haber visto todo el drama para que se olviden de ello y recuerden que muke es más real que tú misma
dedicado a @Directioner5sosUuUr
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