dolido. así era como michael se encontraba. se sentía una basura desechada por la persona a la que más quería. en la superficie de su cama se limpiaba la nariz y los ojos debido a su llanto y mal curado resfriado.

sacó una vieja caja debajo de su cama y la abrió encima de su regazo, enseguida sintió la nostalgia invadirlo cuando todos los recuerdos guardados se adentraron a su vista. cartas de san valentín, pequeños muñecos felpudos, dibujos con crayones. el interior de la caja estaba llena de cosas que el rubio en el transcurso de su amistad le había obsequiado alguna vez en el pasado.

dentro de las tantas fotografías que halló sonrío ante una en especial. recordaba a la perfección aquella noche de halloween, pasando las yemas de sus dedos en la linda imagen con suavidad. aún podía escuchar los elogios a su alrededor debido a los tiernos que se veían. sin duda habían sido los mejores jack y rose y nadie lo podía negar.

michael extrañaba aquellos tiempos en donde todo era tan simple. cuando tomaba la mano del rubio y éste entrelazaba sus dedos protegiéndolo del frío. cuando a veces se tropezaba y él besaba su rodilla haciendo que mágicamente desapareciera el dolor. cuando estaba a su lado y se sonreían entre sí sin decir casi nada, disfrutando de la compañía mutua sin siquiera imaginar que algo en el futuro poco a poco los distanciaría.

guardó la caja a su lugar inicial, apresando nuevamente los hermosos recuerdos para volver a la triste realidad. a piernas cruzadas posó su mentón en el dorso de su mano, y mirando hacia el vacío pensó acerca de los duros últimos meses que había vivido.

luke se había comportado como un imbécil. un completo bastardo quien prefería estar junto a alguien que no tenía punto de comparación con la persona que más lo estimaba. un reverendo estúpido que pensaba saber lo que quería.

y michael estaba al tanto de ello. sabía que después de todo su menosprecio éste tan sólo se merecía que lo reemplazaran por otro. le hubiera sido muy fácil salir y buscarse un nuevo bro, ya que para el criterio de todos esto sería lo más justo. pero él no quería lo fácil. olvidar todo lo vivido junto a él no era una opción, no estaba dispuesto a darse por vencido. quería aferrarse hacia la posibilidad de que aún podía ser capaz de recuperar al ser que más amaba en el planeta. no le importaba perder su dignidad y luchar, pues en el amor y la guerra todo valía.

unas vendas cegaban al rubio por el amor que él creía sentir por armelia. michael estaba dispuesto a quitársela. pero claro, era primordial que éste se desvendara las suyas primero.

él no creía que luke había cambiado. sabía que por dentro todavía compartía el mismo sentimiento. sabía que tenía presente el código de bros pero estaba confundido debido a sus hormonas.

armelia pensaba que michael era un estorbo en su relación y el mencionado también lo hacía. si ella quería alejarlo del rubio, ¿por qué no jugar el mismo juego que ella?

la máquina cerebral del teñido comenzó a idear múltiples estrategias mientras plasmaba una sonrisa vengativa. se encontraba enardecido por las ases que usaría debajo de su manga.

alguien por fin obtendría una amarga cucharada de su propia medicina.

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esto pasa cuando estoy aburrida #dobleactualización

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