第40章
se encaminaba hacia el umbral de la escuela mientras murmuraba insultos por lo bajo. no podía creer que su mejor amigo hubiera decidido dejarlo de lado. había menospreciado el juego de fifa y eso a michael también lo enfurecía.
no obstante, aquel enojo quedó sepultado bajo diez metros cuando el teñido divisó a james collins cerca de la salida. se paró en seco, observando cómo éste se encontraba acompañado de sus amigos a diferencia de él.
el grandulón chocaba puños con sus acompañantes cuando notó la mirada del teñido a lo lejos, sonriendo como un depredador con la vista enfocada en su presa.
en ese momento, una corriente de electricidad hizo que la anatomía de michael reaccionara. comenzó a correr hacia la dirección opuesta, no sabiendo hacia donde se dirigía pero lo único que le gritaba su consciencia era que escapara por su vida. giró hacia la derecha y se escondió detrás de la columna de los casilleros, cubriendo su boca, ahogando sonidos para no ser hallado por quien lo perseguía con notable sed de venganza.
su corazón latía a un ritmo anormal mientras que poco a poco comenzaba a estabilizarse. creyó que lo había perdido y se había librado de recibir una paliza, pero cuando volteó hacia atrás y encontró el rostro de james a milímetros de la suya soltó una bocanada de aire. esta vez no sintió su corazón acelerarse, más bien sintió cómo claramente se desprendió de su pecho debido al gran pavor que obtuvo en el instante.
"¿por qué tan solito, ¿eh?" dijo con una sonrisa dominando sus labios. el teñido empezó a temblar con la boca entreabierta.
"y-yo, no m-me hagas nada p-por favorー"
"¿por qué te haría algo?" la sonrisa macabra aún permanecía visible. "no es como si por culpa de alguien hubiera quedado en ridículo enfrente de toda la escuela."
michael se aferró fuertemente de su mochila como si fuera un escudo, y viró hacia sus lados en busca de ayuda. con inquietud pestañeaba desviando la penetrante mirada del muchacho, pero cuando éste lo tomó de los brazos alzándolo en contra de los casilleros no tuvo más opción que mirarlo con sus ojos llenos de temor. sus pies no tocaban el suelo y su cabeza se encontraba apegada en la fría superficie.
"¿ahora quién te defenderá, bicho raro?" sus palmas apretaban la lívida piel de michael hasta el punto de dolerle. aunque tal vez en aquel momento el maltrato físico no era lo que más le dolía. era más bien la hiriente verdad en sus palabras lo que más le afectaba.
el fornido muchacho lo soltó abruptamente dejándolo caer hacia el suelo. por supuesto, sus intenciones no eran que su juego terminara así fácilmente, tan sólo con un susto. quería saber que sufriría por un tiempo indeterminado y de esa manera habría culminado con su venganza. a james collins sólo le importaba las apariencias y se dejaba llevar por lo que decía la gente, pues su persona estaba colmada de total superficialidad. por esa razón haber quedado como el hazme reír de la escuela había alimentado sus deseos de un ajuste de cuentas.
abrió la puerta del cuarto de limpieza y acto seguido empujó al teñido hacia el interior sin piedad alguna. el muchacho estuvo de rodillas luego de rodar debido al impacto, y al alzar su rostro vio la grande silueta resaltando prominente debido a las luces de afuera.
michael no pudo ver la expresión que llevaba, pero sabía que ésta era una pícara y divertida.
"acéptalo marica. hemmings ya no está para protegerte como antes."
y otra vez no mentía. había dicho la jodida verdad.
un fuerte ruido se oyó cuando la puerta fue cerrada de golpe, dejando a un michael desamparado y atrapado. se puso de pie, dando golpes contra la fabricada madera rogando y gritando por ayuda.
"¡sáquenme de aquí! ¡sáquenme!" vociferaba a todo plumón. sin embargo, nadie parecía escuchar sus súplicas rebosando de desespero. ya las clases habían terminado y los pasillos se encontraban totalmente desiertos.
cada forcejeo en la perilla y grito de auxilio fue en vano, el cansancio se apoderó gradualmente de michael mientras que unos sollozos amenazaban por salir de su garganta.
"saquenー." dio un golpe. "sáquenme," otro golpe. "p-por favor." un último débil golpe, su frente en contra de la puerta. se giró en el fracaso, deslizándose hasta quedar sentado y atizar deliberadamente su cabeza.
en plena oscuridad abrazó sus rodillas apegando sus piernas a su pecho. con sus sollozos y lágrimas tan sólo acompañándolo en ese frío lugar, susurró el nombre de la persona a la que más necesitaba. quizás no se merecía que michael siquiera lo nombrara, pues ésta era el principal culpable del sufrimiento de su amigo no estando ahí para protegerlo. luke había roto su promesa y aquellas falsas palabras se esfumaron al igual como el viento.
"bro . . ." michael cerró sus ojos, lágrimas descendiendo sin piedad por sus mejillas, sintiendo todo su ser romperse internamente.
~:~
les advertí, es mi única defensa
dedicado a @-httpcalum
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