Hoy era cumpleaños de María José, todos estábamos muy contentos de ver cómo habían crecido, tanto ella como Pepe, se veían tan felices, que yo me la pensaba para confesar que si ya me dejaría estar a su lado otra vez.

[...]

- ¡Tío! - Gritó ella, adoraba a Juxi. Todos rieron al ver que ella cargaba una cerveza - O sea, no como tal, yo la sostenía. - e iba hacia él para dársela.

- No puedo creer que le enseñas esto a mi sobrina. - La recibió y luego casi me mató con la mirada. - Ya verás que cuando nazca Devonne te la regresaré. - Su sonrisa lo decía todo, él tendría una bebé que llamaría como a Verónica le hubiera gustado.

- Ya callate Jux, de todos modos querías otra cerveza, ¿que no? - Reí cuando le dio el primer trago. - Y tú princesa, lo hiciste bien, eres una chulada.

- Se parece tanto a Verónica. - Expresó la chaparrita, era sin intención, pero hoy ella cumplía un año luctuoso, había ido a ver su tumba hoy en la mañana y le conté sobre cómo estaba creciendo nuestra pequeña, le prometí seguirla cuidando por ambos.

- Oigan, todos, necesito que me escuchen. - Hizo saber Yayo, rompiendo el incómodo momento. - María José crece cada día más y pues, todos nosotros también. Quiero hacer una petición aquí mismo y que todos ustedes sean testigos de ello. - Yo sentí todo removiéndose dentro de mí, ¿será que...? No, no puede ser.

~Pepe

P.D. TENSIÓN.