❄Especial Navidad❄
¡La imagen de arriba no es mía, tiene su propio autor, solo que la encontré en pinterest!
Quiero aclarar que éste "especial" esta relacionado con la historia... En un principio solo iba a ser parte de la historia, pero no calcule muy bien los capítulos y pues error error mío. Aún así disfruten y feliz navidad.
Hoy era el mejor día del año.
Es el día donde toda la familia se reunia junto con conocidos para pasarla bien... Pero hoy era especial.
No se en que momento agarre el valor suficiente para invitarla a mi casa para pasarla juntos en navidad. Hasta podría decir que era simplemente increíble de solo pensarlo.
A mis padres no les había molestado ni un poco, de hecho estaban emocionados de volver a verla.
Esta sería su primera navidad oficialmente.
¡No podía arruinarlo!
Todo tenía que salir perfecto. Yo tenía que ser perfecto.
Para eso le pedí ayuda a mi mejor amigo de toda la vida, desde que tengo memoria. Hirugami.
Como su familia también pasarían la navidad con nosotros no hubo problema de que llegará antes y me apoyara.
Mi desesperación por no saber que ponerme me había desanimado más de lo que había pensado y terminado conmigo encerrado en el armario sin ganas de salir.
Escuchaba del otro lado de la puerta la voz de Hirugami, intentando animarme. Pero ésto era importante para mi.
—Te aseguró que a Sasaki no le importara como estés vestido... Porfavor sal del ropero, le podemos pedir también ayuda a tu mamá seguro ella puede aconsejarnos mejor—sugiere tocando la puerta.
Su idea era tentadora.
Yo no tenía un buen estilo de ropa, normalmente no le ponía mucha atención a esas cosas tan pequeñas, pero ahora era todo lo contrario.
El tiempo se nos acaba y las tiendas deben estar hasta el tope de personas.
Como mis ojos se habían acostumbrado a la obscuridad de estar encerrado, pude ver mis manos para luego hacerlos puños y suspirar rendido.
Tenía que aceptar que realmente necesitaba ayuda.
Pase mis manos por la cara y darme un pequeño golpe en las mejillas. Despacio salgo del ropero y miro a mi amigo sonriendome.
—Ya era hora. Quedaras bien Korai—aseguró empujandome hacía la salida de mi habitación.
Justo enfrente se encontraba el cuarto de mis padres; Hirugami no tardo en tocar la puerta y hablar con mi madre sobre mi situación.
Pues ella parecía divertida y ansiosa.
—¿Y que estamos esperando?—exclamó moviendo sus brazos—Ya vete a bañar cochino, yo me encargaré de tu ropa junto Hirugami-kun.
Como amaba a mi madre.
De cierta forma su actitud me había devuelto a la normalidad, también exclame con gritos para salir corriendo al baño.
Agradecía que ellos me apoyaran y estuvieran conmigo.
Pasaba el shampoo por mi cuero cabelludo, los mechones blancos estaban totalmente caídos por el agua. Lave mi cuerpo con jabón y utilicé aquel líquido con una esencia de vainilla, la cual siempre me ponía al final.
Una vez listo salí con una ropa que ocupaba por mientras. ¿Como se me había ocurrido utilizar un short en plena época de invierno?
Apenas entre a mi cuarto en la cama ya se encontraba listo lo que me pondría.
—Si tienes buena ropa hijo... Solo que no sabes como combinarla—habló mi madre sonriendo cálidamente—Ya no tardan en llegar las visitas y Sasaki-chan, nosotros te estaremos esperando abajo.
Eran increíbles.
Con ansias me cambio lo más rápido que puedo, pero acomodandolo correctamente.
Me miro al espejo admirando el conjunto que habían escogido para mi, simplemente me encantaba. Ahora el problema era mi cabello.
Era medio extraño y se esponja cuando esta completamente seco, y más cuando ya lo tengo medio largo. Por esa razón siempre lo peinaba hacía arriba... Se me había ocurrido una idea.
Cuando terminé con mi cabello, una vez más me ví en el espejo confirmado como quedaba el resultado final.
Había escuchado el timbre sonar, alterado corrí en círculos en mi cuarto para luego salir disparado al primer piso.
—¡Ya llegamos familia!—exclamo mi tía junto a todos mis primos y tío.
Talves no fuera ella pero aún así estaba emocionado.
Pasaba el tiempo y mis abuelos junto los padres de Sachiro habían llegado.
Intentaba no alterarme, veía el celular cada largo minuto esperando un mensaje tuyo, y conforme avanzaba movía mi pierna con nerviosismo, sumergiendome en mis pensamientos tan deplorables.
Creo que a mi madre y Hirugami les comenzaba a preocupar, me preguntaban cada cuando como estaba y se necesitaba algo.
Pero lo que yo necesitaba era verla...
Me había esforzado en preparar la cena junto a mi padre y hermano, salí a comprar los regalos con Hirugami y mi madre, ya hasta me habían dicho que Santa no existía pero no le había puesto mucha atención por estar comprando tu regalo, el cual tarde como dos horas para escoger para tí.
Es que no sabía que darle a alguien que literalmente sus padres millonarios. Aún que ahorita vivias en un refugio junto a ese molesto chico llamado Takami, quien era muy apuesto y popular en la preparatoria, y para acabarla siempre estaba pegado a tí.
Claro que manteniamos cierta tregua, pero no quitaba el hecho de que el podría hacer algo.
Los celos estaban presentes, ¡no podía evitarlo! Son tan apegados y unidos que aveses me daba miedo ser el único que sintiera estas emociones cuando estamos juntos.
No.
Estaba equivocado. Manteniamos cierta conexión, estaba seguro que no era el únicos que la sentía, solo que ahora mi mente me estaba haciendo una mala pasada.
Dijiste que vendrías... Confiaba en tus palabras.
Solo necesitaba dos cachetadas mentales, como las que me habías dado cuando nos conocimos para regresar a la normalidad.
Respiro profundamente para apagar la pantalla del celular y pararme del sillón, necesitaba distraerme por mientras llegabas.
La cena juntos ya no pasaría, se había acabado todo y eso que guarde una porción para tí... Pero solo me descuide un segundo y lo que había guardado desapareció.
El pedazo de pastel que protegía con toda mi vida de las garras mi mis primos pequeños término siendo un desastre, pise un carrito y caí de espaldas soltando el plato con la rebanada de pastel, que al final aterrizó en la cara de mi hermano mayor Akitomo.
Te habías quedado sin cena y pastel.
Al menos tenía que conseguir los dulces de la piñata de burro; me había tocado pegarle porque los más pequeños no podían romperla, nunca pensé que esta navidad la piñata fuera demaciado resistente. Le pegaba tan fuerte como mis remates pero esta no sedia o esquivaba los golpes con el palo.
Una venganza de mi hermano quien era el que jalaba la cuerda de la piñata.
Creo que me había enojado y derramado mi ira en la pobre piñata de burro, porque agarre con más fuerza el palo de madre y le peque tan fuerte a la piñata que rompí el palo junto con la tan mencionada piñata.
Tanta fue mi sorpresa que no me había dado cuenta que todos mis primitos salieron corriendo y lanzándose por los dulces. Al final no pude tener dulces de la piñata.
Hirugami amablemente me dio algunos que le había robado a su hermano menor. Pero también me descuide y se los llevaron.
Tirado en el sillón y derrotado, solo esperaba con mis últimas esperanzas a que llegaras, pero tenía que aceptar que ya era demaciado tarde.
Cerraba mis ojos por el cansancio... Una siesta era correr peligro a que me rallaran la cara con plumón permanente, pero que más podía hacer.
Estaba destruido y cansado.
La suave melodía que cantaban en la casa era tan navideña pero calmada que me arrulla como un bebé. Era un aviso de que estaban cerca de abrir los regalos, todos los años la cantamos antes de abrirlos.
Y porfin cerré los ojos dejando de sentir el cuerpo tan pesado, dejándome llevar por el cansancio y el problema interno que tenía conmigo mismo de la razón del porque no habías venido.
Aún dormido escuchaba el canto de todos, es como si estuviera consiente aún dormido. No podía explicarlo con exactitud.
Otro sonido había interrumpido la armónica canción y me moví en el sillón incómodo.
Una vez todo en paz y la canción escuchando se otra vez, relaje mis músculos pero no terminaba de acomodarme.
Es posible que mi madre me haya puesto un almohada, porque sentí como levantaban mi cabeza y colocaban algo debajo.
Más tranquilo y cálido quede profundamente dormido. Estaba en mi propio paraíso sufriendo pero a la vez aliviado.
Si que estaba experimentando varios sentimientos a la vez y eso me confundía.
Cuando desperté abri los ojos y me estire aún estando en el sillón, parecía que aún era de madrugada. Un montón de papel de ragalo se encontraba esparcido por el piso, me siento rascando mi cabeza aún sonmoliento.
Me reí bajito al ver a Hirugami en el otro sillón acostado y con la cara rayada con plumón negro. Lo más seguro es que yo estuviera igual.
Giro mi cabeza desorientado y te veo ahí, siendo mi almoahada. Tu cabeza estaba en el respaldo y respirabas tan despacio, lucias tan hermosa como siempre, tu cabello rojo brillaba y ni hablar de tu nariz roja por el frio.
Abro los ojos como platos, me los tallo para confirmar que si estuvieras aquí conmigo.
Tenía ciertos sentimientos encontrados por que si llegaras aunque fuera cuando yo estaba dormido.
Ambos estábamos acostado en el sillón y no te había molestado que recargara mi cabeza en tus piernas.
—Si veniste... —susurro feliz esta vez intercambiando lugares, pongo tus cabeza en mis piernas y acaricio tu cabello tan suave.
—Perdón por llegar tarde—contestó murmurando. No estabas dormida y eso me había espantado—Feliz navidad Korai.
—Feliz navidad Reiko.
Puede que no salió perfecto pero aún tenía algo por hacer junto a tí.
Tome tu mano dándole caricias.
—¿Puedes acompañarme al patio trasero?—pregunte esperando que aceptaras.
Después de todo la mayor parte de navidad se la había perdido.
—Me gusta estar así contigo... —declaró girando para verme a los ojos y tomar mi mano—Pero te acompaño a donde quieras.
Creo que debo estar con una cara de estúpido, porque me había enamorado más de ella.
Ambos caminamos por la casa para salir, esquivando a mi familia que dormian en el suelo luego de hacer un escándalo y terminar así.
Abro la puerta corrediza y el frío nos golpea en la cara mientras salimos. Supongo que estas confundida.
Como anteriormente había traído mi celular buscó la canción perfecta.
La melodía comienza y estiró mi brazo dándole una invitación para bailar. Era tan tarde que todo estaba oscuro y la luz del foco era lo único que nos alumbra.
—¿Desea bailar esta canción conmigo señorita?—cuestionó nervioso pero a la vez emocionado.
No dudas en tomar mi mano y pasar tus brazos por mi cuello, lo que me había puesto más nervioso de lo que esperaba.
Estamos tan cerca y la verdad yo no sabía bailar o que hacer, solo lo había visto en las películas.
Te ríes de mi torpeza pero con tus manos guías las mías para ponerlas en tu cintura.
Nos balanceamos de un lado a otro conectando inmediatamente un ritmo juntos. Me encanta como nuestros cuerpos están más y más cerca dándonos calor mientras los copos de nieve caen.
Teníamos nuestra dulce compañia mientras bailamos.
De igual forma, también me gusta como ocultas tu cabeza en mi cuello. Como no nos llevamos mucha estatura para ti es fácil acomodarte.
Me pregunto como serían las cosas si yo fueron más alto.
Pero por mientras disfrutaba con todo mi corazón este momento. Agarrando confianza por nuestro ritmo tan lento decido dar unas vueltas y escucho tu tan hermosa risa.
Lo que era más especial porque casi no te escucho reír.
Una vez la canción acaba nos detenemos viendonos a los ojos. Tus grises junto los míos verde oliva brillan, y eso me hace sentir mejor, había logrado hacer de tu primera navidad algo inolvidable.
Decidido agarrar tus mejillas frías con mis manos e inclinó mi rostro al tuyo, como no tenía aún tu permiso me quedo quieto sintiendo nuestras respiraciones mezclarse.
No quería recibir otra cachetada como aquella vez por invadir tu espacio personal... Aunque ya lo estaba haciendo pero no me apartabas.
Estabas sonrojada y terminas acabando el torturoso espacio entre nosotros. Nuestros labios se acarician y mueven con una calma impresionante.
Quería disfrutar nuestro primer beso todo lo que podía, y creo que también. Simplemente era maravilloso como explotaban estos sentimientos que tengo hacía tí.
Después de unos minutos nos separamos, mantengo mis ojos cerrados y nuestras frentes juntas, nuestras narices se rozan por el acercamiento pero no nos molesta.
Ahora es mi turno de tomar las riendas y besarte.
No quería que esto acabará.
Era adictivo besarte que me daba miedo.
Pero si que lo estaba gozando. Te abrazo con fuerza dando más vueltas y tu risa otra vez sale a relucir, pero ahora junto con la mía. Era el chico más feliz y afortunado del mundo.
—Mira mira—le digo sacando de mi chaqueta dos luces de bengala. Tarde en conseguirlos pero los había encontrado.
Tomamos una cada quien y las prendemos, las chispas comenzaron a salir y nosotros mirábamos su luz.
—Sabes... No te lo había dicho pero te vez muy bien con el cabello hacia abajo—comentó girando la luz de bengala en círculos—Bueno, también me gusta tu cabello hacia arriba. Me refiero que de las dos formas luces bien.
Es extraño verte tan nerviosa y que lo demostraras tan abiertamente me encantaba. No lo estabas ocultando como solías hacerlo.
—Tu siempre estas hermosa—aclaró sin temor.
—¿Po-podemos estar juntos el próximo año?—pregunto provocando que explotara un sonrojo en mi cara—¡Me refiero a la navidad! Si, estar aquí contigo festejando.
No sabía cuando pasaría... Pero definitivamente pasaremos la navidad juntos, pero esta vez como pareja.
Solo espera por mí Sasaki. Te pido que seas paciente porque tampoco era fácil para mí.
—¿Y si pasamos todas las navidades juntos?—era una pregunta indirecta, sabía que ella podría entenderla.
Y justo como lo pensé, ella lo entendió. ¿Y como respondio?
Pues sellandolo con un beso.
Curiosidades:
1. Sasaki estaba atrapada con los del refugio, se le había pasado el tiempo volando y salió corriendo para llegar a la casa de los Hoshiumi.
2. Korai le compró un collar muy lindo, que Sasaki lo había mencionado desde hace unas semanas antes de navidad que quería comprar.
3. Como llegó Sasaki a la hora de regalos la recibieron muy bien, y como ella se quedó con Korai dando cariños mientras dormía pues los primos ya no le pudieron rayar la cara. Pero si a Hirugami.
4. Extra. Mi bebé Korai se acaba de enterar que Santa no existe, pero ya lo sospechaba. 🥺❤✨
Perdón por faltas de ortografía, escribí este capítulo a las dos de la madrugada.
✌🏻 👁👄👁
¡Feliz navidad a todos y todas! Espero que les haya gustado éste especial de navidad.
Como dije en el inicio, esto si paso en la historia, solo que iba a ser después de que fuera al campamento de Tokio y no le calcule bien a los capítulos y fechas. Pido perdón.
¡Voten y comenten que es la primera vez que publico tan rápido y hasta yo misma me sorprendí! ✨❄❤✌🏻
Ayame🌸
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top