Capítulo 13

Mi respiración es agitada y mis piernas se movían a una velocidad que yo misma desconocía. Saltaba algunos objetos que se interponian en mi camino, o algunas veces me tenía que agachar.

Esquivo a las personas que de igual forma me estorvan, solo diciendo un "perdón" apresurado.

A mis lados se encuentran Takami y Nakamura, siguiendo mis pasos.

Los tres corremos como si nuestras vidas dependieran de ello.

¿La razón?

Fácil. Se me iba a pasar el metro que iba directo a Tokio.

Era lunes y apenas terminaron las clases salimos como rayos. No iban a ir conmigo a la ciudad pero estaban tercos en acompañarme a la parada.

Habíamos pasado todo un día juntos para hablar sobre el tema de Korai y otras cosas, pero desde hoy comenzamos a hacer algo y no sólo comentarlo.

Las palabras que me había dicho el castaño fueron como un golpe a la realidad. Era el detonante de todo lo que deseaba.

—Callate... No quiero escuchar tus sollozos por un idiota—exclamó fleccionando sus piernas enfrente mío. Unos segundos antes le había declarado que ubiera sido mejor el haberme enamorado de él.

Provocando que explotara enfrente mío.

—¿Y que si no le gustas?—pregunto riendo sin una pizca de compasión. Era la primera que me hablaba de esa forma—¿Vas a seguir llorando y lamentandote?

Sabía que tenía razón... Pero aún así me dolía demaciado. Una vez más estaba actuando como esas protagonistas de los libros que tanto me quejaba.

Ya no sabía si Takami estaba siendo muy impulsivo o directo al echarme toda la verdad en la cara.

—Eres la chica más linda de toda la preparatoria y que conozco... —guardo silencio unos segundos sonriendo como maniático—¡Entonces levántate nena, por que vamos hacer que caiga a tus pies y suplique estar contigo!

Él tenía un plan. Se le veía en su cara y parece que lo disfrutaba.

—¡Vamos hacer que Hoshiumi Korai se enamore de tí!—anuncio manteniendo esa sonrisa maligna.

Aunque Takami ya tenía miles de ideas para que eso sucediera, yo me preguntaba por que me ayudaba en esto.

Bueno, no tenía mucho tiempo que se había confesado que yo le recordaba a su ex novia difunta y que me odiaba por nuestros parentescos. Quien sabe si físicos o en actitud.

Casi no habla sobre eso.

Por el momento aceptaría su ayuda, no debía rendirme todavía. Tenía tiempo para hacer cambiar de opinión al albino.

—Agarrate maldita gaviota. ¡Porque no sabrás que amarre funcionó!

Después de eso Takami estuvo muy misterioso haciendo unas llamadas de un lado a otro. Todo eso mientras yo lo miraba sentada tomando un té nerviosa de solo verlo moverse tanto.

Actualmente.

Hoshiumi se había ido al campamento en la mañana. Faltaría toda la semana a clases y se quedaría a dormir en las instalaciones o cerca de ellas.

Por lo cual iría a verlo tres días, solo era ir y venir. Para "confirmar" que no causaba problemas y tenerlo "vigilado".

Se supone que teníamos tiempo suficiente para que apenas sonando el timbre de la salida pudiéramos ir con calma. El problema aquí es que al profesor se le ocurrió la maravillosa idea de retrasarlo por que unos compañeros que al parecer lo habían dibujado en una hoja y nos hizo escribir cien veces que tenemos que tener respeto y no se más.

El aire de mis pulmones se iba yendo por todo el recorrido brusco al momento de empezar a correr de la nada.

Podía ver el metro
que estaba apuntó de irse, anunciando su recorrido y hora de partida.

Frene de golpe llendome hacia enfrente siendo detenida por mis dos amigos para no chocar con una ancianita.

Eso estuvo cerca.

—Disculpe las molestias señora—exclamó Nakamura, comenzando a correr nuevamente empujandonos en el proceso para apresurar el paso.

Ya faltaba poco.

—¡Échale turbo Sasaki-chan!—comentó Takami tomando mi mano para ir corriendo más rápido.

Literalmente estaba siendo arrastrada y ya solo me faltaba flotar por lo rápido que iba.

Las puertas del tren no tardarían en cerrarse.

Los tres una vez más frenamos de golpe y con un choque de puños nos despedimos y yo entre con la puerta cerrándose a mi espalda.

Volteo a verlos sacudiendo mi mano en despedida. Recuperaba el aire perdido y el transporte comenzaba ha avanzar.

Había llegado a tiempo.

—¡No olvides el plan Sasaki!—grito Takami siguiendo el tren a pie.

¿A poco había un plan? No lo menciono... O simplemente no puse atención.

Colocó mi mano en mi pecho aún buscando aire y me siento en las sillas metálicas. Cerré los ojos enfocandome en mi respiración agitada.

Por el momento intentaría recordar el "plan" que estaba segura que no me habían dicho.

Saco el celular al recibir una notificación, era de Hirugami dándome apoyo.

Olvide mencionar que Takami también lo involucro. Y pues al parecer todo el mundo lo sabia.

Que vergonzoso era todo esto.

No sabía cómo actuar después de lo que pasó aquella noche. Todo era confuso y frustrante para mí.

Actúe impulsivamente esa vez y ahora pagaba las consecuencias de ser impaciente. Y pensar que yo era persona con demasiada paciencia.

Recargo mi cabeza contra el cristal de la ventana y conecto mis audífonos al celular. Las dulces melodías van tranquilizado mi cuerpo y pensamientos.

¿Era buen momento para retractarse?

Después de un largo rato de viaje porfin llegó a mi destino.

Arrugo la nariz al percibir el repugnante olor a cigarro. Se supone que no estaba permitido, pero parece que los adultos no entienden, aparte de que hay un mar de personas que se empujan para entrar a los vagones o salir de ellos.

Tenía un buen sentido de la orientación, no creo perderme fácilmente.

¿Seria buena idea ir directamente o hacer tiempo?

No tenía ni idea sobre los horarios de entrenamiento, ni almuerzos o descansos que tenían programados.

Creo que... Solo pasaría.

Camino entre las transitadas calles de la ciudad, y me detengo de vez en cuando para preguntar si voy bien. Quería alargar un poco mi llegada, sin embargo regresaba a la realidad de que no tenía mucho tiempo para estar en aquí, aún tenía que regresar.

Podía ver la enorme instalación, con unas letras grandes del nombre de el lugar.

Que problemático.

Llegar aquí y con ese cartel tan llamativo, me era imposible dudar si es en realidad esté lugar el indicado. Literalmente podías verlo desde muy lejos.

Y aún así estaba segura que Hoshiumi pudo haberse perdido al llegar aquí.

No puede ser. Otra vez estaba pensando en él.

Irritada conmigo misma aprieto con fuerza las correas de mi mochila y entró al edificio. Parece que llegue por el comedor.

Me acercó con una de las personas que trabajan en el lugar y me informa que deben estar en las canchas, y que deberían estar por terminar, también agrega que puedo esperar a que lleguen aquí o podía ir a verlos pero sin interrumpir el entrenamiento.

Prefiero ir a ver, tenía curiosidad de como sería. Me da instrucciones de como llegar y podía sentarme a ver.

De cierta forma estaba ansiosa de ver las canchas y todos los jugadores de distintas preparatorias quienes fueron seleccionados para venir aquí.

Ellos llegaron aquí por su esfuerzo y dedicación al deporte. Era increíble y admirable.

Una de las puertas están abiertas y no dudó en entrar. Fue una lastima encontarlos ya estirando para descansar e irse, ya no los había visto jugar o practicar.

Suspiro rendida buscando a Hoshiumi con cierta extrañes al no verlo por ningún lado.

¿Donde se había metido?

Me adentro más al lugar siguiendo mi busqueda, pero mi campo de visión es nublado por un cuerpo enfrente mío.

Un chico alto con el cabello rubio me mira curioso.

—¿Estas pérdida?—pregunta sonriendome de lado.

—Busco a una persona... —respondo con el ceño fruncido intentado rodearlo para seguir buscando al albino.

—Puedes decirme su nombre, es posible que lo conozca y pueda ayudarte—insistió interfiriendose en mi camino—Soy Miya Atsumu, pero solo dime Atsumu o tsumu.

Toma confianza rápido.

—Sasaki—exclamó sin decirle mi nombre.

—Saki-chan entonces—comenta recortando mi apellido en forma de ¿apodo?—Y a quien estas buscando Saki-chan.

—Cabello albino, ojos color oliva—mencionó colocando mi mano un poco más arriba de mi cabeza marcando la estatura de Hoshiumi.

—¿Amigo o pareja?

Esto parece un interrogatorio.

Y apesar de su pregunta no respondí. Su actitud me recordaba a la de Takami cuando nos conocimos, coqueto.

—No hablas mucho verdad Saki-chan—afirmó a si mismo suspirando—Hablas de Hoshiumi Korai, ¿no?. Es la personas a la que estas buscando.

—Si.

—Entonces no busques más linda, él está ahí—apuntó al albino que se encontraba gritandole a un chico de cabello negro.

No puede ser.

Ya estaba haciendo escándalo y no lo había visto. ¿Necesitare lentes?

Comienzo a remangar el suéter junto con la camisa del uniforme y voy determinada por él. Le advertimos de que no hiciera relajo y se portará bien, ¡apenas era el primer día!

Él rubio se aparta de mi camino dejándome pasar y creo que me sigue detras de mi hasta donde se encontraba el albino.

—¿Le estás causando problemas a estos chicos, eh Hoshiumi?—cuestiono cruzandome de brazos mirándolo acusativo y con el ceño fruncido.

—¡Sasaki-chan!—exlama poniéndose tenso sin querer voltear a verme a la cara—¿Q-que haces aquí?

Alzó una ceja reclamando una respuesta, aun que sabía que no me estaba viendo. Mi silencio era suficiente para él.

—Es que... —se excusó volteando a verme, grave error.

—Te pregunte algo—interrumpo su excusa mirándolo directamente a sus ojos con más dureza.

—No te preocupes, no está causandonos problemas... Hablamos de voleibol—entró a la conversación el peli negro levantándose del piso—Iré a la cafetería.

Son tan altos.

—Gracias Kageyama—susurro Korai pensando que no lo había escuchado.

—Quiero hablar contigo Hoshiumi—habló cambiando de tema apenas se fue el chico de ojos azules y cabello negro.

—Te juro que aún no he quemado nada.

—No es sobre eso...

Silencio incómodo.

Esto estaba siendo más difícil de procesar y hablar.

Me estaba mirando con una línea recta en su boca y sus ojos estaban sin pestañar. Intuía de que quería hablar y eso lo ponía incómodo.

—Yo... —comencé tomando el valor suficiente pero fui interrumpida por el rubio.

—Saki-chan, Chibi-chan, vamos a comer antes de que se acabe la comida—invitó pasando sus brazos por los hombros de ambos, teniendonos a los dos de cada lado.

Parece ser que el destino no nos quiere dejar aclarar las cosas.

—¿Saki-chan? ¿Chibi-chan?—murnuro Korai procesando los nombres.

Santo cielo.

—¡DESDE CUANDO SE CONOCEN Y PORQUE LA LLAMAS SAKI-CHAN!—grito gruñendo al rubio que nos empujaba para ir al comedor—¡ME DICES CHIBI POR MI ALTURA VERDAD! ¡AUN VOY A CRECER MALDITO!

Esto me trae recuerdos de alguna parte...

—Nos conocimos porque te buscaba—respondo sosteniendolo del cuello de su playera para que no se lanzara encima de Atsumu quien solo se reía y burlaba de él—Deja de gritar—le doy un golpe en la cabeza.

—Saki-chan, tú me recuerdas al capitán de mi equipo—comentó de nada haciendo que Hoshiumi junto conmigo lo miremos poniéndole atención—Más fríos que el hielo.

—Los muertos están fríos... Yo estoy viva—murmuro frunciendo el ceño sin entender su comentario.

—Sasaki-chan es cálida—agrega Korai también sin entender lo que dijo Atsumu.

—No literalmente, me refiero a... Mejor voy a comer—mencionó adelantándose a la cafetería restándole importancia.

—Voy a mi cuarto a cambiarme, ¿me acompañas?—pregunto de la nada Hoshiumi.

—¿Tienen cuartos aquí?—cuestionó con otra pregunta interesada. Yo pensé que estaría quedándose en un hotel aquí cerca o algo.

—Son geniales. Tienen aire acondicionado pero los puedes poner en modo calentador, así ya no pasas frío en la noche—señalo emocionado como si fuera el mejor descubrimiento que haya visto en su vida—¡Y tiene tele!

—Oh, eso es increíble—comento sonriendo al verlo tan emocionado.

—Vamos, hay que apurarnos si queremos alcanzar comida—apura tomando mi mano para correr y guiarme.

¿Por que todos tenían que llevarme de la mano arrastrandome?

Takami y Nakamura estaban igual.

Pasamos por varios pasillos con puertas y yo miraba todo. Cuando pasamos un por uno de los pasillos había un pequeño cartel que marcaba A-3, por lo que Hoshiumi disminuyó la velocidad y miraba los números en las puertas.

Nos detenemos delante de una puerta, y del bolsillo de su shorts saca una tarjeta para pasarla y que la puerta se abriera.

El dispositivo se parece mucho a el de los hoteles.

—Mi humilde dormitorio—exlama empujando la puerta para dejarme pasar.

Un lugar no tan grande pero lindo, y con todo lo necesario para estar unos días. Era agradable y acogedor.

Sin contar que en la cama había una maleta y ropa tirada por todas parte.

¿Eso era un boxers?

Okey. Ya no podré quitarme esa imagen de la ropa interior de Hoshiumi de por vida.

Avergonzada desvío la mirada de la ropa esparcida.

—Perdón por el desastre Sasaki-chan. Pero como se me había hecho tarde y no encontraba una rodillera tire todo lo que hay en la maleta—argumento sonrojado recogiendo todo rápidamente.

—Suele pasar—murmuro intentando no ponerlo tan avergonzado como yo lo estaba por ver su ropa interior.

Término de guardar todo en la maleta y luego volteo a verme.

—¿Te quedaras a dormir aquí en Tokio?

—Me iré en un rato —respondo dejando mi mochila en la cama. No sabía que decir o hacer.

—Nosotros más tarde vamos a practicar un rato... Podríamos salir después de comer, si tu quieres claro. —invitó rascando su nuca con nerviosismo.

¿Por que siempre me das señales de que yo te gusto y terminas rechazandome?

Es confuso.

—Me gustaría.

—¡Genial! Entonces me voy a bañar rápido para ir a la cafetería—exclamó escogiendo un cambio de ropa para luego encerrarse en el baño.

Me siento en la cama mirando a la nada. ¿Es el momento indicado para ir a un viaje ancestral?

Distintas escenas de lo que podría pasar golpean mi cabeza. Lo curioso es que todas terminan con el mismo resultado; desastre.

Que poca seguridad tengo cuando se trata de esto.

Dejó caer mi cuerpo hacia atrás y me acorruco entre las cobijas de la cama, después de todo aún tenía el uniforme de la preparatoria y no era muy abrigador que digamos.

Abajo de la colcha me encuentro con un suéter de Hoshiumi, lo tomó entre mis manos y lo extiendo para mirarlo mejor.

Es muy grande, es más, estaba segura que también le quedaba grande a él. Una o dos tallas más grandes que la de nosotros.

Pero no le quita el increíble estilo y estampado que tiene.

No lo pienso dos veces y me la pongo para ver como me queda. De lo largo me llega un poco más arriba de los muslos y de las mangas ni hablar. Apesar de que me queda grande es calientito, y tiene el aroma de Hoshiumi.

Fresco y con toques de lavanda. Es raro que los hombres tengas ese aroma pero a mi gustaba demaciado, creo que hasta le pediría el nombre de su perfume o shampoo.

La puerta del baño se abre y de ella sale un montón de vapor junto a el albino con una toalla en la cabeza... Y sin playera.

Quiero aclarar que ya lo había visto sin playera, después de todo los chicos en el club se las levantaban por el calor o para cambiarselas, incluso aveces veo a Takami en las mañanas sin la parte de arriba.

Pero ver a Hoshiumi sin playera, y con varias gotas de agua escurrir por su torso desnudo, era algo totalmente nuevo.

¿Podría decir erótico?

Quien sabe si es intencional o realmente no se da cuenta.

Ambos nos estábamos mirando sin desviar la mirada.

—¿Ese es mi suéter?

—Si.

—Oh... —guardo silencio unos segundos aún mirándome—Te lo regalo si quieres.

Definitivamente se lo regresaré cuando ya no tenga su aroma para que luego me lo vuelva a dar.

—... ¿Puedes ponerte algo?—murmuro sin quitarle la vista.

Acepto que tengo unas buenas vista desde donde me encontraba, pero también es incómodo.

Somos unos adolescentes después de todo. Mi situación es... Bueno, las hormonas son fuertes.

Eso era suficiente para entenderlo y que él también se diera cuenta de nuestra situación.

—Ya voy—respondió yéndose por su maleta.

Por mientras me hacia la indiferente mirando al techo y después a su espalda. Es ancha pero tampoco tanto, los músculos por el entrenamiento desde niño se hacen notar con cada ligero movimiento, el dorsal ancho no se nota mucho pero le resto importancia porque aún era joven y le faltaba crecer.

Dios, solo tenemos dieciséis años, y ya podía imanigarmelo cuando tengamos veinticinco años o por esa edad.

Nunca le había puesto tanta atención a esas cosas pero, creo que es diferente si vez al chico que te gusta de esa forma.

Lamentablemente mi curiosidad y paraíso se fue al verse cubierto por la tela de la playera de manga larga y un suéter.

—¡Vamos a comer Sasaki-chan!—exclamó feliz y tan inocente que me había hecho sentir mal por verlo anteriormente de una forma tan lujuriosa—¿Estas bien Sasaki-chan?

Debo de estar sonrojada, pero ni como evitarlo luego de lo que acaba de pasar.

Es tan lindo y tierno, pero tiene un aire sexy que me era complicado no verlo de otra forma.

—Vamos a comer Hoshiumi—repito guardando mis manos en los bolsillos del suéter para salir de la habitación.

Perdón si hay faltas de ortografía.

Curiosidades:

1. Takami se está soltando más, ¿eso podría ser malo o bueno?

2. Atsumu y Sasaki ya se conocieron y hasta tiene apodo.

3. Hoshiumi en realidad si olvido su playera. Pero al menos Sasaki tuvo todo un espectáculo de su torso desnudo. Uff 👁👄👁✌🏻

A ustedes no les interesa pero tuve una semana de la mierda. Mis tíos rompieron su matrimonio y me tuve que mudar con mi mamá (vivía con mis tíos), luego a mi papá le dio covid y esperemos que no nos de 🤡, y los maestro ya comenzaron a mandar trabajos. No puede ser. 😔

En fin.

[Imagen para que se rían un rato]

Espero que les haya gustado.
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Joto o no joto el que no vote. 😂✌🏻

Ayame🌸















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