Capítulo 11

Casí una semana había pasado luego del encuentro extraño con mis padres. Una vez salimos de esa casa, ya nos sentíamos más relajados.

Al final arreglamos unas cosas y seguimos nuestros horarios que tenemos con la escuela.

De hecho, nos encontrábamos en un entrenamiento. Los chicos se preparaban para las nacionales y el frío del invierno ya nos estaba golpeando, cosa que afectaba a todos.

No me quejó cuando los escucho decir sobre los entrenamientos en pleno frío. Yo tampoco tendría ganas de hacer algo con este clima.

Había tenido la grandiosa idea de mejorar la alimentación de los chicos desde hace tiempo, pero termine haciéndola apenas ayer en la madrugada.

Literalmente me puse a investigar mucho sobre distintos tipos de comidas que se ajustaran a los gustos quisquillosos de todos. Cosa que si se me había complicado en el momento.

Sugerí la idea con el entrenador y le pareció adecuado por la forma que iba mejorando el equipo de manera desenfrenada. La popularidad de como estaba evolucionando sorprendió demaciado.

Y aún así, sus fuerzas eran casí desconocidas para los demás jugadores. Un capricho de Hoshiumi que le habíamos cumplido, parece que no le gusta ser entrevistado y todos respetaron su idea. Cosa que nos convenía.

Me gustaría decir que hemos avanzado... Pero desde la vez que terminamos durmiendo juntos por estar hablando, no ha pasado nada.

No exagero.

Nada nada a pasado entre nosotros. Supongo que es porque esta más enfocado y determinado en el voleibol, y es claro que lo entendía.

Pero me afectaba aún sabiendo que no somos nada. Me culpó por pensar de esta forma tan egoísta.

Lo único que puedo hacer ahora es apoyarlo y ser paciente.

Todo sería a su debido tiempo.

Suspiro al verlo sacar, ¿como puede tener tanta resistencia? Ya debería estar cansado. Todos parecían estar en sus límites.

—Hoshiumi puede llegar a inspirar al equipo con tal solo verlo jugar—habló el entrenador Aaron sonriendo—Anímate Sasaki-chan, el entrenamiento ya está por terminar.

Tiene razón, el verlo jugar me había inspirado... Pero no quitaba el hecho de que me preocupara por él.

—Nuestra preparatoria es fuerte, y aún así nos falta personal e materiales para seguir—comentó mirando la red ya vieja y un poco deshilachada—Al menos es bueno verlos mejorar mucho.

—Es verdad... Ahora que lo recuerdo, hace unas horas llamaron para invitar a Hoshiumi al Campamento de Entrenamiento de la Selección Juvenil Japonesa—soltó de la nada recordando.

¿Como había olvidado mencionar algo tan importante?

—Que mala memoria tiene entrenador—murmuro entre cerrando los ojos acusativa—Y que nombre tan largo.

Ríe negando con los brazos—Un error mío—se disculpa—No me sorprende que lo llamaran, su técnica es muy buena para la edad que tiene.

—Y un carácter tan amigable pero a la vez escandalosa—sigo, teniendo el asentimiento del mayor.

Creo que los dos estábamos pensando como estaría Korai con un montón de chicos con la parecida capacidad que él, ya sea menor o mayor. De igual forma, ambos suspiramos de tan solo imaginarlo.

—Le servirá sin duda alguna. Me preocupa como pueda regresar y si es posible que eso nos afecte—explicó ligeramente preocupado.

—Viajaré sin pensarlo para darle una cachetada. Una medida de prevencion por si se le sube lo egocéntrico a la cabeza... Lo mantendre con los pies en la tierra—aclaró decidida por si llegaba a pasar.

—C-creo que con una visita es suficiente Sasaki-chan, no hay que recurrir a la violencia aún—argumento nervioso por el chico albino—Ya veremos si la llega a necesitar.

No podría pedir más, solo necesitaba la autorización.

Me encantaba ser mánager, podía verlos a todos jugar; escuchar el increíble impacto de la pelota contra la mano del que remata para luego caer en el piso con un sonido satisfactorio, o también el sonido de los zapatos rechinar, los gritos de ánimo cuando ganan un punto, ver como se lanzan sin miedo para no dejar caer el balón, la pasión que sienten ellos por seguir jugando. Yo también quería experimentarlo... No creo que mi decisión de ser mánager fuera mala, tenía que practicar demaciado, no quiero entrar a un equipo del que tenga que preocuparse porque no tengo conocimientos ni técnica.

Sonrió al ver a los chicos que me apoyan en sus tiempos libre sin pedir nada a cambio. Se los agradecía con todas mis fuerzas.

Mire el reloj que llevaba en la muñeca y le hago una señal al entrenador para frenar el partido, uno que había creado como forma de entrenamiento.

Todos se reunían cansados para tomar las botellas con agua, por mientras yo les daba toallas para secarse el sudor.

—Sasaki-chan—me habló Nozawa, era uno de los de tercer año—El entrenador me habló sobre una dieta que creaste para cada quién, ¿puedo ayudarte a repartirlas?

Este chico tiene un aire tan tranquilo y a la vez coqueto. De hecho, creo que era popular entre las chicas.

—Claro, espera un momento—contestó corriendo para darle toallas a Hirugami y Hoshiumi de manera rápida, para luego correr a mi mochila y buscar las tan mencionadas hojas.

Una vez en mis manos me acercó al chico y le extiendo la suya con su nombre.

—Espero que sigan el plan de alimentación—suspiro de tan solo pensarlo.

—¿Como podríamos rechazarlo? Estas poniendo de tu tiempo para que mejoremos todos, yo estoy muy contento por tener esta nueva experiencia—exclamó mirando el papel—Vamos a repartirlas Sasaki-chan.

Una vez término me sacudió el cabello con confianza y agarro más hojas de mis manos.

Está escuela si que tenía chicos muy encantadores... Y al final, la mayoría de las chicas les gustan los mismo de siempre.

Levanto una ceja al darme cuenta de que Hoshiumi estaba a mi lado callado, ¿en que momento había llegado?

—Porfavor dime que no voy a comer brócoli—dijo muy serio o más bien ocultando su terror.

—Que suerte tienes—contesto con cierta malicia—Tarde más tiempo en hacer tu lista, y todo para que pudieras comer mucho brócoli.

Hoshiumi quedó unos segundos en shock procesando la información, para luego tensarse y gritar desesperado agarrando su cabello.

—¡No porfavor Sasaki-chan!—rogó inclinándose hasta el piso llorando.

Que teatrero es.

Aún así pongo mis manos en la falda por si acaso, podría levantar la cabeza en cualquier momento y ver de más.

—Oe, Hoshiumi-kun tranquilizate—murmuro poniéndome nerviosa por el escándalo de más que estábamos creando por mi culpa.

Me arrepentía solo un poco.

—No me gusta el brócoli Sasaki-chan... —chillo rodando en el piso como un niño pequeño.

Oh Dios, me había sonrojado. Sentía las mejillas rojas por su culpa, creo que ahora si me esta llegando la culpa.

Como que no sirvo para hacer bromas.

—Ya no molestes a nuestra mánager idiota—regaño Hakuba llegando a la escena.

Lo que ocasionó que diera unos pasos hacía atras, no podía acostumbrarme a su altura y lo intimidante que podía ser. Pero solo por que es alto, porque en lo demás era burlón y gracioso.

No todos los días te encuentras con un adolescente de dos metros.

—Era... Una b-broma Hoshiumi—murmuro pegando las hojas a mi cuerpo nerviosa.

Ambos chicos voltearon a verme repentinamente por lo que se me erizo la piel por la intensa mirada de los dos.

—Sasaki-chan...

—Me hizo una broma...—completo el albino intercambiando miradas con el más alto.

¿Estaba mal? ¿Fue un error? ¿Es mi culpa?

¿Porque era tanto su impresión?

—Es el día más feliz de mi vida—hablaron ambos al unísono llorando de felicidad.

¡Que estaba pasando!

—¿Porque siempre que los descuidamos a ustedes dos tienen que hacer escándalo?—pregunto Hirugami entrando a la conversación, con su mano en mi hombro dándome apoyo—O estar pelando...

Tiene toda la razón.

Miro rápidamente los nombres de las hojas que tengo, y le extiendo una a Hirugami y otra a Hakuba, para luego esconderme atrás del castaño.

Puede que Hirugami también sea muy alto, pero no me intimidada como Hakuba y ponía tan nerviosa como Korai. Es como mi guardaespalda ante esos dos.

—Sasaki-chan—habló el albino ladeando la cabeza para poder mirarme—¿Porque yo no tengo hoja?

—Es posible que Nozawa-senpai la tenga—contesto asomandome un poco.

Como podía ser aveces tan segura, pero a la vez tan nerviosa.

—¡Ya es hora de irse chicos!—anuncia el entrenador en voz alta para que lo escuchen—Hoshiumi y Sasaki-chan, porfavor esperen unos minutos.

Oh... Creo que le diría sobre ese campamento. Me pregunto si habrá ido el año pasado.

En verdad no se lo había preguntado.

Los chicos se van yendo y despidiéndose de nosotros, Hirugami solo señala con las manos que nos iba a esperar a fuera.

Justo como lo pensé. El entrenador le explica a Korai sobre ir a Tokio y eso, no entendía porque era necesario que yo estuviera aquí.

—Todo será pagado, no tienes que preocuparte por el dinero ni nada—explicó mostrándole unas hojas para pedir permiso a sus tutores, por ser menor de edad y eso.

Me estaba inquietando; no me veía nada involucrada en esta conversación y aún así aquí estaba enfrente escuchando.

—Estarás justificado en las clases, pero eso significa que tendrás que estar al corriente con tus tareas... Aun que nunca tuvimos quejas sobre tus calificaciones—agregó no muy seguro.

Si era de sorprenderse que a Hoshiumi le fuera bien en la preparatoria, sinceramente no tenía pinta de ser uno de los estudiosos, cosa que no era verdad.

Puede que sus calificaciones no sean perfectas, pero si son buenas.

—Tienes que comportarte, nada de estar quejandote, estarás con personas con el mismo potencial y una buena oportunidad para jugar en una Liga—siguió diciendo mientras nosotros estábamos rectos escuchando sus palabras—Sasaki-chan dijo que iba a visitarte uno que otro día, ella me va a reportar como es que te estas comportando. No quiero problemas chicos.

Mi sugerencia de hace rato si se la había tomado muy encerio.

¿Que haría yo en Tokio? No puedo quedarme mucho con mis padres, aparte de que aún tengo clases.

—Ya pueden irse.

—Nos retiramos—hablamos inclinandonos con respeto para irnos.

Tome mi mochila y salí junto Hoshiumi.

¿Debería hacer el primer paso? Era ahora o nunca.

—Hoshiu...

—Chicos, porfin salen—interrumpió Hirugami acercándose a nosotros.

—Gracias por esperarnos Hirugami—contestó chocando los puños con el castaño—¡Estoy cansado, quiero dormir!

Bueno, parece que ese momento no será hoy.

Término aceptandolo por hoy.

Si que era frustrante.

Lo único que podía es esperar... Y no se cuanto tenga que hacerlo, el tiempo vuela, me alegraba que Hoshiumi mejore más y las personas reconozcan su talento y esfuerzo...

—Sasaki-chan—murmuro Hirugami comprensivo dándome palmadas en la espalda, es posible que se estuviera disculpando.

¿Porque él si se daba cuenta de la situación y no Korai?

No lo hacía adrede, solo era distraído, pero aún así dolía.

Una vez más, era la única que le daba muchas vueltas a las cosas.

—Leí en internet que dormir te ayuda a crecer—sonreí. Aun tenía el privilegio de ser su amiga y convivir con él, tenía que aprovechar cada minuto y disfrutarlo.

—¿Encerio?—pregunto interesado el albino. Sus ojos brillaban ante lo que había dicho—¡Ahora tengo más ganas de dormir!

—Creo que se está burlando de tí Hoshiumi... —soltó el más alto aguantando su risa—Siempre dormimos y no forzosamente crecemos.

Pues es verdad. El internet no es muy confiable que digamos.

—¡Que! ¡Entonces es falso!—exclamó deprimido encorbandose—Eres cruel Sasaki-chan. Ya es la senda vez en el día que me engañas.

Ay... me dijo cruel.

—Takami dice que tengo que ser más expresiva—explicó recordando todas sus "sugerencias", que en realidad se basaba en sarcasmo e ironía.

—No creo que tengas que aprender de él—comentó Hirugami rascando su nuca.

Yo también lo había pensado. Pero si era gracioso ponerlo en práctica.

—Cambiando de tema, ¿ustedes que van a hacer en navidad?—cuestionó él albino, por lo que el castaño y yo lo vimos extrañados—¿Ya pidieron su regalo?

—Hoshiumi... Aún falta par navidad—contestó siendo lo más precavida con mis palabras; él aún creía en...

Buscó una respuesta en Hirugami y el asiente con la cabeza.

Oh.

—¡Estoy muy emocionado! ¡Navidad es la mejor etapa de todo el año!—sigue hablando muy entusiasmado—Los regalos, la comida, los dulces, la piñata de burro que compramos para reírnos, mis tias hacen minis juegos en la casa para ganarnos premios, luego esta el chocolate caliente y duermes tarde.

Bueno, era lindo verlo en ese modo.

Mi familia casi nunca festeja estas fechas, y "Santa" nunca estuvo en nuestra infancia. Al menos no que yo recuerde.

Solo nuestros padres dando regalos y a dormir.

—Como nuestras familias son amigos aveces en navidad nos juntamos—me explica el castaño dándole poca importancia—Pero si es agradable pasarla todos juntos.

—Yo nunca e tenido un árbol de navidad—mencionó agarrando mi barbilla—Creo que Takami habló sobre hacer algo pequeño en el refugio.

No había mucho dinero como repartirles regalos a todos, pero una cena y quizá un arbolito con luces si vamos a tener. O eso creo.

—¿Nunca haz festejado navidad?

—Mmm no.

— ...... Eso es horrible. Entonces te invito a mi casa para navidad—declaró parando de caminar, esperando mi respuesta.

—Recuerda que aún falta para esa fecha Hoshiumi—habló el más alto riéndose de su amigo.

—Iré, pero solo un rato—termino aceptando la invitación.

No era mucho pero, me alegraba el alma.

Después de un rato agarramos distintos caminos para ir a nuestras casas. Le había marcado a Takami pero no contestaba, poco me importaba, debe de estar muy ocupado atendiendo a todos.

Tenía tiempo que no agarraba mi celular para escuchar música, ya normalmente lo utilizaba para llamar y mandar mensajes, si que todos nos ocupamos en estos tiempos.

El frío nos ponía en desventaja, la bufanda roja que tenía era suficiente para calmar mi respiración y dolor en la nariz por el mismo frío. La sudadera protegía la mitad de mi cuerpo, lamentablemente tenía la falda con calcetas largas que no servían mucho. No podia comprar el pantalon de la preparatoria.

El dinero que me dieron mis padres se fue en gastos para el refugio.

Y no me arrepentía.

Cuando porfin llege al el "edificio abandonado" él primero en recibirme es Dean, luego la señora Saiki junto con el hermoso gatito blanco que si me habían permitido tener, la mujer no tardo como cinco minutos para abrazarme y ponerme una manta encima para el frío, todo mientras se queja por no cuidarme bien.

Al final de cuentas ella se había quedado aquí, dice que no quiere regresar a su casa vacía si no hay nadie esperandola. La entendíamos y yo en lo personal amaba que estuviera con nosotros.

—¿Donde está Takami?—le pregunte luego de dejar mi mochila en mi cama.

—Ya sabes donde se encuentra linda—contestó suspirando con el minino en brazos—Ustedes los jóvenes se preocupan mucho de las cosas. Somos ancianos no inválidos, también podemos ayudar.

—Pero si ustedes ya nos ayudan mucho—afirmó—Debes descansar también, me entere que les enseñas a bailar a los demás ancianos. Ya son grandes...

—¡No te preocupes por nosotros niña, la actividad física es buena para nosotros también!—exclamó haciendo una pose para mostrar sus músculos, utilizando al gato como si fuera una pesa.

Sonrió al verla tan activa como siempre.

—Iré con Takami, porfavor no hagas un movimiento brusco.

—Si, si, niña.

Me despido de ella y camino al cuarto del mencionado.

Como no contestaba al tocar, abrí la puerta encontrandome al castaño durmiendo en el escritorio. Conservaba el uniforme de la preparatoria aún.

Estando enfrente de él me inclino un poco para verlo respirar profundamente. Como tenía los brazos cruzados contra la mesita abajo había muchos papeles y libros junto sus libretas.

Ahora que lo pienso, debería estar muy abrumado con el escoger una carrera o lo que quiera ser en el futuro, después de todo está en su último año de preparatoria.

Tomando la manta que tenia yo anteriormente, se la colocó en su espalda para que no pase frío. Lo dejaría dormir un rato más.

Me fijo en las hojas, todas hablan sobre carreras, universidades... Pero las únicas que están subrayadas son las de aquí cerca y son complicadas. Ni sabía si podría llegar a entrar a una de las que quería y mantenerse, aparte de estar aquí también.

Era una cosa o la otra.

Se nos estaban juntando los problemas. Estamos amarrados del cuello con una cuerda y solo falta un paso para caer.

—Ya se en lo que estas pensando Sasaki—habló Takami con voz ronca por haber despertado—Quiero darles todo lo que necesiten, y para eso se necesita dinero. Desde hace años me he estado matando para esto, por eso estudio el doble y comenze un club de matemáticas, es en lo que me va bien así que no voy a desaprovecharlo.

—Si pero... —murmuro preocupada, no podía soportar tanto peso en sus hombros. Somos como cincuenta personas en total, debe de compartir su carga para nivelarlo.

—No te preocupes por mi Sasaki, ese no es tu trabajo—argumento bostezando claramente molesto, para luego tomar un lapicero y agarrar su libro.

—Cállate—contestó apretando los puños—Porfavor no hables así como si no fuéramos amigos. ¡Siempre me voy a preocupar por ti!

—Idiota—habla riendo sin ganas, pasando su mano por su frente y cabello—Te odio tanto sabes... La actitud que tienes me recuerda tanto a ella que me duele, pero aún así me quedo contigo.

¿Que?

No podía hablar, no sabía que decir ante su confesión. ¿Me odiaba porque le recuerdo... a su ex novia difunta?

Entonces porque se tortura haciéndose mi amigo, invitándome a vivir con él. Carajo, ¿porque era así?

—¡Dejame hacerlo solo! ¡Yo puedo salvarlos a todos!

Porfavor para... Ya no quiero verte llorar, no quiero ser la causa de tus lágrimas.

Había llegado a su límite. Explotando a llanto todo lo que se había guardado por la muerte de su novia y cargando con todo el peso de las personas en el refugio. Lo había ocultado tan bien que ahora ya no me consideraba su amiga.

Me necesitaba.

Así como yo necesite ayuda.

¿Qué más podía hacer que abrazarlo fuertemente y acompañarlo hasta el final? Yo no sabía de estas cosas, no las enseñaban en la escuela y mis padres apenas presentaron estos gestos de afecto muy pocas veces.

—Shh... —susurro intentando calmarlo—Dejame ayudarte. Podemos hacerlo todos juntos.

—¡Te odio, te odio, te odio con todas mis fuerzas, porque te fuiste!

El alma es frágil y fácil de romperse... Y no me había dado cuenta de ello.

—¡Quiero que te mueras de nuevo!

Hasta las personas más fuertes pueden romperse.

Perdón por las faltas de ortografía.

Curiosidades:

1. Quería poner que Hoshiumi aún cree en Santa... Pero tiene como 16 o 17 años. 🤡

2. Doy asco como escritora ✌🏻

3. Takami mi bebé esta tan roto por dentro que le daba vergüenza demostrarlo. De ahí su faceta chico malo en la escuela.

4. Voy a hacer un especial de navidad, pero quizá salga un poco después, será corto pero significativo.

No se ustedes pero en nuestra familia tenemos la extraña costumbre de comprar una piñata da burro para navidad....

Ayudenme a compartir la historia con sus amigos o conocidos de wattpad. Ando en modo escritora triste, porque pienso que no les gusta la historia.

¡Voten y comenten por que lloro, aparte de que es gratis! ❤✨👌🏻

Ayame🌸





























Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top