VII: Una vida brillante y policromática (Finale)
Las calles en Japón siempre transmiten un aire de que todo podía cambiar de un momento a otro. A veces se sentía como si un turista, cuando pisa Japón, podría ser la persona que quisiera. Eso mismo le pasaba a Katsuki Bakugou, quien no gustaba salir de casa, aunque cuando lo hacía, sentía como podía ser cualquiera. Perderse en la multitud. Perderse en Japón.
...perderse con Shoto.
—Tengo un sitio en mente—Expresa Shoto sin dejar de mirar al frente, sus manos en el volante mientras el estéreo del carro reproduce el disco de rock de los 80's y 90's—Espero que te guste, yo tampoco he ido pero dicen que es muy bueno,
El rubio observa a Todoroki de reojo mientras se pierde en el debate eterno de su mente.
En cada milla que avanzan, Katsuki está cada vez más convencido de que quiere casarse con Shoto.
Analiza detalladamente los pros y los contras: los contras son que Katsuki es muy territorial con su entorno; le gusta tener su propio espacio, su propio tiempo y sus propias paredes. Sin embargo, casarse no es sinónimo de que vaya a "perder su libertad", más bien que la compartirá con alguien más.
—¿Qué opinas?—Pregunta Todoroki, todavía con la mirada puesta en el camino.
—Si, me parece bien—No tiene ni chucha idea de que está hablando Shoto, pero cualquier cosa que decida está bien.
El coche continúa su trayectoria, con el sonido de la música todavía resonando en voz baja. El rubio podía sentir su pecho comprimirse, y su corazón intentando latir cada vez más rápido, pero Katsuki no lo permite. Para su fortuna, Shoto no nota su lucha interna.
Finalmente llegan a su destino, un local grande con luces rojas en su interior; desde afuera se escucha la música y Bakugou de inmediato toma la mano de su pareja.
—¿Dónde estamos, en un antro?—Pregunta Katsuki con una sonrisa divertida; Shoto le devuelve el gesto.
—No gracias, aunque es verdad que vamos a bailar—Responde Shoto mientras acaricia una de las mejillas del rubio—Es...tango.
—¿Tango? Eh...¿y por qué?—El rostro de Katsuki denota su confusión—No es que tenga nada en contra, porque nunca lo he bailado, sólo en películas.
—Yo tampoco lo he bailado, pero me parece una danza bastante sensual, y como esta noche estamos haciendo cosas impensables, pues creo que sería una buena idea, pero si tu no quieres está bien.
—No es que no quiera, es que me da vergüenza hacer algo que no sé, porque lo más probable es que salga de una manera patética.
—Con esa mentalidad, no deberíamos intentar nada nunca—Shoto acompaña su respuesta con una risa ligera.
—Si hago el ridículo, tú me acompañaras, ¿ok?
—Por supuesto, no esperaba menos.
Entrelazan sus dedos, sintiendo la cercanía del otro y caminan hasta el local, que se trata de un restaurante con música en vivo y pista de baile. Shoto rápidamente se deja envolver por el ambiente de luces rojas y aire fresco. Katsuki, por otro lado, no estaba seguro todavía; no le importaba bailar, no le importaba cualquier cosa en realidad si lo hacía para hacer feliz a Shoto. Pero delante de otras personas es lo que le provoca inseguridad.
—(¿Yo? ¿Inseguro? Pff, si como no)—Fanfarronea Katsuki mientras camina junto a su novio a una mesa.
El salón cuenta con mucho espacio al aire libre, dónde el cielo nocturno decora la inexistencia de techo; toman asiento en una linda mesa para dos, desde ahí se aprecian a las personas bailando, riendo y disfrutando. La música en vivo crea un ambiente festivo, sobre todo porque es año nuevo y muchos quieren recibir el nuevo comienzo con baile y alegría; ese ambiente emociona a Shoto, e intranquiliza a Katsuki.
—¿Qué ordenamos?—Pregunta Bakugou mientras toma el menú, la mayoría de los alimentos del lugar consiste en carne, especialmente en asados.
—Cualquier cosa está bien—Shoto no deja de mirar a las personas bailar a lo lejos—Este sitio es muy bonito, ¿no crees?
—Supongo...—Katsuki continúa leyendo el menú—(Nunca he probado la mayoría de estas cosas, ¿qué carajos es un chimichurri?).
Todoroki por supuesto que había notado la actitud inconforme de Bakugou. Así que deja de mirar a las personas bailando y se centra en su novio. Entrelaza sus propios dedos y se inclina para mirar a Katsuki detenidamente.
—¿Hay algo que quieras comentar?—Pregunta Shoto con una mirada intensa y curiosa.
—Si, ¿qué coño es una provoleta?—Pregunta Bakugou cubriendo su rostro con el menú.
—Ni idea, pero quiero probarla—Shoto mira el centro de mesa, que consiste en un pequeño jarrón con una flor de color violeta, al lado de una vela de color rojo—¿Sabías que esta flor es una jacaranda?
—Me gusta mucho esa manía tuya de saber cosas que normalmente uno no buscaría—Responde Bakugou, asomando por fin una sonrisa desde que llegaron al sitio.
—Katsuki, si te sientes incómodo, podemos ir a cualquier sitio, es nuestra noche—Expresa el de cabello bicolor con una sonrisa tranquilizadora, colocando una mano sobre la mesa—Y siendo nuestra noche, ambos tenemos que disfrutarlo.
Katsuki baja el menú y observa el rostro de su amado. Las emociones que Shoto despierta en Katsuki son indescriptibles y profundamente intensas; una ráfaga que se ha convertido en el día a día de Katsuki.
—(No me imagino no sentir esto todos los días)—Piensa Katsuki mientras toma la mano de Shoto por encima de la mesa—(Quiero despertar con este sentimiento, quiero sentirla toda la vida).
Katsuki veía el matrimonio como una atadura, cuando en realidad es una promesa.
—¿Entonces nos quedamos?—Pregunta Todoroki, sintiendo como Katsuki acaricia el dorso de la mano con su pulgar.
Katsuki siente en su corazón, que su lugar puede ser cualquier sitio siempre y cuando Shoto esté con él.
—Si—Responde Katsuki con una sonrisa amable, pocas veces vista en él—Quiero bailar tango y probar las cosas raras que hay en el menú.
Shoto asiente suavemente, compartiendo la sonrisa con Katsuki. Ambos apartan las manos, y Shoto vuelve a dirigir la mirada en las parejas puestas en la pista de baile; el tango siempre le había llamado la atención, había una belleza presente en ella que no veía en otro tipo de baile.
Katsuki nota la mirada pérdida de su pareja; así que se levanta y extiende su mano hacía Shoto.
—Okey, cumpliré tu deseo, bailemos—Expresa Katsuki decidido; Shoto lo observa detenidamente, como si en cualquier momento, Katsuki dirá que es broma.
—¿En serio?—Pregunta Shoto mientras toma la mano del rubio y se levanta de la silla—No tienes que hacerlo porque yo quiera.
—Quiero hacerlo porque tu quieres, y eso para mí es suficiente—Expresa Katsuki mientras dirige a Shoto hacia la pista de baile, uniéndose a las demás personas.
Estando en el centro de la pista de baile, Shoto rodea con suavidad el cuello de Katsuki, teniendo una cercanía aún mayor entre sus cuerpos, sintiendo que todo estaba bien.
Ambos están rodeados de luces rojas, y a pesar del ruido, sienten que sólo existen ellos dos. Existieron cuando saltaron del avión, cuando estuvieron en aquella habitación gravitacional, cuando vieron el amanecer, cuando estuvieron en casa de Mitsuki Bakugou, y en el cuarto de hospital con Enji Todoroki.
Existían ahora, existen ahora y continuarán existiendo. Es así de simple.
—Te amo—Pronuncia Shoto en voz baja; lo dice como si no fuera la primera vez que lo dice, mientras que Katsuki ríe suavemente porque no es la primera vez que lo escucha, pero la sensación que produce en su pecho, sigue siendo igual que la primera vez.
Katsuki quería decirle el clásico "yo también" pero comparado con lo que Shoto estaba diciendo, se sentía tan ajeno y tan pequeño. Quería responderle de la misma intensidad que Shoto. En mitad del baile, Katsuki se detuvo, tomando las manos de Shoto.
—Shoto...—Pronuncia Katsuki en voz baja, pero lo suficiente para que Todoroki lo pudiera escuchar—Yo...
También te amo, es la respuesta que Shoto quiere escuchar; pero no lo que Katsuki quiere decir.
—Quiero que te cases conmigo—Sentencia Bakugou, generando un silencio eterno.
La canción termina, y Shoto siente sus pulmones encogerse. Retira sus manos lentamente y da un par de pasos hacia atrás mientras que la siguiente canción comienza, una más movida que causa gritos en la multitud.
—Yo...necesito un poco de aire—Responde Shoto antes de darse la vuelta, sintiéndose como un idiota por dejar sin una respuesta al rubio.
Shoto sale hacia una pequeña zona al exterior, decorada con más flores rojas y luces color amarillo. Ya es de noche, así que Shoto miró hacía arriba para tranquilizarse, perderse en el cielo nocturno siempre lo calmaba; aunque dado que está en el centro de la ciudad, las estrellas no se aprecian.
Hace casi veinticuatro horas estaba allá en los cielos, saltando de un avión junto a Katsuki Bakugou; todo ello parecía más simple de lo que parece ahora.
—(¿Katsuki no estará abrumado por tantas emociones el día de hoy?)—Piensa Shoto mientras siente su rostro calentarse—(Ni siquiera sé qué pensar, de todo lo que podía decir, nunca creí que diría eso...)
La mente de Todoroki está en shock, sin embargo, una enorme avalancha de culpa comienza a inundarlo desde el pecho; ha huido y ha dejado a Katsuki sin una respuesta. Tampoco quería darle a Katsuki la sensación de que lo estaba rechazando.
¿Rechazar a Katsuki Bakugou? Ya sea para saltar desde un avión, para bailar tango o pasar juntos el resto de sus vidas; la respuesta es siempre la misma...
...lo mismo que Shoto Todoroki le puede ofrecer.
—Oye...—Escucha una voz detrás suya; cuando el bicolor se gira, ve la sonrisa de Katsuki; no percibe molestia en absoluto—Tampoco quería asustarte ¿de acuerdo? Dios, a veces olvido lo sensible que eres.
Shoto suelta una risa corta y nerviosa. Baja la mirada, avergonzado de que su rostro esté más rojo que una manzana. Katsuki se acerca, y suavemente coloca su mano en el mentón de Shoto para que alce la vista y pueda verlo a los ojos.
—No pasa nada, tan sólo expresé lo que quiero—Dice Katsuki en un tono de voz dulce, inusual en él pero que es justo lo que Shoto necesita—No estás obligado a nada sólo para hacerme feliz.
—Pero quiero hacerte feliz—Responde Shoto de inmediato, ignorando la voz en su cabeza que le indica mantener la boca cerrada.
—No piensen tanto en mí, carajo—Katsuki suelta una risa ligera, y su mano pasa del mentón, a la mejilla izquierda de Shoto—Haber, ¿qué quieres ahora mismo?
—No lo sé...—Shoto vuelve a bajar la mirada, y le da un vistazo rápido a su reloj: aún faltan cinco horas para la medianoche—¿Cenar?
Tener un ataque de nervios da hambre.
—¿Cenar? Okey, entonces eso haremos—Bakugou toma la mano de Shoto para que ambos regresen a la mesa—¿Qué quieres cenar?
—Un chimichurri, aunque no sé qué sea.
Aquella respuesta provoca una risa a Katsuki, relajando más los nervios a flor de piel de Shoto.
Ambos regresan a la mesa, Shoto observa la jacaranda, y se pregunta sí está mal no haberle dado una respuesta inmediata a Katsuki.
—Lo siento—Pronuncia Shoto, mientras Katsuki vuelve a echarle un vistazo al menú—No quiero que creas que no quiero...casarme contigo y tal es sólo que no sé, digo, no sé qué quiero hacer, con apenas sé que quiero esta última noche del año, ni siquiera me he puesto a pensar...
Katsuki toma la mano de Shoto por encima de la mesa; Shoto la estaba moviendo ansiosamente sin darse cuenta.
—Pensemos en el hoy—Responde Katsuki, hablando también para sí mismo—Hoy disfrutemos y dejemos lo demás para mañana.
Shoto asiente y sonríe para el rubio. Hoy cenará un chimichurri (aún no sabe si es una comida, postre o bebida), y mañana pensará en una mejor respuesta para Katsuki.
Y por fin se disponen a comer. Katsuki hace comentarios como siempre los hace, con esa voz rasposa y esa sonrisa que tanto le gusta al bicolor. Shoto todavía seguía dándole vueltas al tema; siente como si la propuesta de Katsuki fuese una pelotita que rebota de un lado para el otro en su mente.
Al final, resulta que el chimichurri era una salsa, bastante diferente a lo que Shoto creía, así que decidió acompañarlo con una carne, igual que Katsuki. A veces sólo necesitas un asado para volver a la normalidad.
Una vez que terminan, Shoto sigue lidiando con sus emociones en conflicto, así que Katsuki decide tomar el mando.
—¿Quieres ir a bailar otra vez?—Pregunta Katsuki de manera comprensiva. Aunque sea una persona que tienda al mal humor, ahora mismo sólo quiere hacer sentir amado a su pareja.
—Yo...—Shoto se toma su momento para respirar—Quiero hablar contigo, pero me gustaría que habláramos en un sitio con menos ruido.
—Bien, sólo pago la comida y...
—Pagaré yo—Interrumpe Shoto con una sonrisa dulce—Y antes de que digas algo, yo quiero hacerlo ¿si?
Katsuki quería protestar. La idea de que Shoto pague su cena no le alegra especialmente, pero es año nuevo y la sonrisa de Shoto lo derrite al completo, así que se queda callado.
Después de que Shoto pague, ambos salen dejando atrás la música y las risas para dar paso a un silencio. Pero no es un silencio incómodo, es más bien un momento de tranquilidad, dónde disfrutan de una pequeña caminata sobre las calles nocturnas. Hay música saliendo de casi cualquier localidad, todos esperan la llegada del año nuevo; y ellos también pero de momento se centran en el silencio.
Llegan a un pequeño parque, rodeado de rosas blancas, donde un pequeño kiosco al centro es lo más llamativo. Sin decirse nada caminan hasta ahí. Shoto guía al rubio y se detienen en el kiosco, bajo las estrellas, y de alguna manera, saben que no falta casi nada para que finalice el año.
—Katsuki, te amo—Dice Shoto mientras mira a Bakugou con un brillo en los ojos.
—Lo sé, yo también—Responde el rubio entre risas, abrazando a Todoroki por la cintura.
—Te amo—Vuelve a enfatizar Shoto, lo quiere dejar claro no sólo a Katsuki, sino al mundo entero.
Todoroki no cree en los cuentos de hadas ni en las historias épicas de romance, pero...¿es infantil creer que vive en uno? Tan sólo reflexionar en la historia que tiene con Katsuki, y el primer pensamiento que se le viene a la cabeza es el más persistente: La vida a su lado en sí misma es una travesía que volvería a repetir.
A lo lejos está el ruido, la música y el anhelo de querer ya que se termine el año. Pero Shoto no puede finalizarlo, aún tiene una última cosa que hacer.
—Katsuki, antes no pude decirte nada, es que me pillaste de sorpresa—Habla Shoto con una voz suave, dando la impresión de que quisiese que sólo Bakugou lo pueda escuchar.
—Está bien, la verdad es que no preparé el terreno para eso—Responde Bakugou en voz baja con una media sonrisa.
—Pues...—Shoto sonríe dulcemente—La impresión me dejó impactado, bueno, más que nada porque nunca habíamos hablado de ese tema, ¿a qué se debe ahora?
—Lo pensé después de ir al orfanato—Bakugou mira un instante a la media luna en la lejanía, y por un segundo piensa en todos los planes que hicieron para este día y como todo va a terminar dentro de unos minutos; es un poco triste verlo de esa forma.
—Creo que esa ha sido mi parte favorita de hoy, verte rodeado de niños, jugando y riendo con ellos fue...—Shoto no sabe que palabra usar—Fue lindo.
Entonces perciben que la música en los locales está bajando, y durante unos segundos todo parece permanecer en silencio. Es un indicador que falta poco. Este año ha terminado, y con ello, todo lo que quieren dejar atrás ahora puede dejarse de lado para un nuevo capítulo.
Bakugou quiere dejar de lado ese capítulo dónde volvía solo al departamento, dónde en el refrigerador sólo había comida para uno. Una silla en la mesa, un cepillo de dientes en el baño, una almohada sobre la cama. Ahora son dos. Ahora siempre habrá dos.
Todoroki, por su parte, está listo para que su familia no solo esté conformada por sus hermanos, su madre y padre. Hay más mundo afuera, y no quiere arrastrar todas sus heridas en ella. Abraza el cuello de Katsuki, lo suficientemente cerca para escuchar su corazón siempre tranquilo, mientras que Shoto siente su respiración un poco temblorosa; aún sigue buscando las palabras perfectas, pero con Katsuki ha aprendido que no hay que pensar tanto, sino lanzarse al vacío, igual que en el avión.
—¡5!—Se escuchan los gritos a lo lejos, y la respiración de ambos se detiene.
—Katsuki, yo...—Comienza a hablar Todoroki con una sonrisa anticipada.
—¡4!
—¿Si, Shoto?—Pregunta Katsuki mientras acaricia la mejilla del bicolor.
—¡3!
—Lo gritaré, lo gritaré muy alto—Responde Shoto mientras junta su frente con la de Katsuki, cerrando los ojos.
—¡2!
—Entonces hazlo—Expresa Bakugou en un murmuro, también cerrando los ojos.
—¡1!
—¡Me casaré contigo!—Grita Shoto, queriendo que se escuche hasta la luna.
—¡Feliz año nuevo!—Exclama los alrededores, y con ella toda la ciudad.
Mientras todos están festejando, abrazándose y quién sabe qué más; Shoto y Katsuki permanecen en el sitio sin decir una palabra. Abrazados, con los ojos cerrados, con las frentes unidas, con la respiración entrecortada y sin nada más que decir.
Ambos querían permanecer así aunque sea unos segundos, que todo el mundo esté en euforia por la llegada del año nuevo, pero ellos en silencio. No sólo habían finalizado juntos un año, sino una etapa. Un nuevo capítulo comienza en sus vidas.
—¿Seré un Bakugou o tu un Todoroki?—Pregunta Shoto en voz baja, provocando una pequeña risa en el otro.
—No importa—Responde Katsuki con una sonrisa divertida.
Un par de segundos después, Shoto levanta la mirada, viendo a su pareja, ahora siendo su prometido.
—Feliz año nuevo—Dice Shoto con una sonrisa radiante, hace mucho que no sonreía de esa manera.
—Feliz año, Shoto—Responde Katsuki mientras toma el mentón del bicolor.
Ambos finalmente se dan un beso, dejando fluir todos los pensamientos que giraban cual torbellino en sus mentes. Un beso tierno y delicado. Sienten el cuerpo cansado, han sido muchas cosas el día de hoy, no sólo por los lugares que visitaron, sino también por la intensidad de las emociones.
Shoto ahora mismo ansía dormir en los brazos de Katsuki, mientras que este tan solo anhela abrazarlo durante horas.
.-Vámonos a casa—Habla Bakugou, y Shoto asiente con la cabeza.
—Vámonos, Katsuki.
Y así, se tomaron de la mano, entrelazando sus dedos. Katsuki tiene un nuevo objetivo para los siguientes días: comprar un anillo de compromiso. Mientras que Shoto mañana llamará a toda su familia a contar la nueva noticia, también quiere escuchar la reacción de la familia de Bakugou, en especial de su nueva suegra.
Y así, ambos continúan caminando en silencio en una ciudad llena de música. Con las manos entrelazadas, ansiosos por todo lo que harán este nuevo comienzo.
Última parte: Epílogo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top