Hoja 56.
La junta directiva ha tomado la determinación de desconectar a Lizzy. El doctor que la recibió lucho por varios días contra esa posibilidad pero el caso de Lizzy se ha salido de las manos y ya está bajo su jurisdicción; no le queda más que aceptar lo que sucederá, igual que a los familiares de ella. Convocaron una de las peores juntas médicas que se hayan citado en el hospital, conocen a los parientes y en especial a las exigencias de los Wang, no será una batalla fácil, pero a sus ojos es lo mejor que se puede hacer. En parte hacer el procedimiento puede traer algo bueno, hallar un causal y poder buscar un posible tratamiento.
Una sala en el séptimo piso del hospital, es el lugar escogido para reunir a quince médicos especialistas, tres extranjeros, los cuatro representantes administrativos, y los diez parientes de Lizzy.
Los médicos son los primeros en llegar y revisan el expediente y sus diagnósticos y sugerencias, tienen este tipo de reuniones con los familiares de pacientes terminales o listo para muerte súbita, siempre es un lio y tiene con que defenderse, en este caso, no tienen más que su fe y sus conocimientos para hacerlo.
El joven doctor divaga en su puesto, recostado en el espaldar, con la cabeza hacia atrás moviendo de un lado al otro su silla giratoria. Conoce de ante mano a las personas que representan a Lizzy y sabe que no aceptarán, ¿Quién aceptaría provocar la muerte de un ser querido? Nadie, es absurdo, pero también entiende que pueden tener más material de estudio y aunque suena cruel, experimentar con ella, podría ser la única solución.
Tres ancianos, cabezas del equipo médico hacen su entrada y toman su puesto en los primeros puestos de la sala. Saludan a todos y también revisan el expediente, lo ven perdido, han visto cosas crueles y desalentadoras pero ese caso, abarca mucho más que eso.
–Buenos días caballeros. Hoy será un largo día para todos, aférrense a la cafeína–. Dice a modo de saludo el más viejo, robándose un par de risas.
–Doctor–. Dice el hombre que encamino al joven médico a la carrera.
–Sí, sunbae–.
–Sabemos lo apegado que ha estado a este caso, pero entiende que esto debe hacerse ¿verdad? –. Si y no, el joven doctor, estaba dividido. Porque, claro, podía ser un buen caso para sacar nuevos inventos y proporcionar más recursos a la medicina, pero, se trataba de la vida de una persona, cuyos familiares esperaban mejores resultados.
Bajo la mirada expectante de los presentes, el joven asiente dos veces y agacha un tanto la vista. Este caso lo dejará marcado de por vida, sea cual sea el resultado, nunca se olvidara de Lizzy, la chica que se desconectó del mundo.
Tocan a la puerta, todos ven a la madera de tres de ancho por dos de alto, la primera cabeza es del señor Wang, seguido su esposa, hijo y siete hombres conocidos para el joven doctor. Entran en fila india, haciendo reverencias y ocupando sus lugares indicados por una persona que asistirá la reunión, se encarga de grabar y trascribir las partes importantes para mantenerlas en caso de pruebas o justificaciones.
–Buenos días, honorables doctores–. Saluda el señor Wang haciendo una marcada reverencia.
–Buenos días, a todos–. Saluda el más viejo de los médicos.
Luego de los saludos formales y de un poco de café para todos, empieza lo que todos quisieran haber evitado.
–Los hemos citado a esta reunión para haberles concretamente del caso de Lizzy–. Inicia el jefe de Neurología.
–Han hecho esto con mucho misterio y cautela, no me hacen pensar nada bueno–. Comenta Jackson con el ceño fruncido.
Los médicos se miran y lanzan la pelota al joven doctor que es quien más ha tratado con los familiares, muy conveniente para los ancianos.
–Es un poco complicado el tema. Deben ser abiertos y manejarlo de la mejor manera posible; siempre teniendo en mente lo que es mejor para ella–. Esas palabras, no sabe de dónde las saco, pero suenan tan vacías como su interior.
–¿Encontraron algo? –. Jin, al ser mayor, tiene la palabra por los siete.
El joven doctor niega.
–Sí tuviéramos un causante, esto no sería así. Porque no encontramos nada es que están aquí–.
El jefe de Neurología, oprime un pequeño mando blanco y una pantalla desciende. Todos prestan atención a la diapositiva, hay gráficas, un cerebro con partes señaladas y terminología que solo los médicos comprenden.
–Usaremos esto para explicar un poco lo que está pasando con Lizzy. La parte más compleja está aquí–. Apunta con un láser al centro del cerebro. –No ha dejado de funcionar. Lizzy fue diagnosticada en esta de coma muerte cerebral, pero esta parte debe desactivarse y no lo está. Así se explica porque sus órganos han funcionado–.
–Sin embargo–. Interviene otro médico. –No asegura que continúe de esa forma. La materia gris del cerebro esta reducida en gran escala y puede que su cerebro quede sin oxígeno, causándole un daño mayor–.
–¿A qué se refiere con eso? –. Pregunta la señora Wang, asumiendo el papel de madre para Lizzy. Tiene de la mano a su esposo y cierra el puño.
–Que si despierta, puede quedar en estado vegetativo–.
Era normal ver las caras de espanto y de desconcierto en los familiares, nada de lo que decían los médicos sonaba alentador, más bien, los empujaban a un fatal final, sin esperanzas, sin opciones.
–¿Qué se supone que debemos hacer? –. Cuestiona Jackson, todo parece tan irreal para él.
Los médicos se dan miradas y suben la pantalla. Haber llegado a esa conclusión fue complicado, decirlo será mucho más que eso. Los Wang junto a los muchachos los miran insistentes, necesitan saber que pasa, ya se dieron cuenta que no es solo para decirles algo que muy en el fondo ya sabían.
El joven doctor arrastra su silla para quedar más cerca de la mesa y poner los brazos estirados y jugar con un bolígrafo entre sus dedos. Por mucho que lo deteste, debe ser el portador de las noticias, fue quien la recibió y quien afirmo ayudarla en lo que más pudiera.
–Hemos pensando en desconectarla–. Lo dijo tan lento que sonaba a que deletreaba la frase.
Los ojos de todos se fueron agrandando, ¿desconectarla? No sonaba a nada bueno, no era lo que esperaban de una reunión tan de alta urgencia como esta. De inmediato se levantó la barrera de desaprobación en la mirada de algunos.
–¿Cómo dice? –. El señor Wang levanta el tono de su voz para sonar imponente.
–Tenemos la sensación de que sus órganos no han empezado a deteriorarse gracias a que está conectada. De ser así, no podemos estudiar a fondo su caso. Ustedes lo han visto, ni siquiera el examen de los Estados Unidos fue capaz de encontrar algo–.
–¿Qué esperan que pase al desconectarla? –. El menor llevaba reuniendo el valor para intervenir, lo que escuchaba era demasiado para manejar.
–Una reacción. Algo que nos dé una pista de lo que le pasa, algo de lo que podamos aferrarnos para investigarlo y usarlo a su favor–. Comenta en son de animar a los familiares.
Hay silencio, algunos piensan para sí mismos, con qué cara los médicos les piden que la desconecten, ¿bajo qué concepto? ¿Por qué esa pareciera ser la única opción?
Yoongi, da un golpe seco a la mesa llamando la atención de todos. Está molesto, confundido y frustrado. Cuando escucho de la reunión, imaginaba que les darían otro tipo de noticias, algo en él decía que algo faltaba al rompecabezas.
–Poco o nada entiendo de lo que dicen. Pero tengo una pregunta–. Baja la mirada y arca una ceja. –¿Cuáles son las posibilidades de que ella no lo logre después de ser desconectada? –.
Esa era la pregunta que ninguno quería hacer. Sintieron algo de alivio al ser el duro y seco Yoongi quien soltara la bomba. Preguntar si ella podía morir era algo que solo una mente dura podía hacer.
–Casi del ochenta por ciento–. Responde el joven médico.
–Dios mío–. Musita la señora Wang llevándose una mano al pecho mientras se aferra a su esposo.
Taehyung lleva las manos a su cara y las resbala, parece una pesadilla, no ha despertado; quiere obligarse a creer que de eso se trata y que cuando abra los ojos, ella estará tomándolo del cuello y desordenándole el cabello.
–Sentimos no poder darles otras alternativas. Pero entiendan que solo así podremos hacer un estudio de lo que ella padece–.
–Esto debe ser una maldita broma–. Nam Joon que ha estado cayado escuchando y analizando cada palabra dicha por los médicos, ha encontrado entre líneas lo que realmente esperan los médicos.
–¿Disculpe? –. El médico más viejo le ve.
–Quieren experimentar con ella–. Sonríe duramente y con rabia en sus ojos.
–¿Experimentar? –. Jackson abre la boca al punto de poder ver más atrás de sus dientes.
–¿Es eso cierto, doctor? –. Jin se dirige al joven médico.
Este les ve a todos y no le queda más que asentir.
–Nam Joon, tiene razón. Esto debe ser una maldita broma. ¿Van a experimentar con ella? ¿Por qué? –,
–Su caso es especial, único en el mundo. No tienen con que tratarla o de donde basarse, le han dado el diagnostico de estado de coma, solo porque es la que más se asemeja a sus síntomas, aunque esta años luz de ser un estado de coma. Desconectándola, buscan un factor para poder investigar y darse una guía, necesitaran médicos alrededor del mundo para esto... Y todo tiene un riesgo, que Lizzy no dure más de un mes y sus órganos se deterioren antes de que pueda hacer algo–. Es todo lo que ha entendido entre líneas y le da coraje no estar equivocado, porque ningún médico ha intervenido o lo ha corregido.
–¿Es eso cierto? –. La señora Wang en su papel de madre, lanza la mirada más dura sobre el cuerpo médico.
–Señores, deben entender que...–.
–¡No me interesa sus explicaciones, doctor! –. Exasperada hace una pausa. –Pregunte, si lo que dice el joven es cierto–. Sus dientes rechinan.
–Sí–. Responde el joven médico, llevándose toda la responsabilidad. Sabía que reaccionarían de esa forma. –Es lo que se va a hacer–.
–¡Maldita sea! –. Jackson da un puñetazo a la mesa, empuja si silla hacia atrás y se pone de pie, no aguanta más. Maldice en baja voz y tira de su cabello.
–Hijo calmate–. Pide su padre.
–¿Que dices papá? Van.A.Matarla, ¿no escuchas? Les interesa poco lo que le pase–. Señala Jackson con todo el odio que retiene su pecho. Tal vez, ni siquiera es odio a los médicos, sino a alguien más.
–Jackson, por favor–. Ruega su madre entre lágrimas. La simple idea le ha quebrado el espíritu.
Su hijo zapatea y resopla, debe calmarse, necesita hacerlo, esto no le hace bien a Lizzy y en el fondo lo sabe. Yoongi y Ho Seok, que están al borde de caer en la desesperación como él, aprietan los puños y se contienen, han tenido la experiencia de perder el control y saben que no queda nada bueno, solo más frustración y desconsuelo.
–¿Cuándo lo harán? –. La voz del señor Wang hace eco en la sala y todos voltean a verle desconcertados. ¿Lo dice en serio?
–Ummm... Bueno–. Ha tomado de sorpresa a los médicos que no saben como responder.
–Por favor. Acaba de quedarme claro que esta reunión no fuera para pedirnos una opinión, lo tienen decidido, nos quieren hacer partícipes de lo que pasara las siguientes semanas. De nada serviría firmar papeles de responsabilidad, porque saben que aún si demandamos, nada nos regresaría a Lizzy. Así que, dejen esas caras y respondan doctores... Doctor–. Termina por buscar alguna luz en el joven médico, pero es inútil, él fue el primero es botar la toalla.
Con un nudo en el estómago mira los rostros acomplejados y destruidos de las personas que tenían esperanzas en sus palabras. Se falló a sí mismo, a ellos y en especial, le fallo a Lizzy, porque no pudo descifrar realmente quien era y porque estaba ahí, siendo una prueba para su vida.
–Mañana–. Logra decir con esfuerzo para no quedarse sin voz. –Hace dos días se programó todo y hoy están llegando los últimos equipos–.
La señora Wang llora aferrada al brazo de su esposo, una parte suspira, la otra ha tapado su rostro con las manos, Jackson esta de frente contra la pared resoplando y renegándole a la vida. Siente que se va ahogar en la sala y sale disparado de la sala, estrellando la puerta. Sus padres no le siguen, saben que no llegara muy lejos, está destrozado y no quiere estar en el hospital, necesitara tiempo para pensar, pero también sabe que no le queda mucho.
–Sentimos no poder hacer más por ella–. Dice un médico haciendo que suena tan hipócrita viniendo de él.
Terminada la reunión, los médicos quedan atrás. Los señores Wang salen acompañados de los chicos que caminan sin ganas, sin esperanzas. Les han arrebatado el último rayo de luz.
–Pediré que les permitan visitarla todos juntos y no se ha dos. Con lo que ha pasado hoy, no creo que se nieguen–. Dice el señor Wang, tratando de dar un consuelo a las almas destrozadas.
–Gracias–. Jin traga grueso, no quiere llorar todavía.
–Jackson no vendrá hasta más tarde. No puede asimilar las cosas rápido, le costara un poco, espero puedan disculparlo–. Su madre habla comprensiva sobre su hijo.
–No se preocupe. Lo entendemos a la perfección–. Nam Joon le frota el brazo y curva una sonrisa débil.
El señor Wang suspira fuerte y chasquea, verlos tan decaídos le afecta bastante. En tan poco tiempo, les ha cogido cariño y siente que son también sus hijos. ¿Qué padre no se siente mal al ver sufrir a sus hijos?
–Tenemos que seguir fuertes por ella. No pueden rendirse en la última batalla–. Es lo más cuerdo que puede decir.
Los siete el ven y asienten entre un "lo haremos" y un "estamos perdidos".
Los Wang, se despiden de ellos, consiguieron el permiso especial para no tener restricciones con las visitas y los dejaron en la habitación de Lizzy, una habitación terrorífica donde ella yace pálida y fría sobre una cama.
Caminan a la cama, la rodean y se quedan viendo la figura de una mujer inerte. Culpas, decepciones, impotencia, se mezclan en el aire, los ojos se llenan de lágrimas, llorar no parece bueno, pero retenerlas tampoco, se darán tiempo para soltarlas lentamente. Todos lo necesitan.
Jin sube su muslo a la cama y deja el pie de apoyo en el suelo, le acaricia el rostro y parpadea haciendo retroceder las lágrimas.
–Lizzy... ¿No piensas despertar? –. Habla inflado. Le hablaba así cuando la reprendía por no comer bien.
–Está en esa etapa de rebeldía–. Nam Joon hace una mueca.
–Un par de nalgadas es lo que merece–. Bufa Yoongi carraspeando. Las lágrimas afloraran en cualquier momento.
–¿En serio, vas a seguir dormida?... Quiero que me lleves a ese restaurante de carne estilo el viejo oeste... Lo prometiste ¿recuerdas? –. Ho Seok dejo caer las gotas de sus ojos, había aguantado desde la reunión.
A él le siguieron, Taehyung y Jimin, los mayores y el menor, parecían un poco más resistentes, podían soportar un poco más.
–Hiciste esa ridiculez de promesa. ¿Qué pasa con eso? ¿Vas a romper una promesa? –. Yoongi le reclama con la cabeza clavada entre las manos, si la ve, llorara, lo hará.
La suerte está echada, nadie esperaba que las cosas fueran llevadas al extremo de tener que poner su vida al limite. El riesgo era grande, no obstante, existía un rayo de esperanza, si ese 20% era suficiente para traerla devuelta, podrían tomar el riesgo. La cuestión erradicaba en que sí se iba para siempre, ¿podrían vivir con la culpa por haber cedido y no haberla esperado? Parecía que la vida los enfrentaba a una batalla más cruel y ruin.
Entre sollozos, continúan los reclamos y los recuerdos de los siete junto a ella. Querían que escuchara cuanta falta les hace, que ser tan dependientes de ella era grave, pero que la necesitaban así fuera para que les gritara o los quisiera ahorcar con sus propias manos, parecía mejor que verla sin hacer nada, quieta en una cama.
El celular de Jimin suena repentinamente, lo saca de su pantalón, ve un número privado y juega una lágrima que no le deja ver con claridad. Contesta y escucha tres palabras que le hacen levantar la cabeza y ahogar su llanto. Decide salir de la habitación...
–Sí, él habla... Oh... Gracias–. Se le escucha decir antes de cerrar la puerta.
Adentro se dan miradas y no hace falta preguntar quién lo ha llamado. Es una noticia que se esperaba, pero no logra tener un efecto mayor sobre lo que están sintiendo. La vida para ellos, parece cada vez mas injusta y aterradora, les da una cosa a cambio de otra, es como si les prohibiera ser codiciosos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lo dije antes... Estos capítulos son insufribles.
Aquí inicia una corta tortura, para todos los que esperaban a BE.
Se que la historia de BTS es diferente, perooooo... Jimin fue el ultimo en entrar ¡no?
Los dejo sufrir y sigamos al siguiente capitulo x 2 de BE.
Hashtag NO.ME.ODIEN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top